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Black Marble: cosas inmateriales

Las reseñas innecesarias | Por Juan Jesús Jiménez 


No sé si lo ha notado, pero la música parece tener más volumen con el paso del tiempo, casi como un grito intencional de los discos que ruegan ser escuchados. Y después está Black Marble, con un disco que pareciera estar diseñado para perderse entre lo rápido de nuestro día, como un respiro a todo el estrés que nos aguarda al cerrar los ojos. It´s immaterial, es el segundo disco producido por Chris Stewart,  y lanzado por Ghostly International; es este respiro de todo, con tracks envueltos entre sonidos tan extraños como nostálgicos.

Lanzado en 2016, tomando inspiración del post-punk; Black Marble usa el reciente género del synth-pop como un medio para crear imágenes con la melodía de una guitarra, un bajo y una variedad amplia de efectos electrónicos que asignan profundidad a las letras, que si bien, parecen solo mantener un ritmo oral y no el de un significado, son una de las partes más disfrutables del disco.

A lo largo de los 11 tracks que lo componen, al traducir las letras podemos encontrar una historia extraña separada en dos partes, la amorosa y personal, que al igual que las melodías, parecen tener una regresión constante entre recuerdos difusos por la distorsión temporal y en algunos casos, la musicalidad en cada verso. Con ejemplos claros del trabajo sonoro como en Frisk y de la difuminación musical en Collene.

Para aquellos que estén relacionados con el género o incluso, sepan de algunos álbumes post-punk, encontrarán agradables el juego del bajo y el sintetizador alternando el papel activo en cada canción, resultando excelente para cerrar los ojos e intentar adivinar cada uno de los instrumentos de la grabación, sintiendo cada golpe de batería en el efecto estéreo, cada voz a la distancia y el bajo justo detrás de nosotros.

It’s immaterial, es una de esas joyas silenciosas que aparecen de vez en cuando entre las playlist derivadas del rock. Un álbum que desde que lo descubrí, me logró enganchar por la tranquilidad que puede transmitir entre cada canción, cada uno de los juegos entre la tristeza inducida por mirar el techo y pensar cosas que uno no debería tocar antes de dormir.

Es increíble que la música, y sobre todo un álbum, tenga ese poder sobre nosotros, y sin temor a equivocarme, diría que Black Marble es ejemplo de ello. De que mucho de lo que somos parte de las experiencias sensibles que podemos experimentar al escuchar un disco lleno de sintetizadores e instrumentos casi psicodélicos.

En general, creo que es una muy buena forma de entrarle a los nuevos géneros que se han desarrollado en los últimos años, y sobre todo, una experimentación con nosotros mismos para conversar en el silencio, mirando el techo solos o junto con alguien, esperando que la música redescubra las partes que ignoramos entre el ruido constante de la vida postmoderna.

John Frusciante: de un paso a la muerte a otro al amor

Por Jorge Augusto Pérez Peña


John Frusciante estuvo internado en una clínica de rehabilitación desde noviembre de 1997 hasta abril de 1998, fecha en la que Flea, lo invitó a volver a los Red Hot Chili Peppers, luego del fracaso del One Hot Minute.

El posterior éxito del Californication, lanzado en 1999, es un tema al que difícilmente se podría aportar algo nuevo, sin embargo, durante las grabaciones del mismo, llevadas a cabo en las casas de los miembros de la banda, el guitarrista compuso un álbum profundamente personal en el que vertió sus experiencias anímicas, y las alucinaciones de las cuales fue objeto durante su proceso de desintoxicación; el trabajo discográfico del que versa este texto fue publicado el 13 de febrero de 2001, y su autor lo tituló To Record Only Water for Ten Days, porque es una oración que se puede interpretar como "grabar agua durante diez días", o "para grabar, agua durante diez días".

Esta segunda traducción es más coherente con las corrientes filosóficas que, en entrevistas para la radio estadounidense, ha compartido lo han influenciado, como la de Jiddu Krishnamurti, un filósofo proveniente de la India, que nunca escribió un libro, pero del cual, sus estudiantes transcribieron conferencias, y las convirtieron en su obra literaria.

Krishnamurti, argumentaba, entre otras cosas, que prácticas ascetas, como el ayuno, la abstinencia onanista, e ingerir solo agua durante varios días, llevan a un estado elevado de consciencia.

Por otro lado, el sonido del agua corriendo en el río, es uno de los elementos sonoros que la filosofía del zen poetiza para lo que llama "disolver el ego", por lo que desde el título, este álbum habla de la búsqueda de una trascendencia espiritual, y corpórea, es decir, la conexión del que creemos ser, con la esencia más pura de nuestro ser, sin sus abolladuras, cuarteaduras, ni fisuras, en suma, ese que hubiéramos sido de no haber estado tanto tiempo en ese campo de batalla que llamamos hogar, libre de influencias identificatorias y ambientales.

La purificación espiritual es un tema que inspiró a John Frusciante para abordar aquellas cosas de la vida a las cuales le pareció vale la pena aferrarse, especialmente en un momento en el que la melancolía y la depresión parecen invencibles.

Estando cerca de perder la vida por su adicción, se aferró al amor que había perdido por sí mismo y produjo un álbum con una estética sonora lo-fi, que exploró por primera vez, al menos para el artista en cuestión, la combinación de sonidos del synth-pop, synth-wave y blues. Innovador para quien sea, en pleno 2001, año del lanzamiento de esta considerada joya en su discografía, según lo comentado por sus fans en diversas discusiones de Reddit.

Entre las letras donde se hacen más explícitas las influencias de las corrientes filosóficas anteriormente mencionadas, está la de "Going inside", traducible como "yendo hacia dentro", en la cual habla de buscar quién eres mediante la práctica de la meditación, y contemplar la vida sin el velo de las expectativas; algo evidentemente sacado del zen.

En "With no one's" habla de disolver lo que él llama "oscuridad interna", y así limpiar el alma por medio de los pensamientos; de nuevo, una letra influenciada por filosofías de oriente y medio oriente.

Como ejemplo final, mencionaré "Someone's", una canción que va del amor, una de las cosas que más elevan nuestro instinto de vida, y que nos hacen superar la etapa narcisista del ego.

"Someone's", que es la segunda pista de este álbum, trata de una canción en la que John Frusciante describe la sensación divergente de sentir un amor profundo por una persona, pero al mismo tiempo la certeza de que ese amor es tan hermoso como frágil, tanto que cualquier mal movimiento lo puede disolver, sin embargo, eso significa que todo el amor del mundo, eterno, por naturaleza, es este mismo instante singular e irrepetible.

Un tesoro de oro, salitre y carbón desde la psique de Nacho Vegas

Por Chrys Sainos


Descubrí a Nacho Vegas por “El hombre que casi conoció a Michi Panero” maravilloso tema incluido en el álbum Desaparezca aquí de 2005. No me pregunten porqué, pero cuando me di cuenta, me encontraba buscando su música como quien recopila textos para una tesis doctoral. Las palabras del autor español Juanjo Ordás, escritor especializado en rock resumen mi punto a la perfección:


“Por esa época estaba ávido de dar con nuevos valores que se expresaran en castellano, en realidad sigo en ello… Lo que más me  impresionó… es que se trataba de un rockero heterodoxo de la misma forma que podía ser Nick Cave… Nacho Vegas era un oscuro y profundo pozo que te abría su agujero y te invitaba a saltar dentro sin haber tirado una moneda previamente para saber de su profundidad (o si tal vez concediera deseos). En la caída Vegas te abraza con solemnidad y calor, no os quepa duda.”

Fruto de esa breve, pero sustanciosa búsqueda intensiva, me fui encontrando con rarezas, colaboraciones y pequeñas joyas diseminadas por un sin fin de medios, conciertos y presentaciones. Conocí al Vegas activista, (lo político se siente en muchas de sus letras) que complementan al sarcástico demonio de Asturias que con brutal poesía retrata “la negrura de la vida” en sus propias palabras.


El Oro, Salitre y Carbón es un disco recopilatorio que en 2020 llegó como una muy necesaria doble antología con canciones que fueron presentadas fuera de los álbumes oficiales, con algunas inéditas. Versiones, que reflejan la evolución del cantautor y  que resumen sus últimos diez años de trayectoria así como el contexto social de España y el mundo en los últimos años.

 

En estas veintiséis pistas se recopila la negrura vital del artista. Es un viaje poético que aborda magistralmente el periodo más abiertamente comprometido y político de Nacho Vegas, empezando por “Cómo hacer crac” pasando por temas tan emblemáticos como “La última atrocidad”. Además nos regala joyas inéditas, temas en directo y rarezas varias como “A les rexes de la cárcel”, los versos que escribió en un papel y lanzó al exterior de la penitenciaria un preso anónimo, tras la Revolución de Asturias en octubre de 1934 y que Vegas dibuja magistralmente rindiendo homenaje a las personas que han sido perseguidas por su activismo político. Cuatro canciones más completan la tanda de inéditas del disco, seis en total. Imperdibles el cover de Violeta Parra “Arriba quemando el sol” así como  “Fabulación”, pieza ácida que habla sobre la vida y sus mentiras; piezas que fueron fraguadas con los que fueran sus músicos habituales (hoy emancipados) y nos regalan un sonido que se agradece bastante en la pieza instrumental que abre y da título a la obra, "Oro, salitre y carbón", la cual nos recuerda esas aperturas épicas de bandas sonoras que explotan de belleza crepuscular y gusto western, muy en el estilo folk-rock con el que a menudo coquetea Vegas; por otro lado y no por eso menos importante tenemos la que se convertiría en mi obsesión reciente, por su delicadeza y belleza brutal: “Lyrica”, es una corrosiva y agridulce poesía contemporánea que nos sugiere “Deja que entre la Lyrica, hasta donde no llego yo, deja que entre el Clonazepam, el neurotransmisor GABA te lo agradecerá”, citando a Nietzsche nos recuerda que “Dios ha muerto” y luego sentencia implacable: “Si en tu vida hay una pastilla que te da la paz, el principio activo será siempre la soledad” para rematar “disculpa este extraño humor, es mi mente” navegando con arte y maestría por los abismos perturbadores de la psique humana.


Nacho Vegas: filólogo, lingüista y enfermo. Sus letras empapadas de dulce veneno, amores violentos y perdidos, sin que te des cuenta, se van quedando pegadas como salitre en el subconsciente, arden en los huesos y calan en el alma; lo que hace de este disco una verdadera obra de arte cínica, sarcástica, que desborda belleza auditiva y como buena dosis de fluoxetina o jalón de sativa nos ayuda de forma amable a sobrellevar la decadente realidad con cada una de las joyas que conforman este increíble cofre del tesoro hecho de oro, salitre y carbón.

Volumen 1, Caifanes: los espacios entre el abismo y un bilongo

Las reseñas innecesarias | Por Juan Jesús Jiménez 


Al tiempo que escribo la presente reseña, hay una cumbia que remueve mis letras en el teclado, a ritmo pausado y con un cencerro del lado izquierdo; aunque usar el término “cumbia” solo ocupa la mitad de una canción. Dejémoslo en que, en esta reseña hay influencias de un bilongo -mal de ojo- que se extiende hasta usted como una opinión de álbum de rock lanzado en 1988 por RCA Ariola y RCA Victor.

Calificado como el álbum número 69 de los 250 mejores en la historia del rock en español por la revista Alborde, Volumen 1, Caifanes o también llamado El disco negro, es un vaivén entre las experimentaciones de un disco de rock-punk junto a una cantidad enorme de ritmos que no esperaríamos que estuvieran incluidos en un álbum así.

Canciones icónicas como Perdí mi ojo de venado, La negra Tomasa, Viento Mátenme porque me muero, son ejemplo de estas experimentaciones musicales que se encarnan entre sonidos desconocidos y dilataciones subterráneas de temáticas inconexas.

Interpretado por el cuarteto original de Saúl Hernández, Alfonso André, Diego Herrera y Sabo Romo, el Volumen 1 es uno de los álbumes más icónicos para las generaciones de los 90’s y que trazó el camino de Caifanes por la historia de la música en español.

En principio, como una recopilación de canciones que la banda ya tenía un tiempo tocando de forma independiente, durante este periodo donde el rock se daba entre toquines clandestinos y reuniones que cualquier adulto de ese entonces hubiera dicho: ¡Esos son lugares de mala muerte!


Influenciados por el post-punk que para ese entonces la cultura británica había popularizado con bandas como Joy Division o The Cure; Caifanes -tanto en apariencia como en musicalidad- fue una ruptura con las concepciones más convencionales de una banda de rock, algo más cercano a un concepto que a una personalidad. Es por eso, que entre las canciones de su primer álbum podemos notar esa disonancia a lo que podría ser un disco de El Tri; tanto la cadencia en los bajos, la combinación de percusiones además de los sonidos de batería, el seguimiento melódico de las guitarras e incluso que la voz de Saúl no sea la mejor entonada, brinda una mezcla única que a nuestros oídos parecen un viaje entre sombras y cumbias.

Cuéntame tu vida, el cuarto track del disco, podría ser otro ejemplo de lo que lo hace tan especial, que sin necesidad de ser conceptual, aborda temáticas que para la música podrían ser ajenas. En el seguimiento de una persona que nos habla desde su desesperación, aspecto que desde la literatura podría parecerse a una narración de Cortázar, podemos ser incluidos en la música y no solo como un ente que escucha las canciones, sino uno que participa de forma activa en él al darle un sentido a las letras.

Ahora, si bien escuchamos el álbum solo en su calidad musical, sin buscar significados profundos y dar una revisión a su composición, muchas de las canciones pueden cumplir con esas expectativas, de sonar bien por sí solas. Gritar por dentro en un camión mientras cantamos “¡PERDÍ MI OJO DE VENADO! es uno de esos pequeños placeres que la música como cualquier forma de arte, puede traernos en el día, en este caso, en medio del ritmo rock y combinaciones de sonidos sintéticos que le dan al disco el aura tan oscura y atrayente que lo caracteriza, justamente, como una maldición de escuchar el álbum muchas veces sin que pierda esa sensación, maldición que se renueva con un cierre magistral con Nada, una pieza que parece combinar todos los aspectos mencionados en esta reseña.

En definitiva, un disco bastante completo y que en lo personal considero el segundo mejor de la banda. Recomendado para cantar a todo pulmón, para mirar el techo después de un día largo, pero sobre todo, para bailar con una escoba al gritar “ESTOY TAN ENAMORADO DE MI NEGRA PRECIOSA”.

Todas partes al final del tiempo: un viaje musical sin retorno

Las reseñas innecesarias | Por Juan Jesús Jiménez 


¿Qué tienen en común un álbum tremendamente largo y la demencia? The Caretaker, productor y músico, es uno de los muchos nombres que James Leyland Kirby ha asumido para sus experimentaciones y que, en su álbum Everywhere at the end of time, crea una atmósfera viva que nos absorbe con cada track y regresión acústica que podemos identificar.

Desde ahora le digo que uno debe estar dispuesto a pasar seis horas para disfrutar el álbum completo, pero, creo que podría darle una vista por partes ya que hay una subdivisión entre cada track para agruparlos en fases -algo que trataré en unos instantes. Y no es algo que parezca atractivo cuando empezamos, gran parte del disco es la repetición de varias canciones con distintos tonos y formas de jugar con ellos, así que, si no tiene paciencia o no conoce el contexto en el que el álbum se cuenta a sí, definitivamente no le gustará.

El ritmo es lento, bastante relajante y podría escucharlo incluso, al trabajar en su computadora -como yo, justo ahora. La razón es que se presta a ello y tal vez recomendaría que se escuchará de esa forma, con audífonos y haciendo alguna otra actividad donde podamos enfocarnos y dejar que corran las canciones. Pero a ver, ¿qué clase de álbum es este?, ¿qué clase de álbum demanda tanto tiempo?

Siendo sinceros, no podría clasificarlo en una categoría pero podría nombrarlo como un género experimental, en la forma en que canciones de la década de los treintas, pueden cambiar completamente con un par de efectos. Ahora, el trasfondo y la temática refiere a los padecimientos mentales que alteran la memoria y los traslada a un efecto musical que nos hace darle vueltas a la misma canción una y otra vez pero cada vez más distorsionada.

Sé que seis horas parecen ridículas para lo que comento, y es una fortuna que esté diseñado en varias partes que podemos digerir en distintos momentos del día. De forma que es casi como si se comentaran seis álbumes conceptuales, convirtiendo de poco a poco al público, en otra parte de la memoria que se distorsiona con cada minuto.

En la primera fase, aunque con un poco de estática de por medio, podemos escuchar versiones acústicas de canciones como “Heartaches”, “Say it isn't so” y “Alabamy bound” en bucles que varian muy poco realmente, por lo que recomendaría solo escuchar los primeros tres tracks y el último para resumir esta fase.

Dentro de la segunda, podremos notar más variaciones cruzando por nuestros audífonos y el deterioro se hará más evidente, de la misma forma, solo basta con escuchar los primeros tres y el último para que no sea tan largo el álbum.

La tercera y cuarta parte podrían ser una sola, pues tienen aspectos muy similares al retratar un recuerdo, pero se debe escuchar con mucha atención para darse cuenta de los mínimos detalles, cuando a mitad de una canción cambia a otra completamente diferente y parece casi como un dejá vú. Aquí no hay un orden a seguir y podría ser completamente aleatorio cómo quiera seguir con unas dos o cuatro canciones de ambas fases.

Partiendo de la quinta y sexta parte, llegamos a un punto de no retorno, con momentos lúcidos sí, pero con un sonido completamente manchado y opaco, es muy difícil poder identificar una voz o el origen de los sonidos que se internan en la estática y podría decir que, de forma muy inquietante, se asemejan a una banda sonora de suspenso, donde, de poco, el sonido se disipa hasta dejarnos sin nada qué recordar.

Descender a todas estas partes del álbum, leyendo además las descripciones que da el autor, es una experiencia completa en sensaciones y una que recomendaría ampliamente como una introducción a los álbumes conceptuales.  Everywhere at the end of time podría ser la banda sonora al miedo de ser olvidados, de terminar como el último track, en medio de la lucidez y ruidos incomprensibles de una marcha fúnebre, y si un álbum puede lograr ese efecto, entonces vale la pena darle una oportunidad.

Pablo Delo lanza “Volvamos a la vida”


El cantautor poblano Pablo Delo vuelve a “Casa Yonki” para la producción de su segundo material discográfico “Volvamos a la vida”. A finales del 2020 se publicó en las plataformas digitales el disco “Fantasmas” teniendo una respuesta favorable en Puebla y otros estados del país.

“Volvamos a la vida” es el primer sencillo del disco, en el que los textos son el producto de días de encierro, de negarse al fastidio que puede ocasionar largas jornadas de convivencia; de aguardar un momento más para volver al rumbo y lugares que frecuentamos cuando debamos hacerlo.

El álbum será publicado en el primer semestre del 2021 en todas las plataformas digitales.

“Dejamos que el tiempo sea tan fugaz y relativo, perdiendo su valor: a mayor sufrimiento menor placer de lo más simple. Hoy nos encontraremos absortos en la ciudad, ante el caos que habita en nosotros, y no haremos más que sonreír y cuidarnos; los momentos y las personas nos recuerdan que vivir es algo más que un transitar incierto”.

            (Joos Mort)

 


Porfiado: baladas rock sobre las contrariedades de crecer

Las reseñas innecesarias | Por Juan Jesús Jiménez 

Como adolescentes lo sabemos: muchas de las cosas que vemos, no nos agradan. Situaciones como la indecisión, el miedo a crecer, el odio y la soledad son cosas que son inherentes al crecimiento humano, resulta curioso que exista un álbum que aborde estos temas de forma tan ligera y los lleve a un punto por demás gracioso y reflexivo al mismo tiempo.

Porfiado, el decimotercer álbum de la banda uruguaya del Cuarteto de Nos, se vuelve en cada pista, una balada rock sobre las contrariedades de crecer. Lanzado en Abril de 2012, ganador a mejor álbum Pop/Rock y mejor canción rock de los Grammy Latinos en ese mismo año, ha sido uno de los mejores trabajos de la banda dirigida por Roberto Musso.

Posterior a discos como Raro, Bipolar y Cortamambo, el Cuarteto de Nos logró retomar los mejores puntos de su trabajo para traernos -el que para mí es- el mejor álbum de la banda. De mano de la sátira a situaciones comunes o humor parecido al de la canción de Mamá, el bajista me está pegando, bailando siempre entre el pop y el rock alternativo, es posible que Porfiado prolongue aún más el legado de la banda en la historia del rock latino.

Desde canciones como Buen día Benito y Lo malo de ser bueno, podemos encontrar la tónica de las letras y el ritmo tan dinámico que caracteriza el disco; siempre con cierto humor y teatralidad que dan un estilo único a las expresiones que impulsan el hilo principal, ser un necio que se resiste a crecer.

Si no supiéramos que Roberto -quien compuso gran parte de las canciones- tiene 59 años, sería fácil creer que las letras salieron de una pluma adolescente.

Ahora, fuera de lo reflexivo que puede resultar, hay canciones que sirven de cierta forma como un alivio cómico, caso de El balcón de Paul, que con sus bromas y referencias constantes, dan la sensación de realmente estar en una fiesta tremenda que se desparrama en la propia canción y en la melodía de la guitarra como los gritos de la gente. No te invité a mi cumpleaños, podría ser otro ejemplo, con una letra que cualquiera podría dedicar a su ex y con un sentido de catarsis como forma de vivir. Y aunque estas dos canciones son las más evidentes en su intención, todas las canciones siempre llevan ese doble filo para identificarse e identificar a otros en las canciones.

Pero no es solo la forma en que se adoptan estos temas lo que hace tan atractivo el disco, sino la experimentación de la combinación del rock con otros géneros que parecerían muy lejanos como la cumbia. El final de Vida ingrata y la canción de Enamorado tuyo parecerían una broma para un fanático de Iron Maiden, pues, aunque podemos escuchar las guitarras y las baterías como base de la canción, son los cencerros y los güiros quienes llevan el ritmo propio de un sonidero.

El resultado tan bizarro y atrayente que resulta, hace que Porfiado sea un álbum que se puede escuchar mirando el techo, causando destrozos en nuestra habitación o bailando con nuestros amigos en el pasillo de la escuela. El hecho de ser tan abierto y reconocible para el público, hace que ponerle atención a la lírica sea un acto inconsciente que al término de cada canción, nos haga ser más cercanos a la siguiente hasta acabar el disco.

Ciudad soledad: ucronía musical y un coctel de steampunk sonoro

Por Sergio Martínez


Iván García y Los Yonkis lanzan su quinto disco de estudio llamado Ciudad Soledad. Trabajo que contiene 13 tracks conformados por letras de Iván García y música de Los Yonkis. Esta nueva placa musical producida por Iván Carrillo y grabada en Casa Yonki, condensa referencias estilísticas a Bob Dylan, Johnny Cash, Tom Petty, Neil Young, Bruce Springsteen, y Quique González, rolas repletas de referencias contemporáneas y musicales que nos invitan a desentrañar el ruido de fondo para encontrar una propuesta musical desde provincia.

1.- Ciudad Soledad: carta de presentación del disco. Puede ser Puebla, Analco, Cholula, un bar, o la sala de tu casa, se trata de estar acompañado y compartir con un Jack en la mano, graznar o bailar dancing in the dark.

2.- Tiempo: enumeración de lo observado, de lo gozado y sufrido a través del tiempo, a veces este se detiene eternizar lo vivido.

3.- La loca: los separa el día, son diferentes, a veces contrarios, pero complementarios.

4.- Sarcófago: pareciera que todo sucede en Londres, Puebla o Ciudad Soledad, nunca lo sabremos; la ciudad desaparece cuando la iluminan los primeros rayos del sol, mientras los protagonistas ya descansan en su sarcófago.

5.- Cenicero: cambiar de carril, no de destino; entregarse a lo querido sin miedo a perder la esencia.

6.- Whisky y anfetas: un coctel de pertenencias, de lugares y relaciones, las pastillas y el alcohol es lo de menos.

7.- Desayuno en el bar: recuerdos en cascada, cada cosa, cada elemento es un recuerdo preciso, el olvido no llega de ninguna manera.

8.- Gárgolas: una tristeza como el mar. El testigo que observa, se queda con la arena, duda que exista el mar.

9.- En casa: monotonía casera, monomanía personal.

10.- Carta: mensajes a los que ya no están, misiva que va a ningún lugar esperando que llegue a las manos adecuadas, esperando tener una respuesta.

11.- Vendrá la muerte: ¿importa la forma de morir? Todos nos vamos a enfrentar a ese momento, si es con alguien parece ser mejor que de manera individual.

12.- Gato: ser un caprichoso felino, merodear, ir de un lugar a otro, regresar a casa a tomar un mezcal.

13.- Estepicursor: ir a favor del viento a cualquier parte, deslizarse a ras del suelo. Probar el mineral, olfatear al animal… al humano animal.


Con este disco esta banda poblana nos regala en sus canciones una ucronía musical y un coctel de steampunk sonoro que pretende hacernos llevadero un año de mierda. Quizá estas rolas nos ayuden a transitar por una pandemia que nos ha arrebatado a familiares y amigos y parece no tener fin. El disco ya puede ser adquirido en las redes sociales de la banda.

“En casa” Iván García y Los Yonkis lanzan “Ciudad Soledad”

De la mano de un segundo sencillo, Iván García y Los Yonkis lanzan al mercado su nueva producción discográfica: Ciudad Soledad. Tras la publicación de “Cenicero” a inicios de noviembre, la agrupación estrena el single “En casa”, tema referente al confinamiento y la situación de emergencia que hemos vivido durante este año. 

“De haberse publicado esta canción en otra época tendría un significado completamente diferente. El enclaustramiento al que fuimos confinados derivó en muchas cosas tanto positivas como otras de origen más oscuro, como la ansiedad o la depresión”.

Este 1 de diciembre se estrena “En casa” en las principales plataformas musicales, dedicada a todos aquellos que permanecieron en cuarentena lejos de los seres amados. Cabe resaltar que a partir de esta fecha también se podrá adquirir la versión digital del disco “Ciudad Soledad” a través de las redes sociales de la banda. El material en formato físico estará disponible a partir del 7 de diciembre con envío a toda la República Mexicana. 

“Habemos personas que no percibimos la realidad en medio de cuatro muros. Necesitamos salir a la calle y recorrer las callejas más antiguas de la ciudad… Esta canción se gestó en casa y esperamos suene en la suya”.

“Ciudad Soledad” es el resultado del trabajo de los difíciles meses de contingencia y representa el quinto álbum de estudio de Iván García y Los Yonkis. Fue grabado, mezclado y masterizado en Casa Yonki y producido por Carlos Iván Carrillo. El arte del disco corrió a cargo de Israel Díaz “Chk Dsg”. 

Momentáneamente no hay una fecha definida para la publicación del disco completo en las plataformas digitales.

Iván García y Los Yonkis lanzan la canción «Cenicero»


La agrupación poblana de rock “Iván García y Los Yonkis” ha dado a conocer el lanzamiento de “Cenicero”, sencillo que representa el primer adelanto de su nuevo material discográfico titulado “Ciudad Soledad”. La canción estará disponible a través de todas las plataformas digitales y redes sociales de la banda a partir de este 6 de noviembre.

“Cenicero” también se encontrará en YouTube con un videoclip rodado en el Teatro Cholula Ciudad Sagrada de San Pedro Cholula. El sencillo en su formato audiovisual estuvo dirigido por Manuel Duarte de Overclocked Productions.

Por su parte, “Ciudad Soledad” se encumbra como el quinto álbum de estudio de la banda conformada actualmente por Iván García, Carlos Iván Carrillo, Jhu Camero y Alberto Ambriz; y es el trabajo de los difíciles meses de contingencia que todos hemos lidiado durante el año, pero que para la comunidad musical y artística de nuestro país ha representado un duro golpe no sólo en el ámbito social y productivo sino también en su modus vivendi.

Por lo anterior y con la finalidad de hacer frente a la difícil situación, el nuevo disco de “Iván García y Los Yonkis” se lanzará oficialmente el 1 de diciembre de 2020, únicamente en su formato físico, mismo que se podrá adquirir a través de las redes oficiales de la banda con envío a cualquier parte del territorio nacional.

“El álbum musicalmente será un homenaje a nuestros héroes del rock como Bob Dylan, Neil Young, Quique González y Tom Petty, entre otros. Letrística y conceptualmente va con dedicatoria a todos aquellos que se llevó la pandemia, a los que se quedan y a nuestra ciudad que se desoló durante semanas enteras”

Conformado por 13 composiciones de Iván García, “Ciudad Soledad” fue grabado, mezclado y masterizado en Casa Yonki y producido por el propio Carlos Iván Carrillo. El arte del disco corrió a cargo de Israel Díaz “Chk Dsg”; Santa María Récords colaboró en la producción ejecutiva de la nueva placa musical. 

De momento no hay una fecha definida para la publicación del material en las plataformas digitales.

Zapandú, el álbum irreverente de Valgur

Por Erick Araujo


Valgur es una agrupación de tres talentosos jóvenes conformada por: Elizabeth Valdivieso, Hugo Valdivieso Julio Sánchez. Son originarios de la ciudad de Juchitán de Zaragoza en Oaxaca y ésta misma fue la musa en la creación de su más reciente placa discográfica Zapandú.

Su primer material discográfico titulado Trébol los llevó a participar y llevar su propuesta musical a lo largo del país, en diversos foros culturales de la talla del Lunario del Auditorio Nacional, El Imperial, Foro del Tejedor, Foro Moby Dick y Festival Barnasants, éstos dos últimos en España.

La propuesta musical interpretada por estos jóvenes se basa en la inclusión de elementos de la cultura zapoteca –asentados en Oaxaca, Guerrero, Puebla y México- a sonidos pop ochenteros y noventeros con synths característicos de la época.

El álbum Zapandú desprende nueve canciones donde podemos encontrar los sencillos: Rogelia, Vampiro, Zapandú y El Pozo. Esta última versa en torno a la lamentable situación de feminicidios y desapariciones que vive México, un hecho que inspiró a la agrupación para apoyar a todas aquellas voces que han sido silenciadas u ocultadas en el país, irónicamente la misma canción fue retirada de su setlist en la presentación de su álbum en un programa de televisión nacional.

“Todos callan, ¡qué mal! No aparezco en los diarios. Todos callan, ¡qué mal! No aparezco en la radio.”

En el aspecto sonoro, Zapandú es un álbum que se disfruta de inicio a fin en por toda la armonía que genera y además, la instrumentación que transporta al sur de México para conocer un poco más de las raíces de la cultura zapoteca. Esto sin dejar pasar las líricas que tocan temas muy sensibles en una sociedad en transición, destacan Infancias Trágicas, Zapandú y Desnudx.

Zapandú no sólo desprende hits como cualquier material discográfico, sino que toca temas profundos y reflexivos en un intento de acercarse a la sociedad y abrir el diálogo en torno a las problemáticas que surgen desde la comunidad.

No puedes dejar pasar la oportunidad de escuchar este magnífico álbum que da apertura a nuevos horizontes sonoros. 

Big Search: un gran hallazgo

Blue Street | Por Hugo Ernesto Hernández Carrasco

@H7GO

En las artes, hay constelaciones que brillan en solitario en medio de la gama de oscuridades que circundan su universo, que al igual que el universo descrito por Carl Sagan o Neil deGrasse Tayson, se encuentra desde su origen, en constante expansión. Los azares parecen en este sentido, una ley gravitacional que ayuda a desentrañar los caprichosos descubrimientos, el magnetismo explicable e inexplicable hacia ciertos polos que atraen otros cuerpos, creaciones; algunas fugaces, algunas permanentes en la memoria colectiva, y otras discretas, silenciosas, dibujadas entre el destello y la fuga: sólo se alcanzan a ver por unos cuantos afortunados, mientras se quedan atentos a cierta hora de la noche, frente a un trozo de esa inmensa bóveda que es el cielo estrellado. Así pasa con la música, la pintura, las letras y otras tantas artes.

Durante la presente reseña, quiero compartirles el encuentro con un pequeño trozo de ese cielo, mientras hurgaba las profundidades de Spotify en busca de música, que entre otras cosas, no sólo me ayudara a sobrellevar el confinamiento voluntario en el que nos tiene la pandemia, sino también, que estrujara mi fibras más sensibles; a veces para encontrar un poco de quietud inercial, otras, para retomar un segundo impulso, un viento suave para la balsa de certezas, en medio de la marea que nos impone la rutina. En mi caso particular, encontré a Big Search, un proyecto de Matt Popieluch; con apenas veintitrés mil oyentes mensuales y menos de siete mil reproducciones en Youtube, ha sido para mí, un gran hallazgo. En esta ocasión, abordaré un par de canciones (To feel in love y Stillness in the Air), que personalmente, me impactaron, aunque sobre decir que, hurgando el material a fondo, se descubren otras joyas ocultas, basta escuchar los álbumes Role Reversal (2014) y Slow Fascination (2019) para darnos cuenta.

 

Desde la ignorancia o el impulso, uno siempre se cuestiona ¿qué sentido tiene volver a cantar una canción, reinterpretarla? ¿qué sentido tiene volver a revivir ciclos que además, fueron de otros? Big Search nos demuestra que siempre hay algo qué decir, aún bajo la misma lógica, dirección y sentido de los acordes, de las letras. Con To feel in love, logra cuarenta años después, añadir ese sello particular que tiene la voz de Popieluch, que no es sino una lluvia que desentierra paciente las palabras, encarrilando la letra de sus canciones como un murmullo que va dejando huella. Este cover cuyo intérprete original fue el italiano Lucio Battisti, es reinterpretado en la voz y guitarra de Matt Popieluch, apoyada a su vez por la voz y el sintetizador de Toby Ernest, por el bajo de Carl Harders, y la batería de Garrett Ray; juntos, conforman la tripulación de un viaje que dura poco más de seis minutos.

En el caso particular de To feel in love, a pesar de que vamos navegando aguas tranquilas durante los primeros tres minutos y medio, cada instrumento parece, un coro de voces mixtas que te murmura lo que es el amor, lo que se siente ese verbo caprichoso que llamamos amar. La batería es durante el trance, un péndulo topando los bordes de la balsa, y el bajo, una serie de piedras que se avientan de manera sincronizada, formando ondas sobre la leve corriente que se forma al escuchar la canción; entonces, cuando ésta parece agotarse, haberlo dicho todo, cuando ya no hay más por escuchar, llega la flauta de Joe Santa María para alcanzar el climax del viaje: a partir de los tres minutos con treinta y nueve segundos, ya nada vuelve a ser igual. Hemos caído bajo el breve hechizo de esa armonía, donde además, el sintetizador, nos extiende la sensación de soñar despiertos.

Por otra parte, también está la canción Stillness in the Air, compuesta por Popieluch, y que resulta una revelación en el sentido de su musicalidad, sobrecogedora cuando se leen a conciencia las letras. Lily, quien es el personaje a la que se refiere durante la canción, puede ser cualquier persona a la que, frente a la tormenta que se avecina, se vuelve un faro, una imagen a la cual buscamos aferrarnos. Súplica moderna, crónica de lo que viene, atemporal, demuestra que a cualquier hora, en cualquier espacio, nos mantendría suspendidos durante los cuatro minutos que dura; la imagen del álbum a la que corresponde Stillness in the Air es una representación fiel de dicha sensación.

Ambas canciones, por supuesto, no son una especie de sedante cursi, y ese es el principal mérito de Big Search, no renunciar con la melodía formada, a alumbrar la estética del dolor, que, aunque discreta, puede sentirse a lo largo de estas y otras piezas, como delgado trazo, producto de esa dialéctica ondulatoria que define las emociones humanas, entre la fragilidad y la fortaleza. Sentimos el mar de las canciones, con sus olas, quietudes y contrastes, toda vez que acostumbrados, nos percatamos que se han activado los sentidos.

Finamente, queda desear que pronto, más personas se vean envueltas por su extraordinaria música, y que Big Search tenga larga vida y siga expandiendo ese hermoso universo, al que nunca le sobrarán buenas canciones.

El cantautor Pablo Delo lanza sencillo “Tu mirar”


Pablo Delo es un cantautor mexicano nacido en la ciudad de Puebla, de tendencias musicales enfocadas en la trova contemporánea, pop y balada romántica. En 2012 realizó sus primeros versos a guitarra y voz, creando una figura musical basada en vivencias personales y el dolor ajeno.

Dos años después participó en conciertos de canción de autor denominados "Peñatour" en diversos foros poblanos donde pudo compartir escenario con Iván García, Miguel "El Méndez" y Marco Rojas, entre otros.



Recientemente ha lanzado "Tu mirar", primer sencillo de su nuevo material, producido por Iván Carrillo, productor musical y guitarrista de "Los Yonkis"; en donde con un conjunto de canciones desarrolladas en el camino, explota la lírica y emociones de cada pieza formando una estética musical que deja de lado la "guitarra y voz" para la realización discográfica.

El disco llevará por título "Fantasmas" y llegará a finales de junio de este 2020. Contará con algunas  colaboraciones sorpresa y estará disponible en las diversas plataformas digitales. La producción se realizó bajo el sello "Casa Yonki" y el arte del material corrió a cargo de Israel Díaz "CHK".

"Es sepultar el tiempo compartido que no llega a un lugar con un alguien de momentos cortos y reales".

Hugo Segovia y su reinvención melódica

Por Erick Araujo

Hugo Segovia o como algunos lo conocen ‘Poyo Segovia’ es un cantautor originario de Delicias, Chihuahua. Inició su carrera en la música con apenas 12 años al recibir su primera guitarra acústica, escribiendo junto con ella increíbles canciones que han cautivado a miles de personas que lo han llegado a escuchar. Optando por líricas de desamor, algunas otras de amor y sin dejar atrás las que salen del corazón al par de un instrumento análogo.

Con más de 15 años de carrera, Hugo Segovia no ha parado de hacer música y en estos últimos ha publicado un álbum homónimo y con su nueva producción titulada Perfectos Extraños ya ha lanzado tres adelantos  Aire, Inquieto Corazón y Más Que Perder. Donde tras pasar por un pop/rock alternativo en su antecesor (Hugo Segovia) se reinventa en un jazz melódico para su nueva placa transformando el pleno goce de los instrumentos y la asombrosa interpretación que da como resultado un deleite auditivo.



Son precisamente estos elementos en su conjunto los que hacen que Poyo Segovia cuente con una increíble fanbase por toda la República Mexicana y además algunos cuantos países de Latinoamérica que lo apoyan incondicionalmente.

El artista muestra su lado más íntimo a través de la música y cuenta con hits como Antes de Colgar, ¿En Dónde Estás?, Decirte Te Amo y sus más recientes sencillos donde encontrarás Tu Nombre, Rencor, Aromas y Soy Pésima Idea

No pierdas la oportunidad de escuchar a Hugo Segovia, su exquisito repertorio y ahora su nueva propuesta de jazz melódico en sus últimos lanzamientos.

Las «Luces» de NÖRTE

Por Erick Araujo


Originarios de Culiacán, Sinaloa; NÖRTE es una banda de Rock Alternativo y Post-Rock conformada por: Ángel Behar (vocalista), Mariano Peimbert (guitarrista) y Jorge Hernández (baterista) que presentan su nuevo single titulado Luces, incluido en su nuevo EP llamado Todo Sentimiento es ya Memoria.

Aunque en los últimos tiempos las bandas emergentes de rock o sus derivados, no logran alcanzar la popularidad acostumbrada por el género en antaño, para NÖRTE no ha sido un impedimento, gracias a su propuesta musical diversificada que ha logrado cautivar a parte del público, aun en sus primeros pasos como músicos profesionales.

NÖRTE no se cataloga como una banda tradicional de rock pesado o rock suave, ni como una propuesta que anda vagando hasta encontrar la mezcla musical que buscan infinidad de grupos, todo lo contrario, gracias al ingenio de cada uno de los integrantes han logrado explorar una amplia gama de sonidos y guiños que podemos escuchar en bandas de alto calibre como The 1975, My Chemical Romance, Bring Me The Horizon, por citar algunas.

He tenido la fortuna de presenciar algunos de sus shows y vale la pena cada centavo invertido en su proyecto ya que ofrecen una conexión completa con la música, corazón y mente que puedes encontrar en cada una de sus canciones. Sean éstas de su EP No Somos los Mismos de Ayer y/o los nuevos singles para su próximo nuevo EP Todo Sentimiento es ya Memoria. Incluso me tocó verlos como abridores de una gran banda chilena de rock alternativo como lo es Fármacos en el Foro Bud Light de la Ciudad de México, que no es poca cosa.


Si estás buscando qué escuchar en estos días y te gusta diversificar un poco tu playlist, sin duda alguna NÖRTE es un buena opción con letras y melodías oscuras a través de synths, guitarras eléctricas y una voz que brinda al escucha un cúmulo de emociones que no puede dejar pasar por alto. Entre las más destacadas de sus composiciones encontramos: 1058, Rayo, 17, No Hay Futuro y su más reciente sencillo Luces, que es el segundo adelanto de su nuevo EP, una canción que marca una evolución en sonido de la agrupación sinaloense, además de que es una de las favoritas de los integrantes y que toca temas muy sensibles de conexión emocional entre seres perdidos, retomando la oscuridad que se les caracteriza en su lírica.

Recomiendo escuchar en bucle a esta banda emergente que estará dando de qué hablar en los próximos años y tampoco vayas a perder la oportunidad de ir a uno de sus shows porque te garantizo que encontrarás acordes que encenderán tu gusto por la música.

El brit rock de Wishbone Ash vuelve a escena

Prog'n'roll jazz y más... | Por Carlos Progduck | 


La banda inglesa Wishbone Ash goza de una buena reputación, así como de una larga discografía que comenzó en 1970 y recorre géneros como el folk, el hard, el blues y el progresivo. Este año han publicado su vigésimo octavo álbum de estudio: Coat Of Arms en el que nos muestran sus facetas estilísticas con un tono de aire refrescante donde se aprecian una sección rítmica intuitiva e ingeniosa, riffs altamente técnicos de guitarras gemelas y una vocalización acorde a las canciones.

Definitivamente un álbum de más de 61 minutos equilibrados, estilísticamente diversos y con un logro técnicamente elegante que fortalece la tradición de esta banda.

Consideremos que será uno de esos álbumes que este año llegará al gusto de las mayorías por el cúmulo de cualidades en el invertidas.

Descubramos dichas cualidades y que la música sea y permanezca entre nosotros.





Alineación:
- Andy Powell / voz, guitarra
- Mark Abrahams / guitarra
- Bob Skeat / bajo
- Joe Crabtree / batería

 
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