The Boxtrolls: Una historia sobre cajas que buscan salirse del encajonamiento

El argumento está lleno de simbolismos que hacen una muy amena y crítica reflexión a las sociedades y gobiernos de diversas partes del planeta: ahí tenemos a los gobernantes obsesionados con el queso.

Cinetiketas-
Por Jaime López Blanco-

Siempre he pensado que el cine animado es uno de los terrenos más fértiles que posee el séptimo arte para desafiar los límites de la lógica y contar las historias más locas, innovadoras, divertidas e inteligentes. Prueba de ello es lo que Pixar ha venido realizando durante los últimos años. Dicha casa productora se ha interesado por plasmar en sus historias una serie de contenidos mucho más maduros, sensibles y reflexivos, tanto para grandes como para chicos.

Ahora bien, al genio o creatividad del "Estudio de la lamparita" (Pixar), se ha visto reforzado con interesantes propuestas que hacen que el campo de la animación se torne mucho más nutrido y diverso. Tal es el caso de lo realizado por la británica Aardman Animations ("Wallace and Gromit"); o Studio Ghibli, la productora japonesa fundada por una de las leyendas de la animación oriental, Hayao Miyazaki ("El viaje de Chichiro"; "La Princesa Mononoke"; "El increíble castillo vagabundo"; "The wind rises") o; más recientemente, Laika Entertainment ("Coraline"; "ParaNorman")

Es ésta última casa productora -Laika- la que ahora nos conduce al universo de su más reciente proyecto conocido como "The Boxtrolls", actualmente en cartelera. ¿De qué va la película? "The Boxtrolls" hace referencia a un grupo de monstruos vestidos con cajas, que viven dentro de las alcantarillas, conformando también la comunidad de "Queso Villa", una sociedad con aires burgueses y aristocráticos, y cuyos habitantes no subterráneos les han atribuido, a los ya mencionados "Boxtrolls", la etiqueta de malos y secuestradores de infantes.

El argumento está lleno de simbolismos que hacen una muy amena y crítica reflexión a las sociedades y gobiernos de diversas partes del planeta: ahí tenemos a los gobernantes obsesionados con el queso (obligada metáfora del poder); los individuos wanna be que sueñan con ser definidos en sus vidas siempre y cuando los ubiquen en clases o grupos sociales de élite, aunque nunca sean bien vistos o bien recibidos por los integrantes de los mismos; la masa estúpida y ensimismada, que se cree los mitos o mentiras que alguien les propaga; las comunidades que viven y se rigen bajo el miedo, porque son satanizadas por su naturaleza de "diferentes" (en este caso, personificadas por los mismos "Boxtrolls") o; las sociedades de doble moral que juzgan entre lo bueno o malo del individuo bajo pobres, e hipócritas, estándares de blanco y negro, de lo humano versus lo monstruoso.

Aunque el guión de los "Boxtrolls" no me parece la historia mejor trabajada por parte de los creativos que integran los estudios Laika (percibo mejor definidos y detallados los guiones de "Coraline" y "ParaNorman"), sí sobresale el tratamiento que se le otorga a una historia, en apariencia, algo predecible, ya que se evita caer en estereotipos, cursilerías obligadas y se manejan doble o hasta triples lecturas. Además, el personaje de la hija del gobernador de "Queso Villa", Winnie, no es "ñoña" o ridícula, se trata de una chica pensante y enpoderada, nada que ver con las idiotas princesas abnegadas que los Estudios Disney acostumbra enjaretarnos dentro de sus producciones.

Personajes secundarios como los del "Señor Truncho" y "Fideo" no hay que perderlos de vista, porque son los que conllevan los trazos más finos y filosóficos de la historia, ya que encarnan ese primer paso que lleva al conocimiento o a la desaparición de la ignorancia: el comenzar a cuestionar o a dudar sobre el sentido preestablecido de nuestra existencia. Cuestión aparte, igual de reconocimiento, es el final pos créditos donde ambos personajes rinden un homenaje al trabajo, dedicación y esmero de todos los seres que participaron en la creación de una película Stop Motion como la que nos ocupa.

"The Boxtrolls" es mejor que el grueso promedio de las cintas animadas producidas por enormes estudios como Dreamworks (cuyas secuelas de "Shrek" o "Kung Fu Panda" dejaron mucho que desear) o Blue Sky (con la mediocre saga "La Era de Hielo"), que se han engolosinado más con las ganancias monetarias que producen sus cintas, descuidando el fondo o distintas maneras de abordar -creativa y acertadamente- historias que hagan sentir o hagan pensar a la audiencia. Esto último es otra de las virtudes de "The Boxtrolls"; ya que también se trata de una cinta que divierte, que conmueve y que te conduce a usar más de dos neuronas. No se siente como una película parca o artificiosa; se percibe en muchas de sus escenas el gran amor y pasión por sus personajes y por sus diálogos, lo que indudablemente permea a quien la vea.

De su técnica de animación, el famoso Stop Motion, sólo se puede manifestar una serie de halagos para uno de los trabajos más artesanales que he visto en el cine: se juega un poco con la apariencia monstruosa de las simpáticas cajas, otorgándoles más de una dimensión, pero también se arriesgan a experimentar con la fisonomía de algunos personajes, como acontece con la transformación física que sufre el exterminador "Archibaldo Hurtado", cuando su cuerpo sufre los estragos de una de sus alergias (al queso). Simplemente exquisito.

"The Boxtrolls" es una historia sobre cajas que busca salirse del "encajonamiento" infantil; es una narración de espejos y contradicciones entre lo que se considera horripilante y decente dentro de la colectividad que vivimos; pero, sobre todo, es una oda a la inclusión de los diferentes o a la aceptación de nuestra diversidad.

Posdata.- Un simbolismo más: Los "Boxtrolls" son monstruos que se caracterizan por ser buenos constructores, mientras que algunos humanos (supuestamente no monstruosos) que integran la sociedad de "Queso Villa" son seres que se destruyen a sí mismos debido a su cerrazón, ignorancia y egoísmo.


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