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El futbol como religión apócrifa: rituales, supersticiones y santos inventados

Editorial | El Otro Mundial


El eco hacia 2026: la tribuna que viene

El Mundial de 2026 —que por primera vez será organizado por tres países: México, Estados Unidos y Canadá— no solo será el más grande de la historia, con 48 selecciones y 104 partidos, sino también el más cercano en geografía y cultura para millones de aficionados latinoamericanos. Para México, el torneo significa un regreso a casa tras las ediciones de 1970 y 1986; para Estados Unidos, la consolidación del “soccer” como espectáculo masivo; para Canadá, la oportunidad de presentarse ante el mundo como una nueva plaza futbolera. Pero para la afición, para la tribuna real —la que vibra, sufre, canta y sostiene a los equipos más allá de las estadísticas— el torneo abre un nuevo capítulo emocional.

En los estudios recientes sobre comportamiento de hinchadas se observa un fenómeno interesante: el sentimiento de pertenencia aumenta cuando un torneo global se celebra en territorio compartido o cercano, lo que genera un incremento en consumo cultural deportivo, búsqueda de contenidos especializados y participación en comunidades digitales. Según un estudio de Nielsen de 2024, el interés por el Mundial creció un 57% en México y más del 30% en Estados Unidos entre jóvenes de 18 a 34 años, un rango que cada vez más combina el estadio físico con la tribuna digital.

En ese contexto, las barras tradicionales se mezclan con nuevas formas de afición: grupos que viajan para vivir la experiencia completa, comunidades que se organizan desde la migración o la diáspora, y una audiencia enorme que vive el torneo desde pantallas múltiples. Eso significa que la emoción ya no se concentra únicamente en el estadio, sino en cada espacio donde un grupo de personas decide mirar, debatir y sentir el partido. La tribuna se expande y se vuelve más compleja, más híbrida.

Para 2026 se espera que más de 5 millones de aficionados internacionales viajen a Norteamérica —la cifra más alta registrada para una Copa del Mundo— y que el impacto económico total supere los 10 mil millones de dólares entre sedes, infraestructura y turismo. Pero lo más interesante no es la derrama: es el relato que se formará. Inmuebles como el Estadio Azteca, el SoFi Stadium o el BMO Field funcionarán como templos modernos en los que se cristalizará una narrativa compartida por tres culturas futboleras distintas, unidas por la misma pulsación: el deseo de pertenecer a algo más grande, aunque sea por 90 minutos.

El Mundial 2026 no solo será un espectáculo; será una prueba para medir cómo ha cambiado la afición latinoamericana, cómo se conecta la tribuna del barrio con la tribuna global, y cómo se construyen nuevas identidades deportivas en un continente que por fin comparte una sola cancha.

Abrimos esta sección porque el futbol no solo se juega: se cree.
Se canta, se reza, se adora.
Y la cultura —la música, la literatura, la pintura, la filosofía— ha encontrado en él un espejo fascinante.

Aquí inicia un recorrido por el lado cultural, emocional y a veces místico del juego más popular del mundo.


Un templo sin púlpito

El sociólogo francés Christian Bromberger, uno de los mayores estudiosos del futbol, definió los estadios como “los grandes teatros de la modernidad”. No exagera: en un partido convergen hasta 70 mil personas repitiendo gestos, ritos y cánticos que han sobrevivido por décadas. Solo en la temporada 2022–23, la Premier League reunió más de 15 millones de asistentes, una cifra comparable a festivales religiosos de escala nacional.

Las gradas funcionan como templos laicos donde la gente deposita fe, miedo, identidad. En México, el Estadio Azteca —con capacidad para 83 mil 264 espectadores— ha sido descrito por cronistas como “la catedral de los milagros improbables”. En Argentina, La Bombonera resuena con un movimiento sísmico medido más de una vez por sensores cercanos. Literalmente: la fe hace temblar la tierra.


La liturgia secreta de los hinchas

El manual de las supersticiones futboleras podría competir con el de cualquier religión ancestral.

Carlos Bilardo llevó la cábala al extremo:

  • obligó a su equipo a repetir rutas exactas rumbo al estadio,

  • prohibió pronunciar ciertas palabras (“cábala” incluida),

  • y en el Mundial 86 pidió que se mantuviera una botella de Coca-Cola vacía porque “traía suerte”.

No era un chiste: jugadores como Burruchaga y Ruggeri confirman que la botella terminó viajando con ellos varios partidos.

Pero la superstición traspasa fronteras:

  • Gigi Buffon admitió usar siempre la misma camisa térmica en torneos importantes.

  • El delantero español Fernando Torres comía siempre un plato de pasta con atún.

  • El brasileño Ronaldo Nazário se afeitó la cabeza dejando el famoso “casquito” antes de la final de 2002 porque “era lo único que podía controlar” entre tantas presiones y una lesión.

Y del lado de la afición, los patrones se repiten: el sillón "de la suerte", la playera que no puede lavarse, el ritual de cerveza por gol, la postura exacta en los penales. Un estudio de la Universidad de Colonia registró que el 63% de los hinchas europeos admite tener al menos un ritual supersticioso relacionado con el futbol.



Santos que no pasaron por el Vaticano

Si una religión necesita iconos, el futbol los tiene en abundancia.

La Iglesia Maradoniana, fundada en Rosario en 1998, cuenta con más de 350 mil seguidores en todo el mundo. Sus “mandamientos” incluyen frases como: “No serás cabeza de termo y no le preguntes a Diego lo que hizo con su vida; mira lo que hizo con la tuya”.
Celebran navidad el 30 de octubre (nacimiento de Maradona). No es parodia: es devoción (en México hay una capilla en Cholula, Puebla).

Messi, sin quererlo, también se ha convertido en un santo laico. En 2021, el artista Maximiliano Bagnasco terminó un mural de 12 metros en Buenos Aires donde el capitán aparece con aureola dorada. En Barcelona, otro mural de Lionel —con estética bizantina— se volvió punto de peregrinación turística.

En México, basta caminar por Tepito, Iztapalapa o Nezahualcóyotl para ver altares mixtos: virgencitas acompañadas de estampas de Cuauhtémoc Blanco o algún otro ídolo americanista. No hay ironía: hay cariño espiritual.



Coros que son oraciones, cánticos como mantras

La FIFA estima que durante el Mundial de 2014 se cantaron más de 200 mil cánticos distintos en las 64 sedes. Pero los que perduran son menos: los himnos de tribuna funcionan como rezos colectivos.

En Argentina, “El que no salta es un inglés” existe desde los años 80. En Brasil, el “Eu sou brasileiro, com muito orgulho, com muito amor” se documenta desde los 70. En Chile, “Chi-chi-chi, le-le-le” se remonta a la Copa del Mundo de 1962.

Son frases simples, pero cuando se repiten por decenas de miles, liberan una potencia emocional comparable a un mantra religioso. El psicólogo deportivo Daniel Wann lo estudió: cantar en grupo reduce la ansiedad y eleva los niveles de oxitocina, la hormona del vínculo.

Por eso un estadio no solo suena: sana.


El estadio como laboratorio de emociones

El estadio concentra emociones en bruto. La final del Mundial 2022 entre Argentina y Francia fue vista por más de 1,500 millones de personas: casi una quinta parte del planeta unida por un mismo pulso emocional.

El antropólogo británico Desmond Morris analizó al hincha como “el último miembro de una tribu premoderna”: alguien que necesita rituales para lidiar con un mundo incierto. Por eso las cábalas, las promesas, las prendas sagradas. El futbol no es un deporte racional: es un sistema emocional.



¿Por qué creemos?

Una estadística explica mucho: solo 2.6% de los partidos en grandes ligas terminan 0-0 (no aplica España).
Casi cualquier cosa puede pasar en noventa minutos.
Un gol en el segundo 90+8 puede cambiar historias, fortunas, memorias familiares.

Ese margen mínimo entre lo previsible y lo imposible es el espacio donde nacen las supersticiones. Sin caos, no habría fe.


La fe que se comparte

Un estudio del MIT detectó que en un estadio, cuando una multitud salta al unísono, el movimiento puede igualar el equivalente a un temblor de 1.5 grados.
Es casi literal: la fe futbolera se mueve.

Lo que sucede cuando un gol se grita no es solo ruido: es sincronía. Un instante donde miles de personas respiran al mismo tiempo, un breve acuerdo colectivo que en la vida cotidiana es prácticamente imposible.

Ese es el verdadero milagro del futbol.

"Dallas" de Lázaro Cristóbal Comala: todo lo que extrañas ya no existe



Por Alejandro Carrillo 


Hay canciones que no se escuchan, se sobreviven. Dallas, de Lázaro Cristóbal Comala, no ofrece alivio ni luz al final de la carretera. Es una canción que se sienta contigo cuando ya no puedes hablar, cuando solo queda mirar el suelo y aceptar que algo dentro se rompió para siempre.

No hay épica en su voz, solo un temblor cansado, una derrota que no pide perdón. Dallas suena como si alguien hubiera grabado el eco de un adiós demasiado largo. Huele a habitación cerrada, a ceniza, a una noche que no termina. Y en medio de esa penumbra, Lázaro pronuncia una verdad que duele como si la dijeran dentro de uno mismo:

Esta vez lo mejor es hasta aquí, no sé de ti y menos de mí, todo lo que extraño, todo lo que extraño, todo lo que extraño, ya no existe.

No existe. Qué frase tan simple y tan cruel. No hay poesía en eso, solo la precisión con que se nombra el vacío. Escucharla es aceptar que lo perdido ya no tiene cuerpo, ni rostro, ni regreso. Que uno también se disuelve un poco con lo que ama.

Musicalmente, Dallas suena a Nick Cave perdido en el desierto, a Johnny Cash mirando su propio ocaso, a Nacho Vegas buscando redención entre tragos, pero también a José Alfredo Jiménez: ese mismo impulso de beberse la tristeza y convertirla en canto. Lázaro hereda la escuela de los que entienden que el dolor no se supera, se afina. Su voz tiene la aspereza de la derrota y la dignidad del que canta para no desaparecer.

Dallas no busca consuelo, busca silencio. Es un lugar al que se llega sin equipaje, solo con el cansancio de haber querido demasiado. En su sonido hay un tipo de fe retorcida: la fe de seguir respirando aunque ya nada importe.

Yo escucho Dallas cuando necesito recordarme que no pasa nada si uno se queda tirado un rato. Que a veces hay que dejar que el dolor se acomode, que hable, que respire. Porque solo cuando todo se apaga, cuando no queda nada, empieza a existir una paz mínima, una soledad que ya no hiere.

Lázaro no canta para el público. Canta para los que no pueden dormir. Para los que alguna vez entendimos que el amor también tiene fecha de vencimiento. Y que a veces, sobrevivir consiste solo en quedarse quieto, mientras la canción nos hace compañía en lo que vuelve a amanecer, si es que eso pasa algún día.

La importancia de llamarse Ozzy

Nicolás Salvatierra | Tripulación Sputnik


En el panteón del rock, hay nombres que se pronuncian con respeto reverencial. Luego está Ozzy Osbourne, cuyo nombre no se dice: se grita. Más que un cantante, es una figura mitológica, el tipo de artista que aparece una vez por generación y que termina moldeando a todas las que vienen después.

Nacido en Birmingham, Inglaterra, Ozzy emergió como la voz icónica de Black Sabbath, banda fundacional del heavy metal. Lo que hicieron en los años 70 no fue simplemente música pesada: fue la invención de un lenguaje nuevo. Los riffs ominosos de Tony Iommi, la batería ritual de Bill Ward, el bajo hipnótico de Geezer Butler… y la voz de Ozzy como invocación profana. Sin Sabbath, bandas como Metallica, Slayer, Iron Maiden o incluso Nirvana no existirían tal como las conocemos.

“Black Sabbath lo empezó todo. Ozzy fue nuestra puerta de entrada al infierno… y al metal.”
— James Hetfield, Metallica


Ozzy: El solista visionario

Tras su expulsión de Sabbath en 1979, Ozzy fue dado por muerto (musicalmente). Pero lo que hizo fue resucitar con aún más poder. Su primer disco solista, Blizzard of Ozz (1980), fue un golpe en la mesa: brillante, oscuro, técnico. Con la incorporación del joven guitarrista Randy Rhoads, Ozzy mezcló el metal con arreglos neoclásicos, dotando a sus canciones de una sofisticación inesperada. Canciones como "Mr. Crowley" y "Crazy Train" se convirtieron en himnos de una nueva era.

“Ozzy me enseñó que el metal puede ser teatral sin dejar de ser brutal.”
— Tobias Forge, Ghost


El árbol genealógico de Ozzy

Ozzy no solo hizo historia: es el tronco del que brotan ramas que van desde el doom hasta el metalcore. Su influencia se puede rastrear en:

  • Slipknot, cuyo concepto de banda como espectáculo aterrador tiene ecos del Ozzy más performático.

  • Ghost, con una estética litúrgica satánica que bien podría ser nieta de Sabbath.

  • Avenged Sevenfold, herederos de los solos pirotécnicos y los coros grandilocuentes que Ozzy solía levantar como catedrales del caos.

  • Bring Me The Horizon, quienes fusionan metal con electrónica y pop, con la misma libertad creativa que Ozzy abrazó en su carrera.

Incluso Travis Scott ha sampleado a Black Sabbath, y Post Malone ha colaborado con Ozzy. El Príncipe de las Tinieblas no sólo ha influenciado a los que visten de negro: también ha dejado huella en quienes juegan con lo comercial y lo experimental.

“Ozzy es eterno. Estar con él en el estudio fue como grabar con una leyenda viviente, porque eso es.”
— Post Malone


Más que un personaje

Es fácil ver a Ozzy como el loco adorable de los reality shows, el tipo que mordió la cabeza de un murciélago, que hablaba entre dientes en MTV. Pero detrás de eso hay un músico que entendió algo esencial: el rock no es solo sonido, también es atmósfera, identidad, legado.

Por eso, para quienes hoy escuchan bandas como Sleep Token, Architects o Bad Omens y creen estar oyendo algo nuevo: sí lo es, pero también es un eco. Uno que comenzó hace más de 50 años con un joven tartamudo de Birmingham que encontró en el rock una forma de hablarle al mundo.

Ozzy no es pasado. Es ADN.



Letrinas del cosmódromo: universo literario rupturista y anticanónico



La Editorial Agujero de Gusano ha publicado un nuevo libro que reúne el talento de veintitrés autores mexicanos y de otras partes del continente, y que tiene la finalidad de seguir difundiendo el trabajo de creadores literarios emergentes a lo largo y ancho del país.

"Letrinas del cosmódromo" es el nombre de la antología que representa el quinto título de la casa editorial, tras la publicación de Laciudad de los ahorcados (2019 y 2022), Resaca: relatos rescatados (2020), Breviario pandémico: antología de poesía hidrocálida (2021) y Banda sonora (2021) del autor Sergio Martínez.

Esta nueva obra literaria compila muy diversos estilos narrativos y poéticos, explora historias que van de lo cotidiano a lo extraordinario, de lo personal a lo comunitario, de lo marginal a lo sublime, pero siempre manteniendo ese espíritu rupturista y anticanónico con el que Agujero de Gusano entiende la literatura.

La publicación de este libro también representa un homenaje y un agradecimiento a todos los autores que han publicado sus letras en la sección literaria ‘Letrinas’ de Revista Sputnik a lo largo de estos ocho años. Por lo que algunos de los textos del libro tienen su versión digital y están disponibles en www.sputnikdos.com y otros son inéditos. Este trabajo es el primer volumen impreso de esta colección que tiene como objetivo ir creciendo año con año con el propósito de seguir impulsando el trabajo de creadores literarios emergentes.

Los autores que participan en este libro son: Liliana López León, Vladimir Galindo, Saulo Aguilar, Mónica Castro Lara, Antonio León, Samanta Galán Villa, Jorge Orlando Correa, Jessica Sevilla, Alejandro Carrillo, Alan Román, Franco García, Priscila Rosas Martínez, Carla Lamoyi, Iván Mata, Arely Jiménez, Víctor Piña, Julio Meza Díaz, Amaranta Castro, Breña Román, Isaac Gasca Mata, Ana Nicholson, Salma Caristo y Conrado Parraguirre. El arte de portada corrió a cargo de la ilustradora mexicana Kathya Echegoyen.

"Letrinas del cosmódromo" se presentará de manera oficial en el marco del encuentro literario Tiempo de Literatura 2022, organizado por la Universidad Autónoma de Baja California, a celebrarse en diversas ciudades del estado fronterizo (Tijuana, Ensenada, Tecate y Mexicali) del 24 al 29 de octubre.

El libro ya se puede adquirir con envío a toda la República Mexicana a través de la tienda enlínea de Revista Sputnik. Y en Aguascalientes ya está disponible en la Librería de los escritores (Casa Terán).


¿Escribes? Colabora en la sección #Letrinas de Revista Sputnik

CONVOCATORIA PERMANENTE


#Letrinas es la sección literaria de Revista Sputnik. Recibimos el trabajo literario de escritores y autores emergentes en español de México y el mundo. Intentamos ser una plataforma plural de difusión de la nueva literatura nacional e internacional. Invitamos a todos los creadores literarios a ser parte de este espacio bajo los siguientes puntos:

-Aunque siempre estamos en búsqueda de nuevas plumas y propuestas literarias en forma y fondo, descartamos cualquier discurso de odio, discriminatorio o que pueda ofender a un grupo específico.

-Date una vuelta por esta web y revisa los textos publicados en #Letrinas, y si consideras que es el lugar idóneo para publicar tu trabajo, no dudes en enviarlo a hola@sputnikdos.com para que nuestro equipo editorial pueda leerlo y considerarlo para publicación.

-Toma en cuenta que recibimos una gran cantidad de propuestas y leemos todo, por lo que a veces tardamos en responder correos, o bien publicar directamente los textos en nuestra página web. Si tu trabajo fue considerado para publicación en Revista Sputnik te notificaremos por correo y te enviaremos el link de la publicación. 

-Nos gusta dar a conocer el trabajo y trayectoria de los autores para que más gente los conozca, así que no dudes en enviar una breve semblanza tuya como autor, así como tus redes sociales. Pero esto último es opcional.

-Recibimos archivos únicamente en formato Word, en Arial o Times New Roman a 12 puntos, con interlineado de 1.5.

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-Todos los textos llevan una imagen de referencia que es seleccionada por nuestros editores, pero si tienes alguna imagen en específico y en buena calidad, también la puedes adjuntar junto con tu archivo de texto.

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-¡Ah, tenemos una editorial! El enviar tu texto automáticamente aceptas que pueda ser publicado bajo tu nombre o seudónimo en el sitio web de Revista Sputnik, el fanzine impreso, o bien en alguno de los libros y antologías de Editorial Agujero de Gusano. Normalmente cada año lanzamos un compilado impreso con algunos textos publicados inicialmente en #Letrinas. Así que trucha a nuestras próximas convocatorias para publicar en la editorial.

-Sabemos que hay mucho talento y quisiéramos dar cabida a todas las plumas posibles. Sin embargo a veces hay textos que aunque son buenos, no van acorde con nuestra línea editorial. Si es así, no te desanimes, seguro habrá otro espacio en el que puedas publicar tu trabajo.

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De la tierra de la gente triste a «La ciudad de los ahorcados»




Por Alejandro Carrillo | Editorial | 



Cuando emprendimos esta casa editorial con el anhelo de colaborar desde nuestra humilde trinchera —eso sí, una trinchera independiente y autogestiva— en la producción literaria nacional, lo hicimos con el único afán de formar una comunidad en donde nuestros colaboradores y autores emanados desde la plataforma de Revista Sputnik pudieran llevar a la tinta y el papel su talento, más allá del inmenso, turbulento y gregario mar de la Internet.

En ese entonces no sabíamos mucho de “la industria” y hasta ahora, por fortuna, nuestras aspiraciones siguen siendo más románticas que pecuniarias y así lo entienden nuestros creadores a quienes les agradecemos de sobremanera su confianza, pero principalmente su trabajo y voluntad para seguir tirando puertas y mantener en movimiento este agujero de gusano creado en 2018 con la energía y el impulso de todxs.

“La ciudad de los ahorcados” fue el nombre de aquella antología que engendraron en conjunto una veintena de personas y que sería la ópera prima de nuestra incipiente editorial en donde la narrativa, la poesía, la crónica, la prosa prosaica, la antipoesía y algunos textos experimentales convergieron y dieron como resultado al moderno Prometeo que logró trascender su propia existencia y traspasar las barreras de la imprenta, la geografía y el prejuicio; más allá de las imprecisiones de emergencia y las erratas del primer retoño, este libro fue un parteaguas que nos abrió las puertas de un mundo maravilloso cuya fauna rabiosa y solidaria a la vez, nos supo acoger como uno de los suyos.

Cuando nos planteamos por primera vez la posibilidad de hacer un libro, las únicas certezas que teníamos eran: 1) debía ser un crisol de voces y 2) guardaría alguna relación con la ciudad de Aguascalientes, en homenaje a todo lo que nos ha brindado desde el ámbito cultural. No es poca cosa que durante casi una década un medio hidrocálido como lo es Revista Sputnik ha sido el tablado de cientos de autores emergentes y colaboradores de todo el país y algunos otros sitios de Latinoamérica, España y Estados Unidos.

No fue difícil llegar a una conclusión temática: la muerte que tanto nos atrae como mexicanos y que particularmente en Aguascalientes guarda un sincretismo único y extraordinario. “La Calavera Garbancera” mundialmente conocida como “La Catrina” es la obra que encumbra el trabajo mortuorio de José Guadalupe Posada —el mejor de la clase— y la encargada de recibir a todas las visitas del sur; el ya icónico desfile de calaveras que forma parte del mismo festival de otoño es una verbena popular multitudinaria para honrar a los muertos como política pública, y qué decir del macizo montañoso que recibe el nombre de “Cerro del Muerto”, aquel gigante enano postrado en el horizonte de nuestra ciudad y de los forros de este libro, del cual estamos seguros todos los hidrocálidos, algún día despertará.

Por estos lares la muerte causa todo tipo de emociones, todos los días. “Buena tierra, buena gente, agua clara, cielo claro” reza el escudo heráldico de la ciudad debajo de un yelmo de hierro con lambrequines pero sin cuerpo. Y es que más allá de toda la cosmogonía alrededor de la huesuda, hay otro fenómeno social que impacta a diario en la tierra de la gente buena, que es la misma tierra de la gente triste, de la gente deprimida. En este lugar es común tener un conocido o dos que han muerto de esa manera. Tan solo el primer día de este 2022 seis persona decidieron quitarse la vida, al término de esta edición ya eran más de 80 casos en los registros. Hombres y mujeres, jóvenes y ancianos, incluso niños, de todos los estratos sociales y de cualquier parte del estado. Los datos son pobres y aparentemente no llevan a ningún lado, solo a gente deprimida tomando “la puerta fácil” como dicen los que no son capaces de intentarlo. La única constante es el ahorcamiento. La ciudad de los ahorcados.

A este paso es probable que alcancemos los registros de 2019, cuando se publicó la primera edición de esta antología. Durante los primeros dos años de la pandemia se superaron los 350 suicidios. Si es inaudito leerlo en cifras, ahora imagínate con nombres y apellidos. Aguascalientes tiene una de las tasas más altas de suicidio a nivel nacional sin ser una entidad con grandes crisis de seguridad, desapariciones, problemas ligados al narcotráfico, ni altos índices delincuenciales. ¿Qué está pasando? ¿Por qué se deprime la gente?

Nuestra finalidad no es alimentar el morbo, ninguna de estas historias tiene un fin aleccionador ni pretende abrir juicio alguno sobre los motivos de las personas que han decidido quitarse la vida. Simple y llanamente consideramos que una de las bondades de la literatura y del arte en general, principalmente cuando se hace de manera conjunta como es el caso, es entablar una conversación sobre los problemas que nos aquejan como individuos y como colectividad. El suicidio lo materializan unos pero lo sufrimos todos, porque el cuidado de la salud mental es una asignatura pendiente que tenemos como sociedad en todos los niveles y más allá de las ocurrencias políticas de algunos desalmados.

Sin más preámbulo te damos la bienvenida a esta segunda edición de La ciudad de los ahorcados. Población: todos. Pues como dice el músico y compositor Iván García, no hay mejor lugar para olvidar que estamos muertos.



Los autores que participan en esta edición son: Mónica Castro, Daniel Bravo, María Santos, Alfonso Brevedades, Marcela González, Iván García, Brenda Román, Sergio Martínez, Denisse Rodríguez, Aldo Correa, Samanta Galán, Hugo Ernesto Hernández, Christian Sainos, Isaías García, Alejandra Flores, Mauricio Caballero, Alejandro Carrillo, Nabor Rachowski, Julieta González y René Alejandro López.

*No olvides escuchar en Spotify el podcast de La ciudad de los ahorcados, en voz de sus propios autores, producido por Casa Yonki. Puedes comprar el libro desde cualquier parte de México en este link. Apoya la literatura nacional independiente.

De la épica al celuloide: filmes sobre el olimpismo

Cinema Coyote | Por Alejandro Carrillo

@alexiliado


"Más rápido, más alto, más fuerte" es el llamado oficial a los atletas del mundo, impulsado desde hace más de un siglo por el movimiento olímpico. Cada cuatro años el mundo se detiene para celebrar la justa deportiva más importante del orbe, quizá uno de los pocos símbolos de paz y fraternidad que aún nos quedan. Es inevitable no emocionarse al ver los colores nacionales desfilando por las diferentes competencias olímpicas que edición tras edición nos regalan historias llenas de épica y dramatismo.

Hazañas deportivas y gestos heroicos de increíbles seres humanos han sido inmortalizados por el celuloide a lo largo del tiempo, pero también episodios trágicos e ignominiosos forman parte de la historia del olimpismo. Repasamos algunos filmes que vale la pena considerar en medio de la fiebre de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 (en 2021).


7. Jamaica bajo cero (Cool Runnings, 1993)
Un clásico de los filmes olímpicos que seguramente todos vimos en televisión abierta en algún punto de nuestras vidas. Esta comedia está basada en la historia real del equipo jamaiquino de trineo que en 1988, ante la sorpresa de todos, logró calificarse a los Juegos Olímpicos de Invierno en Calgary.



6. Inquebrantable (Unbroken, 2014)
Dirigida por Angelina Jolie y escrita por los hermanos Coen (basado en el libro homónimo de Laura Hillenbrand), la película narra la historia de Louis Zamperini, atleta estadounidense de origen italiano que participó en los Juegos Olímpicos de Berlín 1936, registrando una de las vueltas más rápidas de la época en los 5.000 metros. Su destino estaría marcado por la tragedia de la Segunda Guerra Mundial, ya que tras estrellarse el avión en el que viajaba, sería tomado como prisionero y torturado por los japoneses hasta el fin del conflicto.



5. Volando alto (Eddie the Eagle, 2016)
El versátil Taron Egerton protagoniza este film de Dexter Fletcher que narra la historia del esquiador británico Eddie Edwards, un cuasi aficionado que ante un sinfín de obstáculos y vicisitudes se logra calificar a los Juegos Olímpicos de Invierno de Calgary 1988, estableciendo varios récords para la Gran Bretaña en salto de esquí.



4. El triunfo del espíritu (Race, 2016)
Biopic sobre el extraordinario atleta afroamericano Jesse Owens (Stephan James) que en los Juegos Olímpicos de Berlín 1936 llevó a cabo de unas hazañas más grandes de la historia olímpica al conseguir cuatro medallas de oro en las disciplinas de 100m, 200m, carreras de relevos 4x100m y salto de longitud; todo esto frente a los ojos del mismísimo Führer y la supuesta supremacía aria.



3. Yo soy Tonya (I, Tonya, 2017)
Margot Robbie encarna a la polémica patinadora artística Tonya Harding, primera estadounidense en completar un salto triple axel, que en 1994 se vio envuelta en un escándalo al ser relacionada con el ataque a Nancy Kerrigan, una de sus principales adversarias deportivas. El filme, contado a manera de falso documental, va narrando partes de la compleja vida de la patinadora y su insufrible relación familiar.



2. Carrozas de Fuego (Chariots of Fire, 1981)
Un hito en la historia del cine deportivo que logró hacerse de cuatro estatuillas de la Academia, incluyendo Mejor película y Mejor guion. Dirigida por Hugh Hudson, la historia narra la improbable hazaña de dos desconocidos corredores británicos y su camino al Olimpo en la justa veraniega de París en 1924.



1. Múnich (Munich, 2005)
Steven Spielberg inmortaliza los ignominiosos hechos ocurridos tras los Juegos Olímpicos de Múnich 1972 en el que murieron once atletas de la delegación israelí a manos del grupo terrorista Septiembre Negro, y las represalias tomadas por el Mossad e Israel al ordenar el asesinato de once palestinos, supuestamente miembros de dicha organización terrorista. El film fue severamente criticado por la comunidad judía y por ende castigado en los festivales cinematográficos. Aun así, logró obtener cuatro nominaciones al Oscar.



Bonus: Ícaro (Icarus, 2017)
Bryan Fogel obtuvo el Oscar en 2018 por este documental en donde un ciclista amateur (que es el mismo realizador) se enfrasca en un caso mundial de dopaje junto a Grigori Rodchenkov, exdirector del Centro Antidopaje de Moscú. Sin duda un material sumamente recomendable para entender a detalle el estrepitoso escándalo de dopaje de Estado por el cual Rusia mantiene al día de hoy diversas sanciones impuestas por el Comité Olímpico Internacional. Está en Netflix.

Breviario Pandémico: antología de poesía hidrocálida

El encierro y la pandemia es retratada desde las letras de seis poetas de Aguascalientes.


Entre los versos y alguna prosa de esta antología poética hidrocálida, hemos de ver retratados la ansiedad, el encierro, la zozobra y la incertidumbre que todos hemos sentido durante estos dos años en los que una pandemia ha puesto en tela de juicio el bienestar de la humanidad.

“Breviario Pandémico” es la tercera publicación de la Editorial Agujero de Gusano, y primer volumen de poesía, e intenta retratar en apenas 48 páginas todas estas sensaciones que transcurren en medio de una crisis mundial y en pleno enclaustramiento.

Seis autores hidrocálidos son los encargados de transformar a través de las letras esas emociones con las que seguramente nos encontraremos reflejados. Ángeles Montañez, Alfonso Torres, Eduardo Gálvez, Alejandra Sosa, Yaneli González e Itzamatul Ikal son los autores que se aventuraron a escribir poesía en medio de una crisis sanitaria con la intención de que un fenómeno histórico de tal magnitud no pasara desapercibido en el ámbito literario de nuestro estado.


Al mismo tiempo, la publicación de este libro breve en extensión, pero no en atributos, es un sentido homenaje a todos aquellos que han partido y pretende ser un “brebaje” para los que aquí seguimos, recordándonos que es en los tiempos difíciles cuando hemos de confinar nuestra ceguera, ser solidarios y entender que el encierro mental es más devastador que el encierro físico.

El libro se podrá conseguir a un precio simbólico a través de las redes sociales de Revista Sputnik, en las presentaciones oficiales de Editorial Agujero de Gusano y próximamente en librerías y foros culturales de la ciudad de Aguascalientes.

Cine mexicano 2018: luces y sombras

Cinetiketas | Por Jaime López | 

TW: @JaimeComunidad3


El 2018 fue un buen año para la exhibición fílmica nacional, tanto en cadenas comerciales como en circuitos alternativos o plataformas digitales. En lo que concierne a esta casa editorial, se pudieron revisar 58 largometrajes (15 documentales y 43 ficciones). 

A continuación, lo mejor y peor del séptimo arte tricolor del año pasado, así como nuestros primeros pronósticos para el Ariel 2019, el galardón otorgado por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC). 


Los bodrios del 2018

*Nota: Seguramente hubo propuestas peores, pero preferimos evitar verlas por respeto al sentido común

-"Cena para tres": Un melodrama mal ejecutado y que se acerca más al tratamiento característico de las telenovelas, incluyendo feos encuadres y mala edición. Aunado a lo anterior, adolece de una irritante musicalización.


-"Lo más sencillo es complicarlo todo": Inconexa, mal actuada y con una estética que se acerca más al videohome que al celuloide. Además, la protagonista no causa empatía en la audiencia, ni con sus intentos de romper la cuarta pared.


-"La boda de Valentina": Otro intento fallido por vender a Omar Chaparro como galán de la pantalla grande, que se caracteriza por malas interpretaciones (en especial, la de Jesús Zavala, pues luce sobreactuado). Dicha película sólo se salva por la presencia de Marimar Vega y algunos valores de producción, pero el argumento parece una copia chafa de "Sweet home Alabama". 


-"Marcianos vs. Mexicanos": Solo recomendable para los actores de doblaje que deseen ver lo que no deben hacer, lo que es un trabajo de poca calidad y nula versatilidad como el realizado por Adal Ramones. La premisa parecía interesante (los extraterrestres no pueden dominar a los residentes nacionales por sus prácticas corruptas y sus malos hábitos alimenticios), pero el desarrollo de la misma es deficiente y genérica, repleta de chistes misóginos, homofóbicos, estereotipados, poco novedosos.


-"A ti te quería encontrar": Pese al intento de Eréndira Ibarra por querer sacar con decoro su personaje, la trama dirigida por Javier Colinas tiene poca química entre los protagonistas, así como un desenlace cursi, el cual traiciona la personalidad de uno de los roles estelares. 


-"Un exilio: película familiar": Más que un bodrio, se trata de una obra fallida y pretenciosa, en donde el realizador se olvida de hacer disfrutable su historia para el gran público. Además, algunos testimonios son reiterativos, alargan la duración del metraje y poco aportan a la premisa central.


Los filmes más taquilleros del año pasado (hasta el momento de esta publicación) 


1 "Ya veremos" Videocine

2 "La boda de Valentina" Videocine

3 "Una mujer sin filtro" Videocine

4 "La leyenda del charro negro" Videocine

5 "Perfectos desconocidos" Cinépolis

6 "Hasta que la boda nos separe" Corazón films

7 "A ti te quería encontrar" Diamond

8 "Más sabe el diablo por viejo" Fox

9 "Cómplices" Videocine

10 "Loca por el trabajo" Videocine



Primeros pronósticos para el Ariel 2019

Este apartado se basó en los resultados de algunos festivales prestigiados (por ejemplo, Morelia y Guadalajara), así como en la calidad de las producciones o interpretaciones que se han podido atestiguar. Sin embargo, algunos filmes mencionados pueden quedarse fuera de la competencia en caso de que no sean debidamente inscritos por sus creadores.


Mejor película: 
"Roma" 
"Las niñas bien" 
"Museo" 
"La camarista" 
"La Negrada" 
"Bayoneta"
"Restos del viento" 

Mejor ópera prima: 
"La camarista"
"Mente revólver"
"Cría puercos" 
"Hasta los dientes" 

Mejor largometraje documental:
"Hasta los dientes"
"Ayotzinapa, el paso de la tortuga"
"El sembrador"
"Rush hour" 
"Mientras se espera" 
"Resurrección" 
"M"
"Érase una vez"

Mejor director(a): 
Alfonso Cuarón- "Roma"
Alonso Ruizpalacios- "Museo"
Kyzza Terrazas- "Bayoneta" 
Lila Avilés- "La camarista"
Alejandra Márquez- "Las niñas bien"
Jimena Montemayor- "Restos del viento"
Alberto Arnaut- "Hasta los dientes"

Mejor actriz: 
Concepción Márquez- "Cría Puercos" 
Gabriela Cartol- "La camarista"
Ilse Salas- "Las niñas bien"
Yalitza Aparicio- "Roma" 
Naian González Norvind- "Leona"
Dolores Fonzi- "Restos del viento" 
Daniela Schmidt- "Ocho de cada diez"

Mejor actor:
Gael García Bernal- "Museo" 
Juan Manuel Bernal- "La gran promesa"
Raúl Briones- "Asfixia"
Luis Gerardo Méndez- "Bayoneta"
Noé Hernández- "Ocho de cada diez" 

Mejor coactuación masculina: 
Hernán Mendoza- "Sacúdete las penas" 
Leonardo Ortizgris- "Museo" 
Hoze Meléndez- "Mente revólver"
Baltimore Beltrán- "Mente revólver"
Bruno Bichir- "Perfectos desconocidos" 
Franky Martín- "Perfectos desconocidos"

Mejor coactuación femenina: 
Cassandra Ciangherotti- "El club de los insomnes" 
Carmen Maura- "Cuernavaca" 
Concepción Márquez- "A ti te quería encontrar" 
Marina de Tavira- "Roma"
Marianna Burelli- "Loca por el trabajo"
Mariana Treviño- "Perfectos desconocidos"

Mejor animación: 
"Ana y Bruno"
"El ángel en el reloj"
"La leyenda del charro negro" 

Mejor revelación femenina: 
Johana Fragoso- "Asfixia"
Sara Gallardo- "La Negrada"
Magdalena Soriano- "La Negrada"

Mejor cortometraje ficción:
"La chica de dos cabezas"


Las mejores películas del 2018: 

15 “Cría Puercos” Esta cinta tiene como principales virtudes la sencillez de su narrativa, muy accesible para las audiencias neófitas, así como la buena actuación de su protagonista, Concepción Márquez, quien sutilmente dota a su personaje de varios matices, por ejemplo, mentirle a las personas que le rodean como un mecanismo de defensa o auto-ayuda, o sentir compasión por su nueva compañera no humana (una puerquita llamada “Quina”). De hecho, le pronosticamos a dicha intérprete una postulación al Ariel 2019.

La ópera prima de Ehécatl García cuenta la historia de una adulta mayor que intenta sobrellevar la muerte de su esposo y la ausencia de su hijo radicado en Estados Unidos.

14 “Forward” Pese a no ser una propuesta redonda, se agradece el intento del realizador Henry Bedwell por explorar profesionalmente el género de terror, pues la manufactura de su obra (supuestamente filmada en un largo plano secuencia y en clave de videojuego) no se ve acartonada como otras películas similares.

Básicamente, dicha cinta –exhibida de manera especial en el Teatro de la Ciudad- sigue a dos sicarios atrapados en una especie de bucle temporal, quienes deben sobrevivir a una serie de infortunios en una casa embrujada de la Ciudad de México. Entretenida y con una destacada interpretación de Harold Torres.

13 “Resurrección” La última película de Eugenio Polgovsky es un documento duro, vigente y dueño de algunas escenas punzantes, que no descuida su estética, y en donde el prestigiado documentalista mexicano demuestra su oficio para concatenar cuadros antagónicos respecto a una problemática social, en este caso, la contaminación del denominado "Niágara mexicano", situado en Jalisco.

Por otro lado, el filme se distingue por la investigación de archivo hecha por el creador, con el objeto de establecer una relación entre el pasado y presente del afluente.

12 “Tesoros” Con este filme, la nueva titular del IMCINE, María Novaro, se adentra acertadamente en el género familiar y fantástico, pues habla sobre el cuidado de las reservas naturales, la imaginación y el asombro infantil (una especie de extinción para los adultos del siglo XXI) sin barroquismos visuales, ni rebuscamientos en su argumento.

11 “Tiempo compartido” El filme escrito conjuntamente por Julio Chavezmontes y Sebastián Hofmann se pitorrea de uno de los conceptos más promovidos por el cine tricolor de antaño: la familia. Lo hace mediante secuencias kitsch, extraños personajes, atmósferas oníricas absurdas y una estupenda manufactura técnica.

Igualmente, la producción distribuida por Piano ironiza sobre la “esclavitud feliz” y el corporativismo sanguinario, que succiona la chispa de vida de algunos empleados gracias a la difusión de filosofías cuestionables como el conocido “emprendedurismo”.



10 “A morir a los desiertos” Gracias al festival Ambulante, diversos cinéfilos del interior de la república pudieron descubrir la nueva película de Marta Ferrer, misma que recupera la tradición del canto Cardenche, una especie de blues mexicano entonado en la Comarca Lagunera.

Se trata de un documental melancólico, que desentierra una expresión cultural regional olvidada por las nuevas generaciones, dueño de una bella cinefotografía y simpáticos personajes. 

9 “Museo” Con su segundo largometraje, Alonso Ruizpalacios rescata un sorprendente capítulo de la historia mexicana (el robo al Museo Nacional de Antropología) y reinventa el género del heist movie, quizá uno de los menos explorados por la industria de este país.



Con una primera mitad ágil y bastante divertida, "Museo" tiene como principales logros la solvente interpretación secundaria de Leonardo Ortizgris, y una notable habilidad en su narrativa. Asimismo, dicha cinta evidencia cómo el séptimo arte es un constante universo de reinterpretaciones, pues es sabido que varias de las escenas creadas están sustentadas en la imaginación de su realizador, quien ha subrayado la manera en que mezcla la historia con la ficción.

8 “Bayoneta” Pese a tratar una premisa muy manoseada (la historia de un boxeador venido a menos), el tercer largometraje de Kyzza Terrazas parece una producción europea, no solamente por los altos estándares de sus apartados técnicos, sino por el ritmo de su montaje.

Además, el otrora director de “El lenguaje de los machetes” y “Somos lengua” sigue explorando las vicisitudes de las clases populares tricolores, y de paso, erige una pequeña crítica sobre cómo el espíritu deportivo ha pasado a segundo plano en el mundo que vivimos.


7 “Ana y Bruno” ¿La muerte es un tema prohibido para las y los niños? Esta fue una de las principales preguntas –y polémicas- generadas por el nuevo largometraje de Carlos Carrera, quien vio en la novela escrita por Daniel Emil la oportunidad idónea para regresar al género de la animación, ese que le deparó el máximo reconocimiento en Cannes vía el cortometraje “El héroe”.

Pese a tener unas fallas en el render o el diseño de algunos personajes, dicho filme resulta entrañable, poseedor de una historia sensible y madura, y capaz de hablar oportunamente sobre las enfermedades del alma, no solo de la mente.

6 “Ayer maravilla fui” Aunque algunas voces han descrito la realización de Gabriel Mariño como un homenaje al ex Distrito Federal (en parte lo es), la historia del creador de “Un mundo secreto” también puede entenderse –y sentirse- como una analogía sobre lo efímero de las relaciones, el cuerpo y el tiempo.

Aunado a lo anterior, “Ayer maravilla fui” tiene la virtud de experimentar con la ciencia ficción de manera sui generis, sin escenografías estrafalarias, ni espectaculares efectos especiales. Su argumento (pausado y contemplativo) habla sobre lo dinámico o cambiante del espíritu humano en una ciudad igual de voluble. Destacan las actuaciones de Siouzana Melikian, Sonia Franco (“Los insólitos peces gato”) y Hoze Meléndez ("Almacenados").

5 “Tormentero” Se trata de un testimonio de gran valía visual y poca complacencia narrativa, en donde abundan las secuencias oníricas y simbólicas, por lo que los espectadores deben hacer lo necesario para poder separar la realidad de las pesadillas padecidas por el protagonista.

Es decir, la nueva película de Rubén Ímaz no ofrece una línea de tiempo o acciones sujetas a las convenciones del séptimo arte comercial, sino que exige a la audiencia una participación más activa, así como una experiencia más allá de lo estético, una que también se sumerja en la intelectualidad. Asimismo, el experimentado histrión, José Carlos Ruiz, ofrece otra actuación de gran nivel. 

4 “El vigilante” Muy al estilo de “Almacenados” (una producción de Jack Zagha), esta cinta refleja el exasperante clima de miseria y la manera cómo se ha normalizado la violencia en la tierra del águila y el nopal. Lo logra echando mano del thriller y ciertas situaciones absurdas (algo muy habitual en nuestra sociedad), pero dirigidas con notable naturalidad.

Es una comedia entretenida y tensa por partes iguales, en donde el empleado de una construcción (soberbiamente personificado por Leonardo Alonso) se ve involucrado en una investigación criminal.  

3 “Roma” Muchos ríos de tinta o caracteres se han escrito respecto a la nueva creación de Alfonso Cuarón. Si bien es cierto que el desarrollo de su historia no tiene un ritmo “parejo” (aunque esto último depende de la educación cinéfila de cada espectador), se agradece al responsable de “Solo con tu pareja” el haber alejado de la caricaturización o los estereotipos uno de los oficios más comunes en nuestro país: el de las trabajadoras del hogar.

Ahora bien, pocas personas pueden negar que el orquestador de “Niños del hombre” funciona como un reloj suizo, es decir, tiene una gran precisión para los simbolismos y la narrativa, dignos de alabarse. Así, “Roma” es una oda al matriarcado mexicano, pero también una carta de amor a la capital del país, capaz de consentir a sus residentes con su peculiar cotidianidad (destaca esa escena donde un lavadero puede convertirse en un campo para jugar a los pistoleros), pero también de sensibilizarlo gracias a sus enormes contrastes sociales y trágicas memorias.



2 “Sueño en otro idioma” Sin lugar a dudas, se trata de la obra maestra de Ernesto Contreras, en donde cada cuadro o imagen se aleja del folclor con que suelen ser retratadas las comunidades nacionales. Además, esta historia, situada en una realidad rural, goza de magnificas actuaciones, un impecable diseño de arte y guion, así como un personaje protagónico inolvidable, interpretado por el actor Eligio Meléndez.

Por otro lado, su tratamiento del rescate de una lengua indígena es sumamente respetuoso y lleno de amor, algo que se percibe en varias partes del argumento. Mientras que el giro planteado a la mitad de la película resulta refrescante e inesperado. Una propuesta epidérmica, que aborda tópicos como el perdón y la tolerancia.



1 “Hasta los dientes” La ópera prima de Alberto Arnaut es una muestra clara de cómo el cine puede comunicar profunda y dignamente un lamentable suceso, en este caso, el asesinato de Jorge y Javier, dos estudiantes del Tecnológico de Monterrey, que aspiraban a convertirse en exitosos profesionistas, y cuyo mayor pecado fue haber estado en el lugar y momento equivocados.



Asimismo, el documental en cuestión atrapa al espectador desde los primeros minutos y crea una conexión emocional directa con quien lo esté viendo, además de que plantea una reflexión sumamente pertinente para los tiempos actuales: ¿Las fuerzas armadas del país están preparadas para desempeñar funciones de seguridad pública? Punzante y conmovedor.


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