But it ain’t me, babe
No, no, no, it ain’t me, babe
It ain’t me you’re lookin’ for, babe
No, no, no, it ain’t me, babe
It ain’t me you’re lookin’ for, babe
No importa si Bob Dylan sigue produciendo álbum tras álbum, siempre será considerado como un ícono de la década del sesenta. Elvis Presley puede haber inventado el rock'n'roll pero Dylan le infundió una cierta seriedad moral que, para mejor o peor, le dió al rock el status cultural que aun tiene. Con Elvis en la milicia y Buddy Holly muerto en un accidente aéreo, el rock se desbarrancaba en canciones ramplonas y melosas para adolescentes. Las letras surreales de Dylan y su fraseo a contratiempo le dieron al rock el caché que necesitaba para entrar en las artes como una forma más.
Dylan desafió al consenso conservador de la década de 1950 dándole 
voz a las tendencias radicales de la década siguiente. Con canciones 
como "Masters of War", se atrevió a contraponer verdades contra poderes y
 con otras como "Don't Think Twice It's All Right" propuso liberarse de 
las restricciones de la moral tradicional. Sabía que los tiempos estaban
 cambiando y su música indicaba el camino a seguir.
Bueno, por lo menos eso es lo que los catedráticos y periodistas que 
crecieron escuchando a Dylan quieren que uno crea. Como dominan 
ampliamente el campo de literatura que se ocupa de la vida de Dylan, los
 sobrevivientes de la década del sesenta tienen sus intereses creados en
 perpetuar el mito de Dylan como el hombre de la izquierda política y 
contracultural. Sin embargo al leer el volumen de reciente publicación 
"Bob Dylan: The Essential Interviews" (Bob Dylan: Entrevistas 
Esenciales) publ. [Wenner, Ed. Jonathan Cott] uno se da cuenta que esa 
gente no solo está apuntando lejos del blanco, sino que ni siquiera han 
visto el blanco. Dylan ha sido más misterioso, reservado y complejo que 
lo que la generación del sesenta ha podido percibir. Y lo mas asombroso 
del caso es que su héroe no se cuenta a si mismo en sus filas.
La biografía de rigor en lo que toca a la carrera de Dylan es que 
comenzó como un cantautor de protesta, se reinventó como rockero al 
pasar al sonido eléctrico en el Newport Folk Festival en el verano de 
1965, se tornó en un ermitaño en 1966 después de tener un accidente de 
moto, flirteó con la música country a principios de los setenta, pasando
 a grabar algunos de los mejores conciertos en vivo a mitad de esa 
década, se internó en el fundamentalismo evangélico hacia fines de la 
misma década y no recobró sus sentidos musicales hasta que grabó "Time 
Out of Mind" el álbum con que ganara tres Grammys en 1998. El curso de 
la historia se puede reconocer fácilmente como un típico ejemplo de 
"gran suceso americano": Dylan comenzó inocente y alcanzó la gloria (su 
período de protesta), tuvo luego una serie de tropiezos (primeramente al
 venderse al rock comercializado, luego al producir algunos álbumes mas 
bien malos y finalmente tocó fondo al convertirse al evangelicalismo 
americano) y luego se reivindicó volviendo al tope al regresar a sus 
raíces artísticas... ¡No! Toda esa narrativa está ERRADA.
Bien temprano en su carrera Dylan fue etiquetado como la voz de su 
generación mientras al mismo tiempo se lo conocía como a un músico muy 
celoso de su independencia creativa. Lejos de ser un rebelde típico de 
esos años mas bien se rebeló contra la mayor parte de las ideas de la 
década. Sus ideas -musicalmente hablando- se forman escuchando a Woody 
Guthrie, Hank Williams y Johnny Cash.
Dylan forma sus ideas políticas antes del advenimiento del movimiento
 conservador moderno y todo lo que dice en sus entrevistas indica una 
tendencia instintiva hacia las ideas conservadoras. Es cierto que Dylan 
puede ser travieso y llevarle la contra a cualquier cosa. Sin embargo lo
 que se ve claramente en estas páginas es la simpleza de sus puntos de 
vista y su honestidad sin vueltas.
Dylan establece su bien ganada reputación de dar entrevistas 
escabrosas con el documental de D.A. Pennebaker "Don't Look Back", que 
le toma una instantánea al momento en que Bob vuelve de su exitosa gira 
británica en 1965. En ese momento cúspide de su fama Dylan está 
explorando territorios que le eran desconocidos.
Observar como Dylan contesta con acidez a cada pregunta estúpida nos 
fascina como ver un choque de trenes en cámara lenta. Pero una cosa es 
verlo cruzar espadas con un periodista y otra muy distinta es ver como 
descuartiza a un estudiante poco precavido. Dylan puede ser muy cruel 
cuando se siente aburrido o molesto. Parece que le agrada jugar al gato y
 al ratón con los obsecuentes de su fama y se irrita cuando lo tratan 
como a un oráculo de sabiduría. "Don't Look Back" es uno de los primeros
 grandes films del rock, pero a Dylan nunca le gustó, quizás porque lo 
muestra abusándose de su fama para maltratar a sus admiradores.
Las respuestas que da en "Bob Dylan: The Essential Interviews" son 
sorprendentemente sinceras, aunque siempre es evidente que sigue siendo 
un maestro de la insinuación y un verdadero mago cuando se trata de 
cambiar de tema sin que nadie se de cuenta. Puede bailar una danza 
verbal sin tocar las preguntas que le molestan, casi de la misma manera 
en la que maneja su voz a contramano de la melodía. El resultado es que 
estas entrevistas nos cuentan más sobre lo que Bob Dylan NO es y lo que 
queda claro es que Dylan NO es un producto de los años sesenta.
En la primera entrevista de esta colección, que data de 1962, Dylan 
ya negaba ser un cantante folk. En la Segunda entrevista, en 1963, ya se
 lo ve corrigiendo algunas de las malas interpretaciones de sus 
canciones. "A hard rain's a-gonna fall" es interpretada hasta el dia de 
hoy como una advertencia sobre los peligros de la guerra nuclear.
Lo único por lo que Dylan protesta a esta altura de su carrera es la apropiación que la izquierda ha hecho de su música. Dice: "No, no, no era la lluvia atómica. Otros han pensado lo mismo. No es la lluvia atómica. Es solamente una lluvia dura e inevitable. No quise hablar de precipitaciones para nada, nada de eso, Solo quise expresar que alguna clase de fin tiene que sobrevenir." Dylan medita en sus letras sobre varios temas apocalípticos y sobre el fin del mundo comenzando con "A hard rain's a-gonna fall" en 1962. Decir que esas meditaciones son meramente políticas es tan inexacto como decir que son meramente meteorológicas.
Es cierto que muchos artistas tratan de referirse a asuntos un poco 
más elevados que la mera política pero Dylan se esforzó sobremanera para
 tratar de negar su relevancia política. En una nota que Nat Hentoff 
escribió en 1964, Dylan se queja del proceso de las entrevistas. "No me 
gusta negarme porque, después de todo, estos tíos tienen un trabajo que 
hacer. Pero me molesta que la primera pregunta que se les ocurre sea 
siempre "¿Vas a viajar al sur para tomar parte en las manifestaciones de
 derechos civiles?" y luego pasa a llamar a la NAACP [2] "un montón de 
viejos" que están "buscando como usarme para algo."
El comentario podría ser visto como una indiscreción juvenil si no 
fuera tan representativo de la actitud de Dylan contra la izquierda 
progre-liberal. Hentoff no anda muy lejos cuando Dylan registra en "I 
shall be free No.10", que es una tomadura de pelo a la hipocresía de la 
izquierda progre:
Mira, yo soy liberal, pero sólo hasta cierto punto,Quiero que todo el mundo sea libre,Pero si crees que voy a dejar que Barry Goldwater,Se mude al lado y se case con mi hija,Debes creer que estoy loco,No lo dejaría hacerlo ni por todas las granjas de Cuba. [3]
Dylan no estaba interesado en apuntar a nadie con su guitarra a menos
 que pudiera punzar a los delirios del optimismo utópico. Le dice a 
Hentoff que "lo que falla es algo mucho más profundo que la bomba 
[nuclear]." Está más interesado en las certidumbres de la naturaleza 
humana que en las posibilidades de progreso social. "Es lo que pasa 
cuando alguien me quiere decir lo que moralmente debiéramos hacer, yo 
quiero que me lo muestren. Y si tienen algo que decir sobre la moral yo 
quiero saber lo que ellos hacen. Recuerda para Hentoff la historia 
surreal de su discurso al aceptar el premio Tom Payne que le fuera 
presentado por el Comité de Emergencia por las Libertades Civiles. Los 
asistentes eran "todos parte de la izquierda de la década del 1930 y 
ahora apoyan los movimientos de derechos civiles. Eso está rebién, pero 
se nota que tienen abrigos de nutria y joyas. Era como si dieran dinero 
para sanar alguna culpa oculta."
Sin embargo la hipocresía no era el problema más grave. Estos zurdos 
de buen corazón ayudaban a los negros porque primero los habían puesto a
 en una caja prolijamente etiquetada con la palabra "víctimas". Dylan se
 negó a ver a los americanos de color en esos términos. El entendía que 
la izquierda progre-liberal etiqueta con sellos de colores a todo el 
espectro social en vez de ayudar a que los códigos de separación 
desaparezcan. "Los asistentes, aquella noche, se empeñaban en hacerme 
ver a la gente de color como gente de color. Te aseguro que desde 
entonces no quiero tener nada que ver con ninguna asociación política en
 mi vida." Y cumplió con lo dicho.
Desde 1962 a 2004 -los años que cubren las entrevistas en el libro- 
el cansancio de Dylan con las perspectivas de cambio social se ve 
claramente. En 1965, a medida que la década se recalentaba, Dylan 
concibió que la mejor acción era la inacción. "No sé lo que ustedes van a
 hacer. En lo que a mí me toca, todo lo que puedo hacer es hacer la 
lista de las cosas que yo NO voy a hacer." Dylan sospechaba de los 
sueños utópicos de la izquierda progre mucho antes de que las 
universidades hicieran de esos sueños su proyecto de realidad. Como lo 
hizo notar en la entrevista dada a Hentoff en 1966, "No he perdido para 
nada el interés en la protesta desde entonces. De hecho no he tenido 
nunca interés en la protesta desde el principio." No quiso poner 
mensajes políticos en sus canciones, en parte porque, como dijo en 1966;
 "Se debe respetar el derecho de los otros a tener un mensaje que los 
represente." Si la gente quería que Dylan les diera un "mensaje" él 
fantasea que quizás pudiera poner treinta empleados de la empresa de 
telegramas Western Union en la alcaldía de Nueva York.
Otro tema que Dylan evitó a propósito es el de la guerra de Vietnam. 
En la entrevista publicada en 1966, por poco llega a desestimar al 
entero movimiento pacifista declarando: "Decir "causa de paz" es lo 
mismo que decir "molde de mantequilla". Lo que quiero decir es ¿Cómo 
puede uno creerle a alguien que dice que está dedicado al molde y no a 
la mantequilla?" La imagen conjurada es extraña pero tocante: En el 
nombre de la paz, el movimiento antibelicista quería forzar el cambio 
social. Por medio de estar organizados y actuar agresivamente perdieron 
de vista lo que en principio estaban defendiendo: la paz. Dylan no tiene
 ninguna simpatía por los que escapaban al servicio militar: "Quemar la 
citación del ejército no va a terminar la guerra. Ni siquiera va a 
salvar una vida. Si alguien se siente mas sincero consigo mismo por 
medio de quemar la carta, bien; pero si se cree más importante por hacer
 eso, entonces es una berraquería."
Dylan se despide continuamente de la izquierda progre, pero la izquierda progre no lo deja irse.
Es posible que no haya mejor prueba de las ilusorias ambiciones del 
progresismo de izquierda de los años sesenta que el hecho de que crean 
que Bob Dylan está en el bando de ellos. Hay una entrevista que se 
distingue como una pequeña obra maestra de la miscomunicación. En 1968 
Dylan se encuentra con los editores de la revista de música folk 
izquierdista "Sing Out!" En cierto momento los editores despliegan 
orgullosos sus conocimientos al comentarle a Dylan que sus canciones son
 como las parábolas de Kafka. "Sí" responde educadamente Bob, "pero las 
únicas parábolas que yo conozco son las de la Biblia." Los editores se 
sorprenden. "¿Cuándo has leído las parábolas de la Biblia?" le 
preguntan. "Siempre he leído la Biblia aunque no únicamente las 
parábolas" responde Dylan. Jocosamente le comentan que Dylan no parece 
el tipo de persona que lee la Biblia antes de acostarse y él les 
responde cansinamente, "Bueno... uno nunca sabe..." Entonces cambian el 
tema con mucho tacto para pasar a hablar de la influencia de William 
Blake.
La cosa se pone todavía más enrarecida. Los editores comienzan a a 
presionar a Dylan para que hable sobre la guerra de Vietnam. "¿Te parece
 que los artistas debieran expresarse en contra de la guerra?" Dylan los
 confunde diciendo "Conozco algunos buenos artistas que estan a favor de
 la guerra." Como no se imaginan qué hacer con la respuesta, tratan de 
clarificar la pregunta. Le explican que estan hablando de los artistas 
que estan en contra de la guerra. Dylan contesta, "De eso es lo que les 
estoy hablando, es a favor o en contra de la guerra. Esa tesitura 
realmente no existe." Dylan menciona a un pintor que él conoce que está a
 favor de la guerra. Le preguntan los editores por qué no discute el 
tema con el pintor. Dylan, todavía más críptico les dice, "Yo puedo ver 
lo que sucede en sus pinturas ¿por qué debiera discutir con él?" Lo 
siguen presionando, porque ni se pueden imaginar que Dylan no comparte 
sus puntos de vista políticos. Dylan finalmente se retrae diciendo, 
"Bueno, no hay nada de lo que comentar, realmente." Después de un último
 intento de hacer entrar a Dylan en la idea preconcebida que tienen de 
él, Dylan declara, "La gente tiene sus propias ideas. De todos modos 
¿Cómo saben ustedes que que yo no estoy –como dicen ustedes- a favor de 
la guerra?" Dejan esa pregunta sin contestar.
Pero aún así, ya habían creado ese ídolo y suponen que lo menos que 
él puede hacer es cumplir con sus expectativas. Así que le recuerdan a 
Dylan que él es conocido por canciones como "Masters of War". En un 
valiente momento de autoanálisis, Dylan les dice, "Eso es una cosa fácil
 de hacer. Hay miles y miles de personas que querían una canción como 
esa. Así que yo la escribí."
Aunque Dylan nunca cejó en su desprecio por el activismo político –en
 1978 pudo claramente decir: "Siempre he considerado a la política como 
otra parte de la ilusión."-tampoco se retrajo de su interés en Dios, en 
la Biblia y en lo sobrenatural. En 1965, sus entrevistantes no supieron 
qué hacer con su comentario de que "el gospel [4] clásico puede ser la 
próxima onda" y que, siempre había estado interesado en la música 
tradicional americana (folk) porque "está llena de leyendas, mitos, 
Biblia y fantasmas." El hecho de su conversión al Cristianismo hacia 
fines de 1978 hace que la entrevista que diera a una conocida revista 
tan sólo unos meses antes, sea todavia más punzante, ya que su tono de 
tipo confesional lo pone casi al límite de su ansiedad existencial. 
Cuando le preguntan qué es lo que la gente necesita, rápidamente trae al
 tapete la idea de una crisis espiritual. El periodista, sintiendo que 
ha tocado algo de importancia fundamental para Dylan, prosigue con una 
serie de preguntas sobre religión. Dylan claramente ha estado pensando 
en Jesucristo. "¿En qué se convierte Cristo cuando vive dentro de cierta
 persona?" se pregunta en voz alta. "¿Qué clase de persona sería Cristo 
si viniera en esta época?" El entrevistador, un poco sorprendido, le 
recuerda a Dylan su condición de judío. "Nunca me sentí judío", le 
responde Dylan. Prosigue comentando que "... vi una revista (Time 
Magazine) en un avión hace algunos años que leía en la portada "¿Ha 
muerto Dios?" y yo pregunto ¿crees que es responsable publicar una cosa 
como ésa? ¿Sabes? Creo que el país se ha estado desmoronando desde ese 
día." Esto es claramente algo demasiado difícil de digerir para el 
entrevistador pero se detiene en el tema un poquito más para preguntarle
 cuál es su idea de la vida después de la muerte. "¿Quieres saber lo que
 yo pienso que se encuentra en el más allá.. ja, ja, ja..."
Unas cuantas de las entrevistas más reveladoras en las que Dylan 
habla de su conversión no se incluyen en este libro, pero las que el 
editor ha incluído niegan fuera de toda duda las sospechas de que su 
fase cristiana no estaba en sintonía con el resto de su vida. Tales 
sospechas son parte de la modificación biográfica que tuvo que hacer la 
izquierda para ajustar el ídolo a su propia realidad. Algunos notan que 
Dylan no habla ya más en público de sus experiencias religiosas después 
de 1980 y suponen por lo tanto que el asunto ya había terminado. Sin 
embargo lo más notable es que un hombre tan reservado hablara del 
asunto. Pareciera que el proceso natural de maduración espiritual lo ha 
llevado más allá del literalismo bíblico y el entusiasmo de sus primeros
 años como cristiano. Pero no olvidemos que Dylan rechaza el lenguaje de
 la mejora progresiva. "Nunca pienso en términos de crecimiento" dijo en
 1984, cuando su inmersión en la cultura cristiana evangélica llegaba a 
su fin.
Que su fe ha llegado al punto de la desesperanza es el tema de "Time 
Out of Mine" un álbum oscuro y lleno de presentimientos que incluye 
líneas como "He caminado a través de un desierto, tratando de llegar al 
cielo antes de que cierren la puerta." Como explicó en su entrevista de 
1997, "Trato de vivir en esa línea que va entre la indiferencia y la 
esperanza. Estoy preparado para caminar en esa línea que pasa por el 
fuego." Ha confesado a su audiencia en Locarno, Suiza que lo ha tocado 
la frase "Estoy dispuesto a ser justo sea que Dios me libre o no." Y 
agrega que "... si sabemos algo sobre Dios es que Él es arbitrario. Así 
que, amigos, mejor que nos preparemos para eso tambien." Este álbum fue 
su manera de lidiar con el silencio de Dios que se revela solamente a 
aquellos que han sabido mantener su guardia durante la noche oscura del 
alma.
Dylan ha oído los rumores de que algunos piensan que es un 
conservador. Cuando le preguntaron sobre el asunto en 1986, calló por un
 momento y dijo, "Bueno, para mí no hay izquierda ni derecha 
[políticas]. Lo que hay es: verdad y su opuesto. Ya saben. Hay 
honestidad y hay hipocresía. Vean en la Biblia, no hay nada sobre [los 
conceptos políticos de] la derecha o la izquierda. Puede ser que alguien
 tenga otro punto de vista sobre estas cosas, yo no lo tengo porque no 
soy tan listo. No me gusta darle a la gente en la cabeza con la Biblia. 
Pero es el único instrumento que conozco y es lo único que siempre 
permanece verdadero."
Esto lo dice como un cristiano bíblico que cree que la naturaleza 
humana nunca cambia y que la moral es un asunto de integridad personal y
 no de revolución política. Y que la gente por lo general tiene 
necesidad de escuchar lo que más le molesta. Dicho de otro modo, esto 
está dicho al mejor estilo de un conservador.
Publicado originalmente en First Things
Traducido por John Camarena
Referencias
Publicado originalmente en la revista First Things bajo el título "It
 ain't me, Babe – Bob Dylan, the Essential Interviews" por Stephen H. 
Webb, Agosto/Septiembre 2006 p.49.
[1] Stephen H. Webb es profesor de religión y filosofía en Wabash 
College. Ha publicado recientemente los libros "American Providence" y 
"Taking Religion to School".
[2] Siglas de la National Association for the Advancement of Colored 
People. Una organización clave del movimiento pro-derechos civiles en 
los Estados Unidos.
[3] Nota del traductor. La letra en inglés dice:
[4] Nota del traductor. Gospel, es un tipo de música religiosa 
tradicional de los Estados Unidos. La traducción literal de "Gospel" es 
"Evangelio".


