Johan Cruyff, el rockstar

10 datos que quizás no conocías de Johan Cruyff, el máximo ídolo del fútbol holandés.














 

Vivió en el Olimpo del fútbol mundial desde que apareció con la Naranja Mecánica de los 70. Ahí, al costado de Pelé, Maradona, y haciéndole un espacio a Messi para cuando 'La Pulga' se retire. Johan Cruyff falleció a los 68 años de edad víctima del cáncer. Estos son diez datos que quizás no sabías del ídolo más grande del fútbol neerlandés.

SALVÓ AL ‘CHOLO’. En 1974, Johan Cruyff compartía el vestuario de su Barcelona con un peruano ilustre por esas tierras. Cuando Hugo Sotil anotó de un cabezazo el 5-0 en el Bernabéu y corrió a festejarlo, Johan tomó a su compadre del cuello y le dijo al ‘Cholo’ que no sea tan efusivo: “¿Qué haces? No celebres que acá te matan”, le dijo, según testimonio de Sotil, que optó por morderse la lengua en plena celebración.



LA CAMISETA MARCA CRUYFF. En el mundial del 74, Johan Cruyff era líder, ídolo y erudito del fútbol total. Pero también sabía jugar sus fichas: justo antes de la Copa del Mundo firmó un contrato con la alemana Puma, archirrival de la Adidas que auspiciaba a su selección. Para no vestir otra marca durante la competencia, Cruyff ideó su propia versión de la camiseta holandesa quitándole una de las tres habituales rayas a la Adidas.



NI MESSI NI CRISTIANO RONALDO. El equipo ideal de todos los tiempos de Johan Cruyff no tenía a Messi ni a Cristiano Ronaldo. Algo proclive a los ídolos más antiguos, el holandés pudo reunir en una delantera a Maradona, Pelé y Garrincha, amén de cuatro monstruos en la volante como Pep Guardiola, Bobby Charlton, Piet Keizer y Alfredo Di Stéfano. Su defensa tenía a Carlos Alberto, Franz Beckenbauer y Ruud Krol. En el arco estaba Yashin. ¿Y Cruyff? No se puso en la lista, pero fácil se imaginaba dirigiendo a ese equipazo.


EL NOMBRE PROHIBIDO. Johan, un tipo que se hizo catalán desde su llegada al club en 1973, bautizó a su hijo, nacido al año siguiente, como Jordi. Esto no hubiera sido ningún problema si es que ese nombre no hubiera estado prohibido hasta 1977. El gobierno de Francisco Franco había vetado los nombres que no fueran castizos y eso permaneció así hasta la caída del régimen. “Yo nunca supe que no se podía inscribir el nombre de Jordi en aquella época. A mí solo me gustaba cómo sonaba y se lo puse a mi hijo sin saber si se podía hacer o no”, señaló en una entrevista a Marca.


EL LEGADO. Jordi Cruyff, como todos los hijos de los grandes futbolistas, no pudo ni siquiera asomarse a los logros de papá, que lo hizo jugar en el Barcelona más ganador después del de Messi y compañía: luego del cuadro catalán se fue al Manchester United. Después paseó por equipos menores de España, anduvo en Ucrania y se retiró en el Valletta de Malta. Luego fue gerente del AEK Larnaka y en el Maccabi Tel Aviv.

EL LEGADO II. Sin embargo, el apellido Cruyff sigue ligado al fútbol en activo: José Mariano Angoy, un portero de la cantera culé que dio el salto al primer equipo en la temporada 1994-95. Él se casó con la hija del ídolo y le dio un nieto llamado Jessua Andrea Angoy Cruyff, que dejó el 2011 a los juveniles del Barcelona para encontrar su futuro en la reserva de Wigan. 

NO AL CATALÁN. Pese a vivir años en Barcelona y hablar casi con fluidez en catalán, Cruyff se rehusaba a dar entrevistas en ese idioma: “No le quiero dar ventaja al periodista. Quiero que sea él quien se tenga que esforzar para entenderme a mí”, decía. Como en el fútbol, donde todos jugaban a su ritmo.

EL IDIOMA CRUYFF. A despecho de esto, Johan Cruyff tuvo su propio idioma: los holandeses lo llamaban “Cruijffiaans” y la palabra se usa en holanda para referirse a su peculiar forma de hablar, ausente de gramática y deformador de refranes. Uno de sus dichos, “En un momento dado”, es también el nombre de un documental grabado sobre su vida en España.


EL ASTEROIDE. En 2010, un periodista científico llamado Carl Koppeschaar hizo una campaña para que el asteroide 14282, descubierto por una pareja de astrónomos holandeses en los años 60, recibiera el nombre del genio. Lo logró: ahora se llama Cruijff (como se escribe el apellido en neerlandés). Ojo, no es el único futbolista que ha dado su nombre a un asteroide, pues antes la leyenda austriaca Josef ‘Pepi’ Bican y Ferenc Puskás bautizaron cuerpos celestes. De otro planeta.




LA CANCIÓN. A comienzos de los 70, antes de emigrar a España, alguien le propuso a un joven Johan que grabe una canción. ‘Oei Oei Oei (Dat Was Me Weer een Loei)’ llegó al puesto 21 en los ránkings musicales y hasta fue reeditada en España cuando "El holandés volador" llegó. 

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