“Hotel de criminales", ¿Jodie Foster fracasa en su regreso actoral?

"Hotel Artemis" (por su título en inglés) no es un buen incentivo para que las nuevas generaciones de espectadores conozcan el legado artístico de Foster.
Cinetiketas | Por Jaime López | 

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No cabe duda que hablar de Jodie Foster es referirse a una de las intérpretes más respetadas y comprometidas del cine hollywoodense contemporáneo, misma que, cuando tiene un buen personaje entre manos, le sabe sacar provecho al máximo. 

Quién no recuerda su valiente y desgarradora actuación en "Acusados" (1988), en donde la también realizadora se puso en la piel de una mujer víctima de una violación multitudinaria, o aquel rol cautivador en "Nell" (1994), el cual le valió un premio del sindicato de actores, por haber transmitido diversas emociones solamente con la mirada y lenguaje corporal. 

Por ello, su retorno frente a las cámaras, después de un lustro de ausencia, sonaba sumamente emocionante para sus seguidores, en especial por tratarse de un filme de ciencia ficción cuya premisa y personajes lucían muy prometedores: "Hotel de criminales".

En dicha producción, Foster da vida a "La enfermera", una exmédica con deteriorado aspecto físico, que se dedica a regentear el único lugar en Los Ángeles donde los sicarios, ladrones y otros malhechores de poca monta pueden curar sus heridas sin que nadie les pregunte al respecto.

Pese a que la otrora estelar de "Contacto" y "Valiente" pone todo su empeño para darle una mayor profundidad a su caracter, el ritmo y narrativa de la película dejan mucho que desear. 

Así, el corroído o carcomido rostro de Foster, la agorafobia de la cual es presa su rol, al igual que las secuencias en las que llora convincentemente la pérdida de un ser querido, son opacados por la falta de fuerza en la dirección y el argumento.



Y es que la "ópera prima" de Drew Pearce, responsable de coescribir el guion de "Misión Imposible: Nación Secreta", no sabe aprovechar todos los elementos que tiene a su favor para entregar un mejor producto, por ejemplo, un trío de carismáticos y buenos actores (Sterling K. Brown, Jeff Goldblum y la ya mencionada Jodie Foster), un estupendo cinefotógrafo (el surcoreano Chung-hoon Chung) y una impecable dirección de arte (cortesía de Samantha Avila y Jonathan Carlos). 

Tampoco logra eregir una punzante reflexión social, ni construye una buena historia con pocos recursos. Y es que tener limitado presupuesto para los efectos especiales no es sinónimo de conformarse con algo plano o anticlimático.

Ahi está "Ex Machina", que costó lo mismo que la cinta en turno (15 millones de dólares), con un resultado final mucho más redondo.

Al respecto, algunos cinéfilos atribuyen la fallida ejecución de "Hotel de criminales" a su realizador, a quien también recuerdan (y culpan) por haber arruinado la trilogía de "Iron man", pues fue Pearce el encargado de escribir la última película del héroe de Marvel.

Sean peras o sean manzanas, "Hotel Artemis" (por su título en inglés) no es un buen incentivo para que las nuevas generaciones de espectadores conozcan el legado artístico de Foster, quien es lo mejor que tiene dicho filme. 

Lástima por una actriz que merece todos los reflectores del mundo, así como buenas críticas, porque está probada su capacidad para apropiarse de los papeles que le ponen enfrente.
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