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Copy-paste o los 'remakes hoolliwodenses'



Cine en Movimiento-
Por Shaggy-

A riesgo de que en las siguientes publicaciones cataloguen a este humilde servidor como un intolerante a los constantes ataques propinados por el cine norteamericano a obras, que si bien no son únicas, por lo menos son lo más cercano a la originalidad fuera del sistema holliwoodense... Todo empezo un tranquilo fin de semana cuando me entero que se había hecho el remake de 'Old Boy', magistral película realizada en 2003 por nuestro querido y no bien ponderado Park Chan-Wook. Ya estamos acostumbrados a que los gringos le den en la madre a películas que ellos consideran pudiesen verse más chidas en un formato, digámoslo así, 'mejor logrado al estilo Holliwood'.

Todos en algún momento nos hemos enfrentado a ello, cítese 'El Aro' (Gore Verbinski, 2002 y original en 1998 por Hideo Nakata) que dio lugar a esa ola de cine oscuro y 'espantador' asiático que nos invadió por allá de finales de los 90. O lo que hicieron con 'Abre los ojos' (Alejandro Amenábar, 1997) que más tarde se llamaría 'Vanilla Sky' (Cameron Crowe, 2000) y que curiosamente tendría a Penélope Cruz interpretando el mismo papel en los dos filmes. No, eso no fue lo que me sacó de mis casillas queridos y apapachados lectores, no. 

Lo que me ha llenado de ira, fue que, una vez que pusimos en la mesa las inconsistencias, faroleces y plagios que Spike Lee imprimió en lo que muchos han catalogado una de las 'mamadas' más grandes en lo que a remakes se refiere -léase de nuevo 'Old Boy'-, me han hecho saber que la cosa no se queda ahí; y es que se ha dado a conocer la intención de hacer el remake de una película argentina que en lo personal considero es un bello filme llamado 'El secreto de sus ojos' (José Campanella, 2010), y que será llevada a la pantalla gringa por Billy Ray -escritor y director- que dirigió hace no mucho un churro llamado 'Los Juegos del Hambre' en 2012. ¡Cómo es posible! Además hay rumores que el papel que interpreta magistralemte el afamado en todo el mundo Ricardo Darín será para Denzel Washington -maldita sea-.

Más o menos vamos viendo por dónde va la cosa ¿no?. .. y es que no se trata únicamente del hecho de hacer el remake o no; en muchos de los casos se permite al director original volver a dirigir la película, dando chance a reinterpretarse a sí mismos, cosa que me parece un tanto absurda si es que entendemos más o menos el proceso. Sin embargo, la mayoría de las veces simplemente se echa a perder la versión original. Claro, los mexicanos somos los menos copiados por obvias razones, pero nosotros hacemos lo propio con otras particularidades en las que nos pintamos solos -cítese telenovelas- y tropicalizamos, por así decirlo, cuanto churro melodramático pega en otros lares del continente.

La realidad es que los vecinos del norte llevan haciendo esto desde hace mucho tiempo atrás y no sólo a otros países sino también dentro de casa. Recordarán 'Psicosis' de Gus Van Sant (1997) que simplemente fue un 'copy-paste' plano a plano de la magistral película de Hitchcock de 1960; o 'Los Siete Magníficos' también de esos años con Clint Eastwood, que es un refrito de 'Los Siete Samuráis' de Kurosawa realizada en 1954. 

Lo cierto es que muchos de estos filmes eran plagios absolutos, pues no avisaban si quiera a los autores originales de su producción. Digamos que el sistema de estudios americano lo que pretende es aumentar todas las ganancias en taquilla o 'box office', y muy al contrario de lo que pasa en el pais de la tortilla, los norteamericanos no aceptan tan fácilmente ver películas de autor o simplemente -como a muchos que conozco- les da güeva leer letritas durante las muvis. Es por eso que se han dado siempre a la tarea de adaptar historias y ya de paso reformar lo que se ha hecho antes o darle una manita de gato. 

Para pesar de muchos de nosotros, este fenómeno es muy aceptado por la mayoría de la sociedad y para aquellos que ya pasamos de las tres décadas y amamos este oficio que es el cine, nos parecerá aberrante, pero hay que reconocer que hay un cambio generacional que se vive hoy en día y muchos de los nuevos 'escuincles' no han tenido la oportunidad de ver las versiones originales de estas películas. Es aquí donde entra la labor de los medios alternativos de comunicación enfocados a la cultura cuya labor es preservar un estilo o género cinematográfico que puede seguir siendo explotado hasta el cansancio. 

Algo similar a lo que pasa cuando escuchas canciones de Daniela Romo cantadas por tu sobrina de ocho años, no es que su mamá la atormente con esos discos todos los días -eso espero- sino más bien lo que sucede es que algún artista de esos que se hacen en chinga hoy en dia, 'refriteó' la rola para hacerla popular de nuevo -plan con maña de de las disqueras-. Pero pues así es esto. Sólo espero -y les recomiendo- que cada que vez que vayan al cine a ver una peli 'nueva' lean la reseña y se den una vuelta por el 'trailer' en YouTube para ver si no les resulta algo familiar a lo ya conocido.

Cuatro logros de la “Obediencia Perfecta” de Luis Urquiza

Por Jaime López Blanco 

Las carteleras de la República Mexicana, el pasado 1 de Mayo del presente año, estrenaron la película nacional denominada “Obediencia Perfecta”, ópera prima de Luis Urquiza, quien, a pesar de presentar hasta ahora su primer trabajo como realizador, lleva más de dos décadas dedicado a la producción audiovisual, tanto en televisión como en cine. Al respecto de la obra en cuestión me gustaría presentar a continuación lo que considero son sus mejores aciertos: 

El primer tino de la cinta de Urquiza, la cual centra su argumento en la historia de ¿amor?/abuso/subordinación entre un niño casi adolescente y el sacerdote líder de un grupo católico denominado “Los Cruzados de Cristo” -grupo en el cual se ordena el niño como seminarista- es que se aventura a tocar un tema de gran interés social y público, espinoso sí, doloroso también, pero vigente e innegable que debería invitar a la sociedad mexicana a desempolvar su memoria, quitar vendas de los ojos y crear un ente más informado y menos apático en cuanto a problemáticas sociales se refiere.

El abuso de menores, suceda en grupos de la iglesia católica, en algún sector religioso, o en cualquier ámbito privado o público, quizá es el crimen más nefasto que pueda surgir de las entrañas de los hombres y con el cual NO existen las “medias tintas” al respecto. Se desprecia y se juzga sin condescendencias al victimario. 

El segundo logro del largometraje “Obediencia perfecta” es que presenta el tema del abuso infantil sin polemizar o escandalizar. No implica escenas gráficas para transmitir su objetivo. Se tiene especial cuidado con las escenas que pudieran causar polémica debido a lo grotesco del asunto. Quizá eso podría parecer tibio a cierta gente, pero las decisiones y objetivos de los creadores deben respetarse; promover y defender la libertad de ideas y su libertad artística. El director de la película lo ha comentado en varias entrevistas, su objetivo no era el de provocar el escándalo en la iglesia católica, sino más bien de prevenir un problema en la sociedad. Una vez confesado ello con claridad, podemos comprobar que el objetivo del filme se cumple sin mayor problema. 

En tercer lugar, la película sí logra abordar una perspectiva o arista importante del asunto de la pederastia, un aspecto que se encuentra contenido desde su título: la obediencia. Se muestran los diferentes niveles de obediencia a los que se llegan, o que se fomentan o imponen, con tal de hacer creer a la víctima de abuso infantil que lo que está a punto de vivir no se puede saber, no se puede denunciar y hasta se debe permitir. Es esa imposición, sistemáticamente pensada desde la obediencia, la que crea y recrea patrones de una situación brutal como el abuso sexual. Además, la cinta plasmada añade un valor al argumento al plantear o “hacer ciertos guiños” de la complicidad de los grandes líderes de la iglesia, o de la ignorancia e insensibilidad de ciertos padres, que privilegian su fe ciega en los sacerdotes sobre el amor ciego, confianza y cuidado que deberían tener para con sus propios hijos. 

Finalmente, el cuarto acierto de “Obediencia Perfecta” viene del talento de su cuadro histriónico y de su apartado técnico. Juan Manuel Bernal (Ángel de la Cruz) carga con el peso de la cinta, encarnando a un lobo/sacerdote -con piel de oveja- que trata de controlar a su manada de seminaristas a través de los trucos más sucios pero también de las apariencias más educadas, dulces y pulcras. El reparto infantil o adolescente hace lo suyo al cumplir con las expectativas que demandan sus roles, resguardando la historia con lo correcto de sus actuaciones. 

En cuanto a la fotografía de Serguei Saldívar Tanaka, dos escenas son las que al que suscribe este texto le parecieron espectaculares. La primera ocurre cuando vemos en un casi primer plano al niño Julián (también llamado Sacramento Santos dentro de la película) observar el proceso de reproducción sexual entre dos chapulines: la sexualidad pura de la naturaleza en una de sus manos. Algo que quizá él no será capaz de vivir como se debe (de manera libre, voluntaria y bien orientada) a lo largo de su vida y de la historia de la cinta. 

Posteriormente, en otra escena, cuando el personaje de Juan Manuel Bernal recibe en su casa a Julián para que sea su ayudante más cercano y su protegido, aquel le dirige unas palabras y se muestra ante él como algo en la luz, como si fuera un ser luminoso, pero, al caminar unos metros ya sin Julián, y ver como se acomoda dicho niño en su nuevo dormitorio, la figura de Bernal se queda debajo de una sombra -provocada por una parte del techo de su casa- logrando simbolizar o reflejar, de manera visual, ese “demonio” latente que yace en las penumbras de la personalidad del sacerdote y que está a punto de explotar. 

Esas dos escenas, más el look cuasi elegante, utópico, y sospechoso a la vez, del seminario (digo sospechoso porque lo perfecto siempre me ha parecido dudoso) donde entra a estudiar Julián, nos permiten gozar de un excelente logro en la fotografía de Tanaka. 

Cuatro aciertos enmarcados en la interpretación de un cinéfilo provinciano, el cual espera abonar algo nuevo a lo que se ha dicho acerca de la ópera prima de Luis Urquiza, centrándome principalmente en la producción cinematográfica. Dejo de lado -por el momento- el análisis social del tema de la pederastia, invitando a quien lea esto, o que sepa del tópico, a que hable de ello en los grupos religiosos, en los medios de comunicación, en los foros académicos, en las instituciones de justicia y en las familias, de manera informada, respetuosa y comprometida, con la finalidad suprema de erradicar uno de los mayores cánceres actuales en nuestra sociedad, para que igualmente se prevenga y se legisle correctamente y de esta manera no seguir lamentándolo o sufriéndolo.
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