Call me old fashioned... please! | Por Mónica Castro Lara |
I think music in itself is healing.
It's an explosive expression of humanity.
It's something we are all touched by.
No matter what culture we're from, everyone loves music.
-Billy Joel-
When Billy the kid came to town: la biografía del muy neoyorquino Billy Joel
Imagínense la escena: caminando lentamente por Central Park, una plácida tarde de otoño, con un buen café en la mano y portando nuestro abrigo favorito. Ahora, añádanle una canción de fondo y voilà! Hemos construido el momento perfecto para nuestra bucket list ¿no creen? O bueno, por lo menos forma parte de MI bucket list(aunque con eso de tener que venderle el alma al mismísimo Lucifer para
conseguir la *@!#$% Visa, dudo que algún día se me haga realidad). ¡Ah! Pero
algo importante que me faltó decirles es que la canción indiscutiblemente tiene
que ser "New York State Of Mind", de mi entrañable amigo Billy Joel.
No podía dejar que terminara el 2016 sin haber
escrito sobre este tremendo artista (ya sé que estamos en pleno noviembre, pero
para fin de año tengo planeado otra clase de artículo). Y si en septiembre
escribí sobre Phil Collins por el cumpleaños de mi papá y en octubre escribí
sobre Elis Regina por el de mi hermana, pues esta vez le toca dedicatoria a mi
mamá (aunque su cumple también sea en octubre), porque Billy Joel es sin duda
uno de sus artistas favoritos y le doy todo el crédito a mi Norminchen por habérmelo
"presentado”. Cada que escuchamos "Honesty", nos dice cuánto le gusta esta
canción y estoy totalmente de acuerdo con ella porque francamente es estupenda,
una de las grandes canciones de finales de los 70’s. Esa es una de las
tantísimas cosas que me encantan de Billy, su enorme capacidad para escribir
una gran variedad de canciones y música, como baladas, canciones pop, rock,
música clásica, etc. aaaaaunque, a algunas de esas creaciones les haga el feo,
como sucede con la mayoría de artistas. Pero bueno, se lo perdono porque aparte
de ser súper talentoso, me cae MUY bien.
Antes de comenzar a platicarles sobre quién es este
neoyorquino tan famoso, quisiera darle un pequeño consejo a los hombres que me
leen, así que pongan atención y tomen nota. Hay tres canciones de Billy Joel
que estoy casi -casi- 110% segura que a cualquier mujer nos gustaría que nos
dedicaran al menos una vez en la vida: la primera, "Just the way you
are" (cuya melodía le
llega en un sueño), la segunda, "She's always a woman"
y la tercera “She’s got a
way”. Todas, las escribió para su primera esposa Elizabeth
Weber, con quien tuvo una relación bastante pasional y que a final de cuentas,
lo marcó como artista y como hombre. El caso es que ambas letras son
terriblemente buenas, inspiradoras, tiernas y seguro han sonrojado a toda
aquella a quien se las hayan dedicado; en dichas canciones nos habla de una
mujer REAL, una mujer auténtica con sus altas y bajas, con cualidades pero
también con un montón de defectos, una mujer cruel pero incapaz de
defraudarlo... una mujer a quien quiere tal y como es. Parece que me estaba describiendo
eh... pero como nací unos 22 años después del lanzamiento del álbum “The
Stranger”, dudo
que se refiera a mí. Ya les pasé el tip… si quieren tomarlo bien, y si no,
también. Está de sobra mencionar que OBVIAMENTE son
mis canciones favoritas de Joel, o más bien, es el par que encabeza la lista.
William Martin Joel (anoten esos puntos extras de los que siempre les
hablo), nació un 9 de mayo de 1949 en Levittown, Nueva York. Sus padres, ambos
europeos inmigrantes, vieron una relación especial
entre su hijo y la música, y al ser Howard Joel un pianista profesional de música
clásica, era claro que iba a darle preferencia al piano, por lo que Billy
comenzó sus clases particulares a la edad de cuatro añitos.
Poco tiempo después, su papá se hartó de vivir en
Estados Unidos (literal) y decidió divorciarse y abandonar a su familia para
irse a vivir a Viena, una capital con verdadera cultura musical. Mientras tanto,
Billy, su madre y su hermana, se quedaron a vivir solos en un vecindario medio
conservador que los veía feo porque era la única familia de padres divorciados
que vivía ahí, por lo que Joel tuvo que aprender a defenderse de los
inagotables bullies de
Levittown y sus alrededores. Por eso, el cantante adquirió una personalidad que
hasta ahora lo caracteriza, actuar como "malote" todo el tiempo para
que nadie se metieran con él; en su adolescencia fumaba todo el tiempo, se
volaba las clases, se escapaba de casa, quería salir con chicas diferentes,
beber vino corriente y escuchar todo el tiempo al grupo que le cambiaría la
vida por completo: The Beatles. Es gracias a este legendario cuarteto que Billy comenzó a hacerse a la
idea de ser un verdadero artista, pero dejó a un lado esa idea para convertirse
en boxeador y miren que sí llegó bastante lejos eh… ganó 22 peleas consecutivas
y se hizo de una pequeña fama en Long Island gracias a ello. Joel admite que,
parte de su entusiasmo en el “bax” se debió a la ausencia de su padre en casa…
tenía que buscar un lugar en donde desarrollar y explorar su masculinidad y el
ring le pareció bastante aceptable para ello.
Mientras boxeaba y dejaba
a la escuela como en un cuarto o quinto plano, armó varias bandas con sus
amigos y hacían covers de las canciones de Los Beatles y de otras bandas
inglesas en lo que encontraban su propio sonido, así como empezar a tocar en
algunos bares locales a pesar de ser menores de edad. Llegó el momento de
graduarse de la preparatoria y le dijeron que ni madres porque no había
aprobado una materia y, Billy textualmente les dijo: “To
hell with it. If I'm not going
to Columbia University, I'm going to Columbia Records,
and you don't need a high school diploma over there”. Fuck
yes Billeeee! No hay nada mejor en este mundo que la honestidad combinada con
la realidad y Billy lo demostró dándole prioridad a su pasión. Ya lo dijo el
buen Guillermo Francella en su papel de Sandoval en la película argentina “El
Secreto de sus Ojos”: “[…] el tipo puede cambiar
de todo: de cara, de casa, de familia, de novia, de religión, de dios… pero hay
una cosa que no puede cambiar… no puede cambiar de pasión.” Personalmente
creo que así fue el caso del buen Joel y se lo aplaudo una y mil veces. En 1965
estaba en una banda llamada “The Echoes” que cambió de nombre varias veces
hasta convertirse en “Lost Souls”; no pasó mucho tiempo antes de que vieran
mucho potencial en Billy y abandonó la banda para integrarse a “The Hassles”,
su primer trabajo en serio. Grabaron un
par de singles y dos álbumes pero su fama y “éxito” permanecieron muy locales y
fueron considerados como fracasos comerciales para diferentes disqueras y
radiodifusoras, así que se desanimaron y se desintegraron. Pero Joel, junto con
el baterista Jon Small decidieron juntarse para formar una banda de rock pesado
llamada “Attila”, en donde literalmente querían ser el dúo más ruidoso en la
escena musical neoyorquina y pronto los mandaron al diablo precisamente porque
lo único que producían era ruido feo y ya. Pero no crean que todo fueron puros
fracasos, Billy comenzó un affair con la esposa de Small, Elizabeth Weber. Sí,
ya sé que ya la mencioné… pues efectivamente unos años después se convirtió en
la primera Mrs. Joel, pero primero tuvieron que pasar varios incidentes, como
el intento de suicidio de Billy en donde ingirió una fuerte dosis de pentobarbital
porque creía que sabría mejor que el cloro… así de locochón el buen Billeee. Básicamente
sentía que había tocado fondo porque no tenía dinero, ni trabajo, sus intentos
por convertirse en músico habían sido un fracaso y encima estaba engañando a su
mejor amigo metiéndose con su esposa.
En el ’71 y con una portada muy peculiar, lanzan el
primer disco como solista de Billy Joel titulado Cold Spring Harbor, producido por Artie Ripp de la Family
Productions. Es lamentable saber que el disco fue un fracaso porque los
imbéciles lo grabaron con la velocidad errónea y resulta que sonaba como el
disco de las ardillitas pero con canciones como “She’s got a way” o “Everybody
loves you now”. Ni siquiera me explico cómo no pudieron darse cuenta a
tiempo y distribuir algo tan mal hecho… es simplemente estúpido. Obviamente
Joel estaba harto y deprimido pero, tomó la decisión de salir de gira para
reivindicarse y que la gente conociera realmente cómo debían sonar las
canciones; dicha decisión fue atinada y tuvo un éxito moderado. Después de
varias presentaciones, decide sacudirse las malas vibras e irse a Los Ángeles a
ver si ahí tenía más suerte; trabaja en uno que otro bar bajo el nombre de
“Bill Martin” que lo inspira a escribir “Piano
Man” uno de sus tantísimos éxitos. Por arte de magia, el presidente de
Columbia Records Clive Davis, escucha una grabación en vivo de “Captain Jack” y
de inmediato contacta a Billy para que forme parte de su disquera. ¿Ven? Sí
llegó a Columbia Records y con la mano en la cintura… Eso sí, con un contrato
medio cañón que le daría a su antigua disquera 15 centavos por cada dólar que
Joel ganara… El caso es que pone a Elizabeth como su representante, se casa al
fin con ella, y la tan soñada fama le llega de golpe.
Su segundo disco, “The Stranger” es sin duda, uno de sus
mejores; con canciones como "Just the Way You Are", "Movin' Out", "Only the Good Die
Young" , "She's Always a Woman" y otra portada
bastaaaaante interesante, comienza a ganar premios, a juntarse con gente
famosa, a ganar harto dinero, sale a giras interminables, escribe canciones
como loco, le hacen miles de entrevistas, sesiones de fotos, a grabar nuevos
álbumes y todo con la actitud neoyorquina y de rockstar que tanto mencioné en
un principio. En mi opinión muy personal, definitivamente el final de los años
70 y la década de los 80s, hicieron y definieron al gran Billy Joel y lo
colocaron en el mapa de los artistas gringos más geniales de la segunda mitad
del Siglo XX. A pesar de tener una vida personal medio tormentosa, siempre supo
darle a su público exactamente lo que quería, con sonidos antiguos y modernos y
unas letras peculiarmente excepcionales. Algunos de los tantos éxitos que
escribió durante estos años y que de verdad forman parte de mi larga, larga
lista de canciones predilectas son: “Big
Shot”, “Honesty”, “Piano Man”, “Vienna”, “You May Be Right”, “It Still Rock and Roll To Me”, “My Life”, “Tell
Her About It”, “And So It Goes”, “Goodbye to Hollywood”, “Allentown”, “Scenes
From An Italian Restaurant”, “Pressure” y la lista sigue y sigue. Si les
pasó como a mí, de seguro se impresionaron al caer en cuenta de que todas las
han escuchado, tarareado, cantado o las tienen ahí en sus celulares o iPods o
en sus listas de Spotify. Llevo mencionadas apenas unas 16 canciones y créanme
cuando les digo que todas fueron éxitos seguros, permaneciendo semanas y
semanas en las listas de popularidad.
Si su carrera iba en constante asenso, su vida personal
tenía sus altas y bajas (como las de todos los seres humanos de este planeta);
se divorcia de Elizabeth quien deja a su hermano a cargo de los negocios de
Billy quien, años más tarde, se da cuenta que su querido ex curruñis le anduvo
robando millones y millones de dólares y le generó una terrible deuda por no
pagar impuestos. Digo, ahí mi buen Billy la regó y gacho… ¿quién acepta que el
ex cuñado le lleve las cuentas y gestione su dinero? Es una reverenda tontería…
Pero, para todo lo malo, también hay cosas muy buenas: conoce a la guapísima supermodelo
Christie Brinkley, se
casa con ella, tiene a su primera hija Alexa Ray y comienza a vivir por fin una
vida más tranquila y familiar como la que siempre quiso. Muchas personas
estaban escandalizadas porque Christie es guapísima y Billy… pues tiene su
gracia, pero no para tanto; lo que la conquistó fue su personalidad tan
irreverente. Hay 3 canciones que me encantan de Billy y que demuestran el
efecto tan positivo que tuvo su relación con Christie, todas del álbum “An
Innocent Man”: “Uptown Girl”, un
obvio tributo a mi buen Frankie Valli y cuyo video protagoniza la misma
Christie; “An Innocent Man” y “For The Longest Time”, cuya característica principal es que no
tiene música, o sea, es una canción a capela y de estilo doo-wop. El mismo
Billy dice que ese trío de canciones reflejó la nueva etapa personal que vivía
junto a su segunda esposa, redescubriendo el amor, haciéndolo sentir como un
vil adolescente. Pff… ahora que las escucho con más calma y más conciencia, en
definitiva tendré que dedicar “For The
Longest Time” al amor de mi vida, aunque me haya hecho la promesa de nunca
dedicar canciones y me tarde tiempo en encontrarlo. ¿Y qué creen? Ya no puedo
dejar de escucharla… la letra me movió, no se los puedo negar. Si pueden, léanla
y siéntanse contentos y esperanzados como Billy y como yo. Lo malo del amor, es
que a veces llega la fecha de caducidad y no fue la excepción para Billy y
Christie, quienes se divorciaron por ahí del ’94, pero no estén tristes, Joel
se casó otras dos veces y recién tuvo una bebita hace un año con su cuarta
esposa Alexis Roderick.
Otros problemas personales de Billy fueron su depresión y su alcoholismo, que no tiene mucho seguía combatiendo y entrando y saliendo de clínicas de desintoxicación. Tanto así, que desde 1993 no ha vuelto a escribir música ‘comercial’ nueva, sino que más bien se ha dedicado a salir de giras (la más famosa Face to Face al lado de Sir Elton John), remasterizar material antiguo, pertenecer a los Salones de la Fama de Escritores y del Rock and Roll, recibir más premios y reconocimientos y vender un total de 150 millones de discos a la fecha haciéndolo uno de los artistas con más ventas en todos los tiempos… nada mal para alguien que se ‘retiró’ en la plenitud de su carrera. Sus últimas canciones famosas fueron "Lullabye (Goodnight, My Angel)" y “The River of Dreams”. Y bueno, tengo forzosamente que hacer una mención especial a dos eventos trascendentales en la vida de Billy Joel: cuando escribió la canción “We Didn’t Start The Fire” y su presentación en Rusia justo terminada la Guerra Fría, haciéndolo el primer artista gringouuu en presentarse ahí y tener un concierto transmitido en vivo a través de las televisoras locales. Billy hizo un montón de rabietas y berrinches porque los de la producción iluminaban al público haciéndolo sentirse intimidado, por lo que el cantante insistía en que apagaran las luces pero nadie le hacía caso, hasta que aventó su piano en protesta (que era un piano eléctrico) pero fue el chisme mundial. Regresando a “We Didn’t Start The Fire”, ¿han leído la letra? ¡Es una obra maestra! Con decirles que hasta nos menciona a Sputnik y a mí… bueno, eso quiero creer. La canción está dedicada a los baby boomers como Joel, que no se consideran los causantes de los problemas de su generación, sino que más bien los arrastran de sus antepasados. Esa canción bien podría aplicarse a cualquier época, en cualquier país y en cualquier situación. Si así piensa un baby boomer, ahora imagínense qué pensamos los millennials, porque nos guste o no, los nacidos entre el ‘81 y el ’95 caemos en esa categoría (¿capisci Hugo?). Y bueno, llegará el 2017 y tendremos que escuchar casi obligatoriamente su canción “Miami 2017 (Seen the Lights Go Out on Broadway)” ¡gracias por ser tan futurista Billy! Tu canción apocalíptica está a unos cuantos meses de suceder… ¿o no?
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La Autora: Publirrelacionista de risa escandalosa. Descubrió el mundo del Social Media Management por cuenta propia. Gusta de pintar mandalas y leer. Ácida y medio lépera. Obsesionada con la era del jazz. Llámenme anticuada… ¡por favor!
La Autora: Publirrelacionista de risa escandalosa. Descubrió el mundo del Social Media Management por cuenta propia. Gusta de pintar mandalas y leer. Ácida y medio lépera. Obsesionada con la era del jazz. Llámenme anticuada… ¡por favor!