A la muerte del 'Rockdrigo', músicos como Roberto Ponce, Rafael Catana, Roberto González, Nina Galindo, Fausto Arrellín, Armando Rosas, Carlos Arellano, Gerardo Enciso, Arturo Meza (entre muchos otros) crearon conceptos musicales con un discurso alternativo al establecido por los massmedia de la época. Con el paso de los años la música de estos genios rolaba de toquín en toquín, de mano en mano y de boca en boca; hasta convertirse en lo que son hoy en día, músicos prácticamente de culto.
Respecto a 'los rupestres', Jorge Pantoja, promotor del libro e impulsor de la cultura en nuestro país, comenta:
“El movimiento que surgió a mediados de los ochenta en la Ciudad de México y a través de la música, la literatura y todo arte posible, produjo una especie de oxígeno puro para que tantos otros pudieran respirar en medio de tanta contaminación. En la actualidad muchos jóvenes ni siquiera saben lo más elemental de que existió ese movimiento y lo que significó. Otros están en la creencia de que los integrantes del movimiento rupestre se extinguieron cual dinosaurios del cenozoico, y que al igual que estos sólo dejaron plasmadas sus huellas en petrificados casetes del sedimento de la prehistoria musical, sin saber que ha sobrevivido a la hecatombe de la comercialización una legión de fieles seguidores que los acompañan a los recónditos bares donde se presentan."
Lo cierto es que el Movimiento Rupestre está vivo, ¡vivo! Los rupestres siguen sonando por ahí en el inframundo de este país inmundo junto a jóvenes propuestas como La Trola o Los Yonkis, quienes nos recuerdan que aún hay mucha tela de dónde cortar, mucho cotorreo y muchos carnales con quien brindar. Larga vida a todos ellos.
A propósito del libro, también surgió 'Rupestre, El Cancionero' y 'Rupestre, el Documental' disponible en YouTube. No dejen adentrarse en el universo rupestroide y leer y compartir el libro. Que role la rola ya que este material es un gran esfuerzo de la comunidad rupestre, y debe llegar a todos lados.