Cine: Ninfomanía




Publicado en Icónica

El volumen dos de Ninfomanía nos lleva a repensar ambas partes como si se tratase de dos películas y, a la vez, como la unidad que son en realidad. Volumen 1 y volumen 2 se nos presentan a partir de capítulos inspirados en objetos dentro de la habitación de paredes derruidas y objetos de reclusión de Seligman. Si bien el orden no es cronológico, la narración nos lleva hasta el momento en el que Joe es asistida por su benefactor, que a su vez inicia la serie de recuerdos que van dando respuesta a las heridas de su cuerpo, el sentimiento de culpa y la sensación de ser una mala persona por sus acciones.

tumblr_mwr2svlo8J1qzssrlo1_500Volumen 1

La violencia esteta del danés inicia al arrojarnos desde una pantalla negra a la paleta de colores ocres y oscuros de un callejon al compás de las gotas en el basurero y las rondanas tintineantes, para llegar a un cuerpo en el suelo con señales de violencia, escena que cierra con el feroz sonido de Rammstein. Tal imagen nos augura que lo que llega o termina en este frío callejón tiene una historia plagada de tumultos.

Como toda narrativa en retrospectiva, ésta se ve afectada por los hechos presentes, el propio estado psíquico de quien narra a viva voz y el eco que se genera y se replica, en este caso, en Seligman y su derruida habitación. Es posible que todo recuerdo sea una ficción que justifique el ahora, y la caída de Joe, literal y vivencialmente será ordenada a partir de la premisa de que aquello no fue un accidente si no la consecuencia directa de ligar su “enfermedad” a su ser, y que ésta determine inherentemente sus acciones y sus relaciones.

tumblr_mwr2svlo8J1qzssrlo2_500Las imágenes vividas de la biografía capitulada de Joe y las analogías en el juego locutor-interlocutor deslocalizan la sexualidad más allá de su punto de origen y lo llevan a infinidad de anécdotas por parte del “hombre feliz”; las imágenes se intercalan con los ecos de tales intersticios, la propia estructura del filme es el saberse narrada; los saltos temporales, los retrocesos, se funden en la pantalla misma; la matemática sexual, la polifonía sexual al ritmo de vals y la imagen tripartita de la orquestación del sexo.

Cada recuerdo es una micro historia enmarcada sobre un mismo tema: la sexualidad y la culpa. ¿Es Joe un mal ser humano como afirma? Dictamen que pende del juicio final del interlocutor y del propio espectador. Es entonces que la seducción es un acto de pesca y Joe una ninfa, un gancho; la poligamia una polifonía, una bella orquestación de sensaciones e imágenes tripartitas, y todo ejercicio alegórico un fin para determinar los hechos que llegan hasta el callejón.

¿Qué tanto juega el amor en este caso?, ¿es Jerome un conjunto de ideales y perversiones del amor? Su papel es paradójico y esencial en tanto sujeto que inicia el despertar sexual de Joe, así mismo, es quien despierta en ella un sentimiento extraño ajeno a sus propios principios en contra del régimen monógamo-heterosexual; llega a ella en los momentos inesperados y remueve sentimientos y formas de vida, hecho que culmina con la consumación del amor y la negación del placer.

Pero es quizá su padre, figura recurrente y esencial, quien da la ternura y el dolor exacerbados que culminan en pantaletas mojadas (Eros y Tanatos conviviendo en la habitación de un hospital). Él es quien sienta las bases de su personalidad a partir de homologarla a la de los árboles, pues su caminatas por el bosque son posiblemente el único acto sin una finalidad directamente sexual y a su vez el origen místico de su devenir en ninfómana.

 Volumen 2

Joe, heredera de la ramera de Babilonia, Mesalina, producto de la convulsa orgiástica y del dolor como principio del placer, pasará de la corona de flores del sexo libertino a una de espinos de placer por intersticio del dolor que culmina en soledad. Es el cruce sin retorno de la iglesia cristiana de oriente (la felicidad), al dolor y la culpa del occidente católico romano. No sin antes reafirmarse como ninfómana frente al espejo, como expresión de un ser que se entrega al placer, sin sustitución de ninguna necesidad. Reconocimiento de un alma retorcida al viento, a la adversidad, como reflejo del árbol sobre el risco que resiste el vendaval.

tumblr_n2hr8frOti1ttbyyso1_500Tal paso de un lado a otro del espectro religioso no lo hace sola, va siempre apoyada en el hombre-bastón Seligman, que con sus analogías, en ocasiones no tan lúcidas, funge como opuesto y complemento de las confesiones capitulares de la protagonista. El volumen dos resalta el carácter de la narrativa a partir de figuras de oposición y comparación de las mismas: Joe como clara representación del placer como fin en sí mismo y Seligman como lo ajeno a lo sexual, lo “asexual” como se describe así mismo, pero que Freud diría: es la fuerza del libido al servicio de la creación de las sociedades humanas, la sublimación de esa fuerza. Es entonces que Seligman es la cultura, el aspecto constructivo de la sexualidad en tanto potencia de todo lo demás. Joe es entonces para Von Trier una figura alienada de esta sociedad que posterga el placer, de ahí el trabajo al margen de lo legal que desempeña con Williem Dafoe como su jefe.

Pero las confesiones ante la figura secular de Seligman, Joe como jesuita expiándose mediante el examen exhaustivo de sus días, Seligman como el ejemplo célibe de la razón, no es para nada la marginalidad del sexo. Ninfomanía es un fenómeno fílmico, pues muestra el dolor de manera pornográfica y la genitalidad con enfoques estéticos, obra que culmina en una ambigüedad que gusta de caer en lo moral, pero que en sí es una broma pesada por parte de Von Trier, en la que nada está fuera del sexo y en ella todo se sucede. Afirmación que se da tanto en el marco rectangular de la pantalla como en las filas que serpentean las salas.

Interesa, en todo caso, ir más allá del onanismo y autoelogio del autor y mirar la forma en que introduce, mezcla y revuelve la cultura con el sexo. En como la serie Fibonacci resulta humillante, en el 3 + 5 que hunde a Joe y le deja sus huecos sin llenar. Forma de educación forzada por el propio morbo que proporciona el título del filme, el cual evidencia tanto ignorancia de los públicos, como le exacerbada cultura occidental del danés, acción que nos deja con más ganas de ir a pescar que de consumar el acto amoroso o simplemente físico del sexo.




Ninfomanía vol. 1 (Nymphomaniac Volume I) de Lars von Trier, Dinamarca-Alemania-Francia-Reino Unido, 2013, 118 min.
Ninfomanía vol. 2 (Nymphomaniac Volume II) de Lars von Trier, Dinamarca, 2013, 123 min.

Autor: Amado Cabrales es artista plástico, cinéfago y critico de cine. Ha colaborado en F.I.L.M.E y en Hysteria.
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