La narración de esta novela es dolorosa pero exquisita, Galeano no solo utiliza la literatura para denunciar, también lo hace para embellecer de alguna manera las realidades catastróficas de aquella época tan convulsa que le tocó vivir. Las figuras literarias potentes y las imágenes de denuncia son frecuentes en este texto que Galeano escribió, mientras una atroz dictadura dejaba a su natal Uruguay, sumida en el llanto y el más amargo de los dolores.
Sobre “Días y noches de amor y de guerra”, de Eduardo Galeano
Literatura y migración: «Libro centroamericano de los muertos»
“Bienvenidos al cementerio más grande de Centroamérica,Fosa común donde se pudre el cadáver del mundo”Balam Rodrigo
Isaac Gasca Mata
La literatura centroamericana en las
últimas décadas ha tenido una mayor difusión entre el público latinoamericano y
más allá de los países hispanoparlantes. Autores como Ernesto Cardenal, Roque
Dalton o Gioconda Belli practicaron discursos literarios con amplias
resonancias tanto dentro como fuera del continente. Entre sus obras la poesía
de protesta es de primordial importancia debido a que denuncia los múltiples
problemas que azotan la región tales como las pandillas de la Mara Salvatrucha,
el tráfico de personas, el narcotráfico, la violencia de Estado, el desempleo,
la pobreza, en fin, dificultades contemporáneas que obstaculizan el desarrollo
socioeconómico de la región, tal como antaño, en los años 80, lo hizo la
guerrilla.
Centroamérica
es un territorio compuesto por 37.4 millones[1] de
personas distribuidas en siete países: Panamá, Costa Rica, Nicaragua, El
Salvador, Honduras, Belice y Guatemala. De estas naciones, el llamado triángulo
norte centroamericano (Nicaragua, El Salvador, Honduras y Guatemala) expulsa
anualmente una cantidad considerable de migrantes ilegales que abandonan sus
países y sus familias en busca de un futuro mejor en Estados Unidos y Canadá.
“Los inmigrantes de El Salvador, Guatemala y Honduras -países que conforman el triángulo norte centroamericano- representan el 86 por ciento de todos los centroamericanos en Estados Unidos. (…) A día de hoy, muchos centroamericanos continúan huyendo de la inseguridad y pobreza exacerbadas por sequías y malas cosechas. Los países del triángulo norte son especialmente afectados por un alto índice de homicidios (aunque éstos han disminuido en años recientes), actividad pandillera, extorsiones e instituciones públicas corruptas” .
>(https://www.migrationpolicy.org/article/inmigrantes-centroamericanos-en-los-estados-unidos)
Ante este
panorama, el arte en general, y la literatura en particular, manifiestan
interpretaciones del éxodo masivo que obliga a nicaragüenses, salvadoreños, hondureños
y guatemaltecos a arriesgarlo todo, incluso la vida, para emprender un viaje
hacia Norteamérica, la tierra de los sueños capitalistas, aunque eso signifique
cruzar México, un país mortífero para los migrantes. Películas como La jaula
de oro (2013), dirigida por Diego Quemada-Díez, o La vida precoz y breve
de Sabina Rivas (2012), del director Luis Mandoki[2],
documentan las duras pruebas de supervivencia a las que son sometidas las
personas migrantes durante su travesía. A pesar de que la Carta Universal de
los Derechos Humanos afirma que éstos son inalienables e intransferibles,
lo cierto es que los migrantes sufren torturas, abusos, violaciones,
injusticias y asesinatos por parte del crimen organizado mexicano, los kaibiles
guatemaltecos, las maras salvatruchas, los polleros que trafican con las vidas
humanas e, incluso, el Instituto Nacional de Migración, una institución
gubernamental mexicana que supuestamente debiera actuar conforme a la ley, pero
en la práctica, en ocasiones, está coludida con las redes de narcotráfico, tal
como denunció el Colegio de la Frontera Norte en un artículo de 2016 titulado Entregaba
INM migrantes al narcotráfico, en el cual se exhibe la complicidad de
agentes del Instituto Nacional de Migración en la matanza de migrantes perpetrada
en San Fernando, Tamaulipas:
“Durante la investigación por las masacres en San Fernando, Tamaulipas, la PGR descubrió que había agentes involucrados en el secuestro y entrega de migrantes al crimen organizado.
El 4 de abril de 2011, personas que se identificaron como agentes del INM interceptaron un autobús en Altamira, Tamaulipas, y bajaron a los salvadoreños Gingli Esaú Ortiz Melgar y Douglas Coronado Flores Guevara...”.
>(https://observatoriocolef.org/noticias/entregaba-el-inm-migrantes-al-narco/)
La migración centroamericana hacia el norte del continente es una situación de urgencia humanitaria que debe solucionarse desde la perspectiva internacional. Por ello, los periódicos, la televisión, el cine y la literatura denuncian los actos de barbarie quizá con la esperanza de que los gobiernos generen redes de apoyo y organicen soluciones para el problema. Los hijos del jaguar (2016), de John Vaillant, es una novela que narra la agonía de un grupo de migrantes ilegales encerrados y abandonados por su pollero en una pipa de agua en medio del desierto de Arizona. Esta ficción está inspirada en hechos reales que ocurren de manera frecuente en el desierto fronterizo entre México y Estados Unidos[3]. Otro ejemplo de denuncia literaria es la obra de teatro Odisea (2009), de boliviano César Brie, en la cual se superponen las situaciones de la Odisea homérica con las peripecias que padecen los migrantes centroamericanos en el tren conocido como la Bestia sobre el que viajan a través del hostil territorio mexicano. Ambos recorridos están llenos de peligros: cíclopes, narcos, lestrigones, kaibiles, sirenas, Instituto Nacional de Migración, etcétera.
En este sentido, en 2018 Balam Rodrigo ganó por unanimidad el Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes con el poemario titulado Libro centroamericano de los muertos. En este documento el autor describe con lenguaje testimonial el peligroso desplazamiento que sus coterráneos centroamericanos emprenden en busca de una vida mejor. El libro es polifónico ya que los poemas están escritos desde voces diferentes, por víctimas mortales de los incontables obstáculos que encuentran en México. Lo mismo hallamos el testimonio de un niño que cayó a las vías del tren luego de dormirse sobre la Bestia que una adolescente vendida como prostituta por sus propias primas, las víctimas de la Mara Salvatrucha o el testimonio de un sicario contratado por los grupos criminales para destrozarle la vida a los migrantes ilegales. Todos los testimonios, expresados en forma de poemas, son pronunciados por muertos, víctimas del viaje.
“Allí
cumplí 20 y sumé a mi cuenta no sé cuántos cuerpos
más.
Veía a los hombres torcerse de dolor, a las mujeres pedir
que
ya no las montara; después de destazarlos, jugaba a completar
los
cuerpos. Siempre me equivocaba con las piezas (…)
En
México todas las fosas son comunes, y sin contra la
mía,
llené docenas” (Rodrigo, 61)
El Libro centroamericano de los muertos estremece tanto por su forma como por su contenido. En cada capítulo el autor hace un palimpsesto con el libro Brevísima relación de la destruición de las indias, del obispo Fray Bartolomé de las Casas, para que el lector reflexione que el sufrimiento de las y los centroamericanos de todas las edades parece repetirse como una condena a través de la historia: una región sometida de la que otras naciones abusan. Balam Rodrigo le pone cara al sufrimiento de las víctimas. En su poemario, aunque la mayoría de veces el testimonio aparece anónimo, las víctimas fatales de la xenofobia dejan de ser una cifra más en los registros de decesos de migrantes, para convertirse en una historia, una persona con anhelos, con recuerdos y familia.
“rogando en cada estación
la misericordia de la migra, de la policía,
del narco y la mara, la
compasión de compañeros de camino
quienes ofrecían mi sangre
para ofrendarla a la lujuria de los otros
y salvarse; les rogué que
ya no nos violaran, que no sembraran más
su asco ni la mierda de su
ser en nuestros vientres. Estéril esta tierra
que me sepulta, estéril
este país y su cruel fardo de hombres que viola,
mancilla y descuartiza a
las hijas inocentes de Centroamérica…” (Rodrigo, 84)
“En este mar humano no
alcanzarían
ni todas las estrellas ni
los granos de arena del desierto
para contar la muchedumbre
de los muertos,
los desaparecidos, los
violados, los torturados, los vejados,
los prostituidos, los
aniquilados, los desmembrados,
los masacrados, los hijos
de Centroamerica deambulando
entre las llamas de un
abismo llamado México.” (Rodrigo, 112)
En
conclusión, la poética de Balam Rodrigo representa una faceta escatológica,
pero no por ello exagerada, de los múltiples problemas que aquejan la región de
Centroamérica para los cuales la muerte de los migrantes es el punto culminante
de toda una estructura socioeconómica fallida. El Libro centroamericano de
los muertos expresa lo que Noah Chomsky escribió: “Uno se siente tentado a
creer que alguna gente en la Casa Blanca adora a los dioses aztecas, con sus
ofrendas de sangre centroamericana” (Chomsky, 18).
[1] Cifras del Consejo centroamericano de Turismo (CCT) https://www.sica.int/busqueda/busqueda_archivo.aspx?Archivo=odoc_2588_2_29082005.htm
[2] Dirigió también la cinta Voces inocentes (2004) que retrata la violencia de la guerrilla en los 80´s en un grupo de niños salvadoreños que la sufrieron. Ese conflicto fue determinante para la configuración de los actuales problemas centroamericanos, pues los niños de la guerra que se quedaron huérfanos y sin oportunidades de desarrollo educativo o laboral, son los migrantes de la actualidad o, en el peor de los casos, los mara salvatruchas. El conflicto armado suscitado hace cuatro décadas es uno de los precursores de la migración masiva que en la actualidad continúa vigente. Al respecto, las investigadoras Allison O´Connor, Jeanne Betalova y Jessica Bolter en su estudio Inmigrantes centroamericanos en Estados Unidos afirman que: “Durante la década de 1980, las guerras civiles en El Salvador, Guatemala y Nicaragua impulsaron un número importante de centroamericanos a emigrar hacia los Estados Unidos. Sucedió una época de desplazamientos, inestabilidad económica e inseguridad y, aunque los conflictos civiles cesaron de manera formal en los tres países después de la firma de los acuerdos de paz en la siguiente década, la incertidumbre política y económica continuó azotando a la región, al igual que la migración hacia el norte, a donde muchos individuos llegaron de forma ilegal. Entre 1980 y 1990, la población inmigrante centroamericana en los Estados Unidos se triplicó.” (https://www.migrationpolicy.org/article/inmigrantes-centroamericanos-en-los-estados-unidos)
[3] https://www.proceso.com.mx/nacional/2022/6/29/rociaron-sazonador-los-migrantes-para-evitar-los-perros-rastreadores-288661.html
Isaac Gasca Mata (Puebla, 1990). Licenciado en Lingüística y Literatura Hispánica por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y pasante en la Maestría en Literatura Hispanoamericana de la misma casa de estudios. Becario para posgrado de excelencia del CONACYT. Ha presentado sus cuentos en diversos foros a nivel nacional como la FIL Guadalajara 2019. Ganó algunos premios literarios en su ciudad natal, en Ciudad de México y en Monterrey, Nuevo León. Como investigador participó en foros internacionales, entre los que destaca el “Coloquio estudiantil sobre identidades en América Latina”, celebrado en Ciudad de México y en Bogotá, Colombia. Algunos de sus textos aparecen en revistas como Círculo de Poesía, Armas y Letras, Oficio y Monolito. En 2016 realizó una estancia en Texas, Estados Unidos de América, para compartir estrategias educativas con docentes del área de lenguaje. En 2018 participó en el “II Encuentro Latido Latino, región LATAM”, de la red global Teach For All, realizado en Lima, Perú. Es autor de los libros Yo, el maldito (BUAP, 2022), Guerra y Rabia (Vortoj, 2021), El libro de las personas invisibles (Ariadna, 2020), Tristes ratas solas en una ciudad amarga (UANL, 2019) e Ignacio Padilla; el discurso de los espejos (BUAP, 2016). Fue becario del Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico (PECDA) del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes del Estado de Puebla, en el rubro poesía, año 2019. Laboró en escuelas públicas y privadas de Monterrey, Nuevo León, y Los Cabos, Baja California Sur. Actualmente se desempeña como docente de literatura y humanidades en un colegio de alto rendimiento.
BIBLIOGRAFÍA
BABICH,
Erin; BETALOVA Jeanne (21 septiembre de 2021) Inmigrantes centroamericanos en
los Estados Unidos. Migration Policy Institute https://www.migrationpolicy.org/article/inmigrantes-centroamericanos-en-los-estados-unidos
(Rescatado 04.04.2022)
BRIE,
César (2009) Odisea. Bolivia. Ed. Teatro de los Andes
CHOMSKY,
Noah (2017) Hegemonía o Supervivencia. La estrategia imperialista de Estados
Unidos. México. Ediciones B
CONSEJO
CENTROAMERICANO DE TURISMO (CCT) https://www.sica.int/busqueda/busqueda_archivo.aspx?Archivo=odoc_2588_2_29082005.htm
(Rescatado 04.04.2022)
EL
COLEGIO DE LA FRONTERA NORTE (2016) Entregaba el INM migrantes al narco. Observatorio
de migración y política migratoria. https://observatoriocolef.org/noticias/entregaba-el-inm-migrantes-al-narco/
(Rescatado 04.04.2022)
REVISTA
PROCESO (2022) Rociaron sazonador a los migrantes para evitar a los perros
rastreadores, https://www.proceso.com.mx/nacional/2022/6/29/rociaron-sazonador-los-migrantes-para-evitar-los-perros-rastreadores-288661.html
(Rescatado 02.07.2022)
RODRIGO,
Balam (2020) Libro centroamericano de los muertos. México. Ed. FCE
VAILLANT,
John (2016) Los hijos del jaguar. México. Ed. Planeta
Escafandra Literaria: entrevista con Lola Ancira
Escafandra Literaria: entrevista con el escritor Mario Bellatin
Letrinas: un poema de Tracy K. Smith para David Bowie
1.
De noche, las estrellas brillan como el hielo, y la distancia que abarcan
Esconde algo elemental. No a Dios, exactamente. Más bien a alguien
Delgado y brillante del tipo de Bowie —un Starman
O un as cósmico planeando, balanceándose, sufriendo para hacernos ver.
¿Y qué haríamos, tú y yo, si pudiéramos saber con seguridad
Que alguien estaba ahí viendo de reojo a través del polvo,
Diciendo que nada está perdido, que todo vive en la espera sólo
Para ser querido de nuevo con la suficiente intensidad ? ¿Irías entonces,
Incluso por unas cuantas noches, hacia esa otra vida donde tú
Y el primer amor que ella tuvo estuvieran ciegos al futuro, y felices?
¿Debería ponerme mi abrigo y regresar a la cocina donde mi
Madre y mi padre se sientan a esperar y calentar la cena en la estufa?
Bowie nunca morirá. Nada vendrá a él mientras duerme
Ni correrá por sus venas. Y nunca se volverá viejo,
Como la mujer que perdiste, que siempre tendrá el cabello oscuro
Y estará ruborizada, corriendo alrededor de una pantalla
Que marca los minutos, las millas por correr. Como la vida
En la que siempre soy una niña que mira por la ventana el cielo nocturno
Pensando que un día tocaré el mundo con las manos desnudas
Incluso si éste quema. .
2.
Él no deja rastro. Se desliza más allá, veloz como un gato. Eso es Bowie
Para ti: el Papa del Pop, modesto como Cristo. Como una obra de teatro
Dentro de una obra de teatro, él es una marca registrada dos veces. Las horas
Caen como agua en una ventana con aire acondicionado. Lo transpiramos
Enseñándonos a esperar. En silencio, con pereza, el colapso ocurre.
Pero no para Bowie. Él ladea su cabeza, sonríe con esa malvada sonrisa.
El tiempo nunca se detiene, ¿pero termina? ¿Y cuántas vidas
Antes del despegue, antes de que nos busquemos a nosotros mismos
Más allá de nosotros mismos, todo glamoroso-resplandeciente, todo brillante y dorado?
El futuro no es lo que solía ser. Incluso Bowie tiene sed
De algo bueno y frío. Los jets parpadean en el cielo
Como almas migratorias.
3.
Bowie está entre nosotros. Justo aquí
En Nueva York. En una gorra de beisbol
Y en unos costosos jeans. Sumergiéndose en
Una tienda delicatessen. Exhibiendo todos esos dientes
Al portero en su camino de regreso.
O está tomando un taxi en Lafayette
Mientras el cielo se nubla en el crepúsculo.
Él no tiene ninguna prisa. No siente
De la forma en que piensas que siente.
No presume ni alardea. Hace bromas.
He vivido aquí todos estos años
Y nunca lo he visto. Es como no distinguir
Un cometa de una estrella fugaz.
Pero apuesto que arde brillante,
Arrastrando una cola de ardiente materia blanca,
Igual que cuando uno de nosotros deja un rastro de papel higiénico
Cuando regresa del sanitario. Él obtiene
El mundo entero bajo su pie,
Y somos pequeños a su lado,
Aunque haya ocasiones
En las que un hombre de su tamaño puede cruzar su mirada
Contigo justo por un breve momento
Y mandar un pensamiento como BRILLA
BRILLA BRILLA BRILLA BRILLA
Directo a tu mente. Bowie,
Quiero creerte. Quiero sentir
Tu voluntad como el viento antes de la lluvia.
Del tipo en que cualquiera simplemente obedece,
Arrasado por ese baile hipnótico
Como si algo con el poder para hacerlo
Hubiera mirado en su dirección y dicho:
Sigue adelante.
ORIGINAL
Don't You Wonder, Sometimes?
1.
After dark, stars glisten like ice, and the distance they span
Hides something elemental. Not God, exactly. More like
Some thin-hipped glittering Bowie-being—a Starman
Or cosmic ace hovering, swaying, aching to make us see.
And what would we do, you and I, if we could know for sure
That someone was there squinting through the dust,
Saying nothing is lost, that everything lives on waiting only
To be wanted back badly enough? Would you go then,
Even for a few nights, into that other life where you
And that first she loved, blind to the future once, and happy?
Would I put on my coat and return to the kitchen where my
Mother and father sit waiting, dinner keeping warm on the stove?
Bowie will never die. Nothing will come for him in his sleep
Or charging through his veins. And he’ll never grow old,
Just like the woman you lost, who will always be dark-haired
And flush-faced, running toward an electronic screen
That clocks the minutes, the miles left to go. Just like the life
In which I’m forever a child looking out my window at the night sky
Thinking one day I’ll touch the world with bare hands
Even if it burns.
2.
He leaves no tracks. Slips past, quick as a cat. That’s Bowie
For you: the Pope of Pop, coy as Christ. Like a play
Within a play, he’s trademarked twice. The hours
Plink past like water from a window A/C. We sweat it out,
Teach ourselves to wait. Silently, lazily, collapse happens.
But not for Bowie. He cocks his head, grins that wicked grin.
Time never stops, but does it end? And how many lives
Before take-off, before we find ourselves
Beyond ourselves, all glam-glow, all twinkle and gold?
The future isn’t what it used to be. Even Bowie thirsts
For something good and cold. Jets blink across the sky
Like migratory souls.
3.
Bowie is among us. Right here
In New York City. In a baseball cap
And expensive jeans. Ducking into
A deli. Flashing all those teeth
At the doorman on his way back up.
Or he’s hailing a taxi on Lafayette
As the sky clouds over at dusk.
He’s in no rush. Doesn’t feel
The way you’d think he feels.
Doesn’t strut or gloat. Tells jokes.
I’ve lived here all these years
And never seen him. Like not knowing
A comet from a shooting star.
But I’ll bet he burns bright,
Dragging a tail of white-hot matter
The way some of us track tissue
Back from the toilet stall. He’s got
The whole world under his foot,
And we are small alongside,
Though there are occasions
When a man his size can meet
Your eyes for just a blip of time
And send a thought like SHINE
SHINE SHINE SHINE SHINE
Straight to your mind. Bowie,
I want to believe you. Want to feel
Your will like the wind before rain.
The kind everything simply obeys,
Swept up in that hypnotic dance
As if something with the power to do so
Had looked its way and said:
Go ahead.
En corto: entrevista y lectura con Ana Fuente
Si un prieto alza la voz, lo tachan de resentido: Tenoch Huerta en "Orgullo Prieto"
Su voz es punzante: en México hay racismo, aunque varios sectores lo han negado a lo largo del tiempo, entre ellos, los integrantes de la denominada blanquitud.
"Si un prieto se enoja y alza la voz, se convierte en un salvaje resentido, si una persona blanca se indigna y levanta la voz por los oprimidos, es en cambio un activista", expresa en uno de sus pasajes.
"El racismo a la inversa no existe, pero sí existe la discriminación, o sea, para rápido, si por ser güerito te agarran a zapes en la fila de la cooperativa para comprar tus tacos en la primaria, evidentemente es un acto discriminatorio, es un acto violento y no debe de suceder. El racismo es un sistema que involucra instituciones, usos y costumbres, representaciones, información, leyes, y, además, es histórico, estamos hablando de 500 años de racismo".#Cultura #Puebla Estas son las preguntas que le hicimos a @TenochHuerta para medios poblanos @Revista_Sputnik@lumbreras_mx
— Jaime López reportero (@JaimeComunidad3) November 19, 2022
"El racismo a la inversa no existe, pero sí la discriminación", dijo en la presentación de su libro #OrgulloPrieto @MonicaMateosV @CulturaGobPue pic.twitter.com/fbj3JdvlKe
«Tristera» de Fernando Trejo: selección de poemas
'Tristera' es el nombre de la obra ganadora del Premio Nacional de Poesía Tijuana 2022, otorgada al poeta, artista y guionista chiapaneco Fernando Trejo, quien bajo el seudónimo 'Pequeño' resultó ganador del certamen literario convocado por el Instituto Municipal de Arte y Cultura (IMAC) de Tijuana.
De acuerdo con la apreciación del jurado, 'Tristera' es una obra a contracorriente de las tendencias formales de la actualidad poética y desarrolla, redondea y sostiene un discurso de carácter íntimo. Expresa la indignación por la pérdida y la ausencia, en este caso, la del padre.
La obra fue elegida de entre 70 trabajos participantes y se hizo acreedora a la publicación e impresión de 500 ejemplares, una placa conmemorativa y 70 mil pesos. La entrega del premio se realizará oficialmente el 16 de diciembre del año en curso.
Tristera (selección de poemas)
Fernando Trejo
Las manos de mi padre
Mi
padre tenía las manos duras y grandes.
Difícil
caricia era una caricia suya.
No
es que le costara
sino
que su amor
halagaba
tosco, mimaba áspero.
Siempre
me bendijo después de cierta edad.
Como
si crecer le trajera la fe de alguna parte.
A
sus últimas veces le agradecía con un abrazo largo.
Pero
una noche lo llevé al hospital
y
nadie dijo nada.
Lo
internamos 3 semanas en la cara fría
de
la muerte.
Recordé
que William James propuso una teoría:
se
requiere de un proceso de 21 días para crear un hábito.
Si
repetimos la constante se vuelve una conducta.
Entonces
mi padre
es
también aprendizaje.
Aprendimos
sin él a comportarnos.
Álbumes
incompletos
Nunca
fui un buen coleccionista.
No
completé ninguno de mis álbumes.
Si
acaso llené
una
caja con viejos timbres postales
cuando
mi madre me heredó la filatelia.
Nunca
les di el uso que deseaban
las
tarjetas de Marvel,
ni
acaricié el lomo de las tabas
que
Coca cola
lanzó
como Hielocos
una
tarde de 1997.
No,
nunca fui un gran coleccionista.
Pero
me conformo
con
la vieja caja de zapatos
donde
desde hace más de treinta años
confluye
incompleta,
mi
colección de fracasos.
Mi
padre fue un caballo que bailaba en el fuego
No
recuerdo la hazaña en que tu padre
rescató
a un hombre de quemarse.
Esto
me dijo Tucsón, —su amigo de brigada
de
salvamento—, en un mensaje
el
día de su muerte.
Imagino
a mi padre entrando a la garganta de un dragón ardiendo
sin
importarle las fauces abiertas y los colmillos de fuego.
Imagino
a mi padre como un tigre de bengala
cruzando
ambos mundos
por
el centro de un aro incendiado.
Mi
padre fue un caballo que bailaba en el fuego.
Un
hombre ronco que ardía.
Escafandra Literaria: entrevista con el escritor Alejandro Badillo
Escafandra Literaria: entrevista con Jorge Correa
Jorge Correa es un talentoso escritor nacido en Quintana Roo que forma parte de la antología 'Letrinas del Cosmódromo', publicada por Editorial Agujero de Gusano. En esta charla nos habla de su forma de entender la narrativa y la poesía, de sus referentes literarios y de su libro 'Ya no hay fechas importantes' (Pinos Alados, 2020).
Mr. Hyde anda en busca de su piedra (quién sabe que quiera con ella)
Por Juan Mendoza
Galería RAB, 21 de octubre 2022
Lo que en piedra
empieza, mal acaba
Hace ya cierto tiempo que mi carnal del alma y sagaz acompañante en ese alucinante viaje que se llama NoMuyPunx, me anunció que El Salario del Miedo recién había publicado las crónicas de Mario Panyagua en la colección Fábrica de monstruos. “Hay que abrirle un espacio, carnal: este morro escribe unas crónicas bieeeeeeeen chidas” No identifiqué al autor pero de inmediato le busqué fecha en el calendario para que fuera invitadazo de lujo para el programa. Que lo recomendara Morcillo y que fuera publicado por la editorial que comanda el maestrazo JM Servín eran ya, por sí solas, garantías de calidad.
Pero aún faltaba la lectura del libro, cuyo título me cayó de variedad. Sí, a huevo, es éste: Doctor Jekyll nunca fumó piedra. Me sentía más cercano porque muchos años atrás escribí un texto sobre pornografía en la internet para la Revista Generación y le puse un título que, trayéndolo a estas fechas jugaría algo así como “Divino Marqués nunca tuvo un Onlyfans”. Ese tipo de pequeñas grandes cosas ya me iban adelantando la forma en que me iba a identificar con Mario.
La lectura de Dr. Jekyll me llevó a descubrir con gusto que a Panyagua ya lo conocía. No es que ya nos hubiéramos echado unos tragos juntos, o que hubiéramos compartido unas líneas en los baños de una cantina asquerosa de alguna desolada madrugada. No. Lo conocí a través de sus crónicas, navegando por las recomendaciones de amigos del feis llegué a leer sus publicaciones en Vice, Metrópoli Ficción y otros sitios de similar catadura. Las leí sin saber quien era, sin buscar el nombre, o quizá anotando el apellido solo para encontrar más material publicado en la red.
Un par de crónicas en especial me dieron en la madre. Mismas que reconocí en Dr. Jekyll con los títulos Lo Mejor de lo Peor y Un Blues de Banqueta. En la primera, Mario relata una suerte de diario barriobajero de la experiencia de todos tan temida de pasar tiempo en un centro de rehabilitación. La segunda, un poderoso relato de compartir tiempo con niños de la calle. Dos realidades que, no me dejaran mentir, narradores, cronistas y hasta cineastas han manoseado mil y un veces de todas las maneras posibles. Desde la más oportunista hasta la más cursi. ¿Por qué narradas en la pluma de Panyagua te dan un putazo en la jeta y hace que no las olvides?
Supongo que es por la brutal honestidad con la que lo narra.Letrinas del cosmódromo: universo literario rupturista y anticanónico
La Editorial
Agujero de Gusano ha publicado un nuevo libro que reúne el talento de
veintitrés autores mexicanos y de otras partes del continente, y que tiene la
finalidad de seguir difundiendo el trabajo de creadores literarios emergentes a
lo largo y ancho del país.
"Letrinas del
cosmódromo" es el nombre de la antología que
representa el quinto título de la casa editorial, tras la publicación de Laciudad de los ahorcados (2019 y 2022), Resaca: relatos rescatados (2020),
Breviario pandémico: antología de poesía hidrocálida (2021) y Banda sonora
(2021) del autor Sergio Martínez.
Esta nueva obra literaria compila muy diversos estilos narrativos y poéticos, explora historias que van de lo cotidiano a lo extraordinario, de lo personal a lo comunitario, de lo marginal a lo sublime, pero siempre manteniendo ese espíritu rupturista y anticanónico con el que Agujero de Gusano entiende la literatura.
La publicación de
este libro también representa un homenaje y un agradecimiento a todos los
autores que han publicado sus letras en la sección literaria ‘Letrinas’ de
Revista Sputnik a lo largo de estos ocho años. Por lo que algunos de los textos
del libro tienen su versión digital y están disponibles en www.sputnikdos.com y otros son inéditos. Este
trabajo es el primer volumen impreso de esta colección que tiene como objetivo
ir creciendo año con año con el propósito de seguir impulsando el trabajo de creadores
literarios emergentes.
Los autores que participan en este libro son: Liliana López León, Vladimir Galindo, Saulo Aguilar, Mónica Castro Lara, Antonio León, Samanta Galán Villa, Jorge Orlando Correa, Jessica Sevilla, Alejandro Carrillo, Alan Román, Franco García, Priscila Rosas Martínez, Carla Lamoyi, Iván Mata, Arely Jiménez, Víctor Piña, Julio Meza Díaz, Amaranta Castro, Breña Román, Isaac Gasca Mata, Ana Nicholson, Salma Caristo y Conrado Parraguirre. El arte de portada corrió a cargo de la ilustradora mexicana Kathya Echegoyen.
"Letrinas del
cosmódromo" se presentará de manera oficial en
el marco del encuentro literario Tiempo
de Literatura 2022, organizado por la Universidad Autónoma de Baja
California, a celebrarse en diversas ciudades del estado fronterizo (Tijuana,
Ensenada, Tecate y Mexicali) del 24 al 29 de octubre.
El libro ya se
puede adquirir con envío a toda la República Mexicana a través de la tienda enlínea de Revista Sputnik. Y en Aguascalientes ya está disponible en la Librería de los escritores (Casa
Terán).
Síndrome de Greta: «est-ética» y «creactividad» en tres actos
De acuerdo con Gonzalo, la principal asignatura pendiente es hacer frente a la crisis medioambiental, social y mental para cambiar el paradigma en una carrera a contrarreloj que actualmente se libra entre la represión y las violaciones a los derechos humanos. Adquirir el Síndrome de Greta es algo impostergable y urgente. Modificar los sistemas de producción, reinventar la finalidad del trabajo en función de propósitos no ligados al consumo, crear desde nuestras trincheras contra la norma, y en favor de la diferencia.