Electro-pop y cortometrajes en AGS: BIKA y La Pecera



Este sábado 26 de octubre se presentará en Aguascalientes una de las jornadas alternativas más importantes del año en materia artística.

Como primer parte del acto, los cortometrajes 'D/V' y 'Letargo', el primero de Víctor Góngora y el segundo de Ramón Martínez y Christian Venegas, serán anfitriones de "La Pecera", un proyecto audiovisual de Blanca Pozos que  es una analogía entre la vida de un pez mascota y el humano en el mundo.

Se llevó a cabo de manera completamente independiente, incluyendo una campaña de recaudación de fondos en la plataforma Kickstarter, se grabó en marzo y se estrenó en julio de este año.

Y en la parte musical, el line up lo completa Jardín de Niños junto a las chicas de BIKA, dúo conformado por las gemelas Del Toroque ya se han presentado en festivales de la talla del Coordenada y el Vive Latino con una propuesta electro-pop imperdible.



Sin duda una gran jornada nos espera en Ciudad Lumbre para conocer propuestas emergentes en materia visual y después echar el bailazo toda la noche. La cita es en Ummagumma Pub el sábado 26 de octubre a las 21 horas.



Archipiélagos en torno a la traducción

Po Iliana Vargas


Cuando me puse a pensar sobre lo que quería escribir en torno a la traducción, la primera idea que llegó a mi cabeza fue algo que podría considerarse muy básico y de sentido común, pero que no solemos tomar en cuenta, acaso porque responde a un impulso o un instinto de nuestra especie animal: pasamos la mayor parte de la vida traduciendo e interpretando todo lo que nos rodea para asimilarlo como nuestro, o por lo menos como parte de un aprendizaje constante sobre lo que se supone que es nuestro rol en el mundo; traducimos el mundo para involucrarnos en él. Por supuesto, ello implica cientos de elementos, situaciones, aristas, configuraciones y estructuras de todo lo que forma parte de la atmósfera en la que nos desarrollamos y es susceptible de ser traducido, pero en el territorio de la literatura y el lenguaje, que es lo que ahora nos interesa, me atrevería a decir que traducimos cuando sentimos que aquello escrito en un idioma ajeno, pero familiarizado con el nuestro, nos está diciendo algo que no comprendemos del todo. Justamente el no comprender, sino el intuir que lo que se lee está conectado con algo que pertenece a nuestro mundo, es lo que nos lleva a querer traducirlo. La maravilla está en que ninguna traducción, incluso del mismo texto, será jamás idéntica a otra, porque ahí es donde entra en juego todo un proceso de relación personal con la palabra: su significado por sí misma, su significado en el contexto en el que está siendo usada, y su significado en conjunto con el tono y la búsqueda estética del texto al que pertenece. En ese momento es cuando comprendemos que nunca se traduce una palabra de manera aislada; es imposible entender su lugar en la geografía textual sin tomar en cuenta las coordenadas que constituye en relación con las otras: las palabras son islas que forman archipiélagos para comunicar aquello que de otra forma sólo es parte de un código irresoluble.
      
Traducir, entonces, se convierte en un proceso en el que adoptamos diversas identidades de nuestro espectro cultural y cuyos rasgos se trasladan al lenguaje literario.

Ahora bien, algo que siempre nos apuntala la cabeza durante el proceso de traducción es la pregunta eterna, no sólo de quien traduce, sino del lector potencial, y ya no digamos del investigador: ¿qué tanto se pierde del original al trasladarlo al idioma en que se está traduciendo? Esta incertidumbre es la que impulsa el trabajo primordial y más interesante que asumimos al traducir: hay que comprender el texto en el lenguaje en que fue escrito e interpretarlo, reinventarlo o recrearlo –en el sentido más literal de la palabra- dándole forma en un lenguaje conocido donde no se pierda la riqueza creativa y literaria; todo ello tomando en cuenta, además, la historia de vida y el contexto histórico-social del autor traducido, pues el pensamiento y la cosmogonía de las sociedades en las que se escribe un texto también inciden en el proceso de resignificación de la palabra al momento de traducirla, convirtiéndola así en un nuevo vocablo semántico, sonoro e ideográfico.

Sobre cada uno de estos y otros aspectos involucrados en el proceso de la traducción literaria hablaremos dentro de Tiempo de Literatura, del 24 al 26 de octubre en Mexicali, donde realizaremos jornadas dedicadas al tema para dialogar con traductores como: Francisco Bustos, Vladimir Galindo, Michal Salamon, Dulce María Rodríguez Díaz, Ramón García, Caragh Barry, Iliana Hernández, Ezequiel Zaidenwerg, Juana Adcock, Petronella Zetterlund, Anthony Seidman y quien esto escribe.   

La poesía y lo poético en la octava edición de Tiempo de Literatura

Por Ingrid Bringas


Después de  dos años de espera regresa a Mexicali el festival Tiempo de Literatura, impulsado por el interés de afianzar un intercambio literario que se ha gestado en la última década  en el país. 

Durante el festival se tendrán diversas actividades donde se reflexionará sobre lo que significa la literatura, la poesía y lo poético, así como la tradición y lo contemporáneo.

Tiempo de Literatura es un proyecto autogestionado que busca descentralizar; es por ello que la selección de invitados fue plural y diversa, donde desde su curaduría se pudieron establecer diversas voces: estéticas y geográficas, con invitados de diversos estados de la República y varios países.  

Tales como Petronella Zetterlund (Suecia), Daniel Rojas Pachas (Chile)  Juana Adcock (Escocia/México) entre otros; así como un amplio panorama de escritores nacionales en los que figuran: César Cañedo, Minerva Reynosa, Iveth Luna Flores, Rocío Cerón, Jorge Ortega, Clyo Mendoza, Flora Calderón.

El festival tendrá lugar en diversos espacios culturales y universidades de la ciudad de Mexicali durante los días 24, 25 y 26 de octubre con más de 20 actividades entre las que destacan: charlas, ponencias, lecturas de obra y presentaciones de libros.

Tiempo de Literatura en su octava edición además de ser única en su estado, busca propiciar el intercambio entre los creadores literarios con sus lectores, generando espacios y creando públicos en el que la literatura sea un lazo para generar diálogos y vínculos. Así, este año Mexicali verá concretado un año más de actividades literarias. Por una parte la voluntad de sus creadores, y de cada una de las autoras y autores que se suman, así como la confianza de las instituciones que abren las puertas para llevar a cabo el festival.

Y cayeron prestas: editoriales en Tiempo de Literatura 2019

Por Óscar Alarcón (@metaoscar)


Llegamos a octubre y eso solo puede significar una cosa: que el mejor encuentro literario está por comenzar, así es, Tiempo de Literatura 2019 está próximo. Este año contará con cerca de un centenar de invitados que pondrán a temblar a la ciudad fronteriza.

Y no solo eso sino que también habrá varias editoriales y revistas invitadas. Esta es una de las características que ha resaltado al encuentro por sobre el resto, que no solo aparecen los rockstars de la literatura sino que también entran a escena algunas casas editoriales y revistas nos mostrarán sus novedades. Aquí algunas de las editoriales que harán sudar a la cerveza más fría del suelo chicalense:

Nitro Press

La editorial encabezada por Mauricio Bares y Lilia Barajas comenzó sus actividades en 1997. Durante todo este tiempo se han colocado como una de las editoriales independientes más importantes del país, en donde las antologías Lados B: Narrativa de alto riesgo, ha sido su columna vertebral. Para este 2019, continúan el camino de la internacionalización pues una de sus novedades editoriales es el libro ¿Quién mató a la cantante de jazz?, de la escritora argentina Tatiana Goransky, en donde la resolución de un asesinato, con el apoyo de un policía trompetista de apellido Martínez, genera una trama llena de odios, culpas y egos.

Las ediciones conmemorativas han sido otro elemento que ha destacado a Nitro Press, y una de las novedades de este verano es la novela Crimen de color oscuro, de Ana María Maqueo, en donde acompañaremos al detective Alatorre a sumergirse en un mundo perverso y pútrido en donde la plutocracia de provincia está a la orden del día. Este par de novedades estarán presentes para recordarnos las declaraciones de la Nitro Press: “Como siempre, nos importan las letras, no los números”.


Filodecaballos

Comienza sus actividades en el año 2000 en Guadalajara en donde publican libros de ensayo y de poesía. Poco a poco fueron evolucionando hasta que en 2013 centran su base de operaciones en la Ciudad de México y entonces expanden sus publicaciones hacia la narrativa y la crónica. Sus apuestas de publicación van hacia los autores jóvenes, autores descatalogados y autores en activo pero con una apuesta de riesgo y propositiva.

Ma, de la poeta Ida Börjel (en versión de Petronella Zetterlund) nos hará ver a la Tierra de distinta forma, una más cercana a la ecolalia, a la ecología.

Acompañan a este libro los ejemplares 1, 2 y 3 de la Colección Öland de poesía sueca, cuyos cien ejemplares están numerados.

El número 1: Profundidades de Martina Moliis-Mellberg (selección y versión de Petronella Zetterlund). El número 2: Detrás del árbol espaldas de Iman Mohammed (versión de Petronella Zetterlund). El número 3: N de Burcu Sahin (selección y versión de Petronella Zetterlund). Además de Grandes distancias de Álvaro Luquín y Abroche su cinturón de Sara Uribe.


Carruaje de Pájaros

Integrada por poetas y gestores culturales cuya bandera es la poesía y dirigidos por Fernando Trejo, la editorial surgió en 2008 durante el Primer Encuentro Nacional de Poetas Jóvenes de México, han transitado en la divulgación a través de publicaciones y de programas de radio. Su intención es acercar a los lectores y escritores chiapanecos con autores de otras latitudes no solo a nivel nacional sino también internacional.

Este Carruaje estará en Tiempo de Literatura con La heráldica del hambre, del poeta Sergio Pérez Torres. Un poemario que se incendia a sí mismo en la liberación y en la soledad como formas de reconocimiento del mundo. En el libro de Sergio Pérez Torres es posible observar cómo los poemas abren la memoria y el erotismo a través de imágenes que parecen haber sucedido hace unos instantes y al mismo tiempo parecen ser imágenes de un pasado remoto. La heráldica del hambre reclama su apellido y su historia y nos reconoce como seres insaciables actuales.

Gatos de rabo corto, de Alejandra Muñoz es otro poemario aparecido bajo el sello de la editorial chiapaneca. Se trata de un libro que va de la minificción a la poesía pasando por el cuento en donde los protagonistas son… ¡adivinaron! Los gatos. Porque Tiempo de Literatura es un encuentro en donde no sólo amamos los libros y las editoriales sino a los gatos, que algún día dominarán al mundo, y no nos quepa duda que estén comandados por Calypso, el gatito de Elma Correa.


Colección Extra(e)ditados de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla

La Colección Extra(e)ditados reúne a los mejores escritores jóvenes de distintas latitudes de México, que escriben para lectores jóvenes. Es una invitación a leer sin límite de tiempo en donde el desafío es pelear a la contra. Los títulos más recientes son: 23 centímetros y otros cuentos de diferentes medidas de Macaria España, que nos presenta cuentos satíricos, los cuales no decepcionarán a los lectores que busquen literatura erótica y divertida. Cartografía del tren (Premio de Poesía María Luisa Ocampo, 2012) de Yelitza Ruiz es un libro que hace un recorrido por estaciones temáticas con los que el lector se identificará: la muerte, el abandono, el terror, la soledad. Al mismo tiempo, los versos se convierten en vías que le dan potencia a una máquina humeante de erotismo y calor. Cincuenta y dos vueltas de Alejandro Paniagua Anguiano, en donde las historias no tienen espacio para la sutileza y el glamour; el lector se enfrenta a finales perturbadores, alucinantes y de infinita tristeza. Salvaje de Edgar Camacho es una historieta brillante y alentadora, narrada con emoción notable. Es una obra que trata sobre la importancia de los afectos en nuestras vidas: los padres, los hermanos y los amigos están presentes. Subversivo de Josué Almanza (Puebla, Puebla, 1988) es una obra de teatro que nos presenta a cuatro chicas: Bet ב, Guímel ג, Dálet ד y Hei ה, que se encuentran en una prisión después de haber colocado artefactos explosivos para generar caos en una ciudad. Ninguna de ellas sospecha lo que les depara después de ser aprehendidas y encontrarse cara a cara con cuatro versiones distintas de una misma revuelta.


Ediciones Esqualo

Ediciones Esqualo es la primera editorial del siglo XXI nacida en la ciudad de San Pedro Cholula, Puebla, México. Sergio Cuateco Bueno es el director de la editorial que ya cuenta con tres títulos: Vende caro tu amor, de Sergio Cuateco; Los abrevaderos del ser, de Sergio Fong y la publicación más reciente: Palabras de perro, de Héctor Palacios, libro de minificciones que reflejan nuestra vida cotidiana: el desamor, la ensoñación, la lucha libre, la religión. Estos mini cuentos primero le harán al lector esbozar una sonrisa para después darse cuenta de que son historias mínimas cargadas de crítica y reflexión. Palabras de Perro tiene el peso de una cáscara de nuez, por su ágil escritura, y al mismo tiempo la contundencia de la pisada de un elefante por la cavilación que viene al terminar de leerlas.


Y ahora vamos con las revistas que también editan libros:

Cáspita

Instantáneas de Gerardo de la Torre, es uno de los libros editados de manera artesanal por Cáspita, y de la que Yolanda de la Torre se refiere: Como si elaborara retratos de fina fibra artesanal, en estas Instantáneas, breves crónicas de la amistad que compartió con petroleros, escritores y cineastas, Gerardo de la Torre dibuja a quienes hoy extraña. Lejos de los doctos ensayos académicos que detallan la calidad que alcanzaron las obras y los empeños de sus compañeros de oficio, De la Torre delinea, con mano que oscila entre un ácido sentido del humor y la nostalgia soterrada, a quienes forjaron y disfrutaron, junto con él, el cine, la lucha política, el béisbol y la literatura de nuestro país desde los años sesenta hasta el día en que partieron de este mundo.

Lo más reciente de esta revista/editorial atípica es ¡Narrativas de lo Extraño! Número 0, que resulta ser una publicación periódica, que en este número su principal tema es el alcohol. Los escritores que participaron en esta publicación fueron: Bibiana Camacho, Aliza Shvarts, Mariana Orantes, Gilma Luque, Elma Correa y Jorge Comensal; además de contar con las ilustraciones de Yécatl Peña y Carlos Dzul. Entre otras publicaciones que integran su catálogo se encuentran: El ocaso de la importancia y la importancia del ocaso, de César Rangel. Veintidós versiones de un dibujo de César Rangel, con textos de Bibiana Camacho y E. Pónz.


Cinosargo

Con más de 40 libros, Cinosargo se ha presentado en la Feria Internacional de Guadalajara, y ahora se encuentran incluidos en el Fondo Editorial Guanajuato. Cuentan con ediciones impresas y ediciones digitales de diversos géneros como el cómic, la poesía y la narrativa. Además, cuentan con traducciones y libros de ensayo. Sus colecciones son: “La canción de Charlie Melnick” (poesía) con títulos como Barrio sin dios de Danilo Pedamonte, En guerra con Chile de Víctor Munita Fritis y Le dan hueso de Andrea López Kosak. “Gilgamesh” (narrativa) en donde aparecen los libros Allende el retorno de Omar Pérez Santiago, Desborde de Josmar Conde y Nunca salí del horroroso. Relatos sobre la violencia en Chile. En las traducciones, la colección se titula “Pink Cigarette” y se han publicado libros como Cuatro Poetas Suicidas Chinos. Prefacio, notas, selección y traducción de Wilfredo Carrizales y Morgue y otros poemas de Gottfried Benn. Traducción de Daniel Rojas Pachas.


Penumbria. Revista para leer en el ocaso

Lupián, Ana Paula, POK, Mariano, Vikinga, Ramón, Edna y Aglaia han conformado un equipo que edita una revista llena de terror y espanto, de temas oscuros macabros, escritos por autores no solo mexicanos sino también españoles. Además de eso, Penumbria edita antologías con números temáticos y que nos dan a conocer lo más reciente del splatterpunk y del prime horror.

Hay que ser valiente para echarse un clavado y nadar profundo en el agua turbia de estas publicaciones. Historias de fantasmas, lo político, lo femenino son temas presentes en sus publicaciones hasta llegar al posterror, un concepto para conocedores y para lectores que disfrutan de textos que generan escalofrío.

Sus publicaciones parecen estar permeadas por una premisa: “el miedo es un secreto, un código misterioso entre lo que lo produce y la mente que construye  o traduce su significado”.

Sputnik

Música, literatura, cine, libros libres, ciencia y espacio se mezclan en esta revista. Bob Dylan dijo un día que quizá el mundo no podría quitarse el mazazo que el rock le dio a varias generaciones enteras. Y aunque el reguetón está cobrando más terreno cada día, el rock continúa siendo esa música que nos ayuda a despegar los pies de la tierra, a contracorriente y a mordidas. Este es el espíritu que rescata Sputnik desde Aguascalientes. Un recorrido estrambótico que fluye desde noticias geeks hasta Netflix, salpimentado de noticias de conciertos y exposiciones varias tanto en Aguas como en el resto del país.

Como ellos mismos dicen en su número especial de rock: “Esta revista aborda los episodios remotos y centrales del Antiguo y Nuevo Testamento de Kerouac; la emergencia del Post-Punk y la epopeya del New-Wave-Acid-House-Revival-Disco-Underground en México a través de las pequeñas obras de grandes y chingonas bandas”.

Celebremos la literatura en Mexicali


Por Lola Ancira | 


El encuentro Tiempo de Literatura 2019, coordinado por la escritora Elma Correa (autora del libro de cuentos Que parezca un accidente [Nitro/Press, 2018]) y un equipo que incluye a los también escritores y gestores culturales Samantha Luna, Antonio León, Zeth Arellano, Karla Michelle Canett e Ivonne Prieto en colaboración con instituciones educativas y culturales como la UABC, el Cetys Universidad y el ICBC, se realizará los próximos 24, 25 y 26 de octubre en Mexicali, Baja California.

Más de noventa escritores y creadores de diferentes estados de la república se reunirán para presentar sus obras, leer, charlar y debatir. Otra de las particularidades del encuentro es que convoca a un gran número de mujeres, esfuerzo que suma a la visibilización de la creación femenina.

Entre las narradoras están Gabriela Damián, escritora y periodista que ganó recientemente el premio internacional de ciencia ficción James Tiptree Jr.; Valeria Dimanche, cuentista y gestora cultural; Bibiana Camacho, escritora, editora, bailarina y encuadernadora cuya novela Tras las huellas de mi olvido (Almadía, 2010) recibió mención honorífica en el Premio Primera Novela Juan Rulfo 2007 y fue finalista del Premio Antonin Artaud 2010, y su libro de cuento más reciente es Jaulas vacías (Almadía, 2019); Iliana Vargas, narradora y ensayista, autora de los libros de cuento Joni Munn y otras alteraciones del psicosoma (FETA, 2012) y Habitantes del aire caníbal (Editorial Resistencia, 2017), y editora el dossier «Femina Incognita» en la revista digital Vozed.

Miguel Lupián es un prolífico autor cuya temática principal es lo fantástico, publicó este año el libro de minificciones Anímula. Historias diminutas soñadas por Madame Vulpes (BUAP, 2019). Óscar Alarcón es autor de Polimastia (BUAP, 2008) y de los libros de entrevistas Veintiuno, Charlas con 20 escritores (Nitro Press/BUAP, 2012), Veintitrés y Uno, Charlas con 23 escritoras (Nitro Press/Secretaría de Turismo y Cultura de Puebla, 2018), además de promover la lectura entre jóvenes. Mariño González es músico y autor de la novela Fútbol (FETA, 2010) y de los libros de cuentos Vietnam (Arlequín/UdeG, 2005) y Pésimas personas (Arlequín, 2014).

Zeth Arellano es cuentista, su obra ha sido publicada en varias antologías, una de ellas Lados B 2018 (Nitro/Press), y obtuvo el primer lugar en narrativa del VIII Certamen Literario Ricardo León en Galapagar, de España. César Tejeda ha publicado las novelas Épica de bolsillo para un joven de clase media (Planeta, 2012) y Mi abuelo y el dictador (Caballo de Troya, 2017). Néstor Robles se especializa en la literatura de horror y ciencia ficción, y publicó el libro de cuento Réquiem por Tijuana (Paraíso Perdido, 2017).

Liliana Pedroza ganó el Premio Nacional de Cuento Joven Julio Torri 2009, ha publicado los libros de cuento Vida en otra parte (Ficticia, 2009) y Aquello que nos resta (FETA, 2009), así como Historia secreta del cuento mexicano (UANL, 2018), registro que reúne la bibliografía de más de quinientas escritoras mexicanas. Ana Fuente es autora del libro de cuento Chicharrón de oso y algunos cuentos del fracaso (FETA, 2018), y este año obtuvo el premio Dolores Castro en narrativa con La ley Campoamor.

Mauricio Bares ha publicado varios libros, entre ellos Posthumano, finalista del Premio Anagrama de Ensayo, y su novela Anónimo fue también finalista del Premio Herralde de Novela. Dirige la editorial independiente Nitro/Press desde hace más de dos décadas. Laura Baeza ganó en 2017 el Premio Nacional de Cuento Breve Julio Torri con Ensayo de orquesta (FETA, 2017), y el Premio Nacional de Narrativa Gerardo Cornejo con Época de cerezos, próxima novedad de Editorial Paraíso Perdido.

Tiempo de Literatura 2019 es un espacio de inclusión cuya invitada más joven es Natalia Serrano Flores (Mexicali, 2008), quien ha obtenido diversos reconocimientos en concursos de cuento y dibujo. Recientemente ganó el XXIII Concurso Internacional de Dibujo Infantil “Este es mi México: ídolos y figuras de México”, con una obra sobre Guillermo del Toro.

Samantha Luna, Karla Michelle Canett, Javier Fernández, Ingrid Bringas y Olivia Teroba son otros de los narradores que coincidirán en TL2019, donde tendré el placer de participar con la presentación de mi libro de cuento El vals de los monstruos (FETA, 2018).

Al igual que en años anteriores, este encuentro brindará la oportunidad de crear vínculos y diálogos tanto entre los participantes como con los asistentes, y ésta será una oportunidad única para conocer la obra y el trabajo recientes de un número importante de autores contemporáneos.

Incluso los perdedores tienen suerte

Music in a coma | Por Carlos Iván Carrillo |


De mi niñez tengo pocos recuerdos claros; viajes, fiestas y eventos que mis padres usan como referentes para contar esa época de mi vida, no tengo la menor idea de si sucedieron o no. Lo que recuerdo de manera perspicaz son los domingos en compañía de mi padre, el único día de la semana que pasaba con él, pues claro de lunes a viernes su trabajo era pesado en la industria automotriz y viernes y sábado se subía al bus como cualquier persona sensata. Los domingos empezaban con una visita a una plazuela burguesa muy afamada en Puebla, de esas que —como dice Carlitos Arellano— a veces te matan la personalidad; íbamos ahí porque era el único lugar de la ciudad con un Mixup y comprabamos varios discos de rocanrol para después sonarlos a lo largo del día en el automóvil mientras recorríamos toda la ciudad, de aquí para allá, a lavar el carro, comprar la despensa o rolar por el centro.

De esas adquisiciones que se realizaron por años, recuerdo con cariño bastantes álbumes que hoy en día son parte fundamental de mi melomanía y que definieron mis gustos musicales; Dire Straits, Stevie Ray Vaughan, Spencer Davis, Creedence, Johnny Cash, The Byrds, Clapton, pero el más importante fue definitivamente “Full Moon Fever” de Tom Petty.

El primer disco solista del hijo de Gainesville, Florida, producido por Jeff Lynne (ELO), Mike Campbell y el mismo Petty, fue mi primer aproximación a su música y recuerdo que me fui de nalgas en cuanto escuché “Runnin’ Down a Dream” mientras mi jefe me contaba que mi tío Pollo le había chingado ese cassette que el tío La Tripa había grabado para él.

Este disco lanzado en 1989 lo escuché por semanas sin parar; mientras mis compañeros de secundaria estrenaban sus primeros iPods con canciones de Sin Bandera o Reik, yo escuchaba una y otra vez el rolón “Yer So Bad” en mi reproductor MP3 chino tipo USB al que solo le cabían 15 tracks. El discazo que fue número 3 en el Billboard de ese año y que cuenta también con la colaboración de George Harrison, Roy Orbison y Del Shannon es la mejor opción para adentrarse por primera vez en el mundo tompettiano, sin duda.




Mi segunda y definitiva aproximación a Thomas fue en febrero del 2008, cuando los Heartbreakers rompen madres en el medio tiempo del Super Bowl XLII. Mis tíos y primos nos reunimos en la sala de mi casa para ver el mencionado evento deportivo sin saber de la participación de la banda y sin mucho conocimiento ni gusto por el futbol americano, sino como un pretexto para armar una buena pedita. Un corazón gigante siendo atravesado por la silueta de una Flying V dentro del Estadio de la Universidad de Phoenix fue el escenario donde bastaron cuatro canciones para volarme la cabeza y volver a Mike Campbell uno de mis más grandes héroes de la guitarra, tocando una Starplayer TV de Duesenberg (guitarra alemana signature de Mike que anda rondando los 55 mil pesos mexicanos y muy complicada de conseguir).

Ese año no paré de escuchar toda la discografía de Tom y la banda, clavándome con algunos discos muy puntuales que a la fecha son mis favoritos “Wildflowers” (producido por el gran Rick Rubin), “Southern Accents” y el deprimente “Echo” que son álbumes finos de principio a fin; aunque si tuviera que elegir mis canciones predilectas serían “Rebels”, “Square One” y “Time To Move On”.



El 30 aniversario de Bob Dylan terminó por convencerme de que los Heartbreakers era quizá la más grande banda de rocanrol cuando interpretan “Rainy Day Women #12 & 35” y la majestuosa “License To Kill” que si no la han escuchado, háganlo ya.

Bob  siempre tuvo mucho respeto y admiración por la banda, tanto que en 1986 les propone hacer una gira llamada “True Confessions Tour”  por Nueva Zelanda, Australia, Japón, Estados Unidos y Canadá, donde los Heartbreakers serían además la banda que tocara con él. Pueden echarle ojo a uno de estos conciertos que se grabó en Sidney y se publicó en VHS llamado “Hard to Handle”, ahora lo encuentran en su plataforma favorita de video streaming.

Como músico, el análisis que realizo de Tom Petty & The Heartbreakers es sencillo, sonaban como una banda de rock & roll debe sonar: perfecto, todo suena en su lugar. El armario de Tom y Mike está lleno de cualquier cantidad y tipo de guitarras; sin embargo tienen el acierto de saber cuándo y cómo usar cada una para lograr ese sonido de rock elegante, en estudio y en vivo, aunque sus favoritas y el sonido característico de la banda se logró gracias a las rickenbacker, telecaster y firebird.

En mayo de este año se estrenó un documental en memoria de Tom Petty que es dirigido por Andrew Slater y hosteado por Jakob Dylan (hijo de Robert y líder de The Wallflowers) en el que Jakob, junto a Beck y Regina Spektor forman una banda para un concierto y la grabación de rolas de las bandas más importantes del movimiento folk rock de los años sesentas que se desarrolla en el Laurel Canyon de Los Angeles, California. Además de entrevistar personajes como Eric Clapton, Roger McGuinn, Jackson Browne y David Crosby, también hace aparición Tom y explica las influencias del sonido de los Heartbreakers, basado claro en una rickenbacker.

El filme “Echo In The Canyon” no tiene desperdicio, sin embargo es difícil de encontrar y los subtítulos al español no existen pero ni hacen falta (lo encuentras en PopCorn Time).

El lunes 2 de octubre de 2017 nos enteramos de la muerte de Petty y fue inevitable llorar, parafraseando a Sergio Martínez, Tom Petty es parte de mi familia y de mi vida; mucho más que algunas personas con las que en verdad tengo un vínculo sanguíneo. El tipo que tuvo todo el sonido del rocanrol, la inteligencia lírica del folk y la actitud más punk de los años setentas. Hasta los perdedores tenemos héroes.

Para el viernes 6 ya había convocado a mi primo César y nos vimos en mi estudio de grabación para agarrar una tremenda peda de dos días escuchando toda la discografía y videos de los Heartbreakers, incluso en algún momento de sagacidad —o no— decidimos escribir y enviar un texto de condolencia a Annakim Petty, hija de Thomas. Evidentemente, en la resaca eliminamos el mensaje enviado en una especie de autoengaño que permite hacerte el pendejo pensando que no enviaste nada, pero el mensaje se entregó, obviamente sin respuesta. A partir de ese día decretamos el homenaje anual para sonar la obra del poeta de Gainesville al calor de unos rones y en caída libre y celebrar la suerte que tuvimos de vivir en sus épocas. Éste año tendrá su tercera edición el viernes 4 en el mismo lugar. “Hello CD listeners” si has llegado a este punto del texto, estás invitado. Nos toca hacerlo vivir por siempre.


Luces calientes

Por Sergio Martínez

Los chicos buscan el camino en medio de tanta bronca, lo encuentran en la música, el baile, la murga; se la bancan en un país donde los que gobiernan, con sus políticas económicas y sociales les ha negado un lugar. El barrio es el epicentro de todo, cuna y sello de identidad. El rock generado ahí es factor de autenticidad y cohesión social. Los jóvenes adoptan un espíritu roquero desde sus circunstancias, no tienen otra para hacerle frente a la precariedad. La música los conecta con su entorno, circunstancias y sus pares; la música será el elemento que haga cruzar las vidas de Alejandra, Martín, Silueta, Pani, Gastón, Lara, los mellizos Bicego y Tati, entre otros personajes.

Luces calientes (Walter Lezcano, Corrientes 1979) está basada en un hecho verídico: El incendio provocado por unas bengalas en el local República Cromañón, ubicado en el barrio de Balvanera, donde, el 30 de diciembre de 2004 durante un concierto de la banda de rock Callejeros, fallecieron 194 personas y resultaron heridos más de 1400 asistentes.

La historia se desarrolla en diferentes partidos del gran Buenos Aires, y básicamente la localidad de San Francisco Solano, mezcla la realidad con la ficción, el relato tiene referencias al rock argentino, al inglés, la cultura y la sociedad argentina de las décadas de 1990 y 2000; la historia la van desarrollando los diferentes personajes que hacen referencia a hechos, comportamientos, lugares y acciones de otros protagonistas; narrativamente es un rompecabezas que invita al lector a armarlo para completar la historia.

La novela está dividida en dos partes, en la primera, por medio de un testimonio coral de diversos personajes, el autor va narrando la vida de los protagonistas antes y después del incidente, tomando como hilo conductor la historia de Martín y Alejandra. Él queda enganchado de ella, aunque ella no busca ni quiere exclusividad amorosa con él. La segunda parte es el diario de rehabilitación de Martín, se divide en dos capítulos, está escrito en formato de cuaderno clínico-confesional, donde narra los sentimientos en azul y los recuerdos en rojo. Ahí se reafirma la personalidad del chico, unas veces muy pila y otras completamente en el hoyo. A partir del robo de unos discos que cree contiene música, Martín se enrolla en el videocine porno, se enamora de una de las estrellas de ese género y se va olvidando de Alejandra en medida que se relaciona con Rocío, a la que le confiesa su secreto mejor guardado. Esa confidencia cambiará la vida de Martín.

Con una prosa ágil, vertiginosa y directa, Lezcano nos da cuenta de una tragedia a la que le extrajo belleza literaria.


Los extraterrestres de Spielberg invaden el 11-S

Por Sebastián Marín |



A Spielberg siempre le gustó hacer películas de marcianos. Pero atrás quedó E.T diciendo casa y señalando con el dedito luminoso. Habría que decirles a esos chicos que lo ayudaron a volver a su planeta que no sean estúpidos, que lo caguen a patadas al bicho ese y lo entreguen a las autoridades, porque viendo La guerra de los mundos de 2005 se hace evidente: el marciano más amigable y simpático del mundo, E.T, era un infiltrado extremista que veinticinco años después iba a venir a reventar todo.

Durante los años de La Guerra Fría, en el cine de Hollywood estos siempre representaron a los soviéticos. Ese miedo a una invasión o una guerra nuclear latente, cuyo punto álgido tuvo la década del 50, puso de moda las películas de invasiones extraterrestres con naves espaciales con sonido de Family Game. Pero ya está, la Unión Soviética colapsó hace rato y ya no son enemigos porque compran y venden y libre mercado y etc. Ahora los malos son los terroristas musulmanes, esos que les reventaron las torres el 11 de septiembre del 2001. Y cuatro años después, La guerra de los mundos de Spielberg está ahí para convertir a los extraterrestres de comunistas a terroristas musulmanes. 

El protagonista de la historia es Tom Cruise, un obrero divorciado con dos hijos – Dakota Fanning y otro que ni me gasté en buscarlo en Wikipedia- y una exesposa embarazada de su actual pareja. Lo que para un musulmán extremista sería la fiel representación de la decadencia de occidente, digo por eso de separarse, embarazarse y que el marido todavía no la haya matado a piedrazos junto con un par de vecinos. 

Todo empieza con una tormenta bastante rara y unos rayos que, indiferente al refrán de que los rayos no caen dos veces en el mismo lugar, caen no dos sino veintiséis veces. Tom Cruise obrero va hasta donde cayeron. Ninguno de sus vecinos ni las personas con las que se cruza sabe lo que está pasando. El paralelismo con los primeros momentos después del ataque que reventaron las torres es evidente. Algo natural en el cielo como los aviones comerciales se compartan de manera extraña. Y si uno ve un poco los noticieros de ese momento, descubre que al principio ningún periodista tenía idea que estaba pasando. 

Cuando obrero Tom Cruise llega al lugar donde cayeron los rayos, un agujero en medio del asfalto, hay amontonamiento de gente. Nadie se muestra asustado, más bien están desconcertados, desconcertados igual que las personas que andaban por New York cuando se estrellaron los aviones contra las torres. Y como pasó ese día, después de un rato se derrumba todo. Pero lo que no pasó el 11 de septiembre y sí pasa en la película, es que del agujero sale una máquina que estuvo ahí, bajo tierra, esperando con paciencia el momento justo para atacar. ¿Y cuándo sale cuál es el edifico que se derrumba primero? Una iglesia cristiana. Sí, falta que diga Alá. 

La máquina tiene un rayo que desintegra a las personas y las vuelve polvo. Otra vez hay que volver a las imágenes de la caída de las torres. El polvo era la diva del momento. Todo era gente corriendo, polvo ensuciando y escombros aplastando. Era así el 11 de septiembre y también es así en el ataque de los marcianos de Spielberg.



Tom logra escapar de la ciudad junto con sus hijos y se va con destino a Boston para buscar a la madre. Salen con un auto mientras las maquinas siguen tirando rayos. Y ahí, en ese momento, Dakota Fanning pregunta: ¿Son terroristas? Y yo me pregunto después que Dakota: ¿Era necesario, Steven? A esta altura me parece que ya nos dimos cuenta todos de la metáfora. 

Además, de lo que también nos damos cuenta es de que los rayos de los marcianos no solamente destruyen edificios y desintegran personas, también destruyen y desintegran a la sociedad. Todo es un caos, es el sálvese quien pueda. Y en un momento es tan sálvese quien pueda que mientras atraviesan una multitud, unos intentan robarle el auto, y se lo roban, y entonces Tom saca un arma, y otro tipo saca un arma también y mueren varios por no saber compartir. 

Pero no hay rayo, por más destructor que sea, que pueda contra el ejército de Estados Unidos. En la escena siguiente, bajó la suave y melosa voz de Sinatra desde unos parlantes, vemos a la misma multitud caminando con tranquilidad mientras unos marines les indican que circulen y una vieja dice que ya tienen suficiente sangre y no necesitan más donaciones. La misma gente que se mató por un auto ahora dona sangre para salvar a otros. ¿Un milagro navideño? No, porque no es navidad y tampoco es un milagro: son los militares haciéndose cargo de una emergencia nacional. 

A los marcianos los mata una bacteria no sé si de la gripe o algo así, pero al primero que vemos morir los mata un militar, un militar con apoyo de los civiles, que es lo que tienen que hacer los civiles, apoyar a su ejército y poner una banderita en el patio y no quejarse mucho si un hijo muere en la guerra. En la escena, a Tom lo captura una de las máquinas y lo mete en una jaula llena de gente. Cada tanto agarra uno, lo mete por algo que la verdad, aunque no quiero decirlo parece un culo, lo tritura y con su sangre hace unas raíces que van cubriendo todo Estados Unidos. Cuando llega el turno de Tom para ser triturado, este tiene un montón de granadas, un militar lo agarra de las piernas para que no se lo lleven mientras le grita a los demás, todos civiles, que lo ayuden. Tiren de mí, dice. Y lo ayudan, y el resultado de todos esos civiles apoyando a un militar es la destrucción de una de esas naves marcianas. 

Al final, Tom llega a Boston y ve que las raíces de los marcianos están secas, y no las ve en cualquier lado, sino encima de una estatua de un soldado de la Guerra de Independencia. Desde ahí van secándose y llegan hasta las maquinas que van muriendo una a una. Las raíces militares norteamericanas, ese pasado heroico hace imposible que unos pobres marcianos con unos rayitos que desintegran y una planificación de más de cien años puedan conquistar Estados Unidos. 

Otra vez ha fallado la invasión extraterrestre. Y solo queda preguntarse de que manera volverán en el futuro, convertidos en que ideología o de que nacionalidad. Porque algo es seguro, pueden cambiar de forma, de idioma, de cultura o pintar de otro color las naves, pero lo que nunca van a cambiar a pesar de todos los fracasos es esa fijación ya patológica de invadir a los norteamericanos.

© Copyright | Revista Sputnik de Arte y Cultura | México, 2022.
Sputnik Medios