"Salitre" es un proyecto editorial de Aranza Hernández Gómez que se basa en la intervención de un archivo fotográfico que reúne viajes durante varios años a la playa. A partir de la afectación del mar, la arena, el sol y el borramiento intencional, Salitre busca borrar recuerdos de violencia sostenida y posterior separación familiar.
Por Jorge Correa
En los confines de la palabra tiempo habita la palabra desgaste. No hay nada en la existencia que no sea esculpido por este par de términos. La obra plástica de Ara plantea una poética de lo que el devenir hace con los objetos, con las personas y con la forma en la que recordamos.
Fotos, postales y recortes, intervenciones, collages y ensambles. Todo expuesto al sol, al viento, todo manipulado con manos que eligen los elementos bajo el criterio de la nostalgia. El resultado, imágenes corroídas, palidez en los tonos, agujeros, blancos fantasmales deambulando de pieza en pieza.
El proceso, como el resultado, es una alegoría de la memoria. Recordamos interviniendo escenas, sembrando árboles de una época en el centro de otra, reteniendo instantes que resultan intervenidos por impresiones causadas por otros instantes; hay un delineado, un recorte, una tijera que no dejará de abrir y cerrar sus filos, marcando la frontera entre olvido y añoranza.
Aquí hay épocas que se disuelve en diferentes azules, una creatividad onírica, una sensación de amanecer y de ocaso: finales y despedidas; aquí todas las casas hundidas tienen parentesco; aquí todo parentesco es una casa hundida; veo las series expuestas como si mirara hacia el horizonte, porque las figuras, los relieves, las historias, parecen venir de un lugar lejano, cada elemento esa una señal que indica la ruta hacia esa lejanía.
Pero volver es imposible, como despertar y querer reaparecer en el sueño. Aunque ese sueño no deje ser una pulsión en cada uno de nuestros actos presentes. Nos queda la erosión y un puñado de arena, un caracol con voces prisioneras y dos o tres fotografías, como pruebas de que fuimos donde ya no es.
SALITRE
Crecí en una ciudad alejada del mar
pero sumergida en recuerdos de agua salada.
Sumergida no, más bien a la orilla.
Ahí donde las palabras se deslavan
y la brisa humedece los objetos
lentamente.
A veces excavo
en las cajas de cartón
limpio los restos de arena
hasta encontrar
los álbumes que construyó mi madre
las vacaciones
la fotografía de una familia
en tonos azules.
¿Cuántas personas se necesitan para formar una familia?
Intento recordar
la sensación de la arena
casi puedo ver sus manos
construyendo un castillo
del tamaño de mi cuerpo.
Arena entre las uñas
y mis dedos pequeñitos
colocando con cuidado conchas de mar.
Imagino el sabor del agua salada
concentrarme
volverme un pez
o flotar boca arriba como una estrella.
Los ojos me arden.
Olor amargo a cerveza
la sensación pegajosa de la brisa
mezclada con bloqueador solar sobre mi piel.
Mi mamá y sus lágrimas saladas
mi hermano creciendo ajeno a mí.
Duermo sobre la arena
para que el tiempo pase más rápido.
Al atardecer me levanté y busqué enjuagarme.
A mis papás les pareció que fui por horas
me convencí de que pasaron horas
pensaron que me había perdido.
Cuando me alejé
pude ver cómo se ahogaban
las cosas que no conoceré
su memoria
historias que mi abuela nunca me contará
fotos que no podré rescatar
personas que no lograré amar
Yo pensaba que lo que ocurría en la playa
solo duraría las vacaciones
que dentro de unos días
volveríamos a ser lo que éramos.
Pero el ardor en los ojos
la picazón de la arena en la piel
se prolongaron tanto
hasta que me acostumbré.
Vuelvo a los álbumes
encuentro el recuerdo de mi familia bajo el sol.
Incómodos, sudando.
Cierro los ojos
me pierdo en el sonido de las olas,
no vuelvo a sumergirme.
Intento recordar cuándo fue la última vez
que floté como estrella.
Aranza Hernández Gómez (Xalapa, 2002) Estudió Artes Visuales en la Universidad Veracruzana. Fue seleccionada en la 8° Bienal Internacional de Arte Visual Universitario. En 2024 fue acreedora a una beca para estudiar una Residencia de Aprendizaje en Tipos Móviles en La Ceiba Gráfica, y otra para cursar el Programa de Artes Visuales y Fotografía de Proyecto Imaginario. Su primera exposición individual, "Consejos para una vida lenta", se inauguró en diciembre del 2024 en la librería El Entusiasmo. Ha participado en exposiciones colectivas en galerías y recintos de Xalapa, Ciudad de México y Chiapas.





