Para Elis, com saudade: Una vuelta a la vida de Elis Regina

La historia de Elis Regina Carvalho Costa comienza un 17 de marzo de 1945, en una humilde familia de la ciudad de Porto Alegre

Call me old fashioned... please! | Por Mónica Castro Lara |



En esta ocasión, para mi artículo número 22 para Sputnik (me sigue impresionando lo excesivamente rápido que pasa el tiempo), decidí cambiar un poquito mi dinámica actual y animarme a escribir sobre una artista con la que no estoy tan familiarizada, y no porque no me guste o no la conozca, sino que simplemente no estoy muy acostumbrada a escuchar su música día con día. Y, para añadirle un poco más de entusiasmo, en este mes de octubre mi queridísima hermana cambia de década y al ser una de sus cantantes favoritas, quise explorar el mundo de la brasileña Elis Regina y poder dedicarle este artículo a Elo… ¡espero te guste! Bueno, bueno… haciendo a un lado los sentimentalismos y las dedicatorias, déjenme les cuento que escuchar a Elis es una verdadera delicia y un descubrimiento bastante placentero; me ocurrió lo mismo que cuando escucho a Edith Piaf, que me dan unas ganas tremendas de aprender –en este caso- portugués y apreciar más sus canciones, aunque afortunadamente tengo nociones muy básicas de dicho idioma y he logrado entender una que otra frase; eso también se lo debo a Elis porque tiene una dicción excelente. Mucho antes de que mi hermana aprendiera portugués, ya escuchaba a Regina, por lo que recomendamos escucharla si es que quieren perfeccionar su aprendizaje. Siempre lo he dicho y lo sostengo: no hay mejor forma de aprender un idioma que escuchando música y/o viendo series de televisión y películas y claro, acompañado de unas buenas clases teóricas.

Justo en este preciso momento, estoy escuchando “Nada será como antes” (que se escribe igual que en castellano) y, aunque la música lo pone a uno de muy buen humor y hasta con ganas de bailar un ratito frente al monitor, seguramente la letra es media tristona… qué ironía. Creo que ese es el gran don que tenía Elis y que la mayoría de los fanáticos y críticos musicales reconoce: que su perfecta voz podía ‘transitar’ de lo melancólico a lo feliz en cuestión de segundos y su discografía es tan variada, que se agradece. Yo no me creía que había grabado 33 discos antes de su repentina muerte pero sí, los conté y son 32 (bueno, bueno… no son el número exacto, pero casi). Y ya que empecé a hablar de sus álbumes, el más exitoso y que es considerado por la revista Rolling Stone como el onceavo mejor álbum brasileño de la historia, es “Elis & Tom” grabado en tan sólo 16 días en 1974. En él, podemos escuchar a la dupla perfecta: Elis Regina y el talentosísimo Antônio Carlos Jobim, que disculparán mi ignorancia pero, nunca imaginé que le dijeran ‘Tom’ de cariño… mi hermana y yo pensamos que es una especie de ‘Toño’ brasileño ¿no creen? Las 14 canciones que constituyen dicho álbum, están escritas por Jobim e incluso también interpreta una que otra; a Elis le fascinó la idea de grabar un álbum con uno de sus ídolos, lo cual influye muchísimo al material porque es increíblemente bueno. Con decirles que comienza con nada más y nada menos que con la canción “Águas de Março”, ícono/himno brasileño por excelencia. 


La historia de Elis Regina Carvalho Costa comienza un 17 de marzo de 1945, en una humilde familia de la ciudad de Porto Alegre; según una de las biografías que leí, su padre quiso pensarse muy bien el nombre de su primera hija porque estaba seguro que sería una gran cantante y por lo tanto, su nombre tenía que ser artístico desde un principio. Me parece que el señor estuvo en lo correcto, porque el ‘Elis Regina’ suena muy, muy bien, aunque eso de imponerle cosas a tu bebé desde el comienzo no es nada sano, pero bueno; tanto fue el furor de sus padres por convertirla en una estrella, que desde los 5 años la llevaban a distintas estaciones de radio para interpretar canciones en portugués y en español, unos esfuerzos muy determinantes para ‘tocar puertas’ en el mundo del espectáculo. Y fue en una de esas tantas visitas cuando el programa de radio infantil de concursos “O Clube Do Guri” le da la oportunidad de cantar en vivo, pero una pequeña Elis de 7 años se queda estática y sin la posibilidad de omitir cualquier sonido, es decir, le dio un pánico escénico terrible que supuestamente le acompañaría durante toda su vida, aunque obviamente aprendió a controlarlo y vencer su miedo a cantar frente al público, pero esas inseguridades y el no poder hacer una presentación perfecta, fueron factores que la atormentaron durante toda su carrera profesional. Escucho de fondo "Retrato em Branco e Preto" y de verdad a uno se le enchina la piel ehh, no sólo por los violines y el intenso piano, sino por esa melodiosa y melancólica voz de Elis.

Después del episodio con el programa de radio, comienza a tomar clases de piano sin dejar su ímpetu por cantar; desde pequeña y durante sus 36 años de vida la apodan “furacao” (huracán) o “pimentinha” (pimientita), por su personalidad tan enérgica, aunque en público, era bastante tímida y reservada, cualidades que la distinguirían siempre y es que así nos pasa a muchos: con nuestra gente somos de una manera y estando con extraños, nos brota laparte introvertida (y a borbotones). A los 12 años, y mucho más preparada, Elis regresa al O Clube Do Guriy gana el concurso, una meta muy soñada por ella y sus padres, por lo que de inmediato comienza su fama local; la ciudad entera podía escucharla domingo tras domingo y tan sólo un año y medio después, recibe un contrato de exclusividad con Radio Gaucha, una situación que no le convencía del todo a su madre porque no quería que su hija dejara la escuela o tuviera malas calificaciones pero pues… fue inevitable que eso sucediera. Es a los 15 años cuando Rio de Janeiro la atrae como polilla a la luz y comienza justamente su legendaria carrera musical grabando sus primeros singles y álbumes; a dicha edad gana más dinero que su padre, lo que se torna una constante discusión en casa. Él decide acompañarla a Rio y posiblemente encontrar trabajo ahí (lo que creo nunca consigue), y mientras tanto su madre se queda en Porto Alegre con su hermano Rogerio. Elis y su padre visitaban su ciudad natal de manera intermitente, hasta que 4 años después decide que Porto Alegre ya no tiene nada que ofrecerle y convierte a Rio en su nuevo hogar. Justo ese tipo de decisiones fue la que llevó a su madre a declarar que “había perdido a su hija para siempre a los 19 años”. La familia de 4 que una vez fue muy unida, se iba resquebrajando rápidamente.


Fue durante este tiempo que vivió y padeció en carne propia, la parte no glamurosa del mundo del espectáculo, al tener que competir con infinidad de nuevos artistas para salir en programas de televisión, de radio, o que los dueños de clubes y bares les dieran chance de poder presentarse una o varias noches a la semana en sus respectivos negocios. Pero la verdad es que no la desanimó para nada, tenía un vozarrón y eso le daba millones de puntos extras, aunque su físico no la ayudaba tanto; sus biografías mencionan insistentemente que su cuerpo, su cara, su manejo en el escenario e incluso su cabello, no tenían conexión alguna con su voz, pero a estas alturas, desafortunadamente no me es nada raro escuchar que una artista no encaja en los estándares de belleza que siempre se nos han impuesto. Lo que más gusto me da es que, su cara sin maquillaje y su corte a la “pixie” son unos de sus rasgos físicos más característicos y que seguramente, muchas mujeres brasileñas de la década de los 70, le copiaron. Es en 1965, cuando su vida termina de cambiar por completo al ganar el 1º Festival da Música Popular Brasileira interpretando la canción "Arrastão" y cuya explosiva presentación, sigue siendo un referente para la denominada ‘Música Popular Brasileña’ ya que rompió con los esquemas convencionales de cómo debía interpretarse una canción de bossa nova y más mérito, por ser mujer. Muchos críticos insisten en que, las lágrimas en los ojos de Elis, su cara de éxtasis y sus brazos simulando el Cristo Redentor, fueron los que indudablemente le dieron el reconocimiento que había soñado y trabajado desde pequeña. Me imagino que su presentación es igual de importante que la del buen José José en el Festival OTI con “El Triste” ¿no? O bueno, por lo menos eso se me vino a la cabeza cuando lo leí.

A sus 21 años, era la cantante mejor pagada de todo Brasil y mantuvo su reinado hasta el día de su muerte. El trabajo de Elis no sólo se destacó por su voz y evolución musical, sino por dar apertura a nuevos y jóvenes talentos que, hasta el día de hoy, agradecen a Regina su esfuerzo y amabilidad para orientarlos a la industria de la música en una época social y política bastante dura para el pueblo brasileño. Se le reconoce su trabajo con artistas como Gal Costa, Caetano Veloso, Gilberto Gil, Milton Nascimento, João Bosco, Aldir Blanc, Chico Buarque, Guinga, Jorge Ben, Baden Powell, Caetano Veloso y Rita Lee. Canciones como “Por um amor maior”, “Sou sem paz”, “Amor demais”, “Mais samba”, “Madalena” (que es una de mis favoritas) y “Bala com bala”, no paraban de escucharse en la radio o en programas de televisión.



Si bien la carrera de Elis tiene mucho que demostrarnos gracias a su talento, también dieron mucho de qué hablar sus relaciones amorosas, sus peleas familiares, sus divorcios y sus supuestos cambios de humor tan drásticos, que todos la consideraban como bipolar. En 1967, tan sólo 2 años después de su presentación en el festival, deja a Brasil boquiabierta con la noticia de su matrimonio con Ronaldo Boscoli, periodista adinerado, compositor y productor musical, 16 años mayor que Elis y considerado su archi némesis durante sus primeros años en Río. Muchos afirman que se casó con ella únicamente por su dinero, pero la verdad es que con lo que leí, no lo llegué a confirmar. Lo que sí sé es que fue una especie de Henry Higgins para Elis (los que han visto la película o el musical de “My fair lady” sabrán exactamente de lo que hablo), al “enseñarle” buenos modales, etiqueta y hábitos refinados; muchos (incluido el mismísimo Ronaldo) decían que Elis era una mujer poco culta gracias a sus orígenes humildes y que en realidad, poco podía aportar al mundo de la música; era medio mal portada, mal hablada y tenía pocos modales con todo aquel al que conocía. Por lo tanto es fácil deducir que sus 6 años de matrimonio fueron bastante turbulentos e intensos; una relación amor-odio que alimentaba a la prensa día con día. Se dice que constantemente discutían frente a periodistas y amigos, se armaban “panchos” cada que podían y que ya en sus últimos años juntos, Elis aventó al mar toda la colección de discos que Boscoli tenía de Frank Sinatra. Golpe bajo Elis, golpe bajo. Peeero, a pesar de todo lo anterior, también tuvieron sus buenos momentos e incluso procrearon un hijo llamado João Marcelo. Se dice que Boscoli fue quien le sugirió su look tan característico, el cabello a la Mia Farrow y ropas más ligeras y hippiosas.

Luego, su segundo matrimonio, fue con el pianista y arreglista César Camargo Mariano quien formaba parte de su banda y que años después de su unión, declaró que siempre tuvo un crush con Elis a pesar de estar casado. Su historia de cortejo es bastante peculiar, ya que Regina lo invitó a su casa para ver una película y resultó ser una fiesta con mucha gente; ella le entregó un papel y le dijo que lo leyera solo en el baño, ya que el escrito decía: "Me gustas como el carajo. Te deseo como el carajo". Eso asustó un poco al buen César quien decidió largarse de la fiesta saltando de la ventana del baño. Días más tarde, se encontró con una Regina seria y distante que después se dejaría llevar por las tiernas melodías del pianista. Éste, dejó a su esposa casi de inmediato, se casó con Elis y pronto tuvieron 2 hijos, Pedro y Maria Rita (también una famosa cantante). Su relación fue bastante tranquila y dio muchos frutos personales y profesionales. Durante todo este tiempo. Elis no paró de trabajar: grababa álbumes, salía a giras nacionales e internacionales, miles de entrevistas, portadas de revista y muchos eventos sociales que atender. Uno de los mayores reconocimientos internacionales que tuvo Elis, fueron sus 2 presentaciones en el “Olympia”, el famoso teatro de París que había albergado a artistas como la mismísima Piaf (ya van dos veces que la menciono en este artículo, qué bonito). Fue durante esta estadía en Europa cuando dio la famosa declaración de que “Brasil es gobernada por gorilas”, haciendo alusión a la dura dictadura que había perseguido y exiliado a muchos de sus amigos y colegas musicales y que obviamente también dejaba terribles estragos en la sociedad brasileña. Su fama evitó su encarcelamiento pero, tuvo que pagar un precio muy alto cuando la obligaron a cantar el himno en las Olimpiadas del Ejército y fue la comidilla de todo su país, hasta el punto de ser caricaturizada por el famoso “Henfil”. Supuestamente y por debajo del agua, siempre fue una ávida crítica de la dictadura y muchos consideran que su muerte, tuvo algo que ver al respecto porque se “estaba pasando de la raya”. La canción “O bêbado e a equilibrista” es considerada un himno para todos aquellos brasileños exiliados durante los años 70.




A finales de dicha década, durante su segundo divorcio y recién llegada de Estados Unidos, fue que Elis descubrió la cocaína y rápidamente se convirtió en su única aliada. Se dice que la consumía de manera muy discreta, ya que prácticamente nadie sabía de su adicción, aunque sus cambios de humor eran más notorios y su voz y presencia en el escenario, cambiaron considerablemente. Fallece en su casa el 19 de enero de 1982 de una sobredosis de alcohol y cocaína, recién comprometida con el abogado Samuel MacDowell, con un contrato en una nueva disquera, apunto de grabar un nuevo álbum, tres hijos pequeños, una casa nueva y una banda renovada. Una verdadera pérdida para la música brasileña y el mundo en general. Elis le dio voz a aquellos cantantes humildes que piensan que nunca podrán “lograrlo”; le dio voz al jazz, a la bossa nova, a la música pop, a la balada y a la música popular brasileña. Les invito a escuchar temas como “Romaria”, “Como Nossos Pais”, “Atrás Da Porta”, “Aprendendo a Jogar”, “Se Eu Quiser Falar Com Deus” (que personalmente me gusta más en la voz de mi íntima amiga Eugenia León), “Aquarela Do Brasil” y por supuesto, “Águas de Março”. Descubrir a una artista como Elis, me ha dejado muchas satisfacciones y ganas de escucharla más seguido; me demuestra una vez más el talento desbordante en países hermanos latinoamericanos. Brindemos por una mujer brasileña que supo hacerse camino en una industria comandada por hombres y en años difíciles para su patria. Por eso decidí nombrar a mi artículo así… por eso y porque ‘saudade’ es mi palabra favorita del portugués y de alguna manera tenía que hacerla presente.



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La Autora: Publirrelacionista de risa escandalosa. Descubrió el mundo del Social Media Management por cuenta propia. Gusta de pintar mandalas y leer. Ácida y medio lépera. Obsesionada con la era del jazz. Llámenme anticuada… ¡por favor!



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