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Aunque tú no lo sepas: una charla con Santiago Tavella del Cuarteto de Nos


Nueva entrega de 'Aunque tú no lo sepas' con el bajista, cantante y fundador del Cuarteto de Nos. Charlamos con Santiago Tavella sobre la gira de la banda por México, su participación en el Tecate Comuna y de su proyecto paralelo 'Otro Tavella & Los embajadores del buen gusto' que también se presentará en Puebla en Beat 803.


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Now and Then: The Beatles forever



Por Adrián Rivera | 


Hasta el 3 de noviembre de 2023, mantuve la esperanza de ver algún tipo de anuncio espectacular acerca de ver a los Beatles tocando juntos nuevamente. Cuando me enteré que Peter Jackson estaba trabajando en material de las filmaciones del documental ‘Let it Be’, pensé que era cuestión de tiempo para ver algún tipo de experimento con inteligencia artificial, algo como un deepfake de altísima calidad mejor que el video de Paul McCartney de 2021, ‘Find My Way’, donde aparece rejuvenecido en el cuerpo de Beck.

A fines de noviembre de ese año, finalmente se lanzó una nueva versión del documental, ahora titulado 'Get Back', con una duración mayor y una calidad de imagen y sonido sorprendente. Se reveló que se utilizaron diversas técnicas de restauración, incluyendo la separación de voces e instrumentos mediante inteligencia artificial. Aunque la edición de Jackson aportó un enfoque más optimista a las penúltimas sesiones de los Beatles, no introdujo material radicalmente nuevo.

¿Qué tal si se emplearan esas innumerables horas de material de las sesiones de grabación para entrenar una inteligencia artificial que nos brinde nuevas interpretaciones de los Fab Four? Sin duda, Peter Jackson sería el candidato ideal para llevar a cabo este proyecto, ya que cuenta con todas las herramientas necesarias en su compañía de efectos especiales, Weta Digital. Incluso podría considerar la participación de Andy Serkis para llevar a cabo la captura de movimiento de los cuatro músicos.

En cambio, para el video de la supuesta última canción del cuarteto de Liverpool, 'Now and Then', tenemos una versión refinada de un nuevo collage nostálgico como a los que nos han acostumbrado desde que lanzaron 'Free as a Bird', pasando por 'Real Love', 'Glass Onion', 'Here Comes the Sun', etc. Algunos de esos acompañamientos visuales han sido mejores que otros. En lo personal, me gusta mucho cómo animaron el póster del Álbum Blanco para crear el video de 'Glass Onion'.

Los Beatles fueron pioneros en la adopción de muchas tecnologías para crear su música. Sin embargo, en sus últimas creaciones, tuvieron que mantenerse dentro de ciertos límites para garantizar el éxito comercial. En mi opinión, una de las innovaciones más notables en mucho tiempo fueron los remixes realizados por Giles Martin para el espectáculo de Cirque du Soleil, 'Love'.



Y no es de extrañar que así sea, desde que Paul y Ringo estaban trabajando en una nueva canción, se especuló que podrían estar usando inteligencia artificial para crear una versión sintética de la voz de John Lennon y los más puristas se alarmaron. Aun así, otras personas han explorado por su cuenta esta posibilidad con resultados nada desdeñables. Parece que la alternativa más viable para satisfacer mi curiosidad por la 'nueva' música de los Beatles es explorar más de estos lanzamientos no oficiales.

'Now and Then' es solo la última de las versiones avaladas por los Beatles y sus familias. Podríamos decir que es el nuevo cierre canónico, sustituyendo a lo que nos dejaron en 'The End', de Abbey Road, con el solo de batería de Ringo y el duelo de requintos de John, Paul y George, narrado magistralmente por Geoff Emerick, su ingeniero de grabación, en su libro 'Here, There and Everywhere: My Life Recording the Music of the Beatles'.

El video del nuevo sencillo nos va llevando hacia atrás en el tiempo, y al final de la canción, en las plataformas de música disponibles, regresamos al origen con 'Love Me Do', el primer sencillo de los Beatles. Tenemos un cierre circular, un Uróboros, el anhelado regreso al origen, Get Back, ahora sí.

“Nunca hubo un tiempo en el que Yo no existiera, ni tú, ni todos estos reyes; y en el futuro, ninguno de nosotros dejará de existir.”

― Anónimo, Bhagavad Gita

Canto 105, un paseo existencial con Ay Gregorio!




Muchas veces el último refugio para nuestra salud mental es una caminata por el mar, un lugar donde siempre se puede reflexionar sobre lo que nos impide tener descanso. Canto 105, el nuevo sencillo de Ay Gregorio, es una canción ideal para acompañar esos andares existenciales.

Con una lírica que nos va compartiendo ciertos pasajes del compositor sobre las altas y bajas de la vida, esta “balada bohemia” nos hace entrar en un estado contemplativo-reflexivo gracias a su formato acústico, mismo que te hace imaginar que tienes al autor junto a ti interpretando el tema.

Si bien la primera parte de la canción nos cuenta una historia de dolores y nostalgia —emoción que Gregorio ha compartido en composiciones previas—, Canto 105 cierra transportándonos a una noche de fiesta bohemia donde el tiempo deja de importar y el baile, los tragos y los amigos nos hacen sentir que los límites se han evaporado.

De acuerdo al músico ensenadense, esta es la primera canción que graba de forma autónoma en formato casero, si bien la mezcla y máster estuvieron a cargo del músico paceño Paulo Piña, “un gran compositor y productor de géneros que integran folk, rock y pop, quien tiene toda nuestra admiración y con el que nos sentimos muy honrados de poder trabajar en este sencillo”, en palabras de Gregorio.

Ponte tus audífonos, prepara tu próximo destino y date una vuelta por el nuevo canto gregoriano de Ay Gregorio!




Iván García y Los Yonkis: componiendo la vida desde el underground poblano


Iván Gutiérrez | Foto: Gema Moreno |


Si uno deambula por el centro de Puebla y tiene la suerte de llegar a la cantina correcta, es probable que entre letras, callejones y mezcales se encuentre a Iván García, músico poblano que tras varios años de practicar el arte de crear canciones ha logrado perfeccionar la composición de relatos de folk, hermanando la poesía y la música en una decena de canciones que hablan de todo un poco: el amor, la muerte, los amigos, la ciudad, la música, el underground, la soledad. Prepárese un buen trago y adéntrese con nosotros por los recovecos de este gran compositor y su full band Los Yonkis.

 

¿Si tuvieras que tomarte un último trago, éste sería de mezcal, whisky, ron, tequila o cerveza?

Difícil decisión… yo creo que me tomaría un vodka tonic.

Hacemos esta entrevista desde Baja California. Si tuvieras que presentarte con la banda de por acá, ¿cómo lo harías? ¿Quién es Iván García, qué hace, a qué se dedica?

Les diría que soy un cantautor con casi 15 años de trabajo. Me identifico como un cantautor alternativo, en el sentido de que he ahondado en muchos estilos del lado de la música alternativa, abarcando desde el rock clásico hasta psychobilly, new-wave, post-punk. Tenemos tres discos con grabaciones que se han concentrado más en el folk, que es el género que más me gusta. Yo empecé haciendo rolas por Bob Dylan, ya después me entró lo más oscuro.

¿Cómo empezaste en el arte de hacer canciones?

Tenía una guitarra… y aprendí a tocar con cancioneros. A pesar de que estudié en el Conservatorio de Música de Puebla, cursé un año de guitarra, y nunca lo aprobé. Es una escuela muy ortodoxa, dirigido a entender la música académica, no hay nada de armonía moderna ni de composición. Estuve ahí, aprendí a solfear, y la guitarra la aprendí a tocar con los cancioneros que vendían en los puestos de periódicos. Entonces empecé a imitar armonías que veía eran constantes en las canciones populares, y les empecé a poner letra.

También me adentré en la canción de autor, con Luis Eduardo Aute o Serrat, pero nunca me encantó este lado de la trova, me caía muy gordo. Entonces conocí al cantautor Carlos Arellano, de aquí de Puebla, nos hicimos amigos por nuestro gusto común por Dylan, y empecé a experimentar más con este tipo de letras que hablaran más de la cotidianidad, de la calle, sin caer en lo urbano, que es más crónica. Más bien una cuestión intimista, inspirado por músicos como Tom Waits, Leonard Cohen.  

¿Cómo surgió la idea del álbum de X?

Es un disco que festeja los diez años de la banda, pero llegó pandemia y se retrasó su lanzamiento. La idea nació porque amigos, colegas, me decían “me hubiera gustado componer esta rola o grabar una versión”, y dije bueno para el festejo vamos a hacer eso: que cada quien se aviente su versión. Es una selección en su mayoría poblana, pero también hay otros amigos foráneos como Gerardo Peña, Lázaro Cristóbal, Paulo Piña y otros más.

Me parece fantástico que hayan reunido a diferentes intérpretes y bandas y que cada uno logré ponerle su sello característico a cada canción. ¿Tenías en mente eso?

Creo que este álbum habla de la versatilidad que tienen mis canciones. Hay composiciones que muchas suceden en mi cabeza, y a la hora de materializarlas, no suenan como uno cree. Por eso es muy importante esta onda de la producción, que igual como artistas independientes muchas veces carecemos de recursos para lograrlo, tenemos que ingeniárnosla. En el caso de X, hay canciones que son más parecidas a lo que tenía en mi mente que lo que salió en algún momento, y otras que le dieron completamente la vuelta a la canción. Esa es la belleza de la canción, que puede ir para muchos lados.

Me parece que todas las grabaciones en ese álbum lograron ponerle ese toque de inspiración para querer cantar las canciones, ¿desde que escribiste estas rolas tenías ese efecto en mente, o fue algo que se dio, digamos, por sí solo?

Es parte de mi sello, mis canciones tienen una estructura popular, muy pop. Hace poco toqué en Ciudad de México, y me fue a visitar un querido amigo, Perasalolmo (Andy Mountains), y me dice “tú no haces rolas, haces himnos”. Y no lo digo exaltándome, es algo que me han dicho mucho, porque la gente los hace suyos, y hago coros para cantarse, que hace que los conciertos sean tan lúdicos.

La melodía de 'Panteón' me parece genial, como que te adentra en esa sensación de melancolía desde los primeros segundos de la canción. La letra a su vez es increíble, tiene sus momentos de vida y muerte, ¿cómo y cuándo nace 'Panteón'?

Hasta hace unos años componía solo con resaca, me daba una lucidez maravillosa, entre botellas, hambriento, sediento, ceniceros llenos. Panteón nace de esas vivencias, habla de un estilo de vida hedonista y destructivo.

La muerte es algo muy presente en tus canciones, me imagino por tu coincidencia con autores de literatura y filosofía existencial, ¿qué es lo que más te llama la atención de este tema?


Son los tópicos más comunes de la literatura. Toda la vida me ha gustado leer, y nunca lo he hecho por lampareo, es un gusto que tengo, y en la literatura esos son los tópicos que más he encontrado, el amor, la muerte… los aspectos sociales, aunque ese lado siempre me ha fallado. Esto no quiere decir que no tenga una postura política, pero siempre he pensado que es complicadísimo escribir canciones sociales, muy complicado no caer en lo panfletario.

A pesar de no meterte mucho en lo social, tienes esta canción de “La Resistencia”…

Es una canción inédita, nunca la he grabado, sólo existe en X. Los compas de Rockercoatl, mitad tlaxcaltecas y mitad poblanos, tienen una banda de metal en náhuatl. El acordeonista toca conmigo y cuando escuchó esta canción me dijo, “oye, por qué no nos das esa rola…” y le dije va, claro, y quedó en este disco.

Tengo otra social que se llama “En algún lugar del cielo”, en el Sal Paraíso, dedicada a los desaparecidos. Pero sí me cuesta mucho, admiro a gente que lo hace maravillosamente, como León Chávez Teixeiro, o por ahí Israel Belafonte me parece que tiene rolas muy chingonas.

Hablemos de Ciudad Soledad, esta contradicción urbana, ¿para quién fue compuesta esta canción, para quién es esta invitación?

Para mí es un tema muy común hablar de mi ciudad, porque estoy muy enamorado de ella. Entonces es una frase que digo mucho, porque mis amigos se enamoran de su tranquilidad, su gastronomía, su clima, y siempre me dicen “me gustaría vivir en Puebla”… y les digo “ven a vivir en Puebla”, es un cliché mío, invitarlos.

Esta canción sale a media pandemia, salía a ver a una amiga, me iba en mi moto cruzando la ciudad y era maravilloso, espeluznante y poético, no había nadie en el centro… era hermoso, y se me ocurrió esa frase.

¿La frase “por el amor de mi parvada he terminado enjaulado” es ficción o no ficción?

Todos hemos tenido ese lado oscuro… pasaron varias veces por diferentes situaciones, es parte de lo emocionante que es vivir, de romper las reglas… Nunca me imagino haber sido una persona muy en el “statu quo”, siempre fui un tipo raro, como dice la rola, me he metido y me sigo metiendo en problemas, la vida contracultural.

¿Qué opinas del fenómeno contracultural en los tiempos posmodernos?

Es muy complejo, nos daría para un debate. Ahorita con todo este rollo del reguetón y los corridos tumbados, es complicado saber qué es la contracultura, porque si bien es cierto que estos géneros hablan de temas que eran tabú, como el sexo, la violencia, y que ellos los están sacando de donde estaban escondidos, también es verdad que es música de establishment.

Tú pasas por una construcción y los albañiles están oyendo a Peso Pluma, pero también los chavos fresas de Angelópolis lo escuchan, es la música que se oye en todos lados. Entonces no sé si eso sea contracultural, porque está establecido, está de moda, su nivel de masificación es devastador… pero en cuanto a temas puede que sí guiñen con lo contracultural. Es complicado, como te digo, un tema que hay que platicarlo con unos tragos.

¿Hubo un tema que fuera tu favorito de este álbum?

Hay varios, para mí todos tienen una aportación magnífica. Hay unos que me llegan ahorita de rápido, diría que Panteón la versión de Sinuhé García, me parece propositiva, porque habla de esa otra parte de la canción, porque la rola habla de los excesos del lado festivo, cuando en realidad también hay una cruda moral, que es como esa parte que versionó Sinuhé. La de Grito, en versión ska de Los Marginados, me parece sensacional, está chido porque están dando la canción a conocer. Obviamente todas las canciones me gustan, son mis hijos, pocas mamás dicen que sus hijos son feos; en mi caso igual, todas las veo hermosas. 


¿Por qué la frase “si un día pretendes escribir, entre lobos tendrás que vivir”, en la canción de Ajedrez?

Creo poco en los escritores de escritorio, creo más en los escritores vivenciales. Alguna vez pensaba en un cuento de Vargas Llosa, “Los Cachorros”, que habla sobre la onda de los rebeldes sin causa, los 50s, y nunca se la creí.

Creo que es importante eso, que las canciones tengan óxido, víscera, por lo menos hacerle como Solá, que se iba a las cantinas a escuchar de qué hablaba la gente. De eso trata ese verso, de que hay que vivir para escribir.

¿Qué viene para Iván García?

Estoy pasando por una situación de análisis… ya tengo escrito todo el próximo álbum, tengo ya los músicos… estoy en la parte de entender cómo lo vamos a producir, de qué manera le vamos a dar ese sonido que traigo en la cabeza. Es un disco complicado para estos nuevos estándares comerciales, pero me parece que, como te digo, siempre me ha gustado ser propositivo en este lado de hacer lo incorrecto: soy un necio y lo voy a publicar así como lo tengo en la cabeza.

Estoy en esa parte, donde ya estoy dando últimas pinceladas, de a diario lo toco, de a diario me gusta, es una lista muy larga donde tengo que hacer la selección. Espero que ahora que vea a todos mis carnales en el Festival Resistencia, puedan ayudarme a elegir y a resolver un poco esto que tengo en la cabeza. Creo que siempre, siempre hay que ayudarnos con los amigos, sobre todo gente con la que te sientes identificado musicalmente.

Dos cosas que te gusten y que no te gusten de Puebla

Me encanta el centro, arquitectónicamente es bellísimo, he andado en muchos centros borracho de noche, y ninguno tan maravilloso como el de Puebla. Otra cosa que me gusta son los tacos árabes, es mi comida favorita, es un taco delicioso y aparte es el papá de los tacos al pastor.  

No me gusta todavía este apego tan grande que tiene el poblano a la religión, son ultra católicos, son de derecha, conservadores. Otra es… esto del público poblano, es complicado, no es como el público de otras ciudades que se parten la madre por su escena contracultural, aquí está muy segmentado y aparte no son tan apasionados. Sí hay banda, hay público acérrimo, pero, por ejemplo, en Ciudad de México hay una pasión por la música de otro tenor. Aquí en Puebla la hay, pero no a esas magnitudes, somos más parcos, tibios…

Si Iván García fuera una película, ¿cuál crees que sería el género y de qué trataría la trama?

Me gusta mucho el terror, pero por lo cursi y romántico que soy, me gustaría ser una película de Jim Jarmusch, algo en blanco y negro, que tenga tragos, taxis, ciudad, y algo terrorífico por ahí, algo de novela negra.


Los Problema: entre el surf, la rebeldía y el garage punk


Polo Bautista | Fotos: Ivonne Domínguez |

Desde los escondrijos más agrestes, sórdidos y perniciosos de la capital poblana, ha surgido un nuevo proyecto altamente fragoroso y vehemente, el cual se distingue por intercalar los sonidos potentes del garage punk y el surf. Los culpables de semejante estruendo, son tres jóvenes pendencieros: el guitarrista y vocalista Aimar Sandoval (aka “Aimar Problema”), el baterista Iván Delgado (aka “Iván Problema”) y el bajista Antonio Rosales (aka “Hule”). Juntos se hacen llamar Los Problema y además de cimbrar los escenarios, instigar el slam y desatar a su paso verdaderos jaleos, actualmente se encuentran de plácemes con el lanzamiento independiente de su primer EP homónimo.

La banda surgió a comienzos de 2020, primeramente como un dueto, cuando el guitarrista y el baterista emprendieron sus incipientes ensayos, pero el designio venía de tiempo atrás y germinó progresivamente. Al respecto, Delgado cuenta:

“Aimar y yo nos conocimos hace seis o siete años, por algunos amigos en común y las fiestas que se hacían en el centro de Puebla. Resultó que coincidimos en la música que nos gustaba y rápidamente hicimos camaradería. De ahí surgió poco a poco la idea de formar el grupo, pero en ese entonces yo estaba en otro proyecto llamado Los Jerks. Aimar colaboró con nosotros un par de ocasiones, pero no fluyó bien y después decidimos hacer Los Problema, cuando Los Jerks se disolvieron recién iniciada la pandemia”.

Pese a que la pareja encontró naturalmente su estilo y un sonido muy particular, no le fue igualmente sencillo cuando se trató del título con el que quería darse a conocer. Uno que verdaderamente reflejara la intensidad sonora y el entorno desbordado que producían (“Antes nos hicimos llamar como una banda chilena: Los Cuchillos; pero nadie lo tomó en cuenta, hasta que al terminar una tocada dijimos: ‘¡Nosotros somos Los Problema!’. Todos se quedaron serios. Creo fue ahí cuando empezaron a valorar nuestro trabajo”, cuenta Sandoval).



No obstante, Los Problema alcanzaron verdaderamente su estampa y estridencia con la integración de Rosales:

“Me uní a finales de 2021. Al igual que Iván, yo tenía otra banda llamada Un mexicano. Antes debo aclarar que, independientemente de la música, también me dedico a las artes plásticas y durante una exposición que tuve en diciembre de aquel año (“Dialéctica del dolor”), coincidentemente cayó ese mismo día el cumpleaños de un elemento de mi grupo y le propuse que hiciéramos su fiesta en la exposición. Él quiso llevar a unos amigos que le gustaban como tocaban (Los Problema). Entonces llegó Aimar, empezamos a hablar, me invitó a tocar, me eché como tres rolas y desde ese día sigo acá”.

Propuesta que, en el transcurso de sus casi tres años de existencia, se ha destacado no solo por reforzar la creciente escena underground angelina, sino también a su perseverancia sobre los escenarios y sus habituales interpretaciones desenfrenadas e irreverentes. Acerca del estilo musical que dominan, aunque emparentado principalmente con las formas del surf, este alberga en su interior la actitud provocadora, sucia, agresiva y veloz del garage punk. Asimismo, la tercia se rige bajo las formas colectivas de creación:

“Algunas rolas ya las tenía trabajadas de tiempo atrás. Son letras que hice en mis tiempos libres e inclusive las probé con algunas bandas de Oaxaca, ya que yo soy originario de allá”, dice el guitarrista. “Pero cuando empecé a ensamblar la banda de garage punk aquí en Puebla, metí nuevamente mis líricas y observé que podían funcionar a otra velocidad y con otros acordes. Ahí formalizamos o estructuramos las letras del grupo. Yo me encargo de escribirlas junto con la base, pero realmente es complemento de los tres”. A todo lo dicho, Iván agrega: “Creamos las canciones en base a un jam de improvisación y vamos uniendo las partes como si fuera un rompecabezas. Cada quien realiza un fragmento distinto. Con el tiempo las vamos puliendo; por ejemplo, los tres cortes que conforman el EP, están más trabajados porque fueron los primeros”.

“La Fuga”, es el tema inaugural del disco y comienza con los rasgueos violentos de Sandoval, a los cuales se le incorporan luego la batería y el bajo. Las maniobras combinadas del conjunto forman una marcha veloz, tosca y robusta, fustigada rítmicamente con toques a los platillos y la tarola. Entonces el cantante comienza sus ásperas vociferaciones: “Llevo días buscando cómo escapar / De la nube gris, salir de la ciudad / Día que pasa ya no vivo / Día que pasa sobrevivo / Ya no puedo ni conmigo estar / No, no, no, no / Salir de aquí / Salir de aquí / Salir de aquí / Fuga de aquí”. De pronto, la estridencia aminora por unos instantes y solo el golpeteo sordo de las baquetas y el pedal contra la caja del bombo, dan lugar a un corto respiro, para después retomar el feroz ritmo y cerrar la canción. 

En “Playa crimen”, el rápido redoble ejecutado por Delgado, sirve como preludio a los ágiles punteos de sus compañeros, quienes presurosamente recrean los sonidos y las imágenes provenientes del surf y el delirio (“Esa canción versa sobre un viajecito que combina el rock and roll con las drogas. Nosotros no estamos exentos del cotorreo y es un poco nuestro día a día”, cuenta el cantante). Enseguida, la lírica acomete furiosa: “Lleva ya un rato sin llegar a su cantón / Le gusta el after-after, la droga y el rock and roll / Frecuenta un lugar que le dicen el Nahual / Se sienta en la puerta, comienza a alucinar / Y no era él no, no / No era él no, no, no / No venía con él / Venía solo”.


El disco finaliza con “Susy la sucia”. Corte que, tras una seguidilla de fugaces acordes de guitarra, la tercia arremete fuertemente al unísono y mantiene el estrepitoso trote, en tanto Sandoval exclama:
“Antes de que te vayas o te quieras ir / Déjame pedirte un último favor / Algo incomparable, único y mutante / No lastima ni es punzocortante / Yeee… / Nena, nena, nena no te pongas loca / Nena, nena, nena, nena, nena, no / Recógete el cabello / Recógete el cabello”. Acto seguido, los instrumentistas realizan un breve interludio, para luego reanudar el duro ciclo sonoro y lírico: “Tal vez suene loco, idiota o atrevido / Pero de tus labios es mi delirio / No dejaré que te vayas con tu ego / Hasta que no te termines mi veneno / Quiero que me hagas el amor con la boca / Quiero que me hagas el amor con la boca”. Entonces, por última vez el trio ejecuta los acordes del preludio y súbitamente remata la pieza.

Para Los Problema, esta primera placa homónima es un pequeño adelanto del sonido y el repertorio que buscan ampliar y perfeccionar: “Nuestra tirada es grabar en un estudio más formal. Eso tendrá que pasar en algún momento, aunque aún no tenemos muy claro cómo llegar a ese punto. Entre tanto, este año queremos registrar el resto de canciones que nos gustan y no alcanzaron a entrar en este disco, como es el caso de “Pálido”, “Oírte gritar”, “Come on baby”, “Psyco”, “Ciudad en llamas” y otras más. No hay fecha como tal, pero es cuestión de acondicionar un espacio y empezar a darle”, concluye Rosales.

'Ya no quiero entregar mi corazón', lo nuevo de Combo Movox


Recién salido del horno llega el nuevo single de Combo Movox: 'Ya no quiero entregar mi corazón'. Un estridente y vigoroso blues interpretado por la potente voz de Zaira Franco y el talento musical de Sr. González; y que representa un adelanto de lo que será el próximo disco de estudio de la versátil mancuerna, a estrenarse a inicios de 2023.

Desde que comenzamos a lanzar nuestros primeros sencillos, tuvimos como meta conformar un álbum de larga duración que se editaría tanto en formato digital, como en acetato de vinilo. En meses recientes nos dimos a la tarea de grabar cinco temas nuevos que sumados a los ocho previos, nos permite hacer realidad nuestro deseo.

El tema ya se puede escuchar en todas las plataformas musicales y de streaming y fue grabado por Iker Moranchel (guitarra), Santiago Ortiz (batería), Eduardo Dyer (piano), Fratta (bajo), además de los ya mencionados Sr. González (teclados, coros y cajones peruanos) y Zaira Franco en la voz.


El canto de una mujer transparente y empoderada, que no está dispuesta a que jueguen con sus sentimientos. Un blues que no cae en ortodoxias y transpira música de otras procedencias, magistralmente interpretada por músicos de probado talento.


¡El Cotorro! Rockabilly y cultura popular mexicana




¡Ya llegó el cotorro al cotorreo! El artista Luis Campillo se apropió de la iconografía de la Lotería Mexicana para realizar su particular percepción de ella y así realizar la Lotería Cubista. Una serie de pinturas donde reversiona cada una de las cartas del tradicional juego de mesa mexicano.

A su vez, el artista gráfico convocó a diversos músicos de diferentes géneros a participar en la dinámica de sortear las tarjetas de la lotería y la que azarosamente seleccionara cada proyecto tendrían que usarla para componer una canción o pieza musical inspirada en la temática de este maravilloso juego.

Fue así como Iván García y Los Yonkis aceptaron la invitación de parte de Luis Campillo y la tarjeta seleccionada por la agrupación poblana en la "tómbola cubista" resultó ser El Cotorro.

El Cotorro es una canción rockabilly sin ninguna pretensión más que la de pasarla bien. La canción lleva en el nombre la penitencia y es un corte donde la finalidad es cotorrear y bailar rock and roll.

La pieza estuvo grabada en Casa Yonki y producida por Carlos Iván Carrillo.

La alineación musical estuvo conformada por:

Iván García – Graznidos y Guitarra
Carlos Iván Carrillo – Guitarra Eléctrica, piano, coros.
Beto Montes – Batería
Ángel Munguía – Contrabajo
Aarón Tápia – Sax

El sencillo de la banda poblana será estrenado a la primera hora del 1 de junio de 2022 en todas las plataformas digitales.

Perdidas con la Ola



Cumbia norteña | Por Antonio León | Fotografía: Armando Ruiz |


Nos regalan monedas para poner canciones de Paulina Rubio, Britney Spears y Valentín Elizalde. Las caguamas están frías de verdad y valoran nuestra presencia como parroquianas distinguidas. Nos dejan amontonar tantas sillas como necesiten nuestras bolsas de gatitos y nuestros traseros norteños. La chica de la barra es nuestra homegirl y nos incluyó en el grupo de Whatsapp de habituales del lugar. El Washington es un finísimo bar en el centro de Mexicali, un sitio al que nos hemos mudado en la nueva normalidad buscando espacios con menos gente y baños que no parezcan el de la película Trainspotting.

*

Cuando hablo en plural, es porque fui adolescente en los noventa y me mamaba la onda groupie. En aquel entonces no me dejaban entrar a los bares, pero iba a tocadas infames con músicos de talento medidito que se atascaban de jarabe Benadrex con soda de limón -dicen que otra vez está de moda-. La verdad es que Ola Magenta es una sola morra: Caro Yee, nuestra amiga.

Antes de ser Ola Magenta, Caro estuvo haciendo música con varias bandas de nombres como de estética unisex. Indie pop surferito, como de ir de buenas por la existencia, como si no se estuviera acabando el agua con la que hacen nuestras cervezas. Bandas de veinteañeros que, según lo he visto, mantienen a flote el negocio de los tenis rojos de lona, las camisas hawaianas y las gorritas normiecores de alguna cosa supuestamente irónica de la que no me entero. Será que soy quince o veinte años más grande y estoy llegando a una época en que tanta indolencia juvenil me encabrona.

*

Ola Magenta es la frontgirl de una banda en el fin de cursos de película gringa. Caro Yee nos trae el pop de guitarras con todo el encanto del verano de palmeras con el que la gente sueña en este verano de calor de radiador en la jeta. Es la heredera natural de las Kim Deals, las Liz Phairs y, ya en plan más reciente, las Best Coasts y las DIIVs del mundo.

Ola Magenta llega a un espacio aún dominado por señoros y se hace unas canciones en las que el humor adolescente convive con las vicisitudes de tener que ir a trabajar al día siguiente. Trabajar después de los ensayos, de los novios, de los afters, del perreo oligofrénico y de manejar por horas para hacer cualquier cosa.



Hace un par de días vio la luz Estamos perdidas, el primer EP de Ola Magenta. Es una colección de temas que nacieron entre bromas y referencias al humor de internet. Cinco canciones en YouTube, en Spotify y en cuanta cosa haya disponible para girar.

Ser testigo de la forma en que Caro Yee trabaja nos conmueve y emociona. Hemos ido –otra vez en plural- a bares de señores funados a los que juramos no volver, solo para verla brillar a ella. Nos hemos parado en salones de fiestas como de La risa en vacaciones para escucharla entonar estos temas. Nos sabemos los títulos y la parte en la que la guitarra toma más fuerza. Estar perdidas, Caro y nosotras, sus amigas. Estar perdidas y regresar al Washington por otra caguama. Porque de estos nosotras se compone la vida, y las amigas son la más dulce de las Olas.

Los Bitchos: psicodelia y cumbia femenina



Por Diego Vázquez | 


Los Bitchos son el combo de la cumbia femenina. Let the Festivities Begin! es una oda a la cumbia psicodélica de los setenta, navega entre el surf y la chicha peruana; es una banda sonora al pasado. Una amalgama de influencias que se conjugan para ser concretadas en once temas.

Dicho en otras palabras, es un remolino de música retro. Los Bitchos nos acercan a la música tradicional de la guaracha, gracias al talento del cuarteto femenino, proveniente de cuatro latitudes (Suecia, Australia, Turquía y Uruguay).

Este combo gestado en Londres en 2017, donde Serra Petale (guitarra), Agustina Ruiz (keytar), Josefine Jonsson (bajo) y Nic Crawshaw (batería) dan vida a este ecléctico proyecto, que además cuenta con piezas instrumentales, aquí la voz sale sobrando.

Estas mujeres retomaron la influencia de Los Mirlos, estandarte de la cumbia peruana así como de música colombiana. En esta propuesta las banderas son anecdóticas y las fronteras son traspasadas por la música. Los Bitchos hacen bailar a los ingleses y al mundo.


Este LP producido por Alex Kapranos de Franz Ferdinand en los Gallery Studios (Londres) da cuenta de los mejores temas de cumbia amazónica que se pudiera quedar estancada en la cabeza. Let The Festivities Begin!, el álbum debut del cuarteto pancontinental, es un trabajo tanto para el oyente experimentado de cumbia como para el melómano que rara vez disfruta de algo instrumental, es el disco para comenzar la fiesta. El material es editado por City Slang Records, compañía discográfica alemana que se enfoca al indie rock.

De los once cortes que están presentes en el disco debut de estas chicas destacan “Pista (Fresh Start), donde el rasgueo de cuerda de guitarra para hacer sonar al ritmo de cumbia y surf predomina; y “Tropico”, en donde la cumbia es la protagonista.

“Change of Heart” evoca a los mismísimos dioses ancestrales de la cumbia amazónica del Perú. Invocación pura. Estas son tres de las canciones que más sobresalen en dicha producción. Un álbum en el que Los Bitchos saben mezclar sonidos de otras latitudes para plasmarlos en canciones. Let The Festivities Begin! guarda once canciones o mejor dicho colecciones de música latinoamericana

Tranquility Base Hotel & Casino: psicodelia en la alfombra

Las reseñas innecesarias | Por Juan Jesús Jiménez |


Probablemente al mencionar a Arctic Monkeys se nos venga a la mente el año 2013 cuando popularizaron su música con su álbum AM, pero mucho antes, la banda ya contaba con canciones icónicas y con experimentaciones interesantes que dieron forma a lo que encontraríamos en su disco del 2018; Tranquility base hotel & casino, funciona con una ruptura entre lo que la banda británica ofreció en AM, sin perder la calidad con la que llegaron a la fama mundial.

En medio de sonidos psicodélicos y glam, rondando ritmos pop y rock, cada una de las once canciones que conforman el álbum, destacan por sí solas en una línea muy dispersa pero bien definida. Grabado en muchos estudios entre Los Ángeles, París y Londres, el disco fue lanzado bajo el sello de la discográfica independiente Domino Records. Inmiscuido entre la expectativa, la recepción al público general fue muy dividida y no es difícil adivinar el porqué.

Todas las canciones destacan por sí solas, porque todas son muy distintas entre sí; se pueden reconocer los instrumentos -o efectos en ellos- recurrentes, pero su uso tan cambiante hace de cada canción una experiencia que, de no estar abierto al cambio tan brusco entre AM y este disco, puede resultar confuso y hasta tedioso. Esto sobre todo, en canciones como Batphone donde es notable el papel de instrumentos poco frecuentes en el rock alternativo como lo sería el piano o una línea dominante de bajos.

Sin embargo, de principio a fin, el disco es un viaje entre la música de los 60’s y la modernidad que da ese efecto de una nostalgia futura, o la de una voz sincrónica; la voz de Alex Turner como casi total protagonista de las canciones, las melodías complejas y hasta indecisas de las guitarras, bajos que siguen su propio ritmo, hacen alusión a ritmos como el blues o el jazz, pero es el uso de sintetizadores, de guitarras barítono, lap steel, hace que las variaciones de acordes sean suavizadas y hasta resueltas en las líneas de las estrofas y coro.

El disco retoma mucho de la esencia de su propia portada, recuperando mucho de lo que podríamos sentir en una parada breve en un hotel alejado -cuyo nombre es una referencia al lanzamiento del Apollo 11 en 1969. Pensamientos sueltos, amores ocultos, desengaños y un músico que habla consigo en el piano del bar como lo encontramos en One point of perspective.
 

Imperfecto extraño: retratos de la muerte


Las reseñas innecesarias | Por Juan Jesús Jiménez |

Noviembre es un mes particular para los mexicanos. Vemos tumbas, hablamos de muertos y los llamamos durante las noches del primer y segundo día del mes. La música que se produce aquí tampoco queda exenta de llenarse de temáticas tan rigurosas como lo es la muerte. Enjambre, una banda zacatecana de rock alternativo, presenta en su disco Imperfecto extraño, el ejemplo más contundente de cómo es que la mexicanidad afronta este tipo de temas entre letras melancólicas y memorias cinematográficas que se apilan en la música que escuchamos.

Lanzado en 2017 por Universal Music México, es el sexto álbum de la banda con una duración de 40 minutos en doce canciones, todas con líneas melódicas muy similares entre sí, brincando entre lo rock y lo electrónico de una canción a otra, pero todo seguido de la temática circundante; la memoria y la muerte.


El futuro, Tercer tipo, Detéstame, En tu día, Luces de periferia y Vida en el espejo, son las que denotan ese sentimiento con más claridad, en voz del vocalista Luis Humberto Navejas. Canciones como Nudo, Y la esperanza, Amanéceme y Desenlace, son el soporte rítmico e instrumental, donde la letra de la canción se pule con los efectos de sintetizadores y guitarras eléctricas.

El disco puede parecer lento, e incluso no es considerado el mejor de la banda, pero su riqueza recae en la forma en que podemos disfrutar del disco desde dos vistas, la lírica y la musical. Además de reconocer aspectos que bien podrían encajar en álbumes anteriores como lo sería Daltónico o El segundo es felino, lo que hace del disco una continuación lejana de los primeros trabajos de la banda, asignando este tono narrativo presente en soundtracks de películas.

Una gran elección si uno decide entrar en el género del rock alternativo, y mucho más para esta época del año, donde si la estación no nos desata lo nostálgico, lo hará la música que escuchamos al recobrar los recuerdos que el paso del tiempo deja sobre nosotros, dejando entre el principio y final de año, la imagen de un Imperfecto extraño que se mira una y otra vez con las canciones de este disco de fondo.

Iván García y Los Yonkis lanzan cuatro temas inéditos de terror


Iván García y Los Yonkis han preparado un especial de terror para musicalizar las ofrendas, fiestas de disfraces y festejos mortuorios de este 2021 con una Live Session grabada desde Casa Yonki y dedicada a su público más fiel.

Beto Montes (batería), Héctor Arenas (bajo), Rafa Ortiz (teclados), Iván Carrillo (guitarra) e Iván García (guitarra y voz) se reunieron en una sesión exhaustiva a grabar cuatro temas inéditos que se estrenarán el domingo 31 de octubre al mediodía desde el canal de YouTube de Casa Yonki.

Las piezas son ambientadas en sitios que aluden al mundo del terror y la cultura pop. Pasajes de la cinematografía situados en el rock and roll entre esperpentos, licántropos, monstruos universales y maldiciones; pero también historias de amor y desamor desolladas entre slime y telarañas sintéticas que nos invitan a ponernos nuestros disfraces y salir pedir dulces para chicos y grandes.

Las referencias poblanas que son sello característico de la banda no pueden faltar y nos transportan a los espacios perfectos para desarrollar estas historias románticas (en el sentido literario), góticas (en el sentido estético) y posmodernas (en el sentido trágico).

Todas las canciones de la sesión “En vivo y muerto” fueron compuestas por Iván García y producidas por Iván Carrillo. El material audiovisual fue grabado, mezclado y masterizado en Casa Yonki, realizado bajo la dirección de cámaras de César “Babe” Hernández y maquillaje de Susana Vargas Arreguin.

No te pierdas la transmisión de “En vivo y muerto” este 31 de octubre desde el canal oficial de CasaYonki.

Nativo: hardcore punk hidrocálido


Nativo es una banda de hardcore melódico con sede en Aguascalientes que trabaja desde 2017 y cuya propuesta musical se caracteriza por ser bastante enérgica a través de ritmos y compases rápidos y teniendo como base una batería agresiva y veloz, breakdowns y voces crudas.

La agrupación hidrocálida, conformada por Antonio Posada (guitarra), Pol Gómez (batería), Omar Montes (voz), Ricardo López (guitarra) y Pedro Sparks (bajo); ya se ha presentado en eventos locales de la talla de La Soberana Convención Motociclista, edición 2020; y han compartido escenario como teloneros de bandas como Billy The Kid (Costa Rica) y Escape The Fate (EUA).

Actualmente cuentan con un disco de estudio titulado "Nativo" que cuenta con 10 canciones de las que se desprenden los singles "Rise Again", "Last Chance" e "Into the Wild". Este último el lanzamiento más reciente cuyo video oficial puedes ver a continuación.

La música de Nativo ya está disponible en todas las plataformas musicales y a través de sus redes sociales oficiales:

FB: https://www.facebook.com/wearenativomx

IG: https://www.instagram.com/wearenativomx/

YouTube: https://www.youtube.com/channel/UCY-oA9JjRAqQbu4ky43qvJQ 

Dungen: vikingos pioneros del revival psicodélico en el rock del siglo XXI

Por Jorge Augusto Pérez Peña


En el 2007, un inexperto Kevin Richard Parker, recopiló algunas de sus grabaciones caseras y las envió a cuatro músicos suecos, solicitándoles que mezclaran las pistas, y produjeran lo que él quería que se convirtiera en un Extended Play. La respuesta enviada por parte de Gustav Ejstes, Reine Fiske, Fredrik Björling, y Mattias Gustavsson al chico australiano, fue tan clara como lacónica: “No, no lo mezclaremos, ¿qué le haríamos? Sólo lánzalo, es increíble así como está”. Un año después, este “increíble” material vio la luz y comenzó la exitosa trayectoria de Tame Impala, el resto de esa historia psicodélica inundada de nominaciones, es del dominio público; sin embargo, queda una cuestión, ¿quiénes eran estos cuatro suecos a los que Kevin Parker incluso mencionó en MySpace como una de sus principales influencias musicales?

Se trata de Dungen, un proyecto de rock progresivo que surgió a finales de la década de los noventa en Estocolmo, Suecia; son considerados héroes anónimos detrás del revival que experimenta la psicodelia en el rock del siglo XXI, tendencia usualmente denominada neo-psicodelia, y de la cual King Gizzard and the Lizard Wizard probablemente sea el mejor referente actual.

Este revival en el rock psicodélico, presente en la escena mundial de nuestros días, tiene uno de sus antecedentes en la experimentación musical que Dungen llevó a cabo desde el eterno invierno de su Europa Septentrional. Sus álbumes conforman un mundo de rock lisérgico invadido brutalmente por el paganismo vikingo del Valhalla, con flautas hechizantes, órganos ritualísticos, tambores galopantes que anuncian la guerra, violines danzando al ritmo del cortejo medieval y referencias a la mitología nórdica, con su inherente magia, brujería y politeísmo. Esta propuesta de rock progresivo acorazado con una arraigada influencia de música folclórica escandinava, vio la luz en 1997, con un trabajo homónimo de cerca de 37 minutos en formato “Demokassett”, que no se editó en otro formato por falta de recursos financieros de la banda, sino hasta el 2001, cuando fue lanzado en vinilo de 12 pulgadas, y posteriormente en CD.

El 23 de abril del mismo año en el que los miembros de Dungen recibieron la grabación del hasta entonces desconocido Kevin Parker, se encontraban cerca de lanzar su cuarto álbum de estudio, titulado Tio Bitar (Diez piezas). Es probable que el trabajo implicado en el posterior lanzamiento del álbum para otros países, y las modestas giras que prepararon para promocionarlo, hayan tenido que ver con la negativa de los suecos para producir lo que sería después el primer EP de Tame Impala.

El álbum que Dungen lanzó, fue motivo de una división de opiniones entre sus seguidores, puesto que fue tildado de meloso, e inconsistente en lo referente a la progresión de sus pistas. En Pitchfork, se llegó a decir incluso que habían perdido su “toque hendrixiano”, y desestimaron la energía impresa en las grabaciones del álbum; sin embargo, para una parte de los admiradores del grupo, la presencia predominante de violines y guitarras acústicas con ritmos pastoriles y folk (escuchar C visar vägen), representó una nueva apuesta estética de la banda que demostró su capacidad para reinventarse sin perder su esencia.

Dicha apuesta estética vino impregnada de una atmósfera rural, similar a la que Led Zeppelin consiguió plasmar en su tercer álbum titulado simplemente Led Zeppelin III, mismo que recibió críticas despiadadas incluso por parte de la revista Rolling Stone, por su marcada tendencia hacia el folk, y el country dejando de lado sonidos más “heavy” que caracterizaron sus dos primeros álbumes.

El caso de Dungen, es similar en muchos aspectos, porque luego de tres álbumes en los que estuvo presente una fuerte influencia del rock psicodélico de finales de los sesenta y principios de los setenta (cosa por la cual fueron alabados por la crítica en un principio), al lanzar Tio Bitar, recibieron una mala recepción de la prensa internacional y entre algunos de sus fans; sin embargo, plasmaron en esas “diez piezas”, que por momentos vuelven a estar cargadas de su acostumbrada psicodelia distorsionada y eléctrico frenetismo, un paisaje profundamente calmo, inundado de violines, harpeleik (cítara de cuerdas), y seljefløyte, (flauta de sauce noruega); instrumentos que engalanaban las danzas regionales organizadas en los pueblos nórdicos de la alta edad media y años precedentes, destinadas a celebrar el inicio de la primavera, ceremonias matrimoniales, o natalicios.


Cabe mencionar que la cultura escandinava de la que toma música Gustav Ejstes para las composiciones de este álbum, tuvo un contacto relativamente tardío con el cristianismo, ya que la cristianización de Suecia y Dinamarca ocurrió hasta aproximadamente el año 829, con la llegada del obispo y misionero, Ascario Amiens, quien fue enviado por orden del rey de los francos, Luis I. La inclusión de música típica de una época sin cristianismo guarda una intención neopagana porque (re)inscribe en el contexto de la modernidad referentes culturales de una sociedad cuyas costumbres resultan divergentes a las que provienen de la católica Europa central y meridional, en cuyas manos corre sangre septentrional derramada por el inquisidor evangelio del medioevo.

A través de arquetipos sonoros, Gustav Ejstes, líder y principal compositor de la banda, consigue plasmar el contexto de la vida rural en los pueblos medievales de lo que ahora es Suecia, pero va más allá de una trabajada estética que refleja el profundo amor que tiene por las raíces de su cultura

En su música, la estética articula un discurso, una crítica al obsesivo progreso de las ciudades industrializadas, y a la destrucción que implican para la naturaleza y comunidades que constituyen una minoría en ese país.

En su amado y odiado cuarto álbum de estudio, Dungen critica el neurótico perfeccionismo ético y estético en la sociedad moderna, y a sus arbitrarias estructuras, principalmente, a la familia. Lo anterior, es característico en otras expresiones artísticas de la península escandinava, como el trabajo audiovisual de Ingmar Bergman, en el cual, la familia y el matrimonio monógamo, son objeto de constante crítica, tal como se puede ver en su miniserie televisiva de los años sesenta, Escenas de un matrimonio.

Esa inmisericorde crítica vikinga dirigida al orden conservador de la sociedad occidental, se encuentra bien plasmada en la letra de la canción que se titula justamente Familj (Familia):“ve a casa y siente cómo los viejos roles te asfixian. Mucho ha pasado, y no cambia nada”. Mientras que en Svart är himlen (negro es el cielo) la letra es casi en su totalidad esta frase: “negro es el cielo para la familia que ha montado su tienda de campaña, pensando en todo lo que amaban más que en la vida misma”. Es posible inferir que con estas palabras equiparan la edificación de urbes productivas cimentadas en la familia monógama, a un campamento familiar que debe ser retirado porque el ambiente en pleno cambio exige que la civilización comience a adoptar nuevos estilos de vida, y con la inclusión de arquetipos sonoros medievales a la producción de Tio Bitar, es decir, sonidos cultivados en la vida del campesino nórdico medieval sin cristianismo, y con una cultura no satanizada del incesto, el conjunto escandinavo logra redondear un mensaje sumamente contracultural y anticapitalista, casi censurable, si no tuviera también esa elegante sutileza del arte.

El rock progresivo de Dungen habla en pro de la vida agro-dependiente, de la (re)espiritualización de la naturaleza y los ancestros (cosa en extremo neopagana), y de la desaparición de la familia monógama junto con el orden social que la circunda, algo un tanto utópico, pero congruente con la heredada ideología hippie del rock psicodélico que desde sus primeras grabaciones han influenciado a los oriundos de Estocolmo. Dicha visión del mundo, es también congruente con la organización social de las culturas tribales que habitaron lo que hoy llamamos Noruega, Dinamarca, Finlandia, y Suecia.

Las disertaciones instrumentales de estos pioneros psicodélicos, trasladan al escucha a un auténtico amanecer campestre, embellecido por la quietud de una fauna diversa y retozante, plena de animales en libertad, viviendo de lo que producen, en medio de una granja sin amo ni esclavo. Es completamente opcional relacionarlo con el marxismo, pero no deja de ser posible por su feroz crítica al capitalismo.

La atmósfera creada en Tio Bitar, es digna de un saltarín baile pagano en círculo, con todos tomados de las manos, ebrios de vida, como entre hobbits de La comarca, celebrando que la guerra que erigió el capitalismo en su búsqueda por el poder absoluto sobre todas las razas, ha llegado a su fin, y que las ornamentadas estructuras de hierro, junto con los monstruosos esclavos que las instalaron en donde antes había naturaleza, ya no existen, y una vez más, todos somos una gran familia. La progresión de sonidos in crescendo, es una forma de representar el ascenso triunfal de costumbres nórdicas de la antigüedad sobre aquellas que consideran obsoletas y ajenas desde su primer contacto en el siglo I.

El mensaje contracultural de la banda está incluso en su nombre, ya que la palabra “Dungen”, traducida al español, significa literalmente, “El abono”. ¿Cuál es el motivo de este peculiar nombre?

En el año 9 d.C., hubo un contacto con occidente más antiguo que el producido por el arribo de Ascario a Escandinavia, pero en ese punto no hubo una llegada del cristianismo, ocurrió cuando tres legiones de romanos dirigidos por Publio Quintillo Varo, intentaron conquistar territorio nórdico, y a pesar de que los cerca de 18 mil romanos perdieron la batalla en la llamada Derrota de Teutoburgo, existió un intercambio cultural importante, en el cual, tribus nórdicas aprendieron algunas técnicas de cultivo de los invasores que terminaron siendo integrados a su comunidad. Cuando el clima invernal empeoró al punto de no poder sacar a sus animales porque morirían por las bajas temperaturas, los habitantes de la antigua escandinavia comenzaron a recolectar el excremento de su ganado y lo utilizaron para fertilizar la tierra, el abono. Un truco de los romanos que les ayudó a generar comunidades agro-dependientes por la aceleración que hubo en el desarrollo de su agricultura. Insertar en su proyecto musical el mensaje de poner en práctica el cultivo de alimentos para autoconsumo, es parte de la crítica que elaboran los miembros de Dungen al estilo de vida consumista de la vida moderna.

Comenzando desde lo más recóndito del underground, Dungen conquistó la cima del gusto de una audiencia exigente y difícil de sorprender, su música desembocó en una invasión vikinga de rock psicodélico que abarcó toda Europa, y que formó olas inmensas de nuevos talentos, que inspirados en el trabajo de este conjunto, buscaron emular diferentes aristas de sus sonidos, pero sobre todo, buscaron (re)insertar en el contexto de la actualidad tanto la ideología hippie, como sus prácticas y costumbres no basadas en el capitalismo. El rock psicodélico es una protesta en contra de los convencionalismos de la sociedad represora, cuyo revival es testimonio de la inmensa cantidad de personas alrededor del mundo que actualmente se identifican con el mensaje del movimiento liberal de los sesentas, y quizás también con el contexto represor de aquel entonces. La rebelde voz del rock and roll siempre tendrá algo que decir sin importar dónde se escuche, ni de dónde provenga.

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