Cinetiketas | Jaime López |
El remake mexicano de la cinta homónima de 2021, "Loco por ella", prácticamente respeta el guion escrito por Natalia Durán y Eric Navarro, por lo que la salud mental se mantiene como su temática principal.
En ese sentido, la principal virtud de la historia es justamente ahondar en el asunto referido, que para muchas personas continua siendo un tabú, a partir de una comedia romántica.
Para quienes no han leído la sinopsis o visto el avance promocional, "Loco por ella" sigue a "Álvaro", un reportero de notas amarillistas, que se enamora de "Carla" luego de que ambos comparten una noche fuera de lo común.
Sin ningún dato sobre ella, comienza a buscarle desesperadamente hasta que un día descubre que está internada en una clínica psiquiátrica y padece trastorno bipolar.
A diferencia de la obra original, "Loco por ella" le da mayor protagonismo a la amiga de "Álvaro", una aspirante a actriz interpretada en la versión de 2025 por Cassandra Sánchez Navarro.
Eso último es de agradecerse, porque la otrora estelar de "Cindy la regia" y "Mesa de regalos" demuestra su sencillez al brinda el mismo profesionalismo y carisma a un rol secundario, pese a venir de estelarizar obras sumamente exitosas en taquilla.
En cuanto al resto del elenco, en un principio el espectador podría pensar que está frente a un episodio extendido de la serie "Backdoor" por la presencia de Luz Aldán, Daniel Haddad y Miguel Burra.
Sin embargo, los primeros dos tienen un desempeño superior a sus homólogos españoles dando interpretaciones divertidas y conmovedoras por partes iguales.
Obviamente, sus personajes representan el síndrome de Tourette y el trastorno paranoide en un tono de comedia fársica, pero es epidémica su entrega y amor a los mismos.
Por otro lado, Jesús Zavala también supera a su contraparte española en el papel de un tipo obsesionado con la limpieza, aunque algunas voces podrían pensar que mantiene su estilo de hombre cuasi deprimido y discreto con sus emociones que ya ha exhibido en otras producciones.
Acerca de los estelares, Minnie West transita por una gama de sentimientos que confirman su crecimiento histriónico desde "Me gusta, pero me asusta", una de sus primeras cintas, a la fecha. Su "Carla" seduce desde la secuencia uno en la que aparece a cuadro y después experimenta distintas emociones, tales como egoísmo, cerradez, desdén, amistad, solidaridad, dulzura y depresión.
Al final, "Loco por ella" funciona por su narrativa, ya que se siente como una propuesta sumamente equilibrada y que no quiere ser irrespetuosa con el tratamiento de la salud mental, pues si bien señala que el amor puede ser un gran aliciente para personas con depresión o trastornos, también indica que la supervisión de un profesional es imprescindible en muchos casos.