Huracán 'Elma' sacude la Feria del Libro de Aguascalientes 2022

La escritora Elma Correa presentó en Aguascalientes 'Mentiras que no te conté', libro ganador del Premio Nacional de Cuento Juan José Arreola 2021.


Por Alejandro Carrillo | Foto: Miguel Gámez


Desde hace mucho tiempo queríamos traer las letras y el vigor de Elma Correa a tierras hidrocálidas y fue el pasado fin de semana cuando por fin llegó el huracán de risas, anécdotas e historias increíbles para deleitar y contagiar a los lectores de la 54 Feria del Libro de Aguascalientes 2022.

Agradezco a la querida Elma, todos sus esfuerzos para compartir con nosotros su magnífica obra, ganadora del Premio Nacional de Cuento Juan José Arreola 2021: Mentirás que no te conté, agradezco también sus esfuerzos para volver en una pieza a Mexicali (larga historia), y también agradezco profundamente a la organización de este magno evento literario, en especial a Paco Camacho y a todos los que abarrotaron la sala y agotaron los libros.  

Quienes seguimos a Elma como autora y más aún como promotora literaria, conocemos todas las actividades que realiza en favor de la literatura desde la frontera norte y más allá. Los que nos ufanamos de ser sus amigos a veces no dimensionamos el trabajo que hace y el talento que tiene para escribir historias, actividad que realiza prácticamente en sus ratos libres, que no son muchos.

La mayor parte de su tiempo se va en seguir aprendiendo y también en enseñar, da talleres a un sinfín de escritores emergentes de diversas latitudes, hace presentaciones a lo largo y ancho del país, y también fuera de México. Está inmersa en una gran cantidad de proyectos editoriales con diversas editoriales y universidades. Cada año compila varias antologías increíbles y disruptivas. Hace comunidad con otras artistas de todo el mundo a través de su proyecto Habitaciones Propias en Instagram. Y por si fuera poco coordina uno de los encuentros literarios más plurales e incluyentes del país, y con el que siempre estaremos agradecidos, que es Tiempo de Literatura desde la ciudad de Mexicali.

Se da tiempo de atender a sus seres queridos y a sus gatos, por supuesto, y es entonces, después de todo esto, que Elma se da tiempo de escribir y ganar premios nacionales. Como dice el poeta Antonio León: me gusta esta nueva tradición de los veranos que es la de anunciar un premio para tu escritura.

‘Mentiras que no te conté’, es el premio que recibió el año pasado, porque el de este año, que es el Premio Bellas Artes de Cuento Amparo Dávila, apenas se está cocinando y el libro está próximo a salir. 

Los ocho cuentos que conforman ‘Mentiras que no te conté’, hablan esencialmente de morras, de amigas, de mujeres inmersas en historias en torno a la realidad fronteriza contemporánea. Si bien es cierto que el libro tiene esa multiculturalidad, no deja de ser un libro universal para cualquier lector, como debiera ser un ganador nacional de narrativa, sin más pretensión que contar historias y contarlas bien. Y esto es manifiesto desde los primeros renglones que te enganchan a situaciones trágicas y divertidas, pero nunca distantes a la realidad del ciudadano promedio. No se logra distinguir si son personas comunes en lugares equivocados o si los lugares equivocados alojan a personas comunes.

Retratos de personas que se niegan a morir pero hacen todo por lograrlo, jóvenes inmersas en vórtices de romance y violencia que horrorizan y enternecen por igual, enredos amorosos entre tijuanenes y santeros michoacanos. Romances entre levantones y narcos. A lo Ibargüengoitia, Elma nos narra la tragedia con esa misma sorna y humor que solo las plumas finas logran sin llegar a caer lugares ridículos. Todo aderezado, como es costumbre, entre un sinfín de referencias de la cultura pop de cierta generación, que también hace que los más jóvenes corran a guglear quien fue el guapo de Wolf Ruvinskis, cómo es la nariz de Carmen Campuzano y la carita de Ana Patricia Rojo o Susana Dosamantes.

Elma escribe para sus amigos, sobre sus amigos y sobre la amistad que es un tópico recurrente y fundamental en la vida obra de la autora. Más allá de su talento y prosa dinámica, su generosidad con los demás es la verdadera ganadora de premios. Su generosidad literaria y sus personajes incomprendidos, melancólicos, outsiders, pero al igual que Elma, siempre generosos, siempre buenos amigos.

Se agradece también que las historias de Elma no tienen que trasladarse a las grandes urbes literarias y lugares comunes que tantos autores utilizan. Sus personajes no van, ni quieren ir a Barcelona, Madrid, Buenos Aires, Praga o París, ni siquiera a la Ciudad de México. Las historias ocurren en la realidad que ve la autora todos los días, y para los que añoramos acabar con el centralismo literario y cultural, agradecemos que Elma nos hable de la frontera, del muro que separa Mexicali de Caléxico, de cómo bajar La Rumorosa en punto muerto, de las montañas de Tecate, de los bares de Tijuana y las fiestas hasta el amanecer en las playas de Ensenada. Se celebra que se premie la literatura con otros acentos, otras latitudes y otros usos horarios y costumbres. Ya que esto en verdad democratiza y abre las puertas a un universo de creadores de todo el país.

Elma es vanguardia, farol de la calle y luz estroboscópica de su casa.

Para terminar me gustaría citar algunas enseñanzas que textualmente nos regala el libro y que seguramente nos servirán en alguna conversación y en la vida diaria:


- Los bares de los hoteles nunca cierran.

- Los zombis vienen de Haití.

- En silencio es más sencillo sobrellevar el hambre.

- Siempre hay cosas que los hombres prefieren no saber.

- A partir de billetes y cocaína se puede ser feliz.

- Procesión giroscópica es el fenómeno que hace volver a los búmerans.

- Los astronautas vuelven más altos a la Tierra.

- A veces los pelícanos se desploman en el desierto.

- Al banco HSBC y a los de Nortec no les va a gustar este libro.
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