Vikingos de la cultura pop

Por Fernando Juárez


No sé si se hayan dado cuenta, pero en estas últimas fechas todo lo relacionado a la cultura vikinga y pueblos nórdicos ha tenido una creciente popularidad, que fue un poco detenida por el confinamiento (que nada más iba a durar 15 días y que ya lleva más de un año) lo anterior se ha visto reflejado en todos los medios de entretenimiento y ámbitos sociales y para muestra, un botón.

Espero que algunos de ustedes recuerden el auge de festivales medievales y nórdicos que cada 15 días eran celebrados en las inmediaciones de la CDMX, o aún más notorio el clásico corte de pelo que alguno de sus amigos llegó a portar o los anuncios en redes sociales y páginas de compra de hidromiel o cervezas artesanales, dicha popularidad también apareció en videojuegos como Assassin's Creed Valhalla y como era de esperarse en películas y series.

Actualmente en la plataforma Netflix encuentran tres series cuya trama gira en torno a los vikingos; la primera y más popular es Vikings, que nos narra el ascenso al poder de Ragnar Lothbrok en una especie de drama histórico donde se cuenta de una manera un poco idealizada y hasta en ciertas ocasiones romántica los logros militares y políticos, por desgracia y para aumentar la depresión crónica de algunos de ustedes, no existen pruebas claras de que dicho personaje haya existido en realidad, algunos aseguran que se trata de una mezcla de leyendas y mitos de diversos reyes nórdicos atribuidos a un solo individuo.

La segunda y que a mi parecer es la más rescatable es The Last Kingdom, en ella tenemos que acompañar a Uhtred Ragnason en sus aventuras por intentar recuperar sus dominios y luchas por hacerse de un nombre mientras se desarrolla la unificación de lo que actualmente se conoce como Inglaterra, la particularidad de esta serie es que está basada en los libros de Bernard Cornwell, quien se caracteriza por presentar personajes muy desarrollados y con detalles históricos curiosos. Lo malo es que como todas las adaptaciones es mejor leer el libro.


La última serie es Norsemen, una especie de SitCom donde tenemos que ver el día a día de Arvid, un jefe guerrero quien de un momento a otro debe asumir responsabilidades y decisiones que jamás imagino, muy amena si se le da la oportunidad, no la vean si esperan la clásica comedia del pastelazo, pues las bromas son sutiles y tiene ciertos gags recurrentes.

Por cierto, y como dato inútil para su alacena mental, la idea errónea que tenemos de que lo vikingos eran guerreros con cuernos en los cascos se la debemos a dos personas; primero a Richard Wagner quien al momento de estrenar las obras de El anillo del Niblungo decidió que las Valkirias y Sigfrido usaran yelmos con cuernos y alas respectivamente; y en segundo lugar al pintor sueco Gustav Malmström, quien se dedicó a ilustrar la Saga de Frithiof, representando a los guerreros con cuernos en los yelmos para demostrar la tan temible crueldad y fiereza que se narraba en dicha epopeya.

Todas partes al final del tiempo: un viaje musical sin retorno

Las reseñas innecesarias | Por Juan Jesús Jiménez 


¿Qué tienen en común un álbum tremendamente largo y la demencia? The Caretaker, productor y músico, es uno de los muchos nombres que James Leyland Kirby ha asumido para sus experimentaciones y que, en su álbum Everywhere at the end of time, crea una atmósfera viva que nos absorbe con cada track y regresión acústica que podemos identificar.

Desde ahora le digo que uno debe estar dispuesto a pasar seis horas para disfrutar el álbum completo, pero, creo que podría darle una vista por partes ya que hay una subdivisión entre cada track para agruparlos en fases -algo que trataré en unos instantes. Y no es algo que parezca atractivo cuando empezamos, gran parte del disco es la repetición de varias canciones con distintos tonos y formas de jugar con ellos, así que, si no tiene paciencia o no conoce el contexto en el que el álbum se cuenta a sí, definitivamente no le gustará.

El ritmo es lento, bastante relajante y podría escucharlo incluso, al trabajar en su computadora -como yo, justo ahora. La razón es que se presta a ello y tal vez recomendaría que se escuchará de esa forma, con audífonos y haciendo alguna otra actividad donde podamos enfocarnos y dejar que corran las canciones. Pero a ver, ¿qué clase de álbum es este?, ¿qué clase de álbum demanda tanto tiempo?

Siendo sinceros, no podría clasificarlo en una categoría pero podría nombrarlo como un género experimental, en la forma en que canciones de la década de los treintas, pueden cambiar completamente con un par de efectos. Ahora, el trasfondo y la temática refiere a los padecimientos mentales que alteran la memoria y los traslada a un efecto musical que nos hace darle vueltas a la misma canción una y otra vez pero cada vez más distorsionada.

Sé que seis horas parecen ridículas para lo que comento, y es una fortuna que esté diseñado en varias partes que podemos digerir en distintos momentos del día. De forma que es casi como si se comentaran seis álbumes conceptuales, convirtiendo de poco a poco al público, en otra parte de la memoria que se distorsiona con cada minuto.

En la primera fase, aunque con un poco de estática de por medio, podemos escuchar versiones acústicas de canciones como “Heartaches”, “Say it isn't so” y “Alabamy bound” en bucles que varian muy poco realmente, por lo que recomendaría solo escuchar los primeros tres tracks y el último para resumir esta fase.

Dentro de la segunda, podremos notar más variaciones cruzando por nuestros audífonos y el deterioro se hará más evidente, de la misma forma, solo basta con escuchar los primeros tres y el último para que no sea tan largo el álbum.

La tercera y cuarta parte podrían ser una sola, pues tienen aspectos muy similares al retratar un recuerdo, pero se debe escuchar con mucha atención para darse cuenta de los mínimos detalles, cuando a mitad de una canción cambia a otra completamente diferente y parece casi como un dejá vú. Aquí no hay un orden a seguir y podría ser completamente aleatorio cómo quiera seguir con unas dos o cuatro canciones de ambas fases.

Partiendo de la quinta y sexta parte, llegamos a un punto de no retorno, con momentos lúcidos sí, pero con un sonido completamente manchado y opaco, es muy difícil poder identificar una voz o el origen de los sonidos que se internan en la estática y podría decir que, de forma muy inquietante, se asemejan a una banda sonora de suspenso, donde, de poco, el sonido se disipa hasta dejarnos sin nada qué recordar.

Descender a todas estas partes del álbum, leyendo además las descripciones que da el autor, es una experiencia completa en sensaciones y una que recomendaría ampliamente como una introducción a los álbumes conceptuales.  Everywhere at the end of time podría ser la banda sonora al miedo de ser olvidados, de terminar como el último track, en medio de la lucidez y ruidos incomprensibles de una marcha fúnebre, y si un álbum puede lograr ese efecto, entonces vale la pena darle una oportunidad.

Nexus: 12 años de libertad, respeto y apoyo mutuo

Por Polo Bautista

 

El espacio cultural Nexus cumplió este febrero -todavía pandémico- 12 años de vida. La mente fundadora para tal empresa se llama Daniel Garrido, pero todos lo conocen como “Guaus”, quien es oriundo del entonces mentado “Detritus Federal” (hoy CDMX) y se mudó a la capital angelopolitana iniciados los ochenta.

Espacio célebre entre artesanos, músicos, artistas y por toda la bohemia que merodea el corazón urbano poblano, ha albergado desde sus comienzos infinidad de actividades eclécticas, por mencionar algunas: exposiciones de artes plásticas, conciertos punks, círculos de lectura, expo vinilos, clases de danza africana, artes circenses, prácticas de capoeira, recitales poéticos, degustación de alimentos, etc. En fin, es un espacio abierto a toda manifestación artística sin importar su naturaleza. Por lo tanto, promueve las libertades del pensamiento, el respeto mutuo y la solidaridad en general, especialmente entre aquellos afectos al arte.

Nexus comenzó a operar para inicios del 2009, cuando el término “espacio cultural” no era habitual en Puebla para referirse a los foros alternativos. Acerca del origen de su apelativo, Guaus menciona: “Me gusta Henry Miller y a partir de ahí se me hizo como un nombre digerible, fácil de acordarse. Dentro de la cuestión del diseño gráfico siempre te piden un nombre que la gente recuerde y sea fácil de digerir… Y funcionó bastante bien porque después la gente le empezó a agregar lo suyo. Había gente que le decía ‘El Anexus’, ‘El Necius’, ‘El Netsus’”.

Originalmente se ubicó en un pequeño cuarto de la 6 Norte 406, muy cerca del mercado artesanal El Parián. Al comienzo, la clientela de Nexus estaba mayormente conformada por artesanos y artistas urbanos relacionados con el “hipismo”, pero paulatinamente arribaron estudiantes de psicología, filosofía, letras y demás escuelas de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, ubicadas en el primer cuadro del centro histórico. La idea inicial fue conformar una galería de arte y café, pero muy pronto albergó eventos musicales, siendo Yave Lira y posteriormente Híkuri las primeras agrupaciones poblanas practicantes del blues que se presentaron en el incipiente foro.

Así transcurrió aproximadamente año y medio, hasta que en 2010 y por consejo de un amigo (Carlos Tonatiuh), Nexus se mudó a la once oriente interior once. El nuevo local era más amplio, contaba con dos salones contiguos amueblados por unos cuantos sillones y cojines enfundados en costales de café. La bebida preferida sin contar las indispensables cervezas fue el “Yolixpa”, que es una infusión prehispánica de varias yerbas con aguardiente muy típica en las zonas serranas al norte del estado poblano. Ahí tuvieron oportunidad de presentarse bandas como De Algún Tiempo A Esta Parte (DATAEP), proyecto liderado por Iván Jiménez; también Caca de Gato de Adrián Romero (ahora “Kin Nini”) e Infrasónico, fundada por “El Abuelo”, ex integrante de la reconocida banda surf Los Pegajosos. Todas esas propuestas fueron muy interesantes y talentosas por esos días, aunque al presente sólo DATAEP continua trabajando.

En 2012 Nexus nuevamente cambió de ubicación debido a que la casona donde laboraba supuestamente fue vendida. Entonces volvieron a la familiar 6 Norte, pero del número 3 interior 3 y finalmente interior 7, donde permanece hasta hoy.

El edificio que antiguamente fuera una fábrica de la conocida crema corporal Ibañez, cuenta con distintos interiores los cuales se acceden a ellos por una angosta escalera, en sus paredes se aprecian grandes pinturas con motivos prehispánicos. Ahora Nexus es un salón espacioso, posee sillones y mesas para sus clientes, también cuenta con cocina, barra de bebidas y finalmente el espacio dedicado a los talleres o tocadas. Está adornado por cuadros, libros, plantas, artículos curiosos y lo resguardan dos lindos gatos: Mishu y Momo.


Hasta antes de 2012, los altercados con las autoridades habían sido mínimos y sin consecuencias. Sin embargo, los nuevos vecinos resultaron sumamente intolerantes, Guaus comenta: “Nos empezaron a aventar a la policía y al ayuntamiento, empezaron a decir que vendíamos “mota” y cosas así. Entonces el dueño del edificio nos dijo que nos subiéramos al siguiente piso para que no hubiera problema con que saliera el ruido al exterior”.

Resultó evidente que adicionar actividades como talleres de danza africana y artes circenses le ganó cierto impulso al foro (junto con la animadversión vecinal). Por otra parte, los toquines también funcionaron bastante bien debido a que Nexus siempre está abierto para cualquier propuesta sin importar su género. En palabras del mismo Daniel: “Yo soy muy neutral, si vienen bandas de otros estados también se les da el espacio… Ha llegado gente de Brasil, Argentina, Colombia, Chile, Estados Unidos y España”.

No obstante, dos eventos singulares evoca con afecto su propietario. El primero ocurrió en 2014, cuando Nexus obtuvo la beca para proyectos culturales que promovió el Instituto Municipal de Arte y Cultura de Puebla. Con dicho apoyo logró contactar a los hnos. Mauricio y Francisco Sotelo del grupo Cabezas de Cera para que brindaran un recital con su música experimental y progresiva. Así fue como un 3 de octubre del año antes mencionado, el dúo se presentó en Puebla con buen éxito. Además, Guaus constató la gran sencillez de los hermanos. Sotelo y su inseparable ingeniero Edgar Arellín.

El segundo evento memorable fue la presentación del dueto arraigado en Morelos. Se trató ni más ni menos que de La Perra, una interesante propuesta denominada rock de cámara, en el que fusionan géneros como jazz y progresivo. La dupla está conformada por Elena Sánchez (bajo) y César Calderón (batería), también conocido como “Perico”. Ellos se presentaron el treintaiuno de agosto del 2019, aunque aquella vez no se contó con ningún apoyo municipal sino todo corrió a cargo del Centro Cultural.

Tales presentaciones podrían parecer triviales si se comparan con las realizadas habitualmente en la capital mexicana.  No obstante, es preciso señalar que Puebla no se distingue por albergar un gusto mayoritario para el rock progresivo y sus derivaciones, asunto contrario ocurre cuando se habla del ska, reggae y surf. Por tal motivo, emprender dichos eventos responde a la finalidad de promover distintos géneros a los habituales con bandas prominentes y refrescar una escena poblana conformista.

Nexus no es el único espacio cultural de la capital angelopolitana. Existen otros lugares análogos con los que convive, por ejemplo, Karuzo, El Venado y el Zanate, Musa, 19-40 café o Santos Remedios. Guaus no está totalmente enterado de los integrantes que conforman su gremio, pero valora las aportaciones de cada uno: “No considero que los espacios generen una competencia entre nosotros, sino que nos hemos vuelto opciones para distintos tipos de personas. Cada uno tiene su clientela, cada uno tiene sus gustos, cada quien tiene su propuesta”. Y agrega: “Como que nos repartimos la chamba, porque la gente se aburre de repente de llegar a un mismo lugar a ver los mismo toquines o las mismas bandas”.


De vuelta al cruel presente, la pandemia ocasionada por el COVID-19 trastornó profundamente todos los ámbitos humanos. Las consecuencias inmediatas para Nexus y sus congéneres fueron el cierre y posterior reapertura al mínimo de sus capacidades. Varios han tenido que abandonar sus proyectos. A pesar del oscuro panorama, Daniel encuentra aspectos positivos: “La gente tuvo mucho miedo, bajaron las ventas totalmente, carencia de ingresos, los empleados se fueron. Pero dentro de lo malo también hubo cosas buenas, porque te das cuenta de que no es únicamente depender del artista o de los artistas, sino que el espacio depende de la persona que está a cargo… Se establecieron otras dinámicas, la venta de postres, de comida, llevar a domicilio, que la gente pasara por sus cosas”.

En ese sentido, Guaus considera que debido a la pandemia las personas han comenzado a valorar sus espacios culturales. Nexus y similares, no son simplemente lugares para ir a “chupar y ligar”, sino que generan cultura, tolerancia y respeto. Además, estos deben producir sus propios mecanismos para subsistir a días aciagos como lo son ahora, en que los artistas están impedidos de manifestarse directamente y puedan atraer clientes. Tampoco piensa que los espacios culturales sostengan una alianza de colaboración o apoyo ante la imbatible crisis; actualmente todos ven por sí mismos. Empero, nadie busca perjudicar a los otros. Sus palabras serenas y firmes asoman cierta perspectiva empresarial madura y responsable, evidentemente fruto de la experiencia que brindan los años.

Pues bien, Nexus cumple 12 años en plena pandemia y no claudica. Su excéntrico propietario además de ser optimista, defiende el libre albedrío del espacio cultural que mantiene con pasión y tenacidad. Está complacido con la senda recorrida hasta ahora y estima que Nexus no necesita doctrinas, pero si tuviera una probablemente esa sería guiada por la libertad de pensamiento, el respeto y apoyo mutuo. Indudablemente su principal motivación es la gente que lo visita y retroalimenta.

Por último, Guaus manda un mensaje a sus clientes, ex trabajadores, colaboradores, amigos y demás gente involucrada en tan especial proyecto: “Gracias a todos por mantener el espacio, gracias por aceptar esta propuesta que es Nexus, gracias por encontrarle el gusto y seguir viniendo. Porque si no fuera por eso el lugar no existiría”.

Felicidades y larga vida Nexus.

P.D. No está de más decir que pueden apoyar a Nexus consumiendo sus productos, los cuales se ofrecen víaFacebook o visitando el foro bajo las normas higiénicas ampliamente difundidas en días y horarios permitidos. Guaus se complacerá de recibirlos.

E-commerce pandémico, remate de libros y mensajería tóxica

Cortejando la ruina | Por Juan Mendoza


Cuando cursaba la universidad un profe nos dio un consejo de vida: “No se casen con alguien hasta que lo vean borracho o dormido, sólo en esos estados es cuando el subconsciente no tiene filtros.” No recuerdo gran cosa en materia didáctica de mi profesor, ¡vaya! ¡no tengo en la memoria siquiera la materia que impartía, pero tengo muy presente esa frase y esos son los verdaderos aportes de las aulas escolapias. Vuelve a mí en los tiempos que vivimos y la tomo como pretexto para escribir un artículo, incluso me atrevo a un anexo:

“No puedes decir que conoces las manías de nadie hasta que lo veas enfrentar una crisis.”

He observado que la más reciente pandemia y, sobre todo, las medidas de seguridad para evitar el contagio masivo (distanciamiento social, encierro, clases virtuales, trabajos desde casa) han hecho evidente cómo se van atenuando las manías en las personas. En mi caso, volvió a mí una actividad que quizá para todo mundo es normal, pero para mí es más como una obsesión. La había dejado almacenada por años en algún lugar de mi cerebro sin permitir que saliera. La creía superada, pero con las librerías cerradas, tuve que echar mano a ella: las compras de libros en línea.  

Comenzó como un “apoyo” a editoriales y escritores independientes amigos del Facebook que noté vendían sus respectivas creaciones literarias. Después, la editorial Rhytm & Books ofrecía libros al dos por uno y, además, a mitad de precio en su página web. Más adelante Gandhi On Line puso al 50% una buena cantidad de ejemplares, Educal en línea rebajó a 10 pesos los libros del Fondo Editorial Tierra Adentro, Paraíso Perdido rebajó su catálogo a 50 y 80 pesos durante el tiempo que duró la Feria del Libro de Guadalajara en faceta virtual. Y así, casi sin darme cuenta he castigado la tarjeta de crédito con ese tipo de ofertas que no puedo rechazar.

Pertenezco a esa ridícula minoría de lectores que se ha reservado a utilizar Kindle o un servicio similar. Por muchas razones, una más mamadora que la anterior. Pero la de más peso es que aún me cuesta trabajo leer un libro en una pantalla. Lo he intentado y lo padezco. Y esto no es por mamador; puedo leer post del Facebook por horas pero a la segunda pagina en Kindle o PDF ya me está doliendo la cabeza. Ni modo. Por eso, cuando digo “compras masivas de libros” me refiero únicamente a formato físico. Lo que conlleva a que inicies otra relación tóxica de amor/odio que no puedes dejar aunque lo intentes con Correos de México. Mi primer compra con Rythm & Books tardó dos meses y medio en llegar, aun cuando lo enviaron desde la misma CDMX. A partir de la semana 3 comencé a mandar mensajes a la página de la editorial que me contestaban con toda la paciencia del mundo, supongo Elena Santibañez, directora de la editorial y escritora. Me dieron una página para conocer el status de los envíos, que visitaba de dos a tres veces al día. Llamaba al número de atención a clientes y lo dejaba sonando hasta que cortaba y volvió a marcar. 40 o 50 minutos después me contestaba una empleada seguro malencarada y fastidiada para decirme de mal modo lo mismo que me estaba diciendo la página. Después de cierto tiempo los di por perdidos y los visualicé siendo rematados en el suelo de un tianguis junto a Best Sellers piratas y revistas viejas almidonadas. Cuando por fin llegaron fue una algarabía que celebré incluso poniéndome una pedita.

Libros de Educal a 10 varitos.

Algo similar pasó cuando mandé a Baja California un par de mis libros a una potencial lectora de Tijuana. Estuvieron viajando cerca de cinco meses hasta que me los regresaron “porque no encontraron la dirección.” Este año no viajé a una de las ciudades que más amo pero gracias a correos de México mis libros sí se fueron a dar un paseo. Mi pedido de Educal tardó dos meses porque estaban recolectando los libros de todas las librerías. Por fortuna. Lola Ancira me contó que una de sus amigas realizó una sola compra de 20 libros y le cobraron 20 diferentes envíos. Yo había decidido pagar mensajería, la opción más rápida y segura, pero también la más cara. De haber tenido que pagar por cada libro me hubiera salida más caro el caldo que blablablá. Brisa, mi hija de 4 años, estuvo presente en la entrega del paquete de Gandhi, donde venía un libro suyo de Sirenas para Colorear con Pegatinas. Y ahora cada que suena el timbre está segura que un mensajero le trae otro libro. Por eso decidí comprarle la colección de cuatro ejemplares. El último lo encontré en El Sótano sin descuento. Para que el envío corriera a cargo de la librería sin cargo al lector, la compra tendría que ser un mínimo de 450 pesos. Me entretuve un buen rato buscando y haciendo cuentas. Escogí 15 libros que sumaban $420 más el de Brisa de $50. Después de tres semanas me avisaron por correo que no tenían todos los títulos disponibles y me harían el reembolso dentro los siguientes 30 días. Me llegaron dos libros, y no venía el de Brisa. Aún no he encontrado las agallas para darle la mala nueva y sigo en la afanosa búsqueda de “Hadas para colorear con Pegatinas” de editorial Panamericana que me está costando más trabajo encontrar que Aborto en la Escuela de Caty Acker o La Última Salida Para Brooklyn de Huberth Selby Jr.

Otra relación tóxica será con la página de pago. Pero esta es coercitiva. Una de las razones por las que deje de comprar en línea fue por culpa de Kchink. Hace unos años me hice de unos 12 libros de colección “En la Mira” de la editorial Artificios comprando desde su página en línea. Nunca me llegaron. No encontré donde carajos preguntar, ni un número de referencia, ni un correo, a la editorial no se lo reportaron y al final Kchink se llevó al baile a un chingo de librerías y editoriales. Antes que tronara, y en otra compra, el departamento de logística de Kchink me mandó un mensaje para decir que no encontraban la dirección de una compra que hice de Paraíso Perdido, por lo tanto no harían siquiera el envío y sí me quedé sin mi ejemplar de “Confesiones desde el Piso de Ventas” de Iván Farías y Guadalajara Caníbal de Alfredo Padilla. Cuando quise comprar “Encore Trasatlántico” cuentos inspirados en rock reunidos por Pedro Escobar para editorial Resonancia, y me di cuenta que en la ficha de envío no coincidía el código postal con la colonia y mejor me eché para atrás. En misma Paraíso Perdido, pero en esta época de pandemia, hice dos compras en días diferentes. De una de ellas me mandaban status por mail, de la otra no recibía nada. Mandé un correo a la editorial, pensando lo peor. Conozco un poco al director y lo tengo amigado en el Facebook, pero me daba penita contactarlo por esa situación, sobre todo porque rara vez contesta mis mensajes y porque algún día quiero ofrecerle una novela para publicar y no quiero quemar los pocos Messenger que me pueda contestar. Él mismo fue quien me envío un whats explicando que mi pedido no se había realizado porque la compra fue rechazada. Le mandé pantallas donde me están haciendo el cobro, con los números de referencia necesarios para hacer el rastreo. Bien chido el direc, porque al otro día envió el paquete por mensajería de las caras y con un librito de pilón. Aunque no había recibido el pago. Gracias a la chidez del Antonio Marts, fue que me quité el ansia de leer “Esto no es una canción de Amor” de Abril Posas. Quería leer esta novela más como un acercamiento morboso por la expectativa que acarreaba alrededor, que por ser seguidor de la escritora, a quien conocí en un videíto de la misma editorial y que nunca aceptó mi solicitud de amistad ni por los más de 350 amigos que tenemos en común.

Y de ésta novela, hablaremos después.


El autor tiene 4 libros publicados, ha colaborado en 10 antologías y ha publicado en Generación, Moho, Playboy, Erizo, Letras Explícitas. Es locutor de la estación de radio por internet NoMuyPunx.

Dilo con sangre: Lars von Trier y su violenta crítica al falogocentrismo

Por Augusto Pérez Peña


El cine de Lars von Trier ha recibido en numerosas ocasiones los calificativos "misógino" y "machista", por la forma en la que (re)trata a la mujer en los personajes que crea para sus relatos cinematográficos. A lo largo de toda su filmografía explora la retroalimentación que hay entre el contexto social de la Era Moderna y los individuos que viven en dicho contexto; en su cine vemos constantemente a sujetos pertenecientes a comunidades pequeñas, donde aparentemente todo mundo se conoce, tal es el caso de Dogville, su filme más experimental hasta ahora, por haberse filmado en el interior de un hangar y delimitando las casas de los personajes y otros lugares, solo con líneas blancas pintadas sobre el piso. Resulta interesante que al principio del filme vemos al personaje de Nicole Kidman ser esclavizada por prácticamente todo el pueblo al que llega, forzándola a realizar trabajos duros o domésticos, e incluso es abusada sexualmente por un integrante del pueblo; al final del relato, esa sumisión se invierte y termina en un rabioso acto de violencia, ya que, motivada por la rabia e inconformidad acumulada en contra de sus opresores, con fuego destruye al pueblo entero; un final como los de Quentin Tarantino, director en cuyas películas, la violencia tiene una función discursiva; justo como al final de Django Unchainded, en el cual, el asesinato a la familia blanca, estadounidense, cristiana y capitalista que esclavizó a su esposa, es en realidad una forma de representar y expresar el resentimiento reprimido del hombre de color para con la sociedad racista, es decir, un resentimiento universalizado se ve representado en el personaje que interpretó Jamie Foxx. Su refinada violencia heredada del spaghetti western de los setentas, sirve para crear una oración de protesta, si bien primero desarticulada, precisamente por la violenta naturaleza enunciándola; con el uso de la violencia, Quentin Tarantino es capaz de expresar, en este caso, la inconformidad que siente respecto al racismo en Estados Unidos

Lars von Trier encuentra en la violencia un lenguaje con el que se queja del machismo; con el uso de imágenes violentas, articula un discurso filosóficamente poderoso para criticar a la sociedad y a la humanidad que la conforma.

Que Nicole Kidman queme al pueblo que la esclavizó es una forma de decir que para que la emancipación femenina sea posible, prácticamente habrá que destruir todo en lo que está fundado actualmente nuestra sociedad, todo lo que hemos erigido hasta ahora, lo cual, de hecho, no sería nada que lamentar, sino todo lo contrario puesto que sería algo histórico y sin antecedentes que nuestra sociedad dejase de basarse en la religión cristiana y sus valores conservadores y machistas para establecer las normas jurídicas y morales en las que se funda.

En Dogville una mujer, alegóricamente, destruye el contexto del que fue víctima y a los cómplices de su esclavización. La violencia entonces, es utilizada para hablar en contra de una sociedad cuyos valores y costumbres implican la arbitraria esclavización física y sexual de una mujer; von Trier, especialmente habla en contra del falogocentrismo, por lo que su cine no es machista ni misógino, pero tiene que representar ambas cosas en sus excesos, con personajes de arraigada misoginia, para poder criticar tanto al hombre opresor de la mujer, como a los valores subyacentes de la sociedad en la que se reproduce generacionalmente una educación machista. Intenta (re)presentar y criticar a una cultura que se erige en torno a la idea del matrimonio monógamo, valorado esencialmente en el sistema religioso católico y en el sistema económico e ideológico del capitalismo.

En Nymph()maniac, uno de sus más controversiales filmes, Joe, interpretada por la musa predilecta del danés, Charlotte Gainsbourg, es una mujer que a través de su sexualidad desbocada desafía y transgrede la autoridad patriarcal en la sociedad, su sexualidad no ortodoxa tiene la función de establecer un sistema ético personal y subjetivo que va en contra del propio del catolicismo presente en su escuela, que le exigiría ser virgen hasta el matrimonio, sin embargo, vemos que Joe es objeto de sus impulsos sexuales desde su infancia, y como lo propone la teoría freudiana, las primeras experiencias sexuales y anímicas determinan las de la vida adulta; en efecto, a lo largo de sus casi seis horas, la película explora tanto el contexto de Joe, como su vida infante y su psique, cosas que definen su vida sexual. Es realmente poderoso lo que nos dice von Trier en un solo fotograma, aquel en el que Shia Leboeuf está de pie pensando frustrado con las manos en la cintura y respirando agitadamente por su enojo, es decir por saber que Joe, quien es su esposa, tiene necesidades sexuales que debe complacer con otras personas, en ese momento él sabe que Joe está con alguien más, y de fondo se puede apreciar un árbol de navidad, festividad católica, insistamos, pues también este director insiste en criticar dicha religión, sobre todo al ser él escandinavo, una cultura en la que prácticamente no existe el cristianismo como parte del pensamiento religioso de sus pueblos originarios.

En la imagen referida de la película Nymph()maniac, vemos básicamente a un hombre casado, exitoso de acuerdo con el capitalismo, pero frustrado porque sabe que no le pertenece la sexualidad de su esposa, ella tiene una vida sexual fuera del matrimonio y es algo que ambos acordaron desde el principio; vemos entonces un escenario aburguesado, pero decadente, en el que festividades, costumbres y valores cristianos han quedado en desuso para fines progresistas, entre ellos la libertad sexual de la mujer universal, representada en el personaje de Charlotte Gainsbourg, quien abandona el papel ortodoxo de esposa en nombre de ejercer libremente su vida sexual.  Si bien, no impera la violencia en esta obra cinematográfica, el uso de imágenes sexuales gráficas tiene una función equivalente, impactar al espectador.


Un ejemplo muy claro de cómo Lars von Trier utiliza la violencia como recurso discursivo está en su más reciente película, The House That Jack Built, que va de la vida de un feminicida, pero antes de eso, ya lo había hecho en Antichrist, película en la cual una mujer que pierde a su hijo se muda por una temporada a una cabaña con su esposo, que es un psicólogo que se plantea ayudarla a superar su duelo. Poco a poco la mujer se vuelve incontrolable como sus emociones, en ataques de histeria se llega a convulsionar y se aprieta el vientre llorando exasperada y gritando, llena de impotencia, representando así su angustia de castración, una vez más Charlotte Gainsbourg entrega una actuación excepcional por extrema. Que se corte el clítoris con unas tijeras y dé un golpe al pene en erección de su esposo, es probablemente una alegoría de la emancipación femenina, tanto de su propio papel otorgado por el hombre, de objeto sexual hecho para su goce, como del hombre que la esclavizó en primera instancia, prácticamente desde que la especie existe.

Resulta poético el uso de un árbol seco para representar que el falogocentrismo está muerto. En Dancer in the Dark, Björk interpreta a una mujer obrera que termina siendo robada, ultrajada, violentada, humillada e incluso colgada por su sociedad. De nuevo, la violencia se vuelve un mensaje que nos exhorta a cuestionar en qué medida somos cómplices de que a la mujer se le obligue a llevar una vida llena de indignidad, y esclavización física y sexual. En las películas del danés siempre vemos a mujeres sufriendo por el papel que desarrollan en la vida moderna, como esposas, y como empleadas.

En el bestiario de Lars von Trier, se explora constantemente el papel que delega arbitrariamente la sociedad falogocentrista a las mujeres, condenadas a una vida de ser subestimadas intelectualmente por hombres que buscan poseerlas, estudiarlas, gobernarlas, e incluso matarlas, como vemos en su filmografía, pero quizá de una manera más incisiva en las películas que conforman su titulada trilogía de la depresión, en la cual el tema del machismo insertado en una sociedad burguesa, o cuando menos, snob es recurrente. Lo vemos también en Melancholia, donde Kirsten Dunst, y Charlotte Gainsbourg tienen actuaciones memorables y cada una representa dos versiones de la misma mujer, cuya libertad es sacrificada en nombre de conservar valores fundamentalmente capitalistas, machistas, cristianos y, en suma, en desuso para la teoría feminista. Una sociedad que se basa en la idea capitalista de que la vida tiene por objetivo la acumulación de riquezas y posesiones, entre dichas posesiones, la mujer, su sexualidad, su fuerza de trabajo y sus pensamientos. Reitero, ambas mujeres son usadas en sacrificio con el fin de conservar en pie a la sociedad moderna y a su ideología caduca.

Por otro lado, puesto que todo organismo reacciona a su medio, lo más lógico es pensar, al igual que Rousseau, que la maldad se inscribe en el ser humano gracias a que la absorbe de la sociedad. La disertación que hace Lars von Trier respecto a la relación entre la mentalidad de sus personajes y la sociedad moderna y sus valores, intenta abarcar aspectos tanto socioeconómicos, como intrapsíquicos, y filosóficos. El director danés posee un carácter abiertamente pesimista que gobierna el mensaje de fondo en sus obras cinematográficas; su cine articula un discurso crítico hacia lo intrínsecamente absurdo de buscar un sentido a la existencia, retrata la oscuridad en la condición humana, especialmente en su más reciente entrega, The House That Jack Built, de la cual ha comentado para la prensa que es una película que "celebra la idea de que la vida es cruel por naturaleza".

En la película, ambientada en los años setenta, muestra de manera fragmentaria y no lineal, la vida de Jack, un arquitecto frustrado que paulatinamente se convierte en "Mr. Sophistication", un feminicida buscado por la policía de California, por sus casi setenta víctimas y cuya marca personal es hacer fotografías de sus víctimas, o como él dice, de la materia prima para su arte, hace que aparezcan retratadas en diferentes posiciones y crea esculturas con sus cuerpos por medio de la taxidermia.

¿Cómo una película acerca de la vida de un feminicida se vuelve de hecho una crítica al falogocentrismo? Por medio de mostrar en qué valores se cimenta y se edifica la mente perversa que comete el crimen de feminicidio.

El feminicidio es un problema que caracteriza a América Latina, y en su ideología religiosa impera el catolicismo, lo mismo se podría decir actualmente de Italia, donde se estima que una mujer es asesinada cada tres días. Jack, en el fondo, busca vincularse con los otros, lo demuestra de una manera perversa, pero básicamente ama a la humanidad, solo que con un amor tan posesivo que requiere de la sensación de poder sobre los demás, llevada a cabo, por medio de poseer las vidas de sus víctimas, siempre mujeres, con sus contadas excepciones. Luego de los tres dramas que conforman la trilogía de la depresión, von Trier lanzó una sátira para coronar el tema central del que habló en estas obras, el falogocentrismo, pero en The House Thaht Jack Built, parte de la perspectiva de un feminicida, un hombre que demuestra lo que Foucault dice en su Historia de la locura, "locura es falta de obra", un hombre frustrado que desea sentirse realizado a pesar de ser un fracasado buscará otros medios para satisfacer su necesidad de sentirse dueño de un logro. El feminicida mata porque es psicológicamente una forma de poseer a la víctima, por medio de lo que Freud denomina integración yoica, algo que pasará en todo narcisista. Por eso algunos feminicidas ingieren a sus víctimas, para volverlas parte de sí, otros, como Buffalo Bill, visten la piel de sus víctimas, pasan por un proceso de identificación con la víctima, la desean porque les representa algo de lo que se sienten carentes, muchas veces, de la posibilidad de satisfacer impulsos sexuales, ola de sentir su virilidad realizada por medio de la posesión sexual del otro, acto que además va asociado a la sensación de poder sobre terceros.

En The House That Jack Built, se nos dice que es absurdo tanto buscarle un sentido a la existencia, como otorgarle una serie de valores éticos, el nihilismo presente en dicho mensaje busca ser objetivista. Jack nunca logró construir la casa de sus sueños, nunca pudo llevar a cabo el asesinato que sería su obra maestra, y tampoco logró convertirse en arquitecto, su cabeza está hecha de sueños rotos, frustraciones, narcisismo, y perversión. El constante uso de cruces al fondo de varias escenas, es un mensaje sutil con el que se nos dice que el cristianismo es la raíz de la moral que alberga la mente de un feminicida. Es el cristianismo el que dice que una mujer debe casarse virgen y llevar su vida sexual con un solo hombre, quien se tome en serio esta orden eclesiástica llegará fácilmente a la conclusión de que toda mujer con vida sexual fuera del matrimonio es una "puta", algo aberrante, que se debe extirpar del mundo como si se tratara de un tumor cancerígeno para la moral colectiva. Cuando Jack asesina, lo hace motivado con el fin de perfeccionar su crimen, de sentirse con poder sobre alguien más, pero sobre todo con el fin de vincularse con los otros, en el fondo Jack buscaba una familia, es un feminicida, pero esencialmente es un hombre que fue educado con valores católicos que tiene tan arraigados que no se percata de que en ellos se basa tanto su vida, como su ideología. La segunda mujer que Jack asesina fácilmente pudo haber sido su madre, y es que quizás, todos los asesinatos que cometió fueron ensayos del que siempre quiso realizar y nunca pudo, el de su madre, ya que fundamentalmente el odio y el resentimiento que Jack siente hacia las mujeres lo sintió en primera por su madre, quien tras haberlo hecho sentir rechazado, y obligado a aprender, o mejor dicho, absorber su moral, añadido a la presión que siente por ser incapaz de satisfacer las expectativas que sabe su madre vertió en él, a su vez motivada por la inconformidad que siente respecto a su vida en el campo, esa madre católica, ignorante y autoritaria es la razón de que Jack odie a las mujeres y en última instancia de que él se convirtiera en un feminicida.

Lars von Trier se dio el tiempo de redondear su mensaje en contra del falogocentrismo, mostró mujeres condenadas a vivir bajo el yugo de esposos, ciencias que pretenden describirlas como si fueran más bien un objeto de estudio, de artes que las fetichizan, y de hombres que las odian por "putas", cuando en Nymph()maniac vemos que Joe en realidad padece su sexualidad y rara vez la disfruta, esa búsqueda por el falo paterno que siempre se verá frustrada porque no existe más que en firmas sustitutivas, es lo que lleva a la locura a Joe, y a Jack, ambos buscan compulsivamente tener una satisfacción tan plena que ya no sea necesario buscar a nadie más para sentirse en plenitud, completos. La trilogía de la depresión y esa cuarta entrega que ironiza destructoramente incluso el intento del propio director de hacer una obra maestra, es un ensayo en contra de la vida moderna en el que se examinan injusticias y formas de violencia a las que son sometidas las mujeres. La casa que construyó Jack, en realidad, podría ser la casa que todos estamos destinados a construir, ya que es vacía, no está cimentada en ninguna moral universal, y representa solamente el absurdo y autocomplaciente intento del hombre de erigir una obra que no verá absolutamente nadie. La vida simplemente es cruel y cualquier intento de instaurar un sistema ético universal, vacío pues no hay valor indestructible, ni derecho intocable, von Trier muestra por un lado que es capaz de ver el falogocentrismo presente en la sociedad, y lo crítica con sus características imágenes gráficas, pero también nos dice que no ve razones para pensar que esto pueda cambiar. Las mujeres del cine de von Trier son (re)tratadas con la misoginia inscrita en sus respectivos contextos, en ocasiones se vengan de sus victimarios, en otras ocasiones son sacrificadas en nombre de completar el mensaje de fondo, la violencia contra la mujer tiene muchas caras y es la misma sociedad la encargada de que esa violencia sea posible, incluso condonada. Quizás, igual que los personajes de Lars von Trier, aunque alegóricamente, claro está, deberíamos volver cenizas al pueblo entero y erigir uno nuevo. No matar a las mujeres sino a nuestra educación falogocentrista, "el macho" debe ser aniquilado, descuartizado, y luego hecho polvo.

Letrinas: Dos y media


Dos y media
Por Ana Nicholson

Pasó lo mismo del diario. Despierto a las seis AM, con todo. Jalé la muleta. Me preparé una taza y otro tercio de avena, mis seis claras y un huevo entero. Sin azúcar, sin sal. Pongo a hervir el pollo, el brócoli y la proteína. El galón de agua. Después el primer duchazo del día, agua hirviendo y luego fría, para el tono muscular. Me lubriqué y me acomodé la prótesis. Eché todo en la maleta. Antes de salir Axe Cuero, me acomodo el pants para que no se note nada.

            El metro a esa hora va casi vacío, me tocó ir sentado. Llegué tempranito, seis cuarenta y cinco, con la pasión y la actitud. Antes de entrar me como un plátano, para el potasio por nada más 100 calorías.

            Saludé a la Fani que siempre se hace la mamona, pero le cerré el ojo y se puso roja, la muy pícara. Estaba casi vacío, solo habían llegado Yorch que estaba sentado en una de las bicicletas fijas, ya que me vio le empezó a pedalear. También estaba el Chino dándole a la barra.

           ¿Qué tranza mi Kevin? –me saludó el Chino.

           ¿Qué tranza mi exótico? –me dice el Yorch como siempre con sus bromas.

           Hasta que nos haces el honor mi Yorch –le contesto.

           Cámara mi Dos y media, no todos podemos estar iguales de princesos que tú.

           La cábula de siempre. Pero es entre camaradas, nunca se ha pasado. Ese fue día de pierna, bueno de glúteo, cuadrícep y de la pierna buena. Descansé la prótesis, saqué la muleta.

            Le corregí la rutina al Chino. Ese güey cuando recién llegó tenía cuerpo de perro parado y dándole juntos ya está más grande.

            Luego de un rato acompañamos al Yorch a desayunarse una guajolota. Ese güey no se toma en serio nada, ni el gym, ni su cuerpo, cuando es su templo. Le digo:

“Ira Yorch todo lo que quemaste nada más con ese atole ya lo perdiste.” Pero nada más le da risa y se soba la panza. Me contesta sin hacerme caso:

            Oye y te llegan viejas buenas ¿o pura mamá luchona?

           Llega de todo y he ido a despedidas con viejas bien buenas, pero es nomás el baile, carnal, la seducción, la danza. Y le meneo la cadera.

            ¿Y te contratan más porque como estás cojo y así te las coges?

            Ira güey me verás cojo, pero tengo esta piernota que le encanta a tu mamá –y me agarro los huevos.

            Cuando acaba los dos se van cada quien a su trabajo.

Regresé al gym por mi segundo shower y a tomarme mi proteína. Guarde mis cosas, me puse la prótesis, me eché más Axe y me peiné.

            Me fui al turno de la mañana. El letrero de Semental Erotic Gentleman’s Club a esa hora está apagado y la puerta también, pero la gente sabe que ya abrimos.

         Las de la mañana son las que más sueltan lana. En parte es porque algunas todavía vienen tomadas del día anterior.

        En la mañana me toca una coreo con un argentino, se llama Gastón. Dicen que es muy renombrado por allá. Es un mamón. Se quejó de que le pusieran rutina conmigo. Yo sé que le doy asco. Apenas si me voltea a ver a los ojos. Me la pela el puto. Me echo aceite bronceador, tantita base en la cara, me maquillo lo mínimo para verme natural. Gastón como muchos se la jala y se la amarra con una liga para que se le vea más grande cuando baila. Y aún así se hace el digno. La mía ni me cabe bien en la tanga, sin trucos. Adrede me la sacudí fuerte para que me la viera.

            Llegué hasta el club por dos famas: por tenerla de mandingo y por estar carita. Bueno y por la prótesis. No puedo mentir, algunas señoras se espantan cuando me ven. Se portan groseras. Algunas se han llegado hasta a enojar y han ido a reclamar. Pero yo me mantengo positivo, mi filosofía de vida es que todo es cuestión de actitud. Si es necesario darle al doble, trabajarle al doble o hasta al triple para sacar el día, pues lo hago con una sonrisa.

           Nos presentan Jean Pierre El Sencillito y El carita de niño, mejor conocido como El Dos y media. Gastón es mamón pero le da con todo, baila bien. Tenemos una rutina con sillas. Él sale primero, le da una vuelta a la silla, se quita el pantalón, se sienta con la piernas abiertas. Luego salgo yo le doy la vuelta a la silla, me pongo de espaldas, me bajo el pantalón hasta por debajo de la tanga, me empino y me arranco el pantalón. Siempre se escucha un suspiro del susto cuando ven que nomás tengo media pierna, pero casi enseguida se escucha un guau y un grito de emoción.  Seguimos la coreo. Gastón subió a una señora medio mayor al escenario. La sentó en una silla y el Gastón se le sube encima, le rempuja la cabeza hasta su desta, tras tras con la cabeza. La señora gritaba de la risa mientras se lo torteaba, luego la acostó y llegué yo. Hice mi rutina de hacer lagartijas y rejuntársela. La señora olía a que andaba como placa de tráiler y era bien mano larga. Pum pum, le bailé el baile del gusanito sensualón. Cuando se acabó el remix, nos llovieron los billetes.

           Cuando acabamos unos viejitos jotos le pidieron un privado a Gastón. Yo a esas casi no le hago. Lo he llegado a hacer, pero de a mínimo le dobleteo el precio. Si algo he aprendido es que las clientas vienen más por mi personalidad, reconocen bien quién es bueno por su arte que por la reata. Los putos seguido nomás vienen a ver a quién persuaden para mamársela.

           Poco después de eso fue cuando me habló Genoveva llorando a gritos. Ya me imaginaba qué iba a hacer.

        Le pegué al chingado carro, Kevin, y me quieren llevar al Torito. –Sonaba a que ya estaba tomada.

          Y luego está diciendo que el carro está sin verificar y que hoy no circulo. Y dicen, bueno eso ellos dicen, que ya vengo algo tomada pero no me han hecho la prueba ¿así cómo van a saber?

            Sonaba bastante tomada, le dije:

            Geno, respira, respira por la nariz. ¿No te aceptan una de a perro?

         Sí, me aceptaron lo que tenía, pero eso nada más para ganar tiempo. Me están diciendo que puede salirme hasta en veinte mil pesos, Kevin. Yo no tengo nada y lo sabes. No tengo nada y si se entera Óscar me va a matar.

            Le pedí que respirara un poco porque estaba histérica. Genoveva me ha ayudado en todo a pesar de sus problemas. Le gusta mucho la copa y venir al club. Ella antes era secretaria en el Senado, le iba a muy bien, ganaba bien. Cuando venía al club siempre pedía privados conmigo, inclusive cuando estaba bien flaco y todos me trataron de apestado. A veces nos veíamos afuera nada más para platicar o me llevaba de compras. Pero luego el pinche Óscar, un poliquitillo famoso se obsesionó con ella, él igual es más joven, la sacó de trabajar y se casaron. Pero Geno es pura fiesta, no dejó de venir, ni de tomar, pero el cabrón está loco de celos y cuando la descubre se la madrea.

             ¿Pero como veinte mil, Geno? ¿Por qué tanto?

         Sí, veinte mil. Yo ya no sé si están inventando pero dicen que la tarjeta de circulación no es la misma que el folio del coche, me están acusando hasta de que me robé el carro. Ya se lo llevaron a un pinche corralón hasta casi el Estado de México.

            Se soltó a llorar.

            Y luego dicen dañé propiedad de la ciudad con el carro.

            Genoveva, respira ¿Dónde estás?

            Aquí por Metro Allende.

           Deja, ahorita voy, estoy cercas aquí en Zona Rosa. Hay un grupo de clientas, a ver si quieren un show y con lo que tenga te ajusto. Respira, no les digas ya nada. No les grites. Nada más diles que te aguanten una hora. Diles el nombre del Óscar.

            Yo te amo, mi amor.

            Te amo Geno, respira, diles lo que te dije a los oficiales. Ahorita llego.

         Cuando recién llegué al club tenía una prótesis muy sencilla y fue Geno quien me consiguió un financiamiento para esta que es más ligera.

           Pues con una hora encima me puse a chingarle. Le ofrecí a la señora que había subido Gastón un baile y una bebida de cortesía. Pero ya estaba casi dormida porque siguió tomando y sus amigas ya se habían ido. Entonces le pedí a Martita un préstamo de caja chica, me ofreció tres mil. Hice mis cuentas y yo tenía seis mil. Todo lo que he ahorrado lo invertí en el equipo para el gym que voy a  poner. Inclusive Geno me había prestado para comprar equipo. Por eso yo casi ando al día. En eso un joto se me acercó. Era gringo.

            ¿Cuánto cuesta date? –Luego, luego me vio el paquete.

            ¿Es real o sock? ¿Medias? ¿Me da cita?

            No es casa de citas, caballero. –Sentí que se iba a ir, así que le sonreí.

            Me gustan tus dimples. –Me tocó la cara.

           En ese momento con la adrenalina dije chingue su madre. Me la han mamado señoras más feas.

            ¿Quiere un baile y una bebida de cortesía?

            Vamos amigo.

            Desde un inicio en el privado el señor empezó a pasarse de la mano.

            ¿Cuánto por un date, sweetheart? ¿Quince minutos? Solo quince.

            Y me la saqué para que me la mamara.

            Amazing.

            Ya habían pasado unos 15 minutos y le dije.

            A veinte mil.

            ¡¿Veinte mil?!

            Veinte mil o retírese. Me la empecé a esconder, pero luego luego me la empezó a sobar.

          Ok, veinte mil pero you fuck me se bajó el pantalón para que yo se la viera él, la tenía de bebé, rojísima y en forma de huevo.

            Fuck me hard y veinte mil.

            De Metro Insurgentes al centro no se hace tanto, como en 20 minutos llegaba. Más rápido que ir en un taxi. Mi miedo era que Geno se pusiera agresiva con los oficiales o hiciera una imprudencia y llegara Óscar.

            Primero el dinero le dije.

            Tengo cinco mil ahorita.

            ¿Y en el banco?

            Ahorita vamos al ATM. –El cabrón casi me babeaba como perro de lo antojado que estaba. Se la arrimé, se la jalé, le soplé en la oreja. Olía a talco de bebé y tenía mal aliento. Luego él se volteó para hincarse enfrente de mí y mamármela. Cuando vio mi prótesis como que se quiso hacer para atrás. Cerré los ojos y pensé en las chichotas de Geno para que se me parara. En corto lo volteé y se la ensarté. Dio un gritito y empezó a decir.

            Fuck me daddy, fuck me –con una voz de niño chiquito.

            Se vino en cuestión de segundos. Luego me la manoseo y yo le dije.

            Si quieres otra, el dinero primero.

            Le dije al Mike el de la entrada que no dejara que se fuera. Rápido me perfumé y me arreglé lo mejor que pude y ya me salí con el viejito.

            Me dio la mano como si fuera mi novio, pero luego luego le dije:

            Ahorita mismo me das lo que falta del varo o te reviento toda tu puta madre, pinche maricón.

           Se puso tan pálido que me dio miedo que se desmayara. Fuimos a dos cajeros para que pudiera dar los veinte mil. Cuando me los dio le dije que si volvía al club, yo y todos mis camaradas nos lo íbamos a chingar. Decidí mejor irme en taxi y llegué rayando la hora con Geno. Se me echó a los brazos a llorar y le dije:

               Yo me encargo de todo, mi amor.

           Ella se encarga de mí más que mi madre. Y me encargué de todo. Entre amparos, multas, fianzas, el putazo del carro y mordidas se fueron casi quince mil pesos. Se nos hicieron las ocho de la noche. Invité a Geno al club a que se relajara. Mientras ella platicaba con el Mike y los otros compañeros, yo saqué del locker mis alimentos. Malpasarse y no tener disciplina es malo para el metabolismo, lo alenta. Me di el tercer shower del día, me arreglé y le dije a Geno que este baile era nada más para ella.

            Esta coreografía era solo. El DJ me puso una música de circo para que saliera antes de empezar a bailar. Me presentó y salí dando un mortal y caí en la pura de pirata. El público gritó de emoción o de sorpresa. Pedí al DJ que pusiera el remix de canciones latinas sexys porque en esa viene una de reggaetón que le encanta a Geno, la Me enamoré de ti del Aspirante. Lo di todo en el escenario, me encueré hasta más lento, que vieran que no solo es la música del circo, que soy cuerpo, cara y corazón. Y cuando empezó la canción, subí a la Geno.

            No hay mal que dure cien años

            ni tu amor que hace daño

            impedirá que yo tenga un nuevo amor

           Me le juntaba a la entrepierna, le hacía el paso de la víbora, la Geno me veía romántica. Le di un beso apasionado. Las señoras se prendieron y corrieron a meterme billetes a la tanga.

         Cuando se hicieron las once la acompañé a su casa. Quién sabe hasta cuándo la podría volver a ver o cómo la iba a dejar Óscar. Me regresé a mi casa. Llegué a comerme algo de carbohidrato saludable, un camote y una gelatina light. Hice mi rutina de estiramientos, me hinqué a rezar y fui a dormir.

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