En corto: entrevista con Iván García
Sesiones Colocadas: Iván García
Nativo: hardcore punk hidrocálido
La agrupación hidrocálida, conformada por Antonio Posada (guitarra), Pol Gómez (batería), Omar Montes (voz), Ricardo López (guitarra) y Pedro Sparks (bajo); ya se ha presentado en eventos locales de la talla de La Soberana Convención Motociclista, edición 2020; y han compartido escenario como teloneros de bandas como Billy The Kid (Costa Rica) y Escape The Fate (EUA).
Actualmente cuentan con un disco de estudio titulado "Nativo" que cuenta con 10 canciones de las que se desprenden los singles "Rise Again", "Last Chance" e "Into the Wild". Este último el lanzamiento más reciente cuyo video oficial puedes ver a continuación.
La música de Nativo ya está disponible en todas las plataformas musicales y a través de sus redes sociales oficiales:
FB: https://www.facebook.com/wearenativomx
IG: https://www.instagram.com/wearenativomx/
YouTube: https://www.youtube.com/channel/UCY-oA9JjRAqQbu4ky43qvJQ
In Rainbows: cómo narrar una ruptura con rock
Las reseñas innecesarias | Por Juan Jesús Jiménez
Hablar de Radiohead es remitirnos directamente a “Creep”. Canción que puso en el mapa a la banda en 1992 junto a su disco Pablo Honey; desde entonces que con ocho discos, la historia de la banda se ha visto inmerso en distintas experimentaciones musicales que nos hacen dudar de nuestra perspectiva sobre el rock. Ritmos marcados por sintetizadores, líneas melódicas de un piano, percusiones agudas y distorsiones vocales son parte de lo que caracterizó a Radiohead como parte de la cultura popular de las últimas dos décadas.
Y aunque se puede argumentar que la banda no hace música rock, y que se evoca más a lo electrónico, dentro de su discografía podemos encontrar dos discos que por entero pueden ser considerados como rock alternativo, el primero siendo Pablo Honey de 1993, y el segundo -que además es mi favorito personal- In Rainbows de 2007.
Este último, lanzado por XL Recordings y TBD Records (en el continente americano), que desde la forma de su distribución resultó completamente novedoso y toda una bocanada de aire fresco para la industria musical. Pues, desde la página (hoy extinta) de Radiohead, adjunto a un mensaje de agradecimiento, el álbum estaba disponible para su descarga digital de forma gratuita y en caso de sus presentaciones físicas como el formato CD o vinil, el precio lo fijaba el comprador pagando el gasto de envío. Esta peculiar forma de distribución sería ocupada después por bandas como Smashing Pumpkins.
Con nominaciones en los premios Mercury y un Grammy a mejor álbum de música alternativa en 2009, In Rainbows se volvió toda una sensación con canciones como Jigsaw falling into place, 15 step y Nude debutando con esta última en el Billboard Hot 100. ¿Pero qué hace tan especial a este disco?
15 step, como la primera canción del disco, es un buen ejemplo de lo que podremos encontrar a lo largo de los 42 minutos en los que se extiende a nosotros, una historia extraña de lo cotidiano en un romance de viernes por la noche. Teniendo así una estructura de dos partes, la primera como una introducción frenética y la segunda como un desenlace paulatino.
Las
canciones que forman el primer tanto, comparten entre ellas sonidos predominantes
en las percusiones y el sonido natural de los instrumentos, pero mientras
avanzamos, las distorsiones de sintetizadores van cambiando nuestro panorama
musical, haciendo que el disco sea dinámico en su forma de avanzar en su propia
narrativa. Este tipo de contraste podemos observar mejor al comparar Bodysnatchers con Jigsaw falling into place, donde aunque ambas parecen compartir un
ritmo rápido, en la primera, su estructura musical es plana mientras que en la
segunda, tanto la melodía como la tensión de instrumentos aumenta mientras nos
acercamos al final de la canción.
O podemos ver Weird fishes en comparación a Reckoner, siendo que ambas llevan un ritmo lento pero en el caso de la segunda, podemos notar más percusiones y posiciones auditivas cuando usamos audífonos, haciendo de ambas canciones una experiencia distinta del cómo escuchar un disco de Radiohead, siempre tambaleando entre canciones que podemos bailar en silencio y las que nos hacen llorar al ver las letras. Pues como ya dije, el disco narra un poco de una historia sin orden cronológico sobre una ruptura, empezando por -mi favorita del álbum- Jigsaw falling into place, haciendo que hilar puntos sea una tarea placentera mientras vamos devorando el disco.
En general Radiohead es una de esas bandas que además de expandir sus propios horizontes, lo hace de una muy buena forma y nos entrega discos tan significativos como lo es In Rainbows, así que si quiere experimentar una forma diferente de escuchar un disco de rock, este es una buena opción.
Las estrellas, los perros y los sueños
Por Fernando Rangel Juárez
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Ugolyok y Veterok tripularon la Kosmos 110 |
La trágica farsa de un mundo bendito: Marilyn Manson, el tríptico maldito y su endemoniada crítica a EU
Por Jorge Augusto Pérez Peña
El 8 de octubre de 1996, surgió desde las
entrañas del infierno personal de un Brian
Warner enganchado a prácticamente todas las drogas existentes, el Antichrist Superstar, un álbum en el
que plasmó el profundo abismo en el que estaba sumergida su vida.
Imprimió con soberbia, en cada una de las canciones de esta joya maldita, la ira que acumuló toda su vida contra la sociedad hipócritamente conservadora que lo rodeó desde que era un niño; criticó la gula y la avaricia del demagogo hambriento de poder, la pereza intelectual de quienes se dejan gobernar por falsos ídolos, y la necedad de llamarle amor a la lujuria; el resultado fue una obra maestra satánica del rock digna de envidia.
Quienes han deslizado su mirada en las infectas líneas de la autobiografía de ‘El reverendo’, titulada La larga huida del infierno, saben que hay un capítulo en el cual Marilyn, o Manson, relata haber sido nombrado por Anton Lavey, el fundador de la iglesia satánica, como su sucesor.
La prosa de la biblia negra, con poderosas metáforas que invocan a figuras arquetípicas de todos los inframundos de civilizaciones antiguas, y a los monstruos de profanos cuentos, se tradujo en cánticos blasfemos cuando pasó a la música del joven Brian; un himno de guerra contra el fascismo ultraconservador de norteamérica, entonado en las magníficas fauces de la bestia escarlata.
La biblia negra fue un compendio de interpretaciones que su autor elaboró en torno a la literatura de los maestros de la sospecha, y de algunos puntos de la psicología profunda de Freud, Jung y Lacan para tratar de enmarcar lo dicho por estos autores en el contexto de Estados Unidos en los años 60, cuando la guerra de Vietnam y la revolución hippie desenmascararon los puntos débiles de la supuesta democracia estadounidense. Una fórmula que farsantes como Alejandro Jodorowsky intentaron emular con viles paráfrasis rosas como la “Psicomagia”; un caramelo digerible para niños progres.
En la década de los años 1990, cuando Marilyn Manson tomó la batuta, o mejor dicho, el tridente del mensaje satánico, la post guerra fría, el boom del internet y la invención de los reality shows, eran solo algunos de los factores que configuraban el contexto social, político y mediático en el que estaba sumergida la sociedad estadounidense.
En esta misma década la Guerra del Golfo era algo que el poder de norteamérica no quería que se difundiera de forma negativa, porque eso traería la inconformidad de su sociedad, justo como ocurrió con el conflicto bélico vietnamita. La censura mediática era una herramienta para cuyo uso las élites de Estados Unidos se habían vuelto unos auténticos expertos, eran maestros en el arte de desaparecer mágicamente de los medios todo aquello que contradijera su postura política, y que llegara a criticar sus acciones demagógicas, muchas veces plagadas de una lisonjera intención de quedar bien ante el mundo, mientras al mismo tiempo despedazaban militarmente los recursos de Sudamérica y Oriente medio.
La censura de la
que fue objeto la música de Marilyn Manson siempre llevó por delante la
indignación del sector cristiano de la sociedad norteamericana, es decir, el
98% de su población en ese entonces; pero el mensaje de este personaje polifacético no es una simple negación del nombre de Dios. Parte del
cristianismo radical imperante en esos días para desmenuzar con una sádica
paciencia cada fibra de esa religión que se coló a otros aspectos de la vida
como la política de ultraderecha, y la ideología difundida en los programas de
televisión de ese tiempo (y que no han dejado de existir ni de transmitirse),
casi siempre en pro de una vida conformista basada en comer, hablar de
banalidades, coger con vecinos, amigos y compañeros de trabajo, y entretenerse
con el culo puesto en el mismo puto lugar toda la vida; este músico despedaza
la falta de laicidad en las escuelas porque fue algo que vivió en carne propia,
y no se toca el corazón al hablar de las motivaciones de las intervenciones
militares estadounidenses, falsamente en nombre de una supuesta misión divina.
Marilyn Manson a lo largo de su discografìa, critica sobre todo a la televisión, y más adelante a Hollywood, por la facilidad con la que se podía construir un metarrelato heróico en esos medios acerca de soldados anónimos que morían básicamente por nada; esos peones de un tablero en el que todo es blanco o negro, eran tratados como héroes en televisión para ocultar lo vacío en sus muertes, se les retrataba como mártires de una causa magnánima que, en realidad, probablemente no hubieran podido explicar. ¿Realmente es en nombre de Dios que por petróleo mueran millares de inocentes? Quizá sea incluso más blasfemo que cualquier canción de MM decir que una guerra por petróleo está condonada por Dios.
En el fondo de la oscura (anti)estética de Brian Warner, reposa un idealismo de lo más romántico, es casi contradictorio, pero se trata de un artista que desde su nombre juega con las dualidades contradictorias pero complementarias.
El Antichrist Superstar, nacido en 1996, fue solo el primero de tres peldaños que dirigen a un descenso que profundiza con arte infernal en la psicología social de norteamérica. El siguiente peldaño fue el álbum de 1998, Mechanical Animals, y finalmente llegó Holy Wood, en el año 2000. Respetando la estructura de la dramaturgia en la antigua Grecia, estas tres tragedias, fueron sintetizadas en una sátira de ópera rock: The Golden Age of Grotesque, lanzada el 2003. Un álbum que circunvala el mensaje del denominado por los fans “Tríptico”. Tres trabajos discográficos que estremecieron la moral de los cuellos rojos.
A lo largo de esta exposición ensayística en formato musical, Marilyn Manson hace una crítica a “La gente bonita”, autora de horrores en “El gran mundo blanco”, sumergido en la oscuridad de las tinieblas de la ignorancia y la estupidez. A la cabeza de esta infamia, “El presidente muerte”, que vive de los aplausos de estos “posthumanos”, más conectados a una puta pantalla que a sus propias mentes.
En este mundo que funciona con un puñado de autómatas, que viven como “animales mecánicos”, ni siquiera buscar el amor de otro ser humano nos puede salvar del infierno, porque ya no existe la humanidad como cualidad en nuestra especie. Salir de este mundo por la vía del suicidio parece menos indoloro que seguir siendo objeto de la constante humillación intrínseca a ser parte de esta farsa.
Claro que la música de Marilyn Manson sería censurada, es natural que prohíban sus conciertos en los países más católicos del mundo, y no es a Dios a quien ofende, recordemos la letra de Disposable teens (adolescentes desechables), “Nunca odié realmente a un Dios verdadero, sino al Dios de la gente que odio”.
Lo verdaderamente obsceno, la bestia, es el poder. El infierno está frente a nuestros ojos y los demonios son nuestros recuerdos traumáticos, enraizados en una educación estructural y patriarcal. El “Dios padre”, es una metáfora para el patriarcado, la deidad universal es el dólar y nuestro pecado original es la estulticia. Que Dios nos salve.
El fracaso de “los Fifas”
El «Mal nacido», de Daniel Bravo
Cuando leí por primera vez un poema de Daniel Bravo fue en una borrachera, una amiga sacó de su librero un plaquette gris con un diseño sencillo de un piecito muy cotorro y caótico. Así lo entendí yo.
-Lee "Pyro", me insistía con ansiedad de colegiala maldita o yonkie enamorada, no sé...
Con voz grave e impostada leí cada frase hasta llegar al brutal remate que parafraseando a la banda de Nashville; Kings of Leon sentenciaba "todo lo que quiero está muriendo lentamente o ya se ha ido"…Entonces el título del texto cobraba sentido. "¡Entendí la referencia!"
-Ah caray, pensé, tenía que leer el resto detenidamente pero ese no
era el momento.
Algunos días después decidí leer el material literario, normalmente suelo ser una crítica brutal pues aprendí a entender la poesía desde las estructuras clásicas de la literatura española del siglo XVIII y hace mucho me alejé de la poesía contemporánea por salud mental.
No tenía muy altas expectativas.
El prólogo no ayudó mucho a mi motivación, creí que sería otro compendio de textos del típico poeta maldito estándar: alcohol, tetas y… ¿semen?
Y entonces "Martes" apareció.
Un texto limpio, una prosa fina y un dolor que cala porque lo sientes tuyo, "para no ser alimento de ratas"... ¡ya estábamos hablando de poesía de verdad!.
Daniel Bravo nos va llevando magistralmente de la mano entre la desolación que guardan las bolsas de basura llenas de recuerdos, preservativos usados y "llenos de mentiras" para emprender un viaje eterno que un "jueves" descansa de la carretera entre cervezas e insomnio, al "séptimo día" acepta su alcoholismo y nos regala las líneas más sabias, melancólicas y brutales como: "bebo porque elegí la manera en como quiero morir" o "recuerdo que en casa siempre nos iluminó la tristeza".
"Reacciones adversas" es para mí la joya de la corona.
Cada texto, conforme te adentras en las treinta y dos páginas que componen el Mal nacido de Daniel Bravo es cada vez más incisivo, más intoxicante y más fino.
El poeta, en catorce textos nos lleva a recorrer la miseria de la soledad, el desamor y la vida que se asigna, así: arbitrariamente, al chingadazo y sin mayor opción al pobre malnacido que no tiene más arte que su viaje de vida aparentemente cotidiana pero dibujada de una forma tan bella y brutal que se antoja sufrir un poco más para ahogar tanta miseria en un trago de ron añejo.
*Dos textos de Daniel Bravo aparecen en la antología de relatos patibularios "La ciudad de los ahorcados", publicada por Editorial Agujero de Gusano en 2019.
***
Martes
Daniel Bravo
Puse tu recuerdo en una bolsa de plástico
Junto con preservativos usados llenos de mentiras
Latas de cerveza
Mis miedos
tu fantasma
Todo lo que cayó de la cama y se refugiaba debajo
de ella
Los tiré en la esquina
dónde toda la calle deposita su basura
Encima piedras como un entierro
para que los perros no derramaran toda esa
porquería sobre la acera
Para no ser alimento de ratas
Para que las moscas
sigan naciendo de la mierda
y no de nuestros restos.
Breviario Pandémico: antología de poesía hidrocálida
El
encierro y la pandemia es retratada desde las letras de seis poetas de
Aguascalientes.
Entre
los versos y alguna prosa de esta antología
poética hidrocálida, hemos de ver retratados la ansiedad, el encierro, la
zozobra y la incertidumbre que todos hemos sentido durante estos dos años en
los que una pandemia ha puesto en tela de juicio el bienestar de la humanidad.
“Breviario Pandémico” es la tercera publicación de la Editorial Agujero de Gusano, y primer
volumen de poesía, e intenta retratar en apenas 48 páginas todas estas sensaciones
que transcurren en medio de una crisis mundial y en pleno enclaustramiento.
Seis autores hidrocálidos son los encargados de transformar a través de las letras esas emociones con las que seguramente nos encontraremos reflejados. Ángeles Montañez, Alfonso Torres, Eduardo Gálvez, Alejandra Sosa, Yaneli González e Itzamatul Ikal son los autores que se aventuraron a escribir poesía en medio de una crisis sanitaria con la intención de que un fenómeno histórico de tal magnitud no pasara desapercibido en el ámbito literario de nuestro estado.
El
libro se podrá conseguir a un precio simbólico a través de las redes sociales
de Revista Sputnik, en las
presentaciones oficiales de Editorial Agujero de Gusano y próximamente en
librerías y foros culturales de la ciudad de Aguascalientes.
Pacomostro lanza el sencillo «Fuego en el Jardín»
A
partir del primer minuto de este 11 de junio estará disponible en todas las
plataformas digitales “Fuego en el
Jardín”, primer sencillo de lo que será la tercera placa discográfica del músico
poblano ‘Pacomostro’.
El
material de lanzamiento fue grabado, mezclado y masterizado en su totalidad por
la productora Casa Yonki y la
composición de Paco Muñoz cuenta con
la participación especial de Nono Tarado,
uno de los rocanroleros más aguerridos de nuestro país. También colaboran Ury Morales en el saxofón y Carlos Iván Carrillo en la guitarra
eléctrica, bajo y teclados.
Paco
Muñoz, mejor conocido como ‘Pacomostro’ ya cuenta con una trayectoria
importante en el undergroud del rock
poblano. Tiene publicados hasta el momento dos álbumes de estudio y ha
compartido escenario con importantes músicos, cantautores y exponentes del rock
independiente a lo largo y ancho de la República Mexicana.
El
single “Fuego en el Jardín” es un
adelanto del nuevo material de estudio que ‘Pacomostro’ nos traerá en
septiembre, y la canción de estreno viene acompañada con un video oficial
realizado en conjunto por Revista
Sputnik y Casa Yonki.
“Una canción que, como varias de este disco, son hijas del confinamiento. Una rola que describe el hastío que causa todo a tu alrededor y que algunos piensan se te pasará con buenos deseos”. Paco Muñoz
Tócala de nuevo, Patxi
Cortejando la ruina | Por Juan Mendoza
En la Vox Populi se dice que hay dos cosas que no se
pueden ocultar: el amor y el dinero.
Yo incluiría una tercera: el hábito de la lectura.
Y es que cuando alguien lo adquiere, me refiero al “hábito”,
es imposible que no se note desde el primer minuto. Aunque para los analfabetas
funcionales pasa desapercibido, hay muchos rasgos que delatan a una persona que
resulte un buen lector. Entre éstos especímenes se guardan ciertos secretos que
no se busca ventilar, no porque contengan la resolución de vetustos misterios;
es sólo que sacarlos a la luz conllevará una serie de sátiras y burlas, y, en
el mejor de los casos, una mirada vacua del interlocutor que denota que no
entiendo una palabra de lo que estás hablando. Uno de esos secretos es que
cuando adquieres el hábito, de inmediato te das cuenta de dos cosas: 1. Que
nunca vas a estar solo y 2) que vas a conocer mucho de la intimidad del
escritor a través de sus personajes.
Patxi Irurzun es un escritor español que nació en Pamplona en 1969. Ha escrito y colaborado en más de 50 libros y lo conocí gracias a la World Wide Web. Durante la década de los dosmiles, antes de tener una hija y antes de casarme, tenía por hobby una actividad que encontraba bastante atractiva: desvelarme buscando cosas raras en el internet. Y es que soy un ente creado y nacido en los ochenta, esa generación que tuvo que arreglárselas para investigar cuál era aquella canción que escuchaste una vez en el radio (y eso te podía llevar bastante tiempo) y que, algunos años después podías descargarla con tan sólo tarareársela a una aplicación. Los buscadores de la red (antes que naciera las redes sociales y “el algoritmo”) se convirtieron en mis mejores amigos, esos que te traen a tu casa el nuevo descubrimiento literario o musical. Que mira que en la vida fuera de la WWW es difícil encontrar esos amigos.
Y en esas infructuosas búsquedas fue que di con el blog de José Ángel Barrueco (escritor de Zamora, España, nacido en 1972), “Escrito en el viento”, que no sólo recomendaba libros y películas de envergadura subterránea, sino que mandaba links a blogs hermanados y a los trabajos underground donde había colaborado. Uno de ellos, una antología de cuentos inspirados en Bukowski llamado Hank Over (que década y media después no he podido conseguir). Uno de los participantes era el mismísimo Patxi, del que se desprendía una liga a una novela negra y punk presentada en entregas en el blog llamado como el libro “La Virgen Puta”. De la cual dejó el link por si alguno se interesa en leerla.
En ella verán las aventuras de Felicín, un punk treintón venido
a menos enamorado del rock radical vasco y cuyo aporte a la humanidad es la
creación de un fanzine llamado Borraska, que se ve inmiscuido en una práctica
siniestra de un hospital, la hija de un millonario y mucha música de rock duro.
Cada entrada al blog es un capítulo que se acompaña con una ilustración de
Carlos Azarraga y una canción punkarra que pone el soundtrack de la novela. Comencé
a leer por curiosidad y fue recibir una patada en mis adormecidas gónadas a las
3 am:
El estiércol hace crecer siempre más fuerte la cosecha
(Marc Legasse)
Pensé en ello cuando vi aquellas dos moscas follando sobre la barra del bar: tenía treinta años y estaba solo y aburrido. Todo había ido a la vez tan deprisa y tan despacio... A los quince ya no creía en nada. Por eso me hice punk. Desde entonces había estado borracho. Un mal rollo cuando tienes que caminar sobre el filo de la navaja. La mayoría de mis colegas, por ejemplo, habían perdido el equilibrio y se habían descuartizado: las drogas, la priva, el suicidio... Una vida salvaje. Mentira. Aburrida, mediocre. Una vida como cualquier otra. A estas alturas de la historia todos caminamos por el filo de la navaja. Mirar para adelante tampoco me ayudaba. Tenía treinta años y además de estar solo y aburrido llevaba el pelo teñido de color azul ¿Qué podía esperar yo de la vida?
Me di cuenta que había llegado a
una novela que difícilmente iba a conseguir en el Sanborns de Satélite o en la
Gandhi de Bellas Artes. Y que me iba a gustar pero sobre todo iba a ser una
maldita influencia. Así fue. No tarde nada en guardar el enlace y en
descargarme todas las canciones contenidas. Ahí, la neta, es que conocí a Barricada,
Tijuana in Blue y a M.C.D vía su rola No más punkis muertos.
Conseguir los libros enlistados
de Patxi resultaba muy difícil. O muy caro. Así que dejé la adquisición de
ellos a la suerte del futuro. Después, cuando se dio el boom del Facebook,
busqué a Patxi y lo amigué. Me dio mucha ilusión que aceptará mi solicitud,
pero no sabía qué decirle o como iniciar una conversación. Años después, mi
amigaza Norma Yamilé Cuéllar, una de las escritoras más densas de Monterrey,
me contaría que ella participó en aquel proyecto de Hank Over, que
originalmente nació como fanzine, colaborando con un cuento bukowskiano
llamado Mole.
Algunos años después, cuando con Alfonso Morcillo hicimos un especial del rock radical vasco en el NoMuyPunx (la estación de radio en la que somos locutores nomás porque no queremos hacer un blog o un fanzine) invité a Irurzun a escuchar la transmisión. La escuchó, me mando mensajes, le gustó. Compartimos impresiones, me hizo recomendaciones. Lo convoqué a ser invitado al programa. Dijo muy emocionado que estaba de acuerdo y que quedaría muy bien porque para la fecha propuesta (febrero 2021) saldría en edición mexicana su más reciente novela, “Tratado de Hortografía (una novela del rock radical vasco” que ya iba por la segunda reimpresión en España. Un par de semanas antes del programa, me enteré que quien sacaría esa novela en México sería la editorial indie chilanga, “Resonancia” que comanda Pedro Escobar, a quien conocí cuando me invitó a participar en una antología de cuentos inspirados en la radio, (Gracias por Escuchar) donde participan personajazos de la talla de Alex González Castillo y Conchi Moya o Isaí Moreno, tanto de México como España. Casualmente no tenía quien hablara de radio por internet y me apunté para contar dos o tres experiencias del NoMuyPunx.
Conocer y hablar con Patxi Irurzun
por Jitis Meet para el programa fue algo muy chingón. Pero leer esta novela fue
bastante más chido. Escrita en modo de diario, Patxi rescata las mejores
historias del rock radical vasco a través del narrador (del que no conocemos el
nombre) otrora guitarrista del grupo “Los Tampones”. Nos cuenta las desventuras
de un punk cincuentón que tiene que lidiar con dos hijos adolescentes, una
próxima pandemia, su labor como bibliotecario, el estancamiento literario al
haber publicado más de 20 novelas pero ninguna editorial le edita en pasta dura,
el autosabotaje. Pero a través del personaje también rescata anécdotas de Las
Vulpes, de La Polla Records, de Iosu y Juanma de Eskorbuto;
historias que nos recuerdan también la del mismo Patxi, aun cuando él mismo sea
otro personaje de la trama. Gusto me dio descubrir que Felicín, ese punkarra de
espíritu beligerante de su primer novela, también tiene un cameo. Más gusto me
dio cuando Pedro Escobar me invitó a escribir una presentación para la tercera
de forros de la edición mexicana. Junto a Alejandro González Castillo, la mencionada Norma Yamille y Mixar López.
Una contundente y certera patada a la entrepierna de la nostalgia que abofetea
una gran verdad: El punk ha muerto, el punk ha resucitado.
No termino de asimilar la
contundencia de la novela (y créanme cuando les digo que a éstas alturas del
partida es bien difícil que encuentre emotiva una novela) cuando me entero que
hace pocos días salió la segunda parte: “Chucherías Herodes. Una guía de
turista de Jamerdana” donde regresa el alter ego de Patxi con su diario a
seguir pateando cráneos. Ahora inmerso en una pandemia, una cuarentena y el
intento de conectar con sus hijos, por lo que hacen una versión trap del único
éxito de Los Tampones: Estamos contra las reglas. Estoy seguro que ésta
segunda parte, tal cual la primera, nos recordará que el paso del tiempo es
inevitable, las canas y los dolores de huesos llegan sin poder evadirlos, pero
el espíritu punkarra no se difumina, no se acaba, que el punk se muere y gracias
a estos libros, el punk ha resucitado.
Alabemos a Patxi.