Crónica de un peatón: Don Emilio, el contrabajista

Crónica de un peatón | Por Alejandro Carrillo | Foto: Chaneke Correa (Julio 2014)

Don Emilio nos abre las puertas de su casa al tiempo que abre una botella de whisky para celebrar -o quizás no- una noche épica de música de 'etiqueta'. Don Emilo es contrabajista en la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes y ha estado ligado al oficio durante más de veinticinco años; -mi edad- pienso para mis adentros, al tiempo que me pierdo en sus gafas de pasta perfectamente zurcidas con un alambrito y cinta de aislar.

Don Emilio no es diferente a otros músicos; habla como músico, gesticula como músico, alza la voz como músico, se queja de otros músicos como músico, bebe como músico. Busca mi aprobación sobre el concierto de esa noche y yo temo quedarme corto. -¡Poca madre!- es lo único que se me ocurre decir al no encontrar en ese momento un adjetivo más 'a tono' para describir el recital de hace un par de horas. Para mi fortuna, esa respuesta parece complacerle a Don Emilio y revira satisfecho -sí, estuvo chingón-.

Me habla de la vida del hombre que se convirtió en músico. Del día que hizo maletas y se fue a la capital a vivir a una vecindad que tenía un grifo de agua helada que usaba como regadera sólo para llegar y aprender de los maestros más reconocidos de la época. Me cuenta que la vida no se ha tornado muy diferente desde entonces y que los músicos tienen las mismas calamidades de hace treinta años. Sin embargo, puedo notar que la música le ha dado a ese hombre más de lo que cualquier mortal pudiese tener en el mundo. No sé lo que sea, pero hay algo que ahí está y que Don Emilio recuerda al  perder su mirada en los círculos anaranjados pintados en los mosaicos del piso.

Se acaba el agua mineral y Don Emilio se sirve uno en las rocas para hablar de música. Habla de Schubert, de Tchaikovsky, de Brahms, de La Quinta, de La Novena, de las más grandes obras de la música clásica. Habla de los violinistas rusos, de los franceses, de los checos; pero algo lo detiene. -Mira, esos güeyes podrán ejecutar perfectamente y ser rubios, pero no te tocan el Huapango de Moncayo, por eso somos más chingones- dice convencido mientras lleva con su índice el compás ternario de la obra -parapapapapá, parapapapapá-.

Don Emilio rocanrolea. Con todo el conocimiento y las experiencias que un músico de su talante puede tener, no olvida la primera vez que escuchó el 'Dark Side of the Moon' y habla de Roger Waters como si estuviera hablando de Mozart -incluso con más admiración-. Recuerda algunos amigos, algunos lugares, algunas mujeres, algunos excesos y concluye con un -soy muy afortunado-, mientras hace una mueca burlona que lo dice todo.

Me marcho de la casa de Don Emilio pensando en volver pronto por otra historia y quizá otro vaso de whisky. Me repito en voz alta eso último que me dijo -soy muy afortunado-.

En memoria de Emilio Sierra Olguín. Gracias por los whiskys y por la música.

Maradona by Kusturica: Eres grande Diego


Por Marco Antonio Hetfield | Neotraba

En 2005 y 2007 el cineasta serbio Emir Kusturica estuvo detrás del astro del futbol argentino. Lo seguía cual paparazzi —a pesar de tener pactado un trato para estar siguiéndolo con cámaras—, “El Diego”, —cómo el personaje excéntrico que fue—, dejaba de lado al equipo de rodaje de Kusturica, uno de los cineastas más prolíficos.

Así es cómo toca hablar del largometraje titulado, Maradona por Kusturica (2008), un documental, que —más allá de buscar retratar la historia del ídolo—, nos presenta una mirada distinta para desentramar la polémica figura que fue el astro del futbol.

Muchos son los ideales que giran en torno de la figura de Diego Armando Maradona, tal vez la más conocida es la de astro futbolístico, es gracias a esta faceta que se nos revela su parte ideológica y política con su ya conocida mano de dios. En los primeros minutos del documental, Maradona declara haber metido el gol de forma tramposa, sabiendo lo que hacía, de acuerdo con el astro, era una forma de vengar todo lo sucedido en la guerra de las Malvinas. Es así que Diego Armando muestra sus tintes comunistas y revolucionario anarquistas, peleando desde la trinchera que le tocaba, es decir, el futbol.

Kusturica hace un trabajo laborioso en este documental, no sólo sigue a Diego Armando con la cámara, se vuelve también parte del documental, ambas figuras mantienen un confrontamiento personal e ideológico, además, podemos visualizar como Diego Armando incita al director a formar parte de todas las excentricidades de su vida personal, de tal forma que visibiliza la disparidad entre las realidades de estos dos personajes, las ideologías, etc.

Diego Armando le permite a Kusturica entrar en esa vida tan propia del astro, llena de elogios, excentricidades y momentos dionisiacos.

La figura de Diego se erige gracias a todos estos hechos. La controversia que gira a su alrededor y se metamorfosea de astro a leyenda y de leyenda a dios. “El más humano de los dioses”,  —de acuerdo al escritor uruguayo Eduardo Galeano—, son las palabras más acertadas acorde a la mirada que el documental expone.

Con la polémica figura de Diego Armando podemos ver retratado un dios griego en la tierra, con defectos  y una vida desenfrenada; su vida, un gran suceso heroico digno de un mito contando a través de los siglos, o, quizá, un pergamino encontrado dentro de una vieja biblioteca, donde lleva la gloria a un pueblo reprimido con anterioridad por otro. Maradona por Kusturica (2008) es un importante documental para entender a tan polémica figura. Su realización asemeja la estructura de un ensayo, es tan sorprendente y surreal como el mismo Diego Armando. Está lleno de momentos dignos de una película de ficción, confronta el mito y el hombre, en este caso, no podemos distinguir al uno del otro.


Publicado originalmente en Neotraba.

Las cinco dimensiones de un hombre delgado

Music in a coma | Por Carlos Iván Carrillo |


Cuarenta y cuatro álbumes oficiales, doce Grammys, un Óscar, un Príncipe de Asturias, un Pulitzer, un sinfín de honores e inducciones y hasta un Nobel despreciado; son la carta de presentación del hombre que tantas veces nos ha reunido para compartir cervezas, experiencias, textos, rolas y el corazón sobre todo.


Definitivamente una influencia importante en todos los que directa o indirectamente participamos en la música y el arte; en mi caso, he engullido la obra de Dylan desde crío y muy seguramente desde el periodo de gestación en el vientre de mi madre.


He revisitado unas cuantas veces las producciones de Bob en orden cronológico con el objetivo de encontrar la manera de dividir y explicar su obra, la mayoría de las veces sin éxito. 

Producción, sonido, instrumentación, género, letras; pocas veces lograremos encontrar un hilo conductor claro entre disco y disco, excepto que —como él mismo lo dijo en el Royal Albert Hall en 1966— “todas mis canciones son de protesta, así que vamos…”

El folk y el rock coquetearon desde los últimos años de los 50, siempre con recelo entre los espectadores. Es importante precisar que el folk rock como lo conocemos hoy, nació en California en 1964 cuando Roger McGuinn y The Byrds mezclaron una guitarra Rickenbacker de doce cuerdas con la influencia de la invasión británica y las letras de folk de Bob Dylan o Pete Seeger. Esto incluso antes de la “electrificación” de Dylan.


Uno de mis discos favoritos de todos los tiempos es “Fifth Dimensión”, grabado y publicado en 1966, producido por Allen Stanton -productor muy poco conocido- que antes sólo había trabajado en los discos más countrys de Jimmie Rodgers y los más bluegrass de Tony Bennett. El álbum “Fifth Dimension” es el tercero de los Byrds, poco valorado a pesar de ser la piedra angular de la transformación del rock de los años 60. El rock sicodélico nace con éste disco y es el puente en la transición del rock basado en el folk y el blues, que después se transformaría en hard rock, glam rock y hasta el rock progresivo. 

No, no, no, el rock sicodélico no nació con “Sgt. Peppers Lonely Hearts Club Band”.

¿Qué tiene que ver esto con Bob Dylan? Pues bien, Fifth Dimension no sólo es el primer disco publicado por The Byrds sin incluir una sola rola de Zimmerman -a petición del mismo Dylan, según Bud Scoppa, el biógrafo de la banda-. Sino que, además, ¿quién creen que fue el que introdujo a Roger McGuinn y compañía al mundo del ácido lisérgico? Exacto, el hombre delgado. Incluso existe el mito de que la canción que le da nombre al disco, la escribió McGuinn en un mega bús de LSD -con ya saben quién- para explicar la teoría de la relatividad de Einstein. Por sus referencias a la droga, el disco y sus sencillos fueron censurados por los medios especializados en ese momento y tuvo muy poco éxito comercial.


Un nombre basado en ese álbum fue el que elegí para este análisis y remembranza sonora, pues curiosamente son cinco las etapas en las que he logrado conectar y segmentar la obra musical y sobre todo vocal de Dylan. El viejo Bob ha sido un camaleón y nunca ha tenido problema alguno para radicalizarse, cambiar su forma de cantar o navegar entre géneros musicales. En las siguientes líneas intentaré, de manera abreviada, precisar las transiciones en la voz y producción de la música de Bob Dylan.

La primera época de Dylan entre 1962 y 1968 será la que seguramente la historia recordará, los homenajes y hasta mofas que se realizan a Dylan en la cultura popular son basadas en esta época; un registro vocal fino y con mucha nasalidad, además de elementos teatrales y recitativos. Esto fue lo que llenó el ojo del productor de sus primeros discos y el responsable del éxito de rolas como “Blowin in the Wind” y “A Hard Rains-a Gonna Fall. John Hammond, famoso por descubrir también a otras deidades de la música como Aretha Franklin, Leonard Cohen, Bruce Springsteen y Stevie Ray Vaughan, entre otros. Se sabe por palabras del propio Hammond que Bobby en sus inicios era un tipo muy indisciplinado en el estudio y que sin importar errores en la guitarra o la voz siempre se negó a grabar segundas tomas. Dentro de esta etapa vocal también se encuentran el “Bringing It All Back Home”, “Highway 61 Revisited” y “Blonde on Blonde” donde mantiene las mismas características nasales de la voz y se pronuncian más las características teatrales al cantar; incluso en canciones como “Subterranean Homesick Blues” llega hasta a rapear sobre la base, sin embargo esta idea, así como gran parte del cambio del sonido acústico de Dylan a uno más pesado, se le atribuye al productor de origen afroamericano Tom Wilson, responsable de producir también los discos más importantes de Simon & Garfunkel, Eric Burdon y The Velvet Underground.


La segunda etapa que encuentro es un periodo muy corto entre el año 1969 y 1973, las producciones desde “Nashville Skyline” hasta la banda sonora de “Pat Garrett & Billy The Kid”, composiciones e instrumentaciones que recuerdan al sonido del clásico country norteamericano y un registro vocal suave, relajado y sin cadencias experimentales ni recitadas. Para esto solicitó los servicios del gran Bob Johnston que después de la chingonería realizada en “Nashville Skyline” produjo también grandes discos para Johnny Cash y Leonard Cohen. Esta etapa termina por el fracaso comercial del disco “Self Portrait” con los viejos fans desconcertados y sin rumbo. Curiosamente no existe memoria en vivo de esta época pues coincide con los años de retiro de los escenarios derivado de un grave y misterioso accidente en motocicleta del que por cierto no existen registros hospitalarios.


Mi época favorita y en la que más disfruto a Bob es de 1974 al 79, a mi parecer los más grandes discos, con un Dylan maduro y una voz estable, cantando en tonos altos y rasgando toda la garganta. Stratocaster negra o Telecaster sunburst en hombro, con canciones agresivas y mucho rocanrol influenciado por The Band, de varones, pues.


Los álbumes más chingones se producen en esta época, “Blood on the Tracks”, “Desire” y “Street Legal”, la producción de estas joyas corren a cargo del mismo Dylan y de Don DeVito, que fue presentado a Zimmerman por Johnny Cash. Sin duda, para mí es el punto más alto de su carrera musical y vocal; además en estos tiempos se realizan los famosos discos en directo “Before the Flood” y el magnífico tour “Rolling Thunder Revue”; gira de 57 conciertos donde comandó a personajes de la talla de Roger McGuinn, Mick Ronson (en ese entonces guitarrista de David Bowie y Lou Reed), Joan Baez, Scarlett Rivera, T-Bone Burnett y el mismísimo Allen Ginsberg, por citar a algunos. Para más información acerca de esta bacanal, recomiendo el libro “Rolling Thunder” que escribe Sam Shepard y claro, el nuevo material cinematográfico del maestro Martin Scorsese.


Con la llegada del disco “Slow Train Coming” y el último año de la década de los 70, Dylan se convierte al cristianismo. Este disco cuenta con las tremendas participaciones de Mark Knopfler, líder de Dire Straits y del productor Jerry Wexler, a quienes Bob intentó evangelizar durante la grabación. En este punto, el hijo de Duluth, Minnesota trató de regresar al mismo ejercicio vocal que presumía a principios de los 60, pero la edad le empieza a pesar. El principio de los 80 es definitivamente una época oscura para las producciones y la carrera musical de Dylan. En el libro “Crónicas Vol. 1” el cantante menciona que se encontraba desorientado y había perdido la fe en su propia capacidad para crear nuevas obras; sin embargo, en 1988 su inducción al Salón de la Fama del Rocanrol y el nacimiento de los Traveling Wilburys junto a Tom Petty, George Harrison, Roy Orbison y Jeff Lyne, reviven a Bob y alcanza los primeros puestos de ventas en las listas Billboard.


Cuenta Dylan en el citado “Crónicas Vol. 1” que en 1989 paseando por Nueva Orleans entró a un local a descansar -e ingerir whisky seguramente- y escuchó a un cantante de blues desgarrar su voz de manera lacónica de la forma más tradicional, breve y concisa. Decide grabar ahí mismo el disco “Oh Mercy” con un estilo muy clavado hacia el blues que aumentaría más en las siguientes producciones. Dylan intenta esconder la nasalidad de su voz, la oscurece y la rompe lo más que puede hasta llegar al punto más sombrío en 1997 con el disco “Time Out Of Mind”. Es esta época donde a Dylan se le declara y se consagra como un crooner y en 2006 publica el que considero su mejor material de los dos miles: “Modern Times” producido por él mismo bajo el seudónimo de Jack Frost; discazo con mucho rockabilly y blues, además del mismo corte vocal de crooner que mantiene a la fecha.


El crooner, el cristiano, el rocanrolero, el countryero y el folkero; cinco etapas temporales para enfrentar la música de Bob Dylan, una de las tantas maneras de disfrutarlo. Espero sirva este análisis para acercar a nuevas generaciones a su obra, más como un consejo que hace años me hubiera gustado recibir, que como una lección. 


Con base en las credenciales mostradas ¿A alguien le queda duda de que Robert Allen Zimmerman es tal vez el artista más prolífico e influyente de nuestras épocas? Quizá, quizá, solo detrás del rompecorazones con sombrero de copa que ahora descansa en paz. Cierro hilo.

Letrinas: Caminar en espiral

Por Adriana Fabian Galicia


Una máscara sobre otra máscara, el nombre de tantos se resume a números, ya no están, la existencia de otros aún más incierta. 

Caminar era libertad, volar lo era, atravesar fronteras. Ilusos e inconformes, nos creímos invencibles. 

Leí 100 años de soledad, entonces conocí la teoría del eterno retorno de Friedrich Nietzsche. A los quince años comencé a sospechar que “quien conoce su historia igual está condenado a repetirla” conjetura totalmente contraria a lo que dice un profesor de historia cuando comienza un nuevo curso. 

No hay razón alguna para ser exceptuados de la tragedia, el quiebre o crisis, es la rutina del mundo; lo es también el placer ya sea hedonista o sensual. 

Hay más, existen sucesos extraordinarios, se atribuyen a la invención divina, muchos los llaman milagros, pero los agnósticos prefieren explicarlo con ciencia. Entre la ciencia e historia, converge el espiral. Son los siglos, corrientes artísticas, modelos económicos, eventos memorables, quehaceres cotidianos, tan solo los días. Apilamiento de nuestra memoria, olvidada o recordada, inventada o modificada, no se acaba, las preguntas tampoco. ¿es un mito, es la realidad, es un sueño? 

Es solo un fragmento del espiral, sigo caminando, a ratos me parece estar sola, aun cuando hay una multitud a mi alrededor, aun cuando solo soy un punto en el eterno universo. El nudo en la garganta, la presión sobre el estómago, un hormigueo recorre mi cuerpo me grita -estás viva-. 

Si hay conclusión, si hay final, tal vez solo el sol lo presenciara. Esa estrella radiante, quemante y vibrante terminará por hacerse una pequeña enana blanca o eso creemos, hasta entonces vamos a dar unas vueltas más.

Ciudad soledad: ucronía musical y un coctel de steampunk sonoro

Por Sergio Martínez


Iván García y Los Yonkis lanzan su quinto disco de estudio llamado Ciudad Soledad. Trabajo que contiene 13 tracks conformados por letras de Iván García y música de Los Yonkis. Esta nueva placa musical producida por Iván Carrillo y grabada en Casa Yonki, condensa referencias estilísticas a Bob Dylan, Johnny Cash, Tom Petty, Neil Young, Bruce Springsteen, y Quique González, rolas repletas de referencias contemporáneas y musicales que nos invitan a desentrañar el ruido de fondo para encontrar una propuesta musical desde provincia.

1.- Ciudad Soledad: carta de presentación del disco. Puede ser Puebla, Analco, Cholula, un bar, o la sala de tu casa, se trata de estar acompañado y compartir con un Jack en la mano, graznar o bailar dancing in the dark.

2.- Tiempo: enumeración de lo observado, de lo gozado y sufrido a través del tiempo, a veces este se detiene eternizar lo vivido.

3.- La loca: los separa el día, son diferentes, a veces contrarios, pero complementarios.

4.- Sarcófago: pareciera que todo sucede en Londres, Puebla o Ciudad Soledad, nunca lo sabremos; la ciudad desaparece cuando la iluminan los primeros rayos del sol, mientras los protagonistas ya descansan en su sarcófago.

5.- Cenicero: cambiar de carril, no de destino; entregarse a lo querido sin miedo a perder la esencia.

6.- Whisky y anfetas: un coctel de pertenencias, de lugares y relaciones, las pastillas y el alcohol es lo de menos.

7.- Desayuno en el bar: recuerdos en cascada, cada cosa, cada elemento es un recuerdo preciso, el olvido no llega de ninguna manera.

8.- Gárgolas: una tristeza como el mar. El testigo que observa, se queda con la arena, duda que exista el mar.

9.- En casa: monotonía casera, monomanía personal.

10.- Carta: mensajes a los que ya no están, misiva que va a ningún lugar esperando que llegue a las manos adecuadas, esperando tener una respuesta.

11.- Vendrá la muerte: ¿importa la forma de morir? Todos nos vamos a enfrentar a ese momento, si es con alguien parece ser mejor que de manera individual.

12.- Gato: ser un caprichoso felino, merodear, ir de un lugar a otro, regresar a casa a tomar un mezcal.

13.- Estepicursor: ir a favor del viento a cualquier parte, deslizarse a ras del suelo. Probar el mineral, olfatear al animal… al humano animal.


Con este disco esta banda poblana nos regala en sus canciones una ucronía musical y un coctel de steampunk sonoro que pretende hacernos llevadero un año de mierda. Quizá estas rolas nos ayuden a transitar por una pandemia que nos ha arrebatado a familiares y amigos y parece no tener fin. El disco ya puede ser adquirido en las redes sociales de la banda.

3 sencillas razones para ver ‘Undone’ sin caer en un bucle infinito

Call me old fashioned… please! | Por Mónica Castro Lara |


¡HE VUELTO! Y créanme cuando les digo que se siente MUY bien regresar a ‘mi casa’, a Sputnik. No crean que estos meses de ausencia pandémica fueron por pura desidia, no. Cuestiones (muy) personales, impedían mi absoluta concentración y la oportunidad de sentarme a escribir tranquilamente para ustedes; espero eso permanezca en el pasado. Quiero creer que alguien por ahí extraña las tonterías que escribo en este espacio y, siguiendo esa lógica, los saludo y les agradezco el que le hayan dado click a este texto. 

El confinamiento de este extenuante 2020, entre otras cosas, nos ha brindado a algun@s la posibilidad de ver series y películas extraordinarias en todas las plataformas de streaming existentes, ¿o no? Pues bien, hace un par de días (en lo que esperaba ansiosa el estreno de ‘The Crown’), me devoré una serie SEN-SA-CIO-NAL que me recomendó mi muy querido amigo René (si estás leyendo esto René: ¡hola, pitxín!) y que de inmediato, quise compartirla con ustedes porque en verdad, no exagero cuando digo que es una joya y vale la pena ser vista, disfrutada, compartida y reseñada, por mucha, mucha más gente. La serie de la que hablo se llama ‘Undone’ y pueden encontrarla en Amazon Prime Video.

Antes que nada, tengo que confesar que me siento un poco mal porque -como dicen por ahí- llego un poco tarde a la fiesta, ya que esta genialidad de serie se estrenó en septiembre del año pasado y yo recién la vi hace un par de semanas. Sorry! Me parece que se combinaron dos factores: 1. Que en ese entonces aún no tomaba la decisión de tener (y mantener) una cuenta Prime y por ende no tenía ni cómo ni dónde verla, y 2. Que en realidad Amazon nunca le dio la publicidad adecuada para realmente darla a conocer. Hay quienes afirman que fue una movida calculada, un afán para mantener a la serie con un estatus de ‘serie de culto’. ¿Será?


Y bien, en lo que Jeff Bezos (CEO de Amazon) continúa haciéndose trillonario, yo por otra parte voy a compartirles tres simples motivos para que vean y amen este fenómeno imperdible llamado ‘Undone’:


La trama.

¡Gracias, gracias, gracias dioses de la televisión por arriesgarse a brindarnos una historia nueva! Estoy cansada, HARTA de los refritos, de los spin-offs, del afán ridículo e insistente por ‘desblanquear’ viejas tramas, de las ‘historias basadas en’ (ya sé, acabo de caer en una contradicción por mi amor a ‘The Crown’, ¡no se atrevan a juzgarme!). Lo que ‘Undone’ me demuestra es que SÍ es posible; es posible contar nuevas, interesantes, honestas y frescas historias, con personajes complejísimos, con hilos conductores que demanden nuestra entera atención y que nos orillen, a querer ver más y más. Es una serie que expone crudamente el tema de la salud mental; la cerrazón de nuestras rutinas, lo limitado de nuestra expectativa de vida, las huellas de abandono, el dolor, las relaciones familiares, TODO bajo un lente metafísico maravilloso. Y yo, como ansiosa profesional, lo agradezco y gocé bastante.  Escrita por Kate Purdy y Raphael Bob-Waksberg (ambos creadores de la exitosa serie animada BoJack Horseman en Netflix, que precisamente toca temas de depresión, ansiedad y adicción), ‘Undone’ trata sobre una mujer latina de 28 años llamada Alma, que sufre un grave accidente automovilístico y que, a raíz de dicho trauma, desarrolla la capacidad de ‘desprenderse’ del espacio-tiempo, así como comunicarse con su ya fallecido padre con el fin de averiguar realmente cómo murió éste. 

Existe durante toda la serie, una tensión constante y palpable entre la imaginación y la realidad; entre la fantasía y lo tangente, es decir, lo que en realidad ocurre con Alma. Este efecto intencionado, nos pone a la par de nuestra complicada protagonista y nos sumerge en un espacio donde el tiempo simplemente no existe, las dimensiones chocan, la mente y nuestros cuerpos se abren y expanden, y nos ayuda a comprender y deducir que las heridas abiertas duelen y persisten en el pasado, en el presente y por supuesto, en el futuro. Asimismo, nos propone desmitificar una enfermedad mental tan nombrada como lo es la esquizofrenia y al menos, hace un esfuerzo por abrir la conversación a otras muchas posibilidades entorno a la salud mental.

Por ahí leí que ‘Undone’, es un viaje de sanación y de reconciliación con uno mismo.” Y no he encontrado una mejor descripción de la serie. No quiero describir más la trama ni hacer ningún spoiler, así que por favor ¡anímense a verla!


La animación.

“Visualmente no es un capricho como, aceptémoslo, lo es ‘Loving Vincent’. La historia no se podría construir sin la técnica y está armada a la par de ella”. Es la respuesta que me dio René (sí, de nuevo tú pixtín) cuando le conté lo fascinada que estaba con la serie. 

‘Undone’ combina dos impresionantes técnicas: la animación por rotoscopia y la animación tradicional.

Vamos por partes porque no es nada sencillo: la rotoscopia consiste principalmente en dibujar encima de un fotograma para imitar el movimiento o, dicho de manera más simple, calcar/dibujar una película real para convertirla a un medio animado. Dicha técnica, fue creada por Max Fleischer (autor de la muy famosa ‘Betty Boop’) por allá de 1914. La serie en este caso combina la rotoscopia y la animación tradicional, sobre fondos que no son otra cosa más que extraordinarias pinturas al óleo.

El procedimiento para la creación de ‘Undone’, fue el siguiente: primero, las actrices y actores grabaron todas las escenas con fondos de pantalla verde (y a veces, ni siquiera eso); segundo, dichas grabaciones se enviaron a un primer estudio de animación donde artistas dibujan encima de dichas filmaciones, convirtiendo a l@s protagonistas en versiones animadas. Tercero, dichas animaciones se enviaron a un tercer estudio donde un equipo de artistas expertos en pintura al óleo y animación 2D y 3D, colorearon a los personajes y escenarios donde se desarrolla la trama. Un trabajo extenuante de año y medio con extraordinarios resultados.

Todo este trabajo y combinación de técnicas de animación, enaltecen la trama y la enriquecen, dando una absoluta libertad creativa a los creadores y guionistas con un presupuesto mucho más asequible. Las técnicas nos permiten experimentar justo lo que vive, piensa y siente Alma durante los ocho capítulos que dura la serie, al romper constantemente las barreras entre la fantasía y la realidad. 



Las actuaciones.

En ningún momento, la animación ‘le gana’ a la trama y mucho menos a las actuaciones. Lo que hace Rosa Salazar, la actriz de ascendencia peruana, ¡es simplemente sorprendente! Cada gesto, cada palabra, cada movimiento nos regalan a una Alma de carne y hueso, llena de dudas existenciales como las hemos tenido tod@s en algún momento de nuestras vidas; una mujer con traumas e inseguridades, que reúne la fortaleza suficiente y necesaria para hacer viajes al pasado y enfrentarse a sus episodios más dolorosos en búsqueda de respuestas que den un poco de sentido a la ‘locura’ que está viviendo, todo con un acento latino bien marcado sin caer en la caricaturización que la mayoría de las veces, se les da a los personajes latinos en series gringas. La química que tiene con el buen Bob Odenkirk (sí, nuestro querido Saul Goodman de ‘Breaking Bad’ y ‘Better Call Saul’) es grandiosa; el dúo padre-hija se goza y se sufre al mismo tiempo. Lo mismo con Angelique Cabral (Becca, la hermana de Alma), Constance Marie (Camila, la madre) y Siddhart Dhananjay (Sam, el novio). Cada ‘performance’ de las actrices y actores, añade toques de genialidad a esta de por sí, grandiosa serie al darnos la posibilidad de empatizar con los personajes y sentirlos muy propios.

Así que ya saben: ‘Undone’ es LA serie que deben devorarse un fin de semana. Sus ocho capítulos de veinte y pico minutos de duración, son una absoluta delicia sensorial. Les prometo que no se van a arrepentir.

“En casa” Iván García y Los Yonkis lanzan “Ciudad Soledad”

De la mano de un segundo sencillo, Iván García y Los Yonkis lanzan al mercado su nueva producción discográfica: Ciudad Soledad. Tras la publicación de “Cenicero” a inicios de noviembre, la agrupación estrena el single “En casa”, tema referente al confinamiento y la situación de emergencia que hemos vivido durante este año. 

“De haberse publicado esta canción en otra época tendría un significado completamente diferente. El enclaustramiento al que fuimos confinados derivó en muchas cosas tanto positivas como otras de origen más oscuro, como la ansiedad o la depresión”.

Este 1 de diciembre se estrena “En casa” en las principales plataformas musicales, dedicada a todos aquellos que permanecieron en cuarentena lejos de los seres amados. Cabe resaltar que a partir de esta fecha también se podrá adquirir la versión digital del disco “Ciudad Soledad” a través de las redes sociales de la banda. El material en formato físico estará disponible a partir del 7 de diciembre con envío a toda la República Mexicana. 

“Habemos personas que no percibimos la realidad en medio de cuatro muros. Necesitamos salir a la calle y recorrer las callejas más antiguas de la ciudad… Esta canción se gestó en casa y esperamos suene en la suya”.

“Ciudad Soledad” es el resultado del trabajo de los difíciles meses de contingencia y representa el quinto álbum de estudio de Iván García y Los Yonkis. Fue grabado, mezclado y masterizado en Casa Yonki y producido por Carlos Iván Carrillo. El arte del disco corrió a cargo de Israel Díaz “Chk Dsg”. 

Momentáneamente no hay una fecha definida para la publicación del disco completo en las plataformas digitales.

Manitas rojas de dulce: poemas de Antonio León

Por Antonio León | Foto: Nisuke Martínez

Para Ale Librada Torres Salcedo



cuatro breves poemas culeros

 

1.

me inscribí en el registro municipal

de imitadores de andrés pasavento

y los culeros dicen que no aparezco

 

2.

el poeta que te odia es el pokemon de

la poesía es un arma cargada de futuro

y escribe como en 1965

 

3.

he abandonado el chiste de

no tengo maestría

¡pero qué tal estría!

me lo vuelven a pedir

en las mesas de lectura de poesía

cada que alguien menciona las palabras

piedra

enhiesto

hojarasca

 

4.

este poema siempre no vino

estaba muy culero

 

 

el príncipe adam abre cuenta en grindr

 

podría llorar en menta y lavanda en el festival de los estereotipos

o anunciar la fiesta de compromiso

en que sólo admitiré fantasmas de mis primos muertos

o de los peones con que me revolqué

en cobertizos de fiestas patronales

 

podría anunciar el fin del reinado del padre que nunca sale en la foto

porque ser el rey de un tipo que usa mallas

o peor aún       ser su padre

es un ejercicio que ya no quiso llevar en vida

 

aunque nadie conoce el domicilio de ese muerto coronado como muela muerta

 

podría escribir un mejor perfil que

príncipe de buenas maneras

pasea a bordo de tigre pusilánime

 

gusta de llevar el corte de cabello bob del sastrecillo valiente

heredero de una piedra de lana sobre las piernas

y por enemigo tiene un costal de huesos

 

tela de hacer olas el muslo izquierdo que ya incluye cámara

por las noches el príncipe gusta de ir a un club leather

a jugar a los espadazos del fin del mundo mientras patea cabezas

y se reúne con un grupo de medusas a bufar sabroso

 

ninguna de esas historias

aparece en la descripción que antecede a la foto

de hijo blanco

del trono que tiene forma de galleta

 

el muslo izquierdo incluye dígitos de carne

 

llamadas hacia el fondo de la depresión

en castillos de dudosa medievalidad

 

 

calendario

 

vuelve a ser de día en el fuselaje

de la basura en voz alta

 

porque nadie lee sus derechos

como en antiguos concursos de poesía coral

en escuela pública

 

o una noche en que los pájaros

se fueron a dormir temprano o siempre

en el sur de una ciudad como ésta

que todo lo resuelve con más polvo

y nadie ha querido a un aspirante a vagón trizado

malo como una diabetes

pero enunciativo hasta el logro de amaneceres narrados

en primera persona

 

qué amarga es la forma en que

de origen

fueron dibujados

los aviones que calcinan durante el despegue

las voces bajan hasta el volumen cero

y otras posibilidades de la recta numérica

 

no hay lenguaje de señas que sea suficiente

morfemas como paletas manitas rojas de dulce

que adivinan la suerte

 

 

además de micrófono hay cosas que un desodorante roll on

no es

 

luis miguel está en la pantalla del pasado

otra vez su padre nos dijeron que un sátrapa de melismas pop

 

luis miguel cantaba hasta el cielo borrascoso de los jeans edoardos

también tenía un disfraz de corsario

 

en los bailes frente a la cámara que vienen

en la caja del lenocinio en minoría de edad

o la gracia que siempre se va

 

un rubiecito infame que se relamía los dedos frente a la bocina

alzaba el cuello en los agudos

un gallo con espolones hattori hanzo Steel

 

se trataba —creo— de una decisión importante y de no pensarlo más

voz en punta cabello húmedo en el rostro de principito perdido en

el desierto

 

no lo pienses más decídete

aun si unos niños revientan mascotas a golpes

y no sabes cómo rematar tus mentiras

 

nos preocupan las horas perdidas pero también nos gustan

las mesas de novedades editoriales

con libros que no podemos comprar

 

decídete no sigas en facebook o crowdfunding

nadie votará por ti niño mimado voz piara de ángeles

pelo lacio en pasta dura

muchacho de la crítica especializada

 

decídete poeta sin cursar el plan flexible

en letras hispánicas

decídete y haz la prueba del cáncer de próstata

y piensa en la raíz de todas las palabras

 

 

 

 

Antonio León es un poeta nacido en Ensenada, Baja California. Reside en Mexicali desde 2014, donde se desarrolla en distintos ámbitos de la promoción cultural universitaria. Es autor de los libros Caricia del velocímetro, Busque caballos negros en otra parte (pinosalados) y :ríos, dentro de la colección Ojo de Agua, editada por CETYS Universidad . En 2016 fue el ganador del Premio estatal de literatura (poesía) en Baja California, con el libro El Impala rojo. En 2018 fue becario del Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico en la categoría Creadores con trayectoria. Consomé de Piraña, editado por Carruaje de pájaros y el Instituto Sinaloense de Cultura, es su libro más reciente.

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