Cinetiketas | Jaime López
Es muy raro que una película sea disfrutable en distintos niveles, ya sea por su calidad narrativa, su excelencia técnica o su discurso. Y es más extraño que una secuela destaque en todos esos rubros y, además, tenga varias lecturas o interpretaciones nuevas, que la hacen sentir como una propuesta ambiciosa y no repetitiva.
"Zootopia 2" logra cumplir con todo ello, pues para empezar, los comentarios sociales en su guión pueden considerarse una analogía del actual contexto estadounidense, en donde quienes ostentan el poder muestran un claro desprecio a un sector de la población, pese a que dicho sector es parte importante de su historia contemporánea.
En el filme, el escritor y director, Jared Bush, retrata el racismo contra una especie de animales, conducta que, según el argumento, ha perdurado a lo largo de un siglo, y que sin lugar a dudas remonta a la gente a lo que ha pasado en el vecino país del norte durante varias décadas.
Por otro lado, la historia tiene varios guiños y homenajes a clásicos del séptimo arte, por ejemplo, "Ratatouille", "Hannibal" o "El silencio de los inocentes" y "James Bond", algo que causará una enorme satisfacción a la comunidad cinéfila de hueso colorado.
Dicho guiños ocurren en cuestión de segundos y no se sienten metidos a calzador o a la fuerza, ni tampoco distraen a la audiencia de la historia central, lo que evidencia el ingenio y calidad del libreto.
El nuevo filme de los estudios Disney también aborda el tema del consentimiento a través de unos de sus personajes, el cual siempre pide permiso para abrazar a alguien a fin de no invadir su espacio personal.
Eso último se siente como un gran detalle, sumamente progresista, que muestra una madurez y aprendizaje en la nueva generación de creadores, que perciben el arte como un espejo de la sociedad actual.
Asimismo, "Zootopia 2" habla sobre la deconstrucción de las viejas masculinidades, que se niegan a expresar sus sentimientos a las personas que aman o quieren.
En ese sentido, el zorro "Nick Wilde", que ahora trabaja para la policía, es una clara representación de los machos dominantes que deben de dejar de lado sus conductas rancias, hermetismo y egocentrismo para evolucionar y poder ser felices.
Ver ese tipo de detalles en una película de Disney, una compañía que históricamente ha perpetuado algunos estereotipos, es algo digno de alabarse y celebrarse.
Pero el guion de "Zootopia 2" también ahonda en la psicología de su protagonista femenina, la coneja "Judy Hopps", quien no deja de ser un ser aguerrido y tenaz, y al mismo tiempo, comparte más información sobre sus motivaciones y miedos personales.
Quizá el único pero a la nueva producción animada de Disney es que no tiene una canción tan pegajosa o icónica como la de su primera entrega, "Try everything", interpretada por Shakira.
Sin embargo, es un detalle menor en comparación con todas sus virtudes, que hacen sentir que valió la pena esperar una secuela nueve años después.
