Iván Montoya en directo y “Feliz”

Por Sergio Martínez


Iván Montoya Salazar (Aguascalientes, 1978) inició su carrera musical en la adolescencia, “teníamos que cubrir la materia de Artísticas y gracias a eso, conocí al profesor Fernando Edréhira, creador y fundador de un grupo legendario de música folclórica y rescate cultural llamado Ketzal. Gracias a ello, me inicié en este rollo de la música, logrando incursionar en muchos géneros musicales antes de llegar donde ahora estoy. Anduve en la onda folclórica, andina, sonera, pasé por el rock, hasta que agarré el camino de la música acústica que es donde he estado ya mucho tiempo moviéndome como músico de compañeros, o bien, con proyectos propios o en conjunto con gente del mismo medio. Básicamente el conocer al profe Edréhira fue la puerta hacia la melomanía y el adentrarme en este mundito; cabe decir que, gracias a él, tuve la fortuna de tocar en dos ocasiones en el Palacio de Bellas Artes, así como acudir a un Encuentro Internacional de Música y Danza en Italia. Ha sido maravilloso ser músico, la verdad”. Con más de 27 años de trayectoria musical, Iván Montoya nos presenta su primer disco llamado: Feliz.


Cuéntanos tres momentos que hayan marcado tu trayectoria musical
El primero sería haber tocado en el mayor recinto cultural del país que es el Palacio de Bellas Artes; otro es haber viajado al viejo continente y que la música costeara andar un mes y medio por allá, y la tercera es, sin duda, tener por fin mi material de canciones propias.


¿Cuál ha sido tu mejor momento como músico?
Sin lugar a dudas es ahora. Antes trabajaba de diferentes maneras cuando tocaba para otras personas, ahora tomo las decisiones yo, así que en este barco puedo ser el marino, el polizón, pero también el capitán.

¿Cuál ha sido tu peor experiencia como músico?
No sé si sean malas experiencias o no, simplemente hay tocadas que no son tan certeras como quisieras, pero al día siguiente analizas desde una perspectiva diferente y te das cuenta que cada error son áreas de oportunidades para crecer, encuentras los detalles y tiras pa’lante. Esta es una carrera de tirar mucho la cuerda más nunca de aflojarla.


¿Cuáles son tus influencias musicales?
Me gusta un poco de todo, es necesario saber cómo se compone musicalmente un tango para poder intentar crear uno; así sucede con todos los géneros. Me encanta el bolero, José Alfredo Jiménez, me llama mucho la atención un cantautor español llamado Luis Ramiro, y bueno, también están esos grandes monstruos como Sabina, Serrat, Silvio, Fito, Calamaro y todos esos que ya sabemos quiénes son y de quienes todos mamamos. Me he aferrado también a Chava Flores, Tin-Tán y, últimamente, ando escuchando los proyectos locales, me he encontrado muchas buenas sorpresas.


¿Cómo nace el proyecto de tu disco Feliz?
El proyecto se va gestando desde mucho tiempo atrás, incluso podría decirse desde que estaba en La Ralea, pero un detonante fue el Instituto de Cultura de Guanajuato, que me invitó a participar en Encuentros de Cantautores y para mi sorpresa, me vi tocando en el Teatro Juárez unos meses después de haber sido invitado, todo ese movimiento me alentó a ponerme las pilas y decidirme a hacer Feliz. A la par, mis cercanos, no dejaban de decirme que grabara algo, que ya era momento de dejar un testigo del trabajo propio que muy pocas personas conocían, así es como nace Feliz, después la suma de talentos fueron los que hilaron todo el disco que ahora me cobija.


Varias canciones del disco son de tu autoría, otras las firmas con otros compositores, y un par son de Agustín López Velarde; un corrido, varias baladas, historias de amor, de reproches, estampas urbanas, un homenaje a un cantautor español ¿de dónde viene las historias de tus canciones?
Las canciones nacen de muchas cosas, soy muy voyeur, me gusta observar todo, prácticamente mis canciones vienen cargadas de vivencias más o menos reales, obviamente con sus dosis de inventiva, otras son totalmente invenciones que nacen a partir de una frase, por ejemplo, en Feliz hay una canción que se llama “El ranchero desvielao” y es de las pocas canciones que escribí al hilo cuando ya estaba produciendo el disco, salió de una sentada y es una historia creada de la nada, curiosamente me hacía falta un tema en tono de broma para el disco y al  momento de irla escribiendo se fue dado ese tenor. Las canciones se cargan de historias, reales o no, pero siempre con el sello distintivo de quien las crea. Como dices, hay coautorías y se notarán los lápices de las manos que intervienen.


En estos tiempos tan violentos donde parece que el mundo se derrumba y deshumaniza hay una canción para tus hijas, hay una estrofa que me gusta mucho, dice: “cómo les digo que en sus venas, ahí me llevan a vivir en su futuro”, incluso en esa canción tu voz se escucha completamente diferente a las otras canciones del disco, ¿Qué te supuso escribir y cantar esa canción?
Esta canción no estaba prevista ni creada cuando estaba grabando el disco, pero algo me decía que tenía que dedicarles una canción a mis hijas por el simple hecho de que ellas son mi mejor creación, son mis mejores canciones. La canción la escribí para tratar de legarles algo más allá de educación a mis hijas, es una manera de comprometerme en su futuro a que yo voy a seguir siempre a su lado y es una manera de decirles que las amo. En la canción se toca el tema de la permanencia eterna, de estar con ellas hasta el fin, y metafóricamente la canción hace eso, es simplemente una promesa de que iré con ellas al futuro, aunque ya no estemos su mamá y yo físicamente. También conlleva una bendición diaria por decirles que vivan al 100 y que tengan siempre un gran día. Supongo que es mi manera de serles eterno.




En el horizonte musical en el que has desarrollado tu carrera musical, se te identifica por tu estilo de tocar la guitarra, específicamente tu requinto; las canciones de tu disco imbrican eficazmente letra y música, incluso hay unas segundas voces muy sutiles que se escuchan deliciosas, las cuerdas, las percusiones… ¿por qué tu requinto solo se escucha en la primera canción? y ¿cómo lograste darle este sonido multicolor y brilloso a tu disco?
Se escucha más, solo que muy veladamente. El estilo es algo que se ganan con los años, no lo digo yo por ser bueno o malo, lo dice la gente que te escucha, hay veces que va sonando una canción y la gente dice, ese es tu requinto Iván, y en efecto lo es, supongo que eso se gana con los años y es algo muy bueno, pero para mi disco no quería eso, no quería que sonara todo a Iván, yo quería un universo musical multisonoro, no quería una misma línea y es por eso que me hice un poco a un lado, no de la producción, pero sí de la ejecución y quise que mis amigos le dieran ese otro color que por naturalidad no le podía dar yo, si te fijas en los coros, el color sutil que dices lo hace especial, al igual que los otros requintos, o la armónica de Pel, la trompeta de Fercho o el acordeón mismo, yo quise que el disco funcionara con una gama de colores diferentes a los que yo estoy acostumbrado a darles. Supongo que esa fue la magia de que suene tan bien.


¿Qué fue lo más difícil durante la grabación del disco?
Lo complicado fue juntar a tantos músicos, no por las ganas o fuera de ellas, sino por los tiempos tan apretados de todos. No se si sepas, pero todos son músicos reconocidos de aquí (Aguascalientes) y de la república y, por ende, todos andan con mil actividades. Yo les agradezco su tiempo y su creatividad, la verdad es que hicieron de Feliz un disco que ni siquiera yo lo hubiese soñado.


¿Qué fue lo que más disfrutaste durante la grabación del disco?
Lo mejor fue cuando mezclamos Agustín López Velarde y yo, entre ambos producimos el disco, salvo el tema “Y sí” que lo hizo Luis Miguel Aguilar; pero ir armando y empezar a detallar donde colocar los sonidos fue un deleite, y es que las posibilidades se generaban por los gustos y entonces entre las pláticas con Agus y la manera de resolverlas, ¡uy!, es un agasajo, no me lo vas a creer Sergio, pero me gusta más estar produciendo, grabando, quitándole, poniéndole que estar tocando en un escenario,  estar tras los aparatos y comenzar a sumar o restar ejecuciones es lo que más me agrada.


¿Por qué se llama Feliz?
Se llama así no por algún tema del disco sino por un estado de ánimo. Tengo cuatro años de mi vida viviendo en ese estado, mi vida ha cambiado para bien y es algo que agradezco y supongo que mis cercanos lo hacen también. Antes era más aprensivo en muchas cosas, ahora ando de liviano por la vida, he dejado de desvelarme como antes, ya no me reviento dos días de juerga, vamos, me he guardado para ser feliz, descubrí que perder gloriosamente mis horas de sueño en bares hablando pelotudeces era algo que era necesario hacer en la vida, pero no eternamente. Ahora disfruto a mis hijas, vivo de día, me encanta dormir, vamos, ando en un modo light y andar así es estar Feliz. El disco no lo pude haber sacado antes de abrevar todo lo que te platico, era necesario envenenarme para luego curarme en salud y poder decir con franqueza que vivo Feliz y que mi trabajo musical me acompaña.


¿Cuándo lo presentas en sociedad?
El disco se presentará en Peña El Sur, el próximo 29 de junio de 2019. Estaré acompañado de prácticamente todos los músicos que grabaron, así que será una reunión o comitiva especial para quienes vayan a escucharnos. Trataré de narrarles los porqués de las canciones y haremos una noche entre amigos donde cantaremos las canciones del disco y celebraremos con un par de copas la dicha de estar vivos y de ser felices. En la apertura tendremos a un chavito que anda con todo, se llama Alex Márquez. El costo del boleto por el show es de 60 pesitos y si quieres llevarte aparte el CD, el costo del show más el CD es de 120 pesos, bastante módico para que toda la gente tenga acceso a él.


¿Algo que quieras agregar y no haya preguntado?
Que los invito a que me escuchen por las principales plataformas digitales, ya estamos presentes ahí y que toda la gente trate de apoyarnos a quienes somos autogestivos, hay mucho talento y mucha música hidrocálida que vale la pena, hay que darse un clavado a las propuestas y ver que las cosas se hacen bien, llevan corazón y sobre todo son honestas. Gracias a ti Sergio por esta entrevista, pero sobre todo por contribuir para la cultura, para Aguascalientes y para las letras. Abrazos amigo.

Ariel 2019: todos los ganadores



La Cineteca Nacional fue el recinto elegido para entregar el galardón. Antes de la entrega, por iniciativa de Ya es hora, varias actrices portaron un paliacate rojo para manifestarse a favor del cambio para favorecer el papel de las mujeres en la industria cinematográfica.






Son entregados por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMAAC), fundada antes que cualquier otra instancia pública de fomento al cine nacional.



La AMACC no solo organiza la entrega del Ariel, sino que trabaja en la preservación, formación e investigación de la cinematografía, así como en la generación de políticas públicas que atiendan los problemas y los retos que enfrenta el cine mexicano.


Aquí está la lista de nominados y ganadores:


Mejor película

"La camarista"
"Las niñas bien"
"Museo"
"Nuestro tiempo"
"Roma" – GANADORA







Dirección

Lila Avilés – "La camarista"
Alejandra Marquez Abella – "Las niñas bien"
Alonso Ruizpalacios – "Museo"
Carlos Reygadas – "Nuestro tiempo"
Alfonso Cuarón – "Roma" – GANADOR


Actor

Luis Gerardo Méndez – "Bayoneta"
Damián Alcázar – "De la infancia"
Baltimore Beltrán – "Mente revólver"
Gael García Bernál – "Museo"
Noé Hernández – "Ocho de cada diez" – GANADOR





Actriz

Concepción Márquez – "Cría puercos"
Gabriela Cartol – "La camarista"
Ilse Salas – "Las niñas bien" – GANADORASophie Alexander-Katz – "Los días más oscuros de nosotras"
Yalitza Aparicio – "Roma"





Revelación actoral

Agustina Quinci – "La Camarista"
Alan Uribe – "La Camarista"
Benny Emmanuel – "La Infancia" – GANADOR
Bernardo Velasco – "Museo"
Nancy García – "Roma"


Coactuación masculina

Ernesto Gómez Cruz – "De la infancia"
Flavio Medina – "Las niñas bien"
Hoze Melendez – "Mente revólver"
Leonardo Ortizgris – "Museo" – GANADOR
Jorge Antonio Guerrero – "Roma"


Coactuación femenina

Cassandra Ciangherotti – "El club de los insomnes"
Teresa Sánchez -"La Camarista"
Cassandra Ciangherotti – "Las niñas bien"
Paulina Gaitán – "Las niñas bien"
Marina de Tavira – "Roma" – GANADORA






Cortometraje Documental

"19 de septiembre" – Santiago Arau, Diego Barraza
"Aurora" – Laura García
"Las visitadoras" – Sergio Blanco
"M" – Eva Villaseñor
"Sinfonía de un mar triste" – Carlos Morales – GANADOR


Cortometraje de animación

"Justicia" – Brandon Axel López
"32-RBIT" – Víctor Orozco Ramírez
"Gina" – David Alejandro Heras
"Primos" – Federico Gutiérrez Obeso
"Viva el rey" – Luis Téllez – GANADOR









Cortometraje de ficción

"Arcángel" – Ángeles Cruz – GANADOR
"B-167-980-098" – Santiago Arriaga, Mariana Arriaga
"El aire delgado" – Pablo Giles
"El último romántico" – Natalia García Agraz
"Velvet" – Paula Hopf
"Videotape" – Sandra Reynoso Estrada


Efectos especiales

Yoshiro Hernández – "Signos"
Ricardo Arvizu – "El día de la unión"
Luis Eduardo Ambriz – "El habitante"
Roberto Flores – "La gran promesa"
Alejandro Vázquez – "Roma" – GANADOR


Efectos visuales

Raúl Prado – "Bayoneta"
Cyntia Navarro, Charlie Iturriaga – "De la infancia"
Marco Rodríguez, Johan Olguín, Oscar Guzmán – "El día de la unión"
Adriana Benítez, Johan Olguín, Oscar Guzmán – "Museo"
Sheldon Stopsack, David Griffths – "Roma" – GANADOR


Maquillaje

Adam Zoller – "Bayoneta"
Roberto Ortiz – "El día de la unión"
Pedro Guijarro Hidalgo – "Las niñas bien" – GANADOR
Itzel Peña García – "Museo"
Anton Garfias – "Roma"


Vestuario

Ana Terrazas – "Bayoneta"
Mariestela Fernández – "De la infancia"
María Annai Ramos Maza – "Las niñas bien" – GANADORA
Malena de la Riva – "Museo"
Anna Terrazas – "Roma"








Diseño de arte

Salvador Parra, María José Pizarro – "De la infancia"
Claudio Ramírez Castelli – "Las niñas bien"
Sandra Cabriada – "Museo"
Alasarine Ducolomb – "Restos de viento"
Eugenio Caballero, Bárbara Enríquez, Oscar Tello, Gabriel Cortés – "Roma" – GANADOR


Música original

Tomás Barreiro- "Las niñas bien" – GANADOR
Tomás Barreiro – "Museo"
Jacobo Lieberman – "Witkin y Witkin"
Víctor Hernández Stumpfhauser – "Ana y Bruno"
Topias Tiheasalo – "Bayoneta"


Sonido

Alejandro de Icaza, Yuri Laguna – "Bayoneta"
Anuar Yahya – "Las niñas bien"
José Antonio García, Segio Díaz, Skip Lievsay, Craig Henigham – "Roma" – GANADOR
Raúl Locatelli, Carlos Cortés, Jaime Baksht, MIchelle Couttolenc, Javier Umpierrez – "Nuestro tiempo
Javier Umpierrez, Isabel Muñoz Cota, Jaime Baksht, Michelle Couttolenc – "Museo"


ARIEL DE ORO






Nerio Barberis, diseñador sonoro y sonidista, fue reconocido por su amplia trayectoria. Originario de Buenos Aires, Argentina, se desarrolló profesionalmente en México con 100 filmes. Ganador en 3 ocasiones de las 10 nominaciones al Ariel.


"Llegué desde un exilio y me encontré una patria que me recogía. Es muy fuerte y muy grande, hay que pensar eso para estos que están desesperados por una nueva patria. Gracias a la Academia", dijo emocionado.


A la guionista Paz Alicia Garciadiego también le entregaron un Ariel de Oro. Dedicó la distinción a su gremio de guionistas, al que calificó de "olvidables".






"Este galardón, soñé con recibirlo en Bellas Artes, pero después de que vino el Apóstol de la luz a bendecir al Palacio, qué bueno que no me tocó. Yo creo que el paso a la Cineteca es maravilloso, es la casa de los que hacemos el cine, nos corresponde a la familia cinematográfica, de reunirnos aquí, en nuestra casa. Estoy sumamente agradecido", dijo el actor.





Edición

Pedro G. García – "Hasta los dientes"
Omar Guzmán – "La camarista"
Miguel Schverdfinger – "Las niñas bien"
Yibrán Asuad – "Museo"
Alfonso Cuarón, Adam Gough – "Roma" – GANADOR


Fotografía

Carlos F. Rossini – "La camarista"
Dariela Ludlow – "Las niñas bien"
Damián García – "Museo"
Diego García – "Nuestro tiempo"
Alfonso Cuarón – "Roma" – GANADOR


Guión Original

"La camarista"
Alejandra Márquez Abella – "Las niñas bien"
Alonso Ruizpalacios, Manuel Alcalá – "Museo"
Carlos Reygadas – "Nuestro tiempo"
Alfonso Cuarón – "Roma" – GANADOR


Guión adaptado

Daniel Emil, Flavio González – "Ana y Bruno"
Silvia Pasternac, Carlos Carrera, Fernando Javier León Rodríguez- "De la infancia" – GANADORES


Película iberoamericana

Campeones" – Javier Fesser – España
"El Ángel" – Luis Ortega – Argentina
"La noche de los 12 años – Álvaro Brechner -Uruguay
"Las herederas" – Marcelo Martinessi – Paraguay
"Pajaros de verano" – Cristina Gallego, Ciro Guerra – Colombia – GANADOR






Ópera prima

"Ayotzinapa, El paso de la tortuga" – Enrique García Meza
"Cría puercos" – Ehéctl Garage
"Hasta los dientes" – Alberto Arnaut
"La camarista" – Lila Avilés – GANADORA
"Los días más oscuros de nosotras" – Astrid Rondero


Largometraje de animación

"Ahí viene cascarrabias" – Andrés Couturier
"Ana y Bruno" – Carlos Carrera – GANADOR
"El Ángel en el reloj" – Miguel Ángel Uriegas
"La leyenda del Charro negro" – Alberto "Chino" Rodríguez


Largometraje documental

"Ayotzinapa, el paso de la tortuga" – Enrique García Meza
"Hasta los dientes" – Alberto Arnaut – GANADOR
"Rita, el documental" – Arturo Díaz Santana
"Rush hour" – Luciana Kaplan
"Witkin y Witkin" – Trisha Ziff

‘Rocketman’: una fantástica oda a Elton John

Call me old fashioned… please! | Por Mónica Castro Lara |


¡AMÉ ‘Rocketman’! Así de simple, así de directo. Les advierto que me va a costar trabajo ser objetiva o imparcial con esta reseña porque los que me conocen bien saben que 1. me FASCINAN los musicales; 2. me ENCANTA Elton John y 3. llevo literalmente 8 meses esperando esta película (sí, aquí la ñoña los contó y son exactamente ocho meses desde que salió el teaser trailer). Creo que desde que ‘John Lewis & Partners’ –una cadena de tiendas departamentales inglesas- nos presentó en diciembre pasado la extraordinaria campaña publicitaria navideña recapitulando la vida de Elton John, sabíamos que sería un extraordinario año para el cantante y ‘Rocketman’ es tan sólo una pequeña prueba de ello.




Bueno, vayamos al grano. Cuando vemos una biopic (una película biográfica, pues) acerca de un artista, normalmente los escritores y cineastas deciden tomar un camino seguro con una narrativa muy tradicional: nos cuentan una historia de la A a la Z y nos muestran un abanico de altibajos que van desde la pesadumbre de la fama, los excesos, las adicciones, los conflictos personales y profesionales, etc. y en ocasiones, puede que dicha fórmula nos llegue a cansar. Pues déjenme decirles que este no es el caso de ‘Rocketman’, que si bien aborda todos esos ‘lugares comunes’, lo hace de una manera diferente, vibrante, visualmente espectacular y logra contar cohesivamente, una historia de vida, haciéndola entretenida al mismo tiempo. Dexter Fletcher, quien es el director de la película, toma la decisión de declarar, desde un inicio, que esta biopic sería una fantasía musical y eso le sirve para tomarse ciertas libertades creativas que logran contar una historia de unos veinte años (porque no, no abarcan los 50 años de carrera musical de Elton), de manera muy ligera, a través de una narrativa fresca y con el apoyo de las legendarias canciones del gran Elton John.




Una de las licencias/propuestas narrativas diferentes es que la película comienza con Elton John contándonos su historia desde rehabilitación, recurso que definitivamente me parece muy cursi pero, es una forma clara y amena de desarrollar la historia, lo cual se agradece y se aplaude. Me pareció increíblemente acertado que la primera canción que vemos y escuchamos es ‘The Bitch Is Back’. Uff… ya desde ahí te das cuenta del tono que tendrán los 100 minutos restantes. A través de canciones estridentes y coreografías muy bien logradas, somos testigos de la vida de ‘Reggie Dwight’: una tormentosa infancia que se equilibra cuando descubrimos que es un niño prodigio con el piano (¿recuerdan que ya se los había platicado en mi pasado artículo de Elton John aquí en Sputnik?); pasamos muy escasamente por su adolescencia y casi de inmediato, hay una transición –muy bien lograda- a su complicada adultez. Hago un paréntesis para platicarles/recordarles que, verdaderamente logré entender y apreciar la esencia un musical con la siguiente frase: “[…] la gente canta cuando ya no puede hablar; bailan cuando ya no pueden caminar. Una cosa es la extensión de la otra.” Por ello, creo de corazón que ‘Rocketman’ acierta en este principio básico de complementar una acción con otra.



No voy a hacer ningún spoiler de la película pero, sí voy a hablar muy fugazmente de lo íntimo que representa esta película para Elton John y me alegra que esté vivo para poder imponer ese sello tan personal. Hay dos historias de amor –muy evidentes a mi parecer- que se desarrollan a lo largo del film: la primera, la relación de amor y hermandad genuina entre Elton y Bernie Taupin, su gran amigo y letrista por años con el que tiene una química indiscutible, y la segunda, la historia de amor entre Reginald Dwight y Elton John. No todos podemos hacer alarde de un amor propio, sin embargo, parece que Elton tiene la oportunidad de hacerlo con este peliculón, a pesar del quiebre tajante entre su yo y su alter ego, hace más de 60 años.



Todo el elenco nos regala excelentes actuaciones pero el que se carga toda la película en los hombros, es definitivamente Taron Egerton, que como bien le dije a un amigo por Twitter, es MONSTRUOSAMENTE BUENO. ¿Qué demonios con este guapo y talentosísimo galés? ¡De verdad es increíble! Yo estoy segura que su audición para ‘Rocketman’ fue gracias a la película animada del 2016 llamada ‘Sing’, donde Taron hace el doblaje de Johnny, el gorila adolescente, quien curiosamente interpreta ‘I’m Still Standing’ de Elton John en el clímax de la película. En ‘Rocketman’, Taron interpreta a Elton de manera ma-jes-tuo-sa, con una actuación enérgica y apasionante; lo vemos transitar por todos los estados de ánimo existentes y el plus está en que él interpreta todas y cada una de las canciones que aparecen en la película. He de admitir que cuando me enteré que no escucharíamos la voz de Elton y que sería Egerton quien cantaría, me desilusioné un poquito peeeeeeeeero… se vale admitir cuando uno está equivocado y vaya que lo estuve. Los nuevos arreglos de las canciones junto con la melodiosa voz de Taron, le imprimen frescura y un estilo particular y disferente a las ya conocidas letras de Bernie Taupin. Todo mundo exige  un Óscar para Taron Egerton pero quién sabe… normalmente los premios tienden a olvidarse de las películas que salen en verano pero, a lo mejor nos dan la sorpresa.



Vestuarios estrafalarios, rítmicas coreografías, excelente fotografía, arreglos musicales fabulosos y Taron Egerton, hacen que ‘Rocketman’ sea una fantástica sensación musical y se convierta en la oda que tanto le hacía falta a Sir Elton John. A mí sí me conmovió y estremeció muchísimo: canté, bailé, reí, lloré y me valió madres que la sala de cine en donde estaba, estuviera repleta de troncos apáticos. Lloré y se me enchinó todita la piel en la escena del concierto debut de Elton John en Estados Unidos, en el famoso ‘Troubadour’ en Los Ángeles. El momento en que Elton levita junto con el público es sencillamente espectacular y terriblemente simbólico… el ascenso a la fama de uno de los mejores artistas del Siglo XX. Háganse un favor y vayan a ver ‘Rocketman’ y de paso, me cuentan qué les pareció.  



Oigan y por cierto, ¿vieron cómo no comparé ‘Rocketman’ con ‘Bohemian Rhapsody’? ¿Vieron que sí es posible? Entonces, ¡DEJEN DE HACERLO! Porfavorcitograciaslosquiero.


100 años, 10 canciones predilectas de Nat King Cole

Call me old fashioned… please! | Por Mónica Castro Lara |


Ustedes saben cuánto me gustan las pequeñas coincidencias y siento que ya no había tenido ninguna significativa por un largo tiempo… hasta hace unas semanas que decidí escribir y compartirles mi lista de canciones preferidas del gran Nat King Cole. Resulta que el pasado 17 de marzo, nuestro querido Nat habría cumplido 100 años de edad y por ello, se dieron algunas celebraciones en Estados Unidos, desde conciertos al aire libre hasta exposiciones. Pero también, me enteré y me emocionó mucho saber que hubo un musical llamado ‘Lights Out: Nat King Cole’ en el Geffen Playhouse en California, que se centró en los últimos días del programa de televisión ‘The Nat King Cole Show’ por ahí de finales de los años 50s y su amistad con el gran Sammy Davis Jr., mientras ambos lidian con la fama, navegando en aguas turbulentas de racismo. Protagonizado por Dulé Hill y Daniel J. Watts, esta puesta en escena fue muy bien recibida por la audiencia, extendiéndola una semana más debido a la gran demanda que tuvo. Lo más destacado es el enorme parecido vocal entre Dulé y Nat; si no me creen, tan sólo chequen el siguiente video. A eso yo le llamo un casting magistral.




Y bueno, así como ya les compartí anteriormente mis canciones favoritas de Ella Fitzgerald, ahora toca el turno de hacerlo con mi buen amigo Nat King Cole, de quien escribí por estas fechas hace ya 4 años.



10. ‘Those Lazy Hazy Crazy Days Of Summer’

‘Don't have to tell a girl and fella about a drive-in
Are some romantic movie scene
Right from the moment that those lovers start arrivin'
You'll see more kissin' in the car than on the screen’

Esta canción fue uno de sus más grandes éxitos, lanzada tan sólo 2 años previos a su muerte. Compuesta originalmente por Hans Carste y con letra de Hans Bradtke, es una canción de pop alemana. Sí, escucharon bien. Interpretada por Willy Hagara (una especie de Enrique Guzmán alemán), fue una canción tan popular en dicho país, que los gringos decidieron ponerle una letra simple y pegajosa que nos hablara de aquellos tranquilos días de verano en los que literalmente no hacemos nada. Y qué mejor que escucharlo a través de la voz de un hombre bonachón como Nat. Si buscan la versión alemana, seguro les causará risa como a mí.



9. ‘Too Young’

‘They try to tell us we're too young
Too young to really be in love
They say that love's a word
A word we've only heard
But can't begin to know the meaning of’

Un piano y violines es todo lo que se necesita para hacer de esta canción, 3 minutos y medio de romanticismo puro. Por supuesto que la fantástica voz de Nat, también ayuda muchísimo (además que su dicción es impecable). Grabada en 1951 con Capital Records, ‘Too Young’ fue el éxito del ’51, permaneciendo en la lista de singles más vendidos por más de medio año, con razón era una de las 3 canciones favoritas del mismo Cole. Compuesta por Sidney Lippman y escrita por Sylvia Dee, esta hermosa canción ha tenido varios covers, entre los que destacan el de Michael Jackson, Donny Osmond y Sam Cooke. Pero la verdad es que la versión de Nat no tiene comparación.






8. ‘Nature Boy’

‘The greatest thing
You'll ever learn
Is just to love
And be loved
In return’

Publicada el 29 de marzo de 1948, ‘Nature Boy’ es una de las canciones más características de Nat, quien fue el primero en grabarla. La historia es bastante curiosa: resulta que un compositor hippie autonombrado ‘eden ahbez’ (sí, así con minúsculas) la escribe con base en sus propias vivencias e influido por la filosofía de los movimientos sociales Naturmensch y Lebensreform; decide que tiene que entregársela a Cole a como dé lugar. Trata de hacerlo en uno de sus conciertos mediante el entonces manager de Nat quien básicamente lo ignora pero, eden no se rinde. Quién sabe cómo consigue dársela al valet de Nat (o sea la persona que lo ayudaba a vestirse, etc.) quien le insiste al cantante que debe escuchar la canción; de inmediato le fascina y le insiste a la disquera que la graben pero, necesitan los permisos del autor a quien no localizan por ningún lado. El hombre (eden ahbez) literalmente vivía abajo del letrero de ‘Hollywood’ en Los Ángeles y, después de mucho tiempo, es localizado, firma los derechos y la canción se vuelve un hit en automático. Adoro lo dramático de la música (muy de orquesta), adoro la letra y adoro que Nat nos cante despacito ‘the greatest thing you'll ever learn is just to love and be loved in return’, como dándonos una lección esencial de vida, por eso dicha canción y frase son el hilo conductor de una de mis películas favoritas: ‘Moulin Rouge!’.






7. ‘Straighten Up And Fly Right’

‘Ain't no use in divin', what's the use of jivin'
Straighten up and fly right
Cool down papa, don't you blow your top’

Escrita por el mismo Nat con la ayuda de Irving Mills, fue considerada el éxito más grande de ‘The King Cole Trio’ por ahí de 1943. La historia de la canción es… medio obscura en realidad: resulta que Nat se inspiró en un sermón que solía dar su padre, acerca de un zopilote que le daba ‘ride’ a distintos animales y, cuando le daba hambre, los aventaba a un barranco y después se los comía, hasta que se topó con un monito inteligente que lo ahorca con su larga cola y le pide que ya le baje a su desmadre. Algunos relacionan la canción más bien a la Segunda Guerra Mundial, como una especie de mensaje para adolescentes (y alguno que otro adulto) para que dejaran sus tonterías, hicieran las cosas bien y comenzaran a trabajar por su país. Cualquiera que sea el significado real de ‘Straighten Up And Fly Right’, la canción es súper pegajosa. ¿La han escuchado en voz de Robbie Williams? También es MUY buena *guiño a ya saben quién*




6. ‘Mona Lisa’

‘Do you smile to tempt a lover, Mona Lisa?
or is this your way to hide a broken heart?
many dreams have been brought to your doorstep
they just lie there and they die there’

Escrita específicamente para la película ‘Captain Carey, U.S.A’ de 1950, ‘Mona Lisa’ habla obviamente del cuadro renacentista más famoso del signore Leonardo da Vinci. Me agrada muchísimo porque la canción es un constante cuestionamiento a este místico retrato del cual, nunca sabremos su historia real pero en el medio de esa búsqueda incesante por saberla, está esta extraordinaria y muy mortal canción que le pide que nos hable de su sonrisa, de si tiene el corazón roto, etc. y parece como si hubiera un diálogo entre Nat y la pintura.




5. ‘L.O.V.E’

‘L is for the way you look at me
O is for the only one I see
V is very, very extraordinary
E is even more than anyone that you adore can’

Creo que la primera vez que escuché esta canción a conciencia fue en la película ‘Little Rascals’ (la de Alfalfa) cuando el payaso de Waldo (el niño rubio súper adinerado y déspota) se la canta a Darla durante su presentación en la feria. Y ahora que me pongo a pensar, es una canción casi perfecta para las trilladas comedias románticas gringas, y no me molesta en lo absoluto eh. Grabada en 1964, fue escrita por Milt Gabler y compuesta por Bert Kaempfert; no me lo van a creer pero Nat la grabó en 5 idiomas: japonés, español, alemán, italiano y francés. Naaaaada mal, nada mal. Mi hermana Elo y yo tenemos una anécdota buenísima con esta canción y nuestro lenguaje de señas limitado. Algún día se las contaré, mientras tanto, hay que movernos al ritmo de ese tierno swing.




4. ‘Sweet Lorraine’

‘Now when it's raining I don't miss the sun
'cause it's in my baby’s smile
And to think that I'm the lucky one
that will lead her down the aisle’

Otro icónico ‘jazz standard’; aunque fue publicada, compuesta y grabada en 1928 por Cliff Burwell and Mitchell Parish, no fue sino hasta 12 años después, que la canción se convierte popular a través de la excepcional voz de Nat quien la improvisó una noche en un club cuando aún pertenecía a ‘The King Cole Trio’; una persona del público le pidió que la tocara y cantara (siendo que Nat era únicamente pianista), causando muchísima euforia entre los asistentes que la escucharon. Fue ahí cuando a Nat le cayó el veinte que tenía sí o sí que hacer su propia versión de estudio y el resultado es una joya.




3. ‘When I Fall In Love’

‘In a restless world like this is
Love is ended before it's begun
And too many moonlight kisses
Seem to cool in the warmth of the sun’

‘In a restless world like this is love is ended before it's begun’ es una de mis frases favoritas del mundo mundial. Escrita por Victor Young y Edward Heyman en 1952, la canción se convierte en un hit instantáneo en la voz de Doris Day (de quién ya hablé hace mucho tiempo); es tierna, es honesta, es triste, es esperanzadora… tiene de todo un poco, la verdad. Nat la graba en el ’56 y es usada en la película ‘Istambul’ del ’57, en donde precisamente Nat actúa y la interpreta.




2. ‘Unforgettable’

‘You're unforgettable in every way
And forever more, that's just how you'll stay
That's why, darling, it's incredible
That someone so unforgettable
Thinks that I am unforgettable too’


Incluida en el álbum del mismo título, la canción ‘Unforgettable’ (escrita por Irving Gordon) es una preciosa serenata que nos regala Nat desde el año 1951. Le permitió a Cole mostrar toda la dulzura de su timbre vocal en los arreglos precisos de Nelson Riddle. Hoy en día, la versión más famosa sigue siendo la que se grabó, virtualmente, con su hija Natalie Cole. En 1991, un cuarto de siglo después de la muerte de su padre, grabó este dúo póstumo que se basó en la idea de uno de los antiguos directores musicales de Elvis Presley, Joe Guercio; ganó tres premios Grammy y la hemos podido escuchar en un montón de películas y series. La verdad es que a veces me gusta más la versión en dúo y a veces, en solitario (depende de mi estado de ánimo, supongo) pero, por siempre tendrá un lugar muy especial en mi corazón por razones personales.




1.      ‘Stardust’

‘You wander down the lane and far away,
leaving me a song that will not die.
Love is now the stardust of yesterday,
the music of the years gone by.

Resulta que ‘Stardust’ es una de las canciones más grabadas del Siglo XX, con más de 1500 versiones diferentes pero, para mí la única e incomparable, es la de Nat King Cole. Compuesta por Hoagy Carmichael y Mitchel Parish en 1927, el resultado de esta primera y original versión, era una canción de jazz instrumental, y me parece que esta versión del ’56 mantiene dichas características a diferencia de otras. Tengo que confesar que, parte de que sea mi favorita tiene mucho que ver con que es la primera canción del CD de éxitos de Nat que tenemos aquí en casa y la identifico mucho, pero también, que es una canción distinta; su estructura es muy poco convencional y más que escuchar una canción, pareciera que estamos escuchando un poema. La letra es fabulosa y la perfecta dicción de Nat hace que la apreciemos aún más.




Bueno, ahí tienen mi Top 10 de canciones predilectas de Nat King Cole, ¿consideran que faltó alguna? Háganmelo saber y de paso, nos tomamos algo rico para contrarrestar este calor del demonio.

Dinah Washington: la reina del blues

Call me old fashioned… please! | Por Mónica Castro Lara |


Cuando escuché un especial en la radio sobre la increíble y no taaaan reconocida Dinah Washington, de inmediato llamó mi atención su tormentosa vida y repentina muerte; pareciera honestamente como si las cantantes de jazz y blues de la época de los 40s y 50s, tuvieran una especie de común denominador bastante desafortunado. En este caso, Dinah no es la excepción y bueno, haciendo a un lado los aspectos personales, déjenme decirles que esta maravillosa voz, nos dejó en tan poco tiempo todo un legado de incomparables interpretaciones que hasta la fecha, son consideradas por la crítica como las mejores y dicho trabajo, continúa inspirando a muchas más artistas, no en vano se ganó el nombre de “La Reina del Blues”.

Ruth Lee Jones –su verdadero nombre- nació el 29 de agosto de 1924 en Tuscaloosa, Alabama y, tras unos años de vivir ahí, sus padres deciden mudarse a Chicago como parte de la migración en masa de afroamericanos sureños buscando una mejor calidad de vida y huyendo de la creciente oleada de grupos de Ku Klux Klan, formando parte de la generación que sentó las bases para el Movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos. Así como la expresión gringa ‘like a moth to a flame’ nos dice, Ruth y su familia se involucran rápidamente en la iglesia baptista de Saint Luke en donde se unen al coro y conocen y experimentan con la música góspel (nuevamente un común denominador, ¿cierto?); se la pasan prácticamente todo el día en la iglesia y una inquieta Ruth, comienza a familiarizarse con el piano. Tras varios años, Ruth se vuelve bastante popular localmente, ganando incluso algunos concursos de canto. Pero obviamente, Ruth anhelaba algo más y su fuerte carácter, empezaba a rozar fuertemente con el de su madre, por lo que a la edad de 15 o 16 años, se rebela y escabulle todas las noches junto con su tío para ir a clubes y contagiarse del ambiente musical nocturno de finales de la década de los 30s.

Es en esta nueva etapa de su vida, que comienza a relacionarse con algunos mafiosos negros que la conectaban a su vez con empresarios y dueños de bares más exclusivos; a ella no le asustaba hacer presentaciones para este tipo de personajes, sino todo lo contrario, le era fácil entablar relaciones con ellos gracias al alcohol. Es en el ‘Garrick Stage Bar’ donde ve por primera vez en vivo a Billie Holiday y obviamente, se inspira con cada nota de la intérprete. Se dice que Joe Sherman, dueño del bar, es quien la bautiza con el nombre de Dinah Washington porque para él Ruth Jones no combinaba en lo absoluto con su talento y no iba a llevarla a ningún lado; necesitaba un nombre que hiciera que intrigara a la audiencia y le diera mucho más ‘caché’.

Lionel Hampton –pianista y percusionista- la contrata como solista en su banda de swing y de inmediato, comienzan una gira nacional que duraría 3 años. Dinah de 18 años, es la única mujer en la banda y tiene que acostumbrarse a un ritmo de vida bastante agitado y a cambiar su look de manera forzada; aunque era una banda de hombres, nunca faltaron las críticas y burlas por su manera de vestir y maquillarse tan recatada (al ser una chica de iglesia), por lo que tuvo que aprender a cómo deslumbrar dentro y fuera del escenario literalmente, comenzando así una batalla interna repleta de inseguridades por su físico que le duró hasta su muerte. Mientras trabajaba con Hampton, grabó algunos sencillos con moderado éxito para la disquera Keynote hasta que a finales del ’45, se separa definitivamente de la banda con la ilusión de brillar con luz propia.




Su single Salty Papa Blues’ entra a la lista de popularidad ‘Billboard Harlem Hit Parade’ que estaba basada en los éxitos de las rockolas. La lista fungía como una especie de ‘mapa’ en donde podían ubicar y por lo tanto restringir a nuevos artistas a un género musical específico; dicha categoría determinaría la carrera del artista, el tipo de publicidad e imagen que tendrían y hasta en qué disqueras podían o no trabajar. El caso es que a Dinah deciden ubicarla en el género del blues, a pesar de haber probado un poquito de suerte en el jazz, swing, pop y hasta country con excelente recepción. Aquí es cuando las emisoras de radio, las revistas y periódicos, la apodan como ‘La Reina del Blues’. Recordemos que estamos situados en una época donde era muy evidente la música que se tocaba para blancos y para negros; el sueño o el objetivo de cualquier artista era poder sobrepasar los límites entre unos y otros y que realmente su trabajo fuera reconocido sin distinciones raciales porque significaba mayores ventas de álbumes, más giras, más conciertos y obviamente, más dinero. Dinah es de las pocas que lo consigue al ser incluida en las rockolas de restaurantes.




Tres años más tarde, Dinah obtiene el dinero suficiente para comprar su propia casa. Imagínense qué legendario y significativo fue que una mujer negra, joven, de Chicago tuviera el capital para eso en una época complicada para los afroamericanos. Y con la casa, vinieron las visitas constantes de grandiosas personalidades como Duke Ellington, Count Basie, entre otros. Sus hermanas aseguran que era todo un torbellino cuando llegaba a casa porque la gente del vecindario corría a verla para autógrafos, fotografías y ver si de casualidad les regalaba alguno que otro obsequio. Con toda esta fama y todo este nuevo dinero, Dinah inevitablemente se considera una auténtica reina y su comportamiento de diva era radical y bastante, bastante pesado. Derrochaba dinero en pieles, joyas, zapatos (llegando a tener más de 300 pares) en pelucas (algunas de muy mala calidad), en coches, en alcohol y drogas. Por sus mismas inseguridades, le gustaba desafiar a todo aquel que se atreviera a cuestionarla y su papel de mujer ruda, negra, gorda y poco atractiva, se lo creyó al 100%.




Los años 50s fueron sin duda alguna, su década más lucrativa. Se dice que grabó más de 200 canciones, incluidos los éxitos ‘I´ll Never Be Free’, ‘My Heart Cries For You’, ‘Trouble In Mind’, ‘Teach Me Tonight’ y la muy polémica ‘Long John Blues’ que habla sobre un ‘dentista’ en un tono descriptivamente sexual. De vez en cuando acudía a Las Vegas y hacía presentaciones con mi muy adorado Tony Bennett, quien siempre ha expresado maravillas sobre Dinah y su innegable talento. Por ahí leí que Dinah era una especie de combinación entre Billie Holiday y Ella Fitzgerald; de Billie tenía la crudeza en la voz y de Ella, la dulzura necesaria para ciertas canciones y una perfecta dicción. Sus logros más importantes fueron sus apariciones en los festivales ‘Newport Jazz Festival’, ‘Randalls Island Jazz Festival’ en Nueva York y el ‘International Jazz Festival’ en Washington.



Sin embargo, los dos más grandes logros de su carrera profesional, fueron los éxitos ‘Unforgettable’ (más conocida en la voz de Nat King Cole) y ‘What A Diff’rence A Day Makes’ ambos sensacionales singles lanzados en 1959 y que le valieron distinciones y premios como el Grammy. A pesar de ser canciones icónicas, he de confesarles que prefiero otras que les compartiré más adelante. Retomando su vida personal, Dinah tuvo 8 matrimonios (hay quienes aseguran que fueron 9, pero bueno) sumamente tormentosos que duraban 1 o 3 meses; en su mayoría, los esposos eran músicos de jazz que únicamente se aprovechaban del dinero de la cantante pero que a la vez, les incomodaba demasiado ser conocidos como ‘el señor Washington’. Vivió violencia física y psicológica y convivió muy poco con los dos hijos que tuvo ya que por razones de trabajo, se veía obligada a dejarlos encargados con su madre o con otros familiares. Si bien ella era problemática, sus fugaces relaciones no le hacían nada bien, salvo para inspirarla a cantar canciones de amor y desamor.




El tema de las drogas, era bastante complicado. Todo el mundo sabía que Dinah se infestaba de pastillas para lograr hacer cualquier actividad durante el día: tomaba píldoras para dormir, para despertar, para cantar, para adelgazar, para no comer, para ir al baño… para básicamente todo pues. Sus amistades más cercanas fueron testigos de su anorexia y también de su alcoholismo. Pero no podían hacer nada en contra de los deseos de ‘la reina’. Es el 14 de diciembre de 1943, que Dinah muere ‘repentinamente’ a los 39 años; la causa de su muerte se debió a una sobredosis, producto de la combinación entre secobarbital y amobarbital. En ese momento, estaba casada con Dick "Night Train" Lane, jugador de futbol americano. Es imprescindible que les comparta el siguiente texto que leí mientras investigaba sobre su muerte y que resume a la perfección la vida de Dinah:


“[…] dejó atrás su vida turbulenta a la tierna edad de 39 años. En ese corto período, una mezcla inestable de innegable talento e inseguridad profundamente arraigada la llevó a la cima de la fama y la profundidad de la duda”.


Póstumamente, Dinah fue incluida en el Salón de la Fama del Jazz de Alabama en 1986 y en 1993, en el Salón de la Fama del Rock and Roll. Tres de sus grabaciones se han incluido en el Salón de la Fama del Grammy. Es reconocida como una de las voces más fructíferas de dichos géneros musicales y, era la eterna favorita de la ya fallecida Amy Winehouse, otra terrible pérdida prematura. Me quedó con lo que menciona el legendario Quincy Jones acerca de Dinah: 


"[…] podría tomar la melodía en su mano, sostenerla como un huevo, abrirla, freírla, dejarla chisporrotear, reconstruirla, volver a poner el huevo en la caja dentro del refrigerador y aun así  habríamos entendido cada sílaba".

¿Recuerdan que les dije que tengo 2 canciones predilectas de Dinah? Pues una es ‘Only A Moment Ago’ que ya les compartí arribita y la otra es ‘Baby Get Lost’ que me parece, capta toda la esencia de esta grandiosa mujer. ¿Ustedes cuál prefieren?

“Avengers: Endgame”, ¿sobrevalorada y poco innovadora?

Cinetiketas | Por Jaime López

**ATENCIÓN: Esta reseña contiene algunos spoilers**


Si bien es cierto que la más reciente entrega de Marvel y Disney tiene algunas secuencias entretenidas, así como un arranque diferente (con un tiempo narrativo poco común para la franquicia "Avengers"), también lo es que gran parte de su trama se siente como un mezcla de varias de sus antecesoras.

De ese modo, los primeros 20 minutos repletos de un tono oscuro o pesimista (muy al estilo "The Dark Knight"), que pudieron hacer la diferencia en el imaginario creado por Stan Lee, son desplazados por una historia que abusa de los fan services y el humor pueril. 

Ejemplo de eso último es el interés desmedido de los guionistas en burlarse de la mala condición física de "Thor", producto del derrotismo emocional que éste padece por no haber podido salvar a la mitad de la población. 

Y es que los chistes sobre el abultado estómago del héroe nórdico funcionan las primeras dos veces, pero luego se siente como un cansado "gag" complaciente, que utilizaron los escritores solo para rellenar la película número 22 de Marvel.

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Aunado a ello, se nota con claridad la incapacidad de los directores para plasmar sus chascarrillos, pues éstos para nada alcanzan el sarcasmo o la ironía epidérmicos de "Thor: Ragnarok". 

Por otra parte, los productores del filme en cuestión deciden menospreciar o darle poca importancia a sus nuevos paladines de la justicia, con los cuales podrían continuar o refrescar su franquicia. 

En ese sentido, "Capitana Marvel", así como "Pantera Negra" y "Spider-Man", se sienten desperdiciados, pese a que sus intérpretes (Brie Larson, Chadwick Boseman y Tom Holland, respectivamente) han demostrado que son capaces de encabezar una película, gracias a su comprobados talentos histriónicos.

El desenlace para algunos de los protagonistas originales resulta gris, en el mejor de los casos; ridículo, en el peor de ellos. 

Por ejemplo, "Bruce Banner" se queda a la deriva, pues concluye su participación en "Avengers" con un diálogo descafeínado sobre su enamorada, mientras que "Capitán América" decide regresar al pasado, para disfrutar plenamente su vida, a pesar de que esto implique afectar la lógica de los viajes en el tiempo que se plantea al principio de la cinta: ¿cómo rayos pudo regresar un "Steve Rogers" envejecido a los eventos acontecidos en "Endgame"?, ¿se trata de una falta de continuidad consciente, cuyo objetivo fue que la audiencia presenciara como entrega a su relevo el escudo de las barras y las estrellas?

Por otro lado, las escenas de combate son divertidas, pero no gloriosas como en la primera "Avengers" o "Infinity War", pues acá no hay movimientos de cámara en 360 grados, ni espectaculares batallas contra "Thanos", en las cuales cada héroe pueda mostrar sus poderes.

Al respecto, fueron parcas las reacciones del público de la sala a la que asistió un servidor, pues no se sintió la misma emoción contagiosa del momento cuando en "Infinity War" desaparecieron la mitad de los superhéroes.

Finalmente, el cine del mainstream hollywoodense sigue empeñado en imponer ideas estereotipadas sobre el bien y el mal en el mundo, pues los villanos son seres poco agraciados de otras galaxias (por ejemplo, los "Chitauris"), en tanto que los salvadores del planeta pertecen, en su mayoría, a la raza caucásica, y se vuelven la personificación de la belleza fisica.

¿Acaso no se acordaron de los "skrulls" que aparecieron en "Capitana Marvel"?, ¿por qué no crearon más personajes tipo "Hellboy", con rasgos poco estéticos y una idiosincrasia llena de claroscuros, es decir, un perfil más apegado a la realidad? 

¿Por qué los "buenos" de este tipo de relatos siempre critican los deseos de aniquilar a la humanidad que expresan sus adversarios, pero ellos sí pueden matar a las razas de otros universo sin remordimientos?, ¿la famosa doble moral gringa alentada por varios medios de comunicación?

Ahora bien, no todo esta del nabo en "Endgame", pues se salvan varios elementos como el siguiente: la breve escena en donde "Carol Danvers" es resguardada por una cuadrilla de puras mujeres, que bien podrían conformar la idea para una nueva película de Marvel. 

Asimismo, el inicio de la historia recupera una de las principales causas por las que pelean los superhéroes: la humanidad. ¿Qué pasa cuando las personas a las que amas, gente común que no merece ser eliminada, se esfuman por la arbitrariedad de alguien más? 

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Lo anterior, más la manera en cómo rescatan y les otorgan más notoriedad a los personajes secundarios, por ejemplo, "Ojo de Halcón" (o "Clint Barton") y "Nebula", son cuestiones dignas de reconocerse.

Igualmente, se debe destacar la incorporación de algunas viñetas de los comics de origen, junto a la buena actuación de Scarlett Johansson, quien dota a su rol de "La viuda negra" de los matices adecuados para extrañarla inmediatamente después de que se sacrifica por sus convicciones.

¿Qué debemos saber antes del estreno de ‘Fosse/Verdon’?

Call me old fashioned… please! | Por Mónica Castro Lara |


Creo que ya no es necesario que les repita una vez más que soy una ferviente amante de los musicales y que actuar/bailar/cantar en uno, forma parte indiscutible de mi bucket list pero… ¡acabo de hacerlo! ¡JÁ! Por ende, era de esperarse que la nueva serie de FX ‘Fosse/Verdon’ me emocionara muchísimo y me dieran ganas de compartirles el por qué, así como algunos datos importantes para todos aquellos que no están familiarizados con estos dos grandes artistas. La serie se estrenará el martes 9 de abril y está basada en el libro de Sam Wasson titulado ‘Fosse’ publicado en 2013; la adaptación a televisión corre a cargo de Steven Levenson, Thomas Kail y Lin-Manuel Miranda (¡yeeeiii! Adoro a Lin-Manuel Miranda). Aunque dicha biografía pasa más de 700 páginas explorando la totalidad de la vida y la carrera de Bob Fosse, la serie se centrará básicamente en su relación romántica y profesional con Gwen Verdon. Si nada de lo que les mencioné les emociona o genera curiosidad, tal vez el hecho de que sea protagonizada por Michelle Williams y Sam Rockwell, sí; ambos estupendos actores (nominados y ganadores de varios premios cinematográficos de renombre) y que, por el simple tráiler, son capaces de transmitirnos una excelente química y el trabajo exhaustivo que hicieron para encarnar a Gwen y Bob al recrear algunas de sus coreografías más icónicas. Recién vi una entrevista a Michelle Williams en donde le preguntaban cuál había sido una de las razones para aceptar un papel así de demandante y su respuesta fue legendaria: ‘equal pay’ (*suenan aplausos de fondo*). ¡Sí! Así que, estemos tranquilos en que el esfuerzo de todos los involucrados fue perfecta y equitativamente bien remunerado. Y bueno, sin darle tantas vueltas al asunto, comencemos a estirarnos, a ponernos unos leotardos bien pegaditos y a practicar nuestras ‘jazz hands’ más sensuales, mientras leemos los siguientes 3 puntos:



Bob Fosse: un revolucionario.

Bailarín, coreógrafo, director de cine y teatro, Bob Fosse soñaba con ser tan famoso e influyente como Fred Astaire y honestamente creo que lo logró; el talento que derrochaba al bailar es indiscutible. Su mayor innovación fue en el teatro musical, con un conjunto de movimientos que hasta el día de hoy se conocen como ‘Fosse Amoeba’, movimientos estilizados y con sugerencias eróticas; le gustaba expresar sexualidad y decadencia a través de sus coreografías. Gracias a varias de sus inseguridades, usaba accesorios para complementar sus rutinas de baile: guantes para ocultar sus manos, sombreros para ocultar su calvicie y rápidamente se convirtieron en una característica notable y recurrente, junto con las sillas (si han visto la película ‘Cabaret’ sabrán perfectamente de lo que hablo). Y nunca se le vio sin un cigarro en la boca, cosa que le fascinó a Sam Rockwell; se dice que consumía de 6 a 7 cajetillas al día. En cine, dirigió cinco peliculones: ‘Sweet Charity’, ‘Cabaret’ –que le valió el Oscar a Mejor Director en 1973 ganándole a Francis Ford Coppola por ‘El Padrino’-, ‘Lenny’ –sobre la vida del comediante Lenny Bruce y protagonizada por Dustin Hoffman-, la semi-autobiográfica ‘All That Jazz’ (que también escribió) y ‘Star 80’. En realidad, fue uno de los encargados en sentar las bases para las películas musicales actuales en cuanto a cómo filmarlas, producirlas y hasta editarlas. Su carrera duró aproximadamente unos 40 años, donde participó en 14 películas y en más de 20 musicales de Broadway, es decir, toda una leyenda.

Bob Fosse Oscars GIF by The Academy Awards


Gwen Verdon: la genialidad en la danza

La mujer encargada de enseñarle las coreografías a Marilyn Monroe y Jane Russell en la película ‘Gentleman Prefers Blondes’ fue nada más y nada menos que nuestra querida Gwen. Todo aquel que trabajó con ella concuerda en que era una excelente bailarina y maestra; no sentía recelo al enseñar sino todo lo contrario, buscaba que cada bailarín estuviera a la altura de las circunstancias. Desde niña estudió ballet, tap, jazz, bailes de salón y hasta flamenco, así que podemos imaginarnos el enorme potencial que tenía a temprana edad. Conoció y trabajó al lado de Jack Cole conocido como ‘the Father of Theatrical Jazz Dance’. Participó en 25 películas, 13 series de televisión y en 8 musicales y obras de teatro; además de ser una actriz y bailarina muy reconocida a nivel internacional, también fue asistente de coreografía y entrenadora de baile para cine y teatro. Su cabellera pelirroja, sus grandes y expresivos ojos, un cuerpo fenomenal y el talento innato para la danza, la hicieron una de las principales musas del teatro musical en la década de los 60s y 70s.

 

Fosse/Verdon. Verdon/Fosse

A inicios de los años 50s, Gwen Verdon y Bob Fosse habían escuchado de sus talentos pero, sus caminos profesionales aún no habían coincidido. Es entonces que el productor Hal Prince y el director de teatro George Abbott, deciden contratar al novato coreógrafo para la versión en cine de ‘Damn Yankees’ y le insisten en que seleccione a Gwen para el papel principal; Fosse no está muy convencido pero, tras varios castings fallidos, decide darle a Verdon una oportunidad con la condición de que se den un ‘encerrón’ para ensayar y practicar las coreografías sin distracción alguna. Es ahí, en el estudio de baile, que surge de inmediato una interesante sinergia que cambiaría sus vidas personal y profesionalmente. Se casan en 1960, tienen una hija llamada Nicole (que participó activamente en la realización de la serie) y juntos formaron una de las parejas más lucrativas del cine y del teatro musical; se complementaban, se inspiraban y creaban cosas interesantes e irreverentes. Pero también tuvieron una relación bastante tormentosa, eclipsada por alcohol, drogas, constantes peleas creativas y un sinfín de amantes que Verdon simplemente ya no pudo soportar. Se separan en 1971 pero, no se divorcian; es hasta la muerte de Fosse en 1987 en brazos de Verdon, que termina la historia de amor que traspasó la fantasía y la realidad.

 
"Bob Fosse inició una revolución en la danza, el teatro y el cine estadounidense, pero, en contraste con el mito del artista visionario que trabaja en soledad, el trabajo de Fosse no hubiera sido posible sin Gwen Verdon, la mujer que ayudó a moldear su estilo, y convertirlo en una estrella”. Sabias palabras de los productores, creativos y escritores de esta prometedora serie. Pienso y siento que será una extraordinaria oportunidad de retratar la verdadera complejidad de las relaciones amorosas que además, colaboran profesionalmente. Veremos una explosión de baile, luces, maquillaje, vestuarios, excelentes actuaciones, música y excelente fotografía. ¡Ay! Y bueno, en lo que llega esta serie a nuestras pantallas, les dejo el teaser tráiler y el tráiler final para que se les ponga la piel chinita.



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