Procesión de los faroles: el día que Quetzalcóatl se negó a morir

Fotoreportaje: La legendaria Procesión de los Faroles representa un fraternal encuentro entre los diez barrios de Cholula, Puebla.

Esta semana, como cada año se realizó la legendaria procesión de los faroles, que representa un fraternal encuentro entre habitantes de los diez barrios de Cholula, Puebla para venerar a la virgen de los Remedios; correspondió al barrio de Xixitla actuar como anfitrión de una ceremonia multicultural compuesta de rasgos prehispánicos y coloniales que son ejemplo del sincretismo ceremonial que prevalece en la milenaria ciudad.


La procesión de los faroles se realiza el último día de agosto a partir de las nueve de la noche, los habitantes de Cholula al lado de sus santos recorren las calles con luces, pirotecnia y cánticos y concluye con la entrega de ofrendas que ofrecen los principales mayores, para después proceder a la coronación de la virgen a la media noche en el santuario religioso ubicado en lo alto de la gran pirámide, donde se ofrece una misa y se cantan las mañanitas a la patrona cholulteca.


Tradicionalmente, antes de iniciar la peregrinación por la principales calles de la ciudad, los barrios se reúnen en el exconvento a San Gabrial Arcángel, en esta ocasión la reunión fue al pie del santuario dado que la autoridad municipal no garantizó el recorrido original que por tramos estuvo bloqueado por tractocamiones, carpas y vehículos; ya el año pasado, la ceremonia había enfrentado dificultades cuando por la impertinencia del Presidente Municipal, José Juan Espinosa y de sus opositores políticos, se presentó un enfrentamiento que cerca estuvo de terminar en hechos violentos.

No fue el caso del ceremonial de este año, en el que no se contó con la debida liberación de las vías y calles del recorrido, pero tampoco se presentaron representantes del Ayuntamiento que habían anunciado su participación que no es aceptada por la mayoría de la organización ceremonial y un significativo sector de la comunidad cholulteca que ve con desconfianza a las actuales autoridades municipales integradas por personas ajenas a la región y sus costumbres.


La procesión de los faroles precede a la tradicional y típica feria de Cholula que tiene como rasgo particular revivir la legendaria costumbre del trueque, por un día, el 8 de septiembre en la plaza principal intercambian objetos y productos sin el uso de una moneda de cambio, como se hacía en la milenaria Cholollan con charales blancos, carpas, quesos, hiervas de olor y medicinales, resinas, acocotes, vainas, azafrán, cacahuates, nueces, frutas, productos artesanales, petates, mecapales, chiquihuites, canastas, ollas y utensilios de madera.

Estudiosos de la Historia de Cholula, consideran que las raíces de la festividad se remonta al periodo prehispánico por su semejanza al ceremonial que realizaban los 10 Calpulis de Cholollan, la ciudad entonces estaba dividida en cabeceras y éstas en Calpulis que eran territorios demarcados por el parentesco y sus actividades y que más tarde los españoles convertirían en barrios para imponer la colonización y catequización.


Los miembros de los Calpulis, antes de comercializar sus productos se reunían todos en el Templo a Quetzalcóatl, luego llevaban ofrendas a la diosa de las nueve lluvias en medio de antorchas hasta la gran pirámide, se sabe que a pesar de las prohibiciones a este ceremonial en los primeros años de la colonización, los indígenas siguieron conservándolos, por lo que los franciscanos solo le dieron a éstos un tinte católico y terminaron permitiéndolos.

Pasado el tiempo, construyeron su convento sobre le templo a Quetzalcóatl incluso con las mismas piedras, intentaron destruir la pirámide y levantaron una cruz en lo alto para venerar a la virgen de los Remedios e impusieron santos en los Calpulis fundiendo su denominación precolombina con la de los nuevos santos, pero sobre todo conservaron la estructura de gobierno de la antigua Cholula que tenía mando religioso, administrativo y judicial, para que ésta solo se hiciera cargo de las nuevas festividades católicas.


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