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«¿Qué comen lxs poetas?» | Ep. #02 Yohanna Jaramillo



Host: Jorge Sosa |


“¿Qué comen lxs poetas?” es un podcast que nace de la idea de que los poetas se mueren de hambre, el propósito del programa es invitar a un poeta en cada episodio para que hable de algo que le guste comer y algo más que consuma diferente a los alimentos.

El segundo episodio de “¿Qué comen lxs poetas?” recibió a Yohanna Jaramillo, la poeta de Baja California que compartió su receta de caldo de papa sonorense estilo Tijuana y la razón por la que ha escuchado cada una de las conferencias diarias de Andrés Manuel López Obrador, además de leer un poema de su proyecto actual.

Éste es un fragmento de la entrevista con Yohanna que puede escucharse completa en Spotify o Apple Music.

***

¿Qué piensas de la frase “los poetas se mueren de hambre”?

Pues, no quiero decir algo ambiguo, pero es muy probable que si no sabes sembrar la tierra te mueras de hambre, pero también eso es muy poético y muy falso porque realmente no sabemos sembrar la tierra. A veces sabemos la teoría más no la práctica. Sin embargo, ahí es cómo tú quieres llevar tu vida, tu hambre y hay trabajos infinitos para no morirte de hambre. Obviamente sabemos que la industria del libro es muy competitiva, no hay mucho impulso, no todos somos bestsellers por cuestión de industria, de empuje, de los países. Hay distintos factores que pueden existir en esto, pero obviamente todos hemos pasado por hambre si nos queremos dedicar 100% a la literatura y más que nada en México, que estamos bajo programas limitados, que son bajo convocatorias, concursos u honorarios que nunca llegan, que pasan meses donde mañana te pago, mañana te pago, mañana te pago. Entonces pues el refri se empieza a vaciar, pero tu yo poeta, tu ingenio hace que de una papa, justo un chile y una tortilla, te alimentes, ¿no? Eso, y dormir y leer mucho, te salva.

 

Como primera parte del programa, siempre le pedimos a nuestra invitada que nos recomiende algo que le guste comer. En este caso, Yohanna es la primera persona que comparte conmigo una receta para preparar, que se trata de caldo de papa sonorense estilo Tijuana. Me gustaría que nos contaras un poquito de tu relación con este platillo.

Más que nada, tiene que ver con la cercanía de Baja California con Sonora y Sinaloa, ¿no? Porque es un platillo que se comparte entre, yo creo Ciudad Obregón y los Mochis, por no abarcar tanto los dos estados y porque son conocidas y conocidos que me han aportado esta receta. Cuando lo conocí hace como 15 años más o menos, sí observaba primero cuando me lo ofrecían y sí hay distintas formas de hacer el caldo de papa, tanto unos que lo hacen picadito como otros que lo echan entero. Pero fíjate que esta gastronomía sinaloense y sonorense realmente se fomentó mucho en Baja California, a pesar de ser una región muy gastronómica. Yo creo que justo es por eso, porque tenemos tantas personas que migran hacia esta ciudad porque ya sabemos que estamos cerca de un condado de San Diego y nos traen sus recetas, las cuales no nos apropiamos sino al contrario, las disfrutamos.

Ese caldo de papa me parece a mí muy sencillo, muy rico, con muchos nutrientes y es algo que cada semana está en mi menú. Papa, chile, queso, chiltepín, que justamente es de por allá de esos lados y que nos llega, te digo, por los conocidos. Nunca falta la persona que trajo chiltepín de allá, cierto queso o de pronto te trae la machaca o el chile California, Anaheim. No sé todavía cómo lo conocen ustedes ahí en Ciudad de México, si pudiste dar con ese chile o el chiltepín, que pues está más identificado más bien.

 

Sí, claro, ese fue probablemente el mayor obstáculo a la hora de recrear la receta, porque en efecto acá el chile California o Anaheim no es sencillo de conseguir, estuve analizando ahí varias opciones para sustituirlo con el consejo de mi gran amiga Miryam, que también es de por allá, y al final derivamos en el chile chilaca y el chile güero como opciones. Quiero decir que algo que comparto con Yohanna es el gusto por el picante y ésta es la primera cosa que a mí me llamó mucho la atención del platillo, que es un tipo de caldo que te provoca esta reacción de picante y de sudor muy propia de ciertos platillos de la comida mexicana.

Justo es interesante porque estas dos regiones que te menciono son calurosas, llegan a sus 50 grados, 45 grados para arriba, entonces típico de que haces un caldo para el calor, ¿no? Es rarísimo. Más el chile, aplícale todavía más picante. Ahí hay un secreto escondido en las familias, del por qué lo comen. A mí me gusta mucho cocinar y siempre he pensado que las recetas nacen en ciertas épocas. Desconozco cuándo nació esta receta, pero siempre les llamo recetas de guerra. Recetas de hambruna, recetas de hambre, de qué es lo que hay en tu región para que yo pueda preparar algo y sustentar a mi familia.

Y resulta, para mí, que son un splash de ingredientes que hacen este tipo de resultados. Lo veo mucho en mis poemas que siempre hay algo de la comida y las verduras ahí simplificado con la ciencia. Y cuestiones de ciertas épocas que me parece por eso bastante interesante, todos los platillos. He visto platillos de repollo en ciertas regiones que me dicen: repollo con cebolla y mantequilla. Y yo: wow, ¿de dónde surgió esto? Y ya te comentan que fueron en ciertas épocas donde a lo mejor había nada más repollo, cebolla y mantequilla. ¿Y qué haces para los niños, niñas? Esto. Y resulta riquísimo. Ya después se hace gourmet desgraciadamente y te venden el caldo de papa en sabe cuánto dinero.


Como segunda parte del programa, lo que le pedimos a nuestra invitada es que nos comparta algo que consuma, porque como bien decía Yohanna, nuestro sustento se forma en varias partes, en lo que lo vemos, en lo que escuchamos. Yohanna hizo una elección que me sorprendió mucho porque ha hecho un ejercicio brutal que yo no podría hacer honestamente, ha escuchado continuamente la conferencia mañanera de Andrés Manuel López Obrador. Y mi primera pregunta es ¿por qué?

Por cuestiones, así lo voy a decir, poéticas. Uno está muy involucrado en la política y mi poesía me respalda en eso. De que siempre ha sido poesía social. Me voy a ir del presente al pasado. Me molesta bastante cuando dice que los poetas hasta ahora critican al presidente y dices: eh, compa o sea, si te vas a lo mejor a los poetas independientes, los underground, los que sí estamos trabajando en las calles desde hace 20 años con la sociedad, con la comunidad, créeme que vulgarmente sí le hemos tirado a todos los presidentes. Porque lo que hacía México antes, todos estábamos unidos contra un presidente hasta que llegó este personaje y nos dividimos de una forma muy violenta.

A mí me pareció bastante violenta en cuestión de que, desde mis amigos, ya había discrepancias. Ya había un tipo de fanatismo que a mí me empezó a llamar la atención pre campañas. Te comento que en el 2006, cuando empezó todo este movimiento, empezaba el Festival Caracol. Y yo nada más era una colaboradora del festival. Y en ese momento, AMLO se va al Zócalo, a hacer los campamentos y se va todo el comité de Caracol a hacer campamento y me dejan el festival, el primer festival, el número uno.

Y me lo dejan ahí. Entonces, desde ahí me llamaba la atención. Está bien cool, obviamente yo también quiero un cambio. Yo también te quiero creer, pero hay algo, hay algo ahí como en mis estudios que no me permite creerte cien por ciento. No me gustan las mentiras, no me gusta que estés exagerando. Y yo lo veía así, y así pasaron muchos años. Llegó Calderón, llegó Peña Nieto. Y estuvimos muy en contra, hubo amenazas, pasaron bastantes cosas de: no leas este poema en Sinaloa, no leas este poema acá, cállate ya, Yohanna. Me sorprende que ahora esta persona desconozca. Estoy de acuerdo, no tenía por qué conocerlas. Pero entonces no globalices ni digas que todo el mundo no lo hizo. Porque no somos Krauze. Somos el pueblo realmente, ¿sabes? Eso me parecía muy interesante.

Cuando ya realmente iba a ganar y te digo, apoyando que gane, porque obviamente queremos un cambio. Es más, no somos de ver televisión abierta, los comerciales que pasaban en televisión abierta, no me llegaba esa información. Y una vez que viajé a Veracruz, me acuerdo, prendí la tele del hotel porque iba con una compañía y empiezo a ver estos comerciales donde yo decía: qué disparates se están vendiendo a la gente, que para mí eran imposibles. Decía, ok, probablemente quieras y puedas aportar a un país o a cierta región, pero no global. A mí esto me parecía raro. Entonces gana. Me pongo feliz como todos, la verdad. Con cierta desconfianza, pero me pongo feliz porque al final sí quería que ganara, dentro de todo. Y empiezo a ver la mañanera y empiezo a escribir y me propongo en ese momento a ver todas las mañaneras y me empieza a prender.

Había momentos donde decía: ay, qué está diciendo el señor. Y de pronto decía: wow, a huevo, ¡vámonos, eso! Y me prendía bastante, te hablo de los primeros ocho meses. Eran altas y bajas. Era como una relación bien tóxica. Así, lo amaba y luego decía: de qué está hablando, y luego volvía a repetir. Y al año empezamos a repetir, a repetir, a repetir, a repetir tanto que dije: tengo que seguirla viendo.

Imagínate, tengo dos horas de diferencia de Ciudad de México y era levantarme a las cinco de la mañana, cinco y media, prenderlo y con los ojos cerrados cerrados como un mantra, se convirtió en un mantra de estarlo oyendo y era increíble que yo ahorita yo puedo hablar la mañanera. Ya sé lo que va a decir. Sé lo que sigue porque hay momentos seniles en la mañanera y, con todo respeto, hay momentos donde dices a ver, ¿qué pasó con los asesores? ¿Qué está pasando? Yo estoy viviendo otro México. Yo sé que tú recorriste todo, pero yo te estoy viendo cómo, por ejemplo, llegas a Tijuana, Tecate, San Quintín, Ensenada, y te veo en una Suburban pasar con la mano así y recogiendo folders. Eso no se llama vivir el país porque yo estoy viviendo en una calle donde hay machetazos, donde hay drogadicción, donde me escondo por los balazos, donde me tiro al suelo. Vivo en una ciudad violenta en un estado de los más violentos del país. Entonces a mí no me puedes decir que ok, que mandaste a 500 guardias nacionales estos últimos ocho meses.

¿Y qué pasa? Disculpa, presidente, te estás mintiendo y no soy neoliberal, no soy conservadora. Créeme que nada de eso. Me encantaron muchas cosas que hicieron y que no voy a abordar porque tampoco es un programa político. Eso fue más que nada. Y más que nada, esperando. Imagínate lo que es ser escritora y no poder hablar en seis años porque se me van a echar encima. Tengo que esperar todavía como dos, tres años más a bajar todo lo que escuché. A transcribir todas mis anotaciones para poder dejar un registro de la historia que yo viví porque tengo derecho. Eso es todo, por eso escucho las mañaneras.

 

Ahorita que mencionas este rollo de lo neoliberal, algo que me llama mucho la atención que logró Andrés Manuel y que creo que sí es deliberado, es hacer un relativismo en donde él está en el centro de todo. Donde digamos, en una conversación con personas que tienen ideas de izquierda decir tal cosa te vuelve neoliberal y estar en una conversión con gente que tiene ideas de derecha y decir otra cosa o incluso una cosa muy parecida a la que dijiste primero te vuelve un chairo, que es el término más popular respecto a la gente que apoya a Andrés Manuel incondicionalmente. ¿Qué piensas tú de eso, de Andrés Manuel como personaje de su propia épica, por decirlo así?

No sé, es como cuando estaba Peña Nieto y hacía muchas cosas raras, torpezas, que se te antojaba abrazarlo así como: ay, pobrecito, ya deja de hacer tantas cosas... no quiero llamarlas ridículas, pero pues el hombre hacía torpezas. Y pasa lo mismo con Andrés Manuel, es como verlo de frente y decirle: entiende que te mienten, ¿sabes? Entiende que los de tu alrededor te están mintiendo y tú estás creyendo en algo que no existe. Y entiendo que quieras, como yo, cero corrupción, que quieras una paz en el país, que quieras fomentar educación, salud, todo eso, pero no está sucediendo. Yo voy a dar talleres de literatura a las escuelas y los mesabancos están astillados, hay precariedad en todos los salones. Hay escuelas donde el narco ya no permite que se den clases. Hay residentes de medicina que ya no quieren ir a zonas rurales. Él dice que no es cierto. Yo le quiero decir: ven, dame la mano, déjame decirte dónde, créeme.

Viene el otro personaje que le va a suceder y dice las mismas promesas: yo sí voy a dar seguridad. Estás diciendo: yo voy a pavimentar Veracruz. ¿Pero por qué tu patrón no lo hizo? Es como decirle a Andrés Manuel: no mientas. Eso es todo. A lo mejor recorriste el país durante 12 años pero a lo mejor no lo estás recorriendo realmente ahora. Por precaución, obviamente lo entiendo también. Pero mientras no me hables de tratantes de blancas, mientras no me hables de lo penitenciario, mientras no me hables de lo que sucede en la frontera, en las aduanas, las prostitutas. Un montón de factores que hay, la salud, ven, acompáñame al IMSS, no hay medicina, a mis familiares, a mis amigos les dieron una cita dentro de nueve meses, ya se murieron. Nos tocó una pandemia, sí, tristemente. A mí me tocó una pandemia también. Hablo en ámbitos laborales, vi las maneras de lograr cómo llevar la cultura en la pandemia en Baja California, se logró. Hay muchos temas de los que no se hablan y lo he comentado con amigos. No me hables de baches ni de luz ni de esto.

Y solo una cosita, no es su culpa, también como ciudadanos tenemos que sentir esa responsabilidad social que no hemos logrado. Tenemos como un papá adulto que es como nuestro abuelo que ya nos consiente y ya no ve esto como su primer hijo. Ya somos como los bisnietos de esta persona. Entonces nos deja hacer muchas cosas y ve las cosas un poco más positivas. Pero realmente a mí lo que me gustaría es: tienes una mañanera, ¿cuánto cuesta transmitir por televisión todos los días? Háblale directamente a la delincuencia. Háblale directamente a los jóvenes, háblanos directos y dinos hazme paro. Escúchanos, nos están secuestrando, nos están extorsionando, nos están quitando los negocios. Háblanos directo y no digas que el narco es bueno. Eso es todo. Yo apreciaría bastante de un candidato que me hable y me diga: yo ya no puedo, ayúdame. Pensemos un montón de gente. Hay muchos académicos. Hay muchas investigaciones. Pero, ¿cómo dice él? Son mis adversarios, no los odio, son mis adversarios. No lo somos. Realmente hay bastantes académicos y conocidos que realmente salieron a investigar una colonia porque les interesaba. Y hay resultados, y ahí está el punto.


Es más difícil para mí tratar de cerrar este tema porque podríamos estar aquí hablando horas acerca de la circunstancia del país, del gobierno, de las elecciones. La última parte del programa se trata de un poema que nos quieras compartir y me comentabas que tenías elegido un poema, un poco largo, pero que iba a redondear todas estas ideas.

Es parte del libro lo que se llama “Sin código postal”, también hablando de lo inmobiliario, de cómo de pronto nos quedamos sin casas por las hipotecas que existen. Hay un porcentaje de tijuanenses que están desplazando a otras ciudades porque pues gentrificación, ya sabes todo lo que pasa, te van sacando de donde eres.

***

Si esto no es una dictadura,

qué es, qué es.

Bersuit Vergarabat

 

 

Esos tiempos de 

yo tengo otros datos

estornudar 

se convertía en un círculo

de gente observando,

era pasar la cuarentena

entre el trabajo de casa 

y las exigencias del patrón;

quedaba el día y la noche

quedaba la madrugada

las redes sociales,

la gente seguía en los hospitales

rurales y privados

muriendo.

 

De nuevo la estadística,

un número sin tinta en el antebrazo,

un cuadro o una curva de gobierno,

drones que persiguen arriba de nuestros techos

los impuestos no declarados, porque:

nadie puede tener más que el presidente,

pero nadie tenemos la astucia

para acumular lo que él,

y no lo entiende,

 se ciega,

-los pobres primero- 

dice,

y cual si fuera bautizo

tira el bolo al aire.

 

Todas las mañanas

me incita a creerme neoliberal,

habla de cuellos blancos,

con su cuello blanco,

con su traje sastre,

desde un palacio,

por eso

Palenque sí, 

nos gustó pa´ que te vayas.

 

 

Visionario dice que,

los perros robots atacarán

a la Guardia Nacional,

visionarie dice que,

las drogas y los humanos

seguirán cruzando sin permiso,

visionaria dice que,

la pobreza se extiende,

entonces matar periodistas y poetas

es un ahorro,

los sicarios dicen que,

no saben de actores intelectuales,

solo a través de una tarjeta amarilla reciben

un salario, una orden, cinco balas;

el de arriba dice,

mientras sonríe que,

a las mujeres y migrantes

les matan

por el conservadurismo,

y su diálogo se repite

como el cielo que nos anunciaba

Víctor Calavera.

 

En tiempos del oro verde 

el aguacate, la yuka, el limón, 

el dólar, la marihuana, 

nos sangran por todos lados,

la sequía se acerca, 

pero al narco

a políticos, 

a consumidores,

a influercer, 

a chef´s de moda 

no les importa

                      solo es

                             ganar-ganar,

                             gourmet-gourmet

la ciudad no ha sido gentrificada

aunque parezca.

                                  

En tiempos de Fentalino

estamos en el ensueño de alguien,

en campamentos de ambas fronteras.

 

Busquemos el oro negro,

como los cerdos. 

o los perros obligados 

a encontrar esas trufas

para que con su aceite se resbale

por el esófago

la pinche triste realidad.


Por cierto

 

Cristian Alberto Flores García

mamá te busca

desde San Quintín






 

Y, entonces los jóvenes se fueron al mar

(Federal)

en protesta,

de Camino Verde bajaron,

de la Sánchez bajaron y,

abrieron paso,

del Descanso caminaron hacía Playas,

de Villas del Campo a Popotla,

entre los puestos de mariscos y los norteños marchaban,

seguros de llegar al Pacífico,

de no ser levantados,

de ya no querer disparar esas armas,

ni tener de opción de tirar el shot

con el rap, con el box, o con el grafitti.

***



El resto de la conversación con Yohanna Jaramillo lo puedes escuchar en Spotify o Apple Music.

Si quieres saber cuándo sale el próximo episodio, sigue a @jorge_kfgc en Instagram.


«¿Qué comen lxs poetas?» | Ep. #01 Antonio León


Host: Jorge Sosa |

“¿Qué comen lxs poetas?” es un podcast que nace de la idea de que los poetas se mueren de hambre, el propósito del programa es invitar a un poeta en cada episodio para que hable de algo que le guste comer y algo más que consuma diferente a los alimentos.

El primer episodio de “¿Qué comen lxs poetas?” recibió a Antonio León, el poeta de Baja California que compartió su gusto por el ramen y Billie Holiday, además de leer un poema de su libro más reciente “Cuaderno de Courtney Love”.

Éste es un fragmento de la entrevista con Antonio que puede escucharse completa en Spotify y Apple Music.

***

JS: ¿Qué piensas de la idea de que los poetas se mueren de hambre?

AL: Primero tendríamos que decir que en este país, como están las cosas, no morirse de hambre es una suerte, independientemente de a qué te dediques.

Yo soy de una localidad al sur de Ensenada, Baja California, que es un pueblo así bastante de terror donde la mejor fortuna es dedicarse a algo. A mí nunca me dijeron: te vas a morir de hambre si te pones a escribir tus poemitas. A mí lo que mi madre y mis tías me dijeron fue: ah, mira, qué bien, a ti no te van a meter al bote. No como a sus primos. Entonces, pues no sé, creo que lo de no comer nunca estuvo en la mesa. Vamos, no soy de una de estas familias de tradición y abolengo científico o intelectual que de repente dicen: solamente en el mundo de la academia se puede vivir o solamente en el mundo de la ciencia se puede vivir, y ves que los papás tienen una maestría, un postdoctorado y todo. No, en mi caso fue: mira, tú estudia y dedícate a algo y el resto es ganancia. Ya lo de los poemas fue: mira, ahí está. Y en algún momento fue: ah, era en serio.


La primera sección de este programa siempre se va a tratar de un platillo que le guste comer a nuestro invitado y en tu caso, elegiste el ramen.

Me pusiste en aprietos, mi querido Jorge. Me pusiste en aprietos porque tengo gustos bien específicos en cuanto a cosas que me gustan y además como un poco endémicas. Por ejemplo, soy un gran fanático de los tamales pero mayormente son los tamales que hace mi jefa, entonces hay que estar en situación de pueblo pintoresco para comerlos. De repente no soy tan complicado, contigo he ido a comer a este restaurante que está en tu edificio y yo pudiera ir a comer ahí la semana completa, no tengo ningún problema. Pero también está esto otro que es la comida japonesa que me gusta mucho. En la ciudad de la que yo soy, la ciudad cabecera, que es Ensenada, hay una presencia muy fuerte de los japoneses y chinos mayormente, gente que llevó al puerto una cierta forma de hacer preparaciones de mariscos y obviamente la comida de ellos, que se fusionó. En este caso, el ramen a mí me encanta, mayormente pido el tonkutsu que es mi favorito, no pido el picoso porque luego se pasan y le avientan como si se fuera a acabar el mundo.


A mí me gustó mucho tu elección del ramen porque yo siento que mucho de lo que tú haces, mucho de tu trabajo como poeta, no tiene nada de pudor para enlazar referencias de diferentes lugares, productos culturales de otro lado, música, futbol. Uno de tus poemas que me gusta mucho habla de Messi. Veo una exploración de tu mirada en otros lugares, ¿tú sientes que haces mucho eso?

Yo creo que dijiste dos cosas bien interesantes, obviamente esto de ver hacia otros productos de consumo cultural y no nada más de consumo cultural, están los deportes y consumos de otro tipo. Y otra cosa que es que no me da pena, no, yo no tengo ningún problema con hacer referencias directas. Por ahí, en alguno de mis libros, donde sí era como mucho más constante, alguien me decía: para leerlo tengo que estar conectado al buscador. Y entonces, de repente me parece que sacralizamos tanto el poema que la sola necesidad de ir a buscar una referencia ya nos causa problema, ya es como: no, lo tengo que entender todo. Estamos muy casados con entenderlo todo cuando históricamente sabemos que el poema ha sido explorado desde otras latitudes: el sonido, la parte plástica, la grafología, obviamente la sintaxis.

La forma de escribir y producir con el lenguaje no se reduce al significado, no se reduce a: vamos entendiéndolo todo. Entonces no pasa nada si vamos y buscamos, ¿no? Lo hacemos todo el tiempo con otros productos, con el cine, los videoclips, la música.

Yo conozco a gente que conoció hace poquito a Camarón de la Isla, este cantante español, por la Rosalía. Por una parte de una canción que dice: traigo a Camarón en la guantera. Entonces la gente era: ah, ¿cómo?, ¿traía una hielera ahí? Toda una generación nueva lo conoció por esa canción y Camarón es un cantante vital para la cultura del flamenco fusión en España. Entonces, no, yo no tengo ningún problema.

Me pasa algo que me sucede en la vida cotidiana y que creo que es un sentimiento que todos hemos experimentado que es ver algo que te gustaría que una persona o un grupo de personas, tus amigos, estuvieran ahí. Yo siento eso con el poema, yo conozco esto, a lo mejor ustedes no, me gustaría que lo conocieran. Voy a hablar de esta actriz afroamericana de los años 50 porque creo que era gloriosa y porque creo que la máquina de Hollywood la sepultó, como es la maravillosa Miss Dorothy Dandridge, que creo que fue la primera que lo hizo en Hollywood. Y que puedes hacer que funcione en el poema, y si no funciona, pues ahí sigue estando la referencia. Yo creo que el punto clave es que no pasa nada, vamos sacudiéndonos el miedo a no ser un poeta totémico, canónico y que tu oficio sea arder porque en este mundo hay problemas de verdad. En este mundo hay gente que golpea perritos, hay gente que hace cosas terribles. No pasa nada si en un poema tuviste que ir a buscar una cosa a internet, si no te gustó, si es mal poema según tú, no pasa nada.

 

Como una segunda parte de nuestro programa, uno no nada más se alimenta de comida, y le pedí que me ayudara a elegir algo más que fuera parte de su sustento, y eligió a la increíble cantante Billie Holiday de la que tengo que admitir que nunca había escuchado un disco completo seguido, así que me hiciste un gran favor, Antonio.

Qué gusto que te hayas detenido escucharla, es probablemente mi cantante favorita. Yo escucho música de muchos registros, no estoy casado con algo en particular. Soy muy fan de mi Billie Holiday pero también soy muy fan de Madonna o cosas nuevas así como Caroline Polachek que es increíble y hace como cosas de spoken word y de repente te recuerda a cantantes como Kate Bush que también me gusta mucho. Siempre estoy viendo qué está sucediendo pero siempre regreso a Billie Holiday. Me parece que Billie Holiday tiene la cualidad de que cualquier canción la hace sonar bien. Yo creo que si le damos las mañanitas que es una de las canciones que más odio, la podría cantar. Odio las mañanitas y nunca he entendido porque a media canción los convertimos en argentinos, así de “levantate, levantate de mañana”, ¿por qué hablamos así?

Muy bien que la encontraste y que te gustó. El año pasado salió una película en la que se narra el duro momento que ella pasó a causa de una de las canciones de su repertorio, una canción emblemática de su repertorio, que es Strange Fruit en la que ella habla de un linchamiento de afroamericanos y que llega en un momento muy fuerte para todo el discurso de los Estados Unidos que aún soñaban con ser esclavistas. La América blanca que lo veía como una gran pérdida y que tenía grandes problemas para asimilar que eran un pueblo con un pasado así, y cómo todavía seguían segregando a los afroamericanos. La película me parece que es muy muy interesante, la actriz canta los temas con su voz, entonces es una variación también interesante de escuchar. Es un registro muy parecido pero que no se fue con la grabación.


Billie Holiday es una cantante atípica, de repente cambia las notas de las canciones, hay un trabajo formal ahí muy interesante. Algo que leía y que se me hace muy acertado es que Billie Holiday técnicamente inaugura un estilo que ahorita es difícil de diferenciar porque ya muchos intérpretes más lo han retomado pero que no existía.

Sí, bueno, la tradición en la que ella se adscribe de alguna manera tiene que ver uno con los estándares de jazz, dos con esta tradición blusera del sur de Estados Unidos que es hasta un poco spooky, ¿no? De estas canciones de Jimmy Reed, de esas canciones de Robert Johnson que parecen embrujos y en las que se cuentan cosas oscurísimas: violencia, pacto con los espíritus, el diablo te vino a visitar. Es como, ¿qué estaban pensando en el sur galante de Estados Unidos en esa época? Y bueno, también esto que es ya una aportación de Billie que es tomar la influencia de cantantes como Bessie Smith, estas intérpretes que la antecedieron pero que de alguna manera eran mucho más agresivas en el abordaje. La interpretación de Billie es completamente sentida en todo momento, cada sílaba tiene un sentimiento detrás. Es una interpretación que se funde con una cosa que me parece bien importante que es la contención. A ella no le interesa que tú sepas que puede hacer veinte malabares con su voz y que puede alcanzar notas altísimas, a ella lo que le interesa es interpretar, llevar la canción a su terreno, hacerla suya, contártela y la narratividad de la canción. Te desgarra la canción de una manera súper cercana, te está contando algo que te puede pasar a ti. Sus anhelos, sus sueños, los momentos de romance más ligero de algunas canciones como What a little moonlight can do son así completamente, son algo que nos toca directamente y todo eso lo hace con una voz tan vulnerable, tan dulce pero al mismo tiempo con un poder muy especial. Yo ya estoy aquí en un plan muy muy fan, pero para terminar con mi ataque de fan, yo recomiendo mucho su último disco que se llama Lady in Satin. Es un disco de cuando ella ya estaba con problemas muy fuertes con las drogas y su voz lo resiente, su voz ya no era la misma en ese disco, pierde algunos matices muy interesantes pero gana unos tonos graves súper demoledores. Me parece que es un disco escrito desde una parte del sentimiento que no todo el tiempo estamos listos para nombrar. Lady in Satin es un testamento musical de una cantante que ha ido y ha venido del dolor, y ha inaugurado maneras nuevas de dolerse.

 

Como última parte de nuestra de nuestra entrevista, no pude haber soñado un mejor primer invitado para este podcast, te agradezco muchísimo tu tiempo y tu ánimo para esta conversación pero me gustaría mucho saber si nos podrías leer un poema de tu último libro.

Te voy a leer un poema precisamente de Cuaderno de Courtney Love, que es uno de los poemas que no se tratan de Courtney Love. El libro está dividido en dos partes, la primera que es el Cuaderno que son poemas que alguna manera se enlazan con la con la figura de Courtney Love, pero la segunda son poemas sueltos que no tienen que ver gran cosa y el que te voy a leer es un poema de una ocasión en la que yo estaba viendo un documental acerca de la comunidad polaca en la Ciudad en ciudad de México, que en algún momento llegó en una especie de éxodo en plena guerra mundial. Me conmovió mucho lo que una de las señoras contaba y en ese momento me paré a escribir, entonces les voy a leer este poema que se llama Polonia.

***

 

nos pusieron en el barco aquella tarde

 

Hermitage se llamaba el barco

 

diario morían personas a bordo

y no había panteones en el mar

o una losa para llorar por fuera

 

yo recuerdo cuando vertían cadáveres al océano

 

aquel sonido

yo lo tengo tan presente

 

podría estar de vacaciones en una alberca

y reconocerme en el sonido de cuerpos

que entran al agua después de morir

 

yo era una niña de ojos verdes

pero recuerdo los pasos de olmo

 

la línea de clavos al fondo de zapatos

que tuvieron dueños distantes

 

y recuerdo los cadáveres del mar

 

las sonrisas en improbable duelo de dulces

traídos de Polonia

 

porque la felicidad es un simulacro de pieles hendidas

por el verano

 

en que el mar me llevó a otra parte

 

***

El resto de la conversación con Antonio León lo puedes escuchar en Spotify o Apple Music.

Puedes leer más poemas del libro más reciente de Antonio León aquí.

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«Hvppy» de Gerardo Szae


Por Samanta Galán Villa | 

 

Hace algunas semanas vi una publicación en Facebook donde se rifaban cinco ejemplares de Hvppy, un poemario publicado en la editorial Niño Down del poeta guanajuatense Gerardo Szae. Dicen que la suerte no es más que la manifestación de un capricho de Tique, y en este caso yo salí favorecida.

La experiencia misma del poemario comienza con el libro objeto. El material, las hojas con brillitos, las imágenes, los colores. Te da la bienvenida un payaso. Hvppy puede ser su nombre, como puede ser el mío, el tuyo o el de Gerardo Szae. La imagen arquetipal del payaso, las risas, las lágrimas, la resignación, la rebeldía de reírse a carcajadas y de darle así una bofetada a esa imagen difusa y aplastante del mundo son algunos de los hilos conductores del poemario.

Entre más avanzaba en la lectura, fue más evidente para mí que Gerardo Szae habla el llamado “lenguaje verde”. La lengua de los pájaros y que a su vez es el lenguaje de la música. La lengua que puede distorsionar cualquier imagen establecida para crearla de nuevo, con otros tonos, otros colores y otra utilidad (DESTINO).

La música está en todas las cosas. En las palabras, en los paréntesis y en los versos rayados que también son silencio. Estamos frente una ópera de varios actos, cada uno un poema. La cadencia de los versos nos va llevando de la mano en una carrera. Es veloz, ágil. Sin embargo, al termina la página, es preciso regresar al comienzo para ver qué pasó. En dónde fuimos perdiendo algo de nosotros mismos y nos apropiamos de un color fluorescente, de una lágrima o de una sensación que antes pertenecía a un personaje aplastado por las circunstancias y que aun así sonríe y aplaude porque el show debe continuar.

(…) “cada acto es un acto de magia” dice el poema titulado LIL’XTV$Y (ft. Dosmg) y para mí, es una excelente manera de resumir el poemario. Es un acto de magia, una ilusión. Muchas veces me sentí en un escenario distópico que se siente viejo y gastado. Bien podría abrirse este libro en una cantina de Cowboy Bebop o verlo de la mano de Rick Deckard. Pero esto es sólo un acto de magia.

En el siguiente poema estamos ya en otro escenario, con un amigo, fumando, riendo, recordando que la creación es un acto de amor y de resistencia. Los payasos vienen de aquí o de allá, de ti, lector, que también repites un acto cada día y que no lo ves hasta que uno de los versos de Szae se para frente a ti, como un espejo.

Al final, cuando llegamos al último poema “TOVLLIYVSZ” (ft. Zauriel) ya hemos encontrado un hilo invisible que se va tejiendo con nuestra cotidianidad. Con un escenario político, cultural y social que puede ser mejor, sólo por el hecho de levantarse y seguir bailando al ritmo de la música de las esferas.  

Hvppy es la última parte de una trilogía compuesta por Think Pink y Surtra Blues, leídas en ese orden. El mismo Gerardo le da el nombre de “Trilogía Resplandeciente”. Cada una explora distintos aspectos de la naturaleza humana. Cómo lo oculto y lo oscuro nos habla también desde las luces y la refulgencia.

Think Pink (LIBRE DESCARGA AQUÍ) está compuesta por poemas automáticos y puede descargarse de manera gratuita en el link que se encuentra al final de esta reseña, publicada bajo el sello de la editorial independiente Awita de chale. Sutra blues con la editorial Granuja y aunque Hvppy tuvo un número limitado de ejemplares, es seguro que volverá a encontrar la forma de multiplicarse, como los aplausos después de un espectáculo circense.

También vale la pena mencionar que Hvppy comienza con la voz de un solo autor y termina floreciendo con la colaboración de varios poetas talentosos, como Iván Mata, Phomopsis, Vraiux Dorós, Dosmg y Zauriel.

Conocer a Gerardo Szae (Silao, 1997) es también abrirse a aprender con todos los sentidos y experimentar recuerdos que nunca estuvieron ahí, hacer amigos donde hay un espacio en blanco y reírse de todo, porque la vida misma es una bruma absurda donde cada uno es el show principal.


***


GONG

Para mi

siguiente truco se me chispotea la carne sobre un charco de tarot con la cara atorada entre los dientes como adlibs de Westside Gunn

            chapoteo payazo en la bañera contemplando heavy metal

chapoteo payazo en el armario aguardando a que

me encuentren

            esto no es un simulacro

mis colmillos son de plástico   me cuelgan

para mi siguiente truco necesito un

voluntario & con mi

hacha de legos lo saco del espejo

en mis manos hay un tatemado corazón que chilla que

irradia desde dentro

en mis oídos country blues de Willie Nelson & un poni salvaje en el ardiente llano de humo que mana de su cuete   hasta relinchar

hasta lamerse todo el pasto verde &

relinchar   colisionar con el espanto

            con los momentos holográmicos de los últimos días

tengo cara de emoji triste que frikea

la furia de un piquete de mosquito & de po e sí a

& aun así sonrío vislumbrando hacia delante porque ya estuvimos adelante

estuvimos pa’ allá so

            muy lejos de aquí a punta de

            arañazo lo que

me hace llorar me hace reír

& el gong mi bolsa de boxeo

& mis labios escurriendo

tiernamente de los pulques una que otra carcajada

            uno que otro post-punk w/ Damara Lvn a las orillas de South Park visitando un

western mexicano en chanclas

& una que otra bienvenida bipolar trinchera dentro de mi jeta sin frenos montado en monociclo resorteando

mis chiflidos

            & el horror pellizcando

lo que

no es tu corazón   sino una caja de ritmos

            es decir   no seas poeta mejor payazo en overol de pana o de mezclilla & de ficción texteando a Randy Marsh

por la ubicación de sus Tegridy Farms un viernes 13

con la más jugosa intención

                                   de pasarla bomba

quiero decir   puedes burlarte conmigo o

de mí   o puedes burlarte conmigo

de mí

un chiste vulgar & de fe

un mal chiste de Eugenio Derbez con suficiente albur

para censurar                                                 sexenios después

soy   como cada 1 de ustedes

                                               un gorrito de cumpleaños

performance en estado etílico / depresivo / de coma

un aviso de Aquí truena la pistola

un cartel de Se Busca Vivo o Muerto se le vio por última vez afuerita del Soriana

sosteniendo un botecito de play-doh

listo para huir conmigo de mí

            listo para regresar a casa como siempre just a random face in the bus puede tener

la sonrisa de cabeza   el grito deformado   estampida interna

            loca montaña en

            loca habitación de humo de armario rarísimo

un cambio de zapatos por unos más grandes

trompetiza capaz de

            acompañar esporas por todo Jumanji al

seno de una leyenda promiscua   abrazando radiantes

jorobas de camello mascando chicle

                 & el pelo un afro de   a r c o í r i s. 


Sputnik Fanzine #05 para leer y descargar


Celebramos 13 años del Ummagumma Alt Rock Pub, la casa de la contracultura en Aguascalientes con una edición monstruosa de nuestro fanzine. 

Las letras de Antonio León plasmadas en el 'Cuaderno de Courtney Love', los trazos de Oliver Nevarez aka El Queso Prohibido, Barajas: el documental, La ciudad de los suicidas by Los Yonkis y muchas luces calientes por doquier.


Un conejo que corre, salta y patalea: entrevista con Liliana López León


Por Antonio León | Foto: calvox&periche




Liliana López León es una escritora bajacaliforniana que combina su pasión por la narrativa, el urbanismo y las iniciativas de consumo sustentable. Después de una temporada larga como académica, leva anclas para probar otras experiencias. Una de ellas es la de la escritura de poesía, en la que deja ver su forma de establecer una lógica propia, un amor por los pequeños detalles y los corredores llenos de recuerdos. A la distancia de su nuevo domicilio ubicado en algún lugar de Barcelona, desde el que se transporta a todos lados en bicicleta, nos enfrascamos en la siguiente charla.

***

AL: ¿Cómo es la Liliana López que deja de lado la escritura académica para adentrarse en la literatura?

LL: Una Liliana decidida que abraza la ternura, la sensibilidad, el poder de la ficción. En un mundo donde abunda el cinismo, la crueldad, la saturación, creo que es algo valiente. Ahora tengo mayor confianza en la palabra, tanto en la mía como la de mi gremio. Me siento conciliadora, quizá por eso no siento que haya dejado la escritura académica, aunque tenga ya un par de años sin escribir algún ensayo académico. El otro día me invitaron a escribir sobre moda sostenible en la revista de un museo, y dije que sí, vamos a ver si la oferta sigue en pie. Pienso que todo se entrelaza, y que el rigor y esas formas de escritura relacionadas con la ciencia y la producción, a veces se asoman para ayudarme a crear, y procuro domarlas para que no saboteen mi estilo.


Dorothea Lasky dice que la poesía no es un proyecto, hay quien aborda la escritura de poesía como una investigación rigurosa ¿en qué punto te ubicas tú?

Justo he citado a Dorothea Lasky a finales de año porque en eso estoy. Hasta ahora no he hecho ningún proyecto de poesía, todo ha surgido porque necesitaba escribirlo. Suena a lugar común, pero puedo decir que el poema llegaba a mí y era yo quien lo recogía sin buscarlo mucho. Sin embargo, como te decía antes, ahora me ubico en un momento en el que soy más conciliadora, veo posibilidades. Por lo que estoy intentando hacer una especie de proyecto, o prefiero llamarle hilo conductor, de unos poemas sobre los sueños de mis amigas, veremos si logro algo interesante o que resuene.


Anteriormente te conocimos como narradora, ahora inicias una andadura como poeta ¿en qué registro te sientes más plena?

Qué interesante pregunta. Creo que no hay respuesta, sobre todo porque me siento muy plena con ambas formas, solo que de diferente modo, igual que con el ensayo. Podría decir, jugando un poco, que estos géneros son como aspectos de mi persona: la Liliana del ensayo es como la profesora universitaria que he sido; la narradora es la Liliana amiga, que cuenta cosas en voz alta, la que especula situaciones, que se ríe e inventa personajes o escenarios; y Liliana poeta es la que escucha a una voz particular que habla bajito al oído, con voz firme y fluida. Si llegara a escribir una novela, ya te contaré que aspecto tiene esta Liliana.


Este vientre es un conejo de carbón, pero más que carbón, hay otras superficies y querencias entre la luz y la oscuridad. 

Cuando estaba creando el poema que le da título al libro, pensaba en el centro de mi cuerpo como un espacio lleno de movimiento, de energía. Un conejo que corre, salta y patalea, y al ser de carbón también se convierte en fuego. Si lo piensas bien, somos máquinas de vapor, comemos carbohidratos, carbono, y lo transformamos en palabras, sueños, calor.

Es un poemario que, sin planearlo, tiene dualidades, todas provenientes de lo que llamamos mundo natural, pero también de la ciudad y del cuerpo. Hay gratitud y también dolor. El conejo no es un animal que antes me dijera algo particularmente, por eso en el poemario aparecen más los lobos, los gatos, las cigarras, los perros, las aves y ciertas especies de plantas. Sin embargo, es el animal que persistía en mi cabeza cuando tenía estas emociones fluyendo. Luego me di cuenta que el año de su publicación, el 2023, ha sido el año del conejo de agua en el zodiaco chino, y curiosamente, este signo habla de cambios, que para mí, tal cual, ha sido el año de las transformaciones.

En tu libro hay una nostalgia de quien dice adiós continuamente ¿en qué sentido te refleja?

Creo que uno de los aprendizajes más valiosos en mis últimos diez años o más, ha sido aceptar el miedo y el dolor que conlleva decir adiós. Entre viajes, trabajos, ver estudiantes llegar e irse, alejarme o acercarme a personas, a confrontar la muerte de gente querida, he estado diciendo adiós continuamente, y he descubierto para mi sorpresa, que de tanto agitar la mano decir adiós se convierte en un saludo también. Me he desapegado de ideas, de cosas. Esto es en parte la libertad. Eso sí, me sigue costando decir adiós.


Ganaste el Premio Estatal de Literatura de Baja California, en poesía, con este libro. Vives fuera del país desde hace algún tiempo ¿Cómo tomaste esta noticia?, ¿a qué te compromete enlistarte en las fuerzas de la poesía?

Fue una grata sorpresa. La noticia la recibí caminando por la calle, rumbo a mi casa. Aquí era ya medianoche, y en Mexicali aún era de día. Por supuesto que grité, de felicidad. Me sentí un poquito poeta de boina y cigarrillo, porque cuando me dieron la noticia estaba yo recitando un poema de memoria, un poema ajeno. Sentí como que, entre el trabajo, el billete del metro, pensar en la cena, los pies cansados, se infiltraba algo fuerte y poderoso: que soy poeta. No me gusta la palabra poetisa, suena terrible, solo la usaré cuando quede para un chiste.

Después de la noticia, estuve varios días soñando despierta, pensando: un jurado conformado por poetas se tuvo que poner serio, leyeron un montón de libros, y decidieron que el mío era el ganador. Recibí felicitaciones muy cálidas y también mensajes de gente que no conocía. Quiero leer tu libro. Qué afortunada soy, ahora lo recuerdo y me vuelvo a poner contenta.

¡Me encanta lo de “enlistarme en las fuerzas de la poesía”! Me compromete bastante el premio, no como un corset ni nada que se sienta obligatorio. Más bien me da un impulso, el premio es una luz. Aunque tengo que decir, que desde que empecé a escribir poesía de nuevo (porque antes la escribía de niña y de adolescente), supe que había encontrado un refugio permanente como lo digo en la solapa del libro. Un cuento, un ensayo, o cualquier otro texto puede bloquearse o no culminar. Con el poema no me pasa eso, el poema ya nace completo y yo siento que solo voy moldeando su forma.


¿Cuáles son tus proyectos a mediano plazo?

Sigo escribiendo cuentos, cada mes escribo dos o tres. Así he terminado otro libro, que ojalá pueda ver la luz pronto. Estoy creando el poemario sobre los sueños que comenté antes. Hay un libro colectivo cocinándose para este año, pero no puedo decir mucho hasta que esté terminado. Fuera de la literatura estoy trabajando en equipo en un proyecto hermoso sobre cine y bicicletas: vamos a proyectar películas en escuelas, parques y otros espacios públicos de Barcelona, utilizando la energía eléctrica generada al pedalear en bicicletas adaptadas. He hecho la curaduría de películas y cortometrajes y me encanta. La idea es poder replicar el proyecto a cualquier ciudad del mundo.


¿Sueñan las poetas con conejos de carbón?

Soy yo, literal. Es la mejor pregunta que me han hecho. Te quiero, Antonio.

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NOTA: El libro "Este vientre es un conejo de carbón" Premio Estatal de Literatura de Baja California 2022 está disponible para su lectura en ESTE LINK. Gracias por difundir.
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