Letrinas: ¿Qué sería bueno salvar del abandono?

Supe hace poco que existió en Chile una casa construida para ser abandonada. Llamada “Casa para el Poema del Ángulo Recto”
Derivas Situacionalistas | Por Liliana Chávez | Fotografía de Cindy Sherman



¿Qué sería bueno salvar del abandono?

Hace tiempo decidí mudarme. Cambiar la rutina. Habitar otra atmósfera. 

Pero al tiempo en que los días pasaban, crecía en mí una maraña que terminó por saturar mi garganta. Sin embargo, la melancolía no era el motivo real de mi anhelo por el aire. 

Supe hace poco que existió en Chile una casa construida para ser abandonada. Llamada “Casa para el Poema del Ángulo Recto”. En ella alguien habitó por pocos años, sólo para decidir mudarse a un sitio nuevo, a cuarenta metros en realidad. Quien la habitaba vivió en ella momentos de gran alegría. Sin embargo, decidió hacer de esa casa un pozo de agua en lugar de restaurarla. Una tumba para contemplar el cielo. Una lápida para las memorias. 

Supongo que los recuerdos que poseen la cualidad de ser independientes a su nitidez, logran arraigarse profundo en el interior. “Van de la híper realidad digital hasta los sueños, van desde lo nítidamente extraño hasta el abandono familiarmente borroso”.

Cuando la realidad se proyecta en algo tangible -como una casa, un patio o un bosque- solemos crear escenarios destinados a la memoria; le obsequiamos a nuestros recuerdos espacios, como los cuadros de una película fotográfica, para que existan y sean y habiten. Pero tristemente la ecuación no funciona a la inversa. No podemos transformar a la memoria en una realidad tangible sin que termine fatigada, sesgada, marchita. 

Mi disnea es por saberme frágil y confusa al traicionarme, deseosa por revivir mi memoria, volviendo a casa. Mi falta de aire es por saber que muchas veces los recuerdos bastan. Saber que la realidad restaurada se convertiría en un ruido molesto, parecido al asma.
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