A casi 23 años de haber revitalizado el subgénero de muertos vivientes o zombies, el realizador británico Danny Boyle retoma la saga de "28 días después" o "Exterminio" como director vía "28 años después" o "Exterminio: la evolución".
Y lo hace de la mano de Alex Garland, el guionista o creador de la obra original que, desde 2015, combina su habilidad para la escritura con la realización.
Tener nuevamente a los dos juntos no solamente era un gran atractivo para sus seguidores, sino también para las y los amantes del género. Si a esto se añade que "Exterminio: la evolución" es una de las películas de 2025 con los mejores avances promocionales, la expectativa sobre el resultado final era bastante alta.
En resumen, la cinta es cumplidora en términos visuales y mantiene la edición frenética que ha caracterizado la filmografía de Boyle, sobre todo, en propuestas como "Trainspotting", "Millions" y "Slumdog millonarie".
Sin embargo, se percibe una preocupación más filosófica y madura de Boyle por un tema universal: la muerte. Quizá esto se deba a la actual edad del prestigiado director, que ya rebasa los 68 años.
Así, "Exterminio: la evolución" es dueña de múltiples secuencias pausadas, que contrastan con el acelerado ritmo del filme de 2002, en donde la novedad radicaba en la gran velocidad otorgada a los muertos vivientes.
Ahora, Boyle y Garland le dan varios respiros al público para meditar sobre la finitud de la existencia y los distintos tipos de decesos que puede tener el ser humano.
De hecho, en un momento de la historia, un personaje inesperado, interpretado por un reciente actor nominado al premio Oscar, le dice al joven protagonista que hay muertes pacíficas, en las que la gente se despide con amor.
Ese momento del guion no es solamente uno de los más sublimes de la secuela de "Exterminio", sino también es la que resume la hipótesis de esta reseña.
Eso sí, algunos espectadores que esperaban más persecuciones o derramamiento de sangre, saldrán desencantados, incluso, considerarán demasiado sentimental la reflexión planteada por la dupla Boyle-Garland.
Pero ojo, "Exterminio: la evolución" también es un filme sobre la pérdida de la inocencia, pues su estelar es un niño de 12 años que es obligado por su padre a aprender a matar muertos vivientes y que tiene a una madre moribunda, la cual padece alteraciones de ánimo y fuertes dolores de cabeza.
A la par de ello, Boyle y Garland tejen otra historia secundaria que anticipa una nueva obra de zombies, probablemente más sanguinaria y vertiginosa, pero también con una carga social más evidente.
De hecho, la distribuidora ya confirmó que la continuación llegará 28 semanas después del estreno de "Exterminio: la evolución", es decir, en enero de 2026.
En cuanto a las novedades visuales, los creadores británicos presentan una gama de muertos vivientes, desde lentos y rastreros hasta alfas, que son más altos y similares a los pobladores "no infectados".
Al final, la película es sumamente profesional, bien contada, con un paisaje sonoro inquietante y una edición que atrapa a distintas generaciones de espectadores. Recomendable.

