Cine mexicano 2018: luces y sombras

Lo mejor y peor del séptimo arte mexicano de 2018, así como nuestros pronósticos para el Ariel 2019.
Cinetiketas | Por Jaime López | 

TW: @JaimeComunidad3


El 2018 fue un buen año para la exhibición fílmica nacional, tanto en cadenas comerciales como en circuitos alternativos o plataformas digitales. En lo que concierne a esta casa editorial, se pudieron revisar 58 largometrajes (15 documentales y 43 ficciones). 

A continuación, lo mejor y peor del séptimo arte tricolor del año pasado, así como nuestros primeros pronósticos para el Ariel 2019, el galardón otorgado por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC). 


Los bodrios del 2018

*Nota: Seguramente hubo propuestas peores, pero preferimos evitar verlas por respeto al sentido común

-"Cena para tres": Un melodrama mal ejecutado y que se acerca más al tratamiento característico de las telenovelas, incluyendo feos encuadres y mala edición. Aunado a lo anterior, adolece de una irritante musicalización.


-"Lo más sencillo es complicarlo todo": Inconexa, mal actuada y con una estética que se acerca más al videohome que al celuloide. Además, la protagonista no causa empatía en la audiencia, ni con sus intentos de romper la cuarta pared.


-"La boda de Valentina": Otro intento fallido por vender a Omar Chaparro como galán de la pantalla grande, que se caracteriza por malas interpretaciones (en especial, la de Jesús Zavala, pues luce sobreactuado). Dicha película sólo se salva por la presencia de Marimar Vega y algunos valores de producción, pero el argumento parece una copia chafa de "Sweet home Alabama". 


-"Marcianos vs. Mexicanos": Solo recomendable para los actores de doblaje que deseen ver lo que no deben hacer, lo que es un trabajo de poca calidad y nula versatilidad como el realizado por Adal Ramones. La premisa parecía interesante (los extraterrestres no pueden dominar a los residentes nacionales por sus prácticas corruptas y sus malos hábitos alimenticios), pero el desarrollo de la misma es deficiente y genérica, repleta de chistes misóginos, homofóbicos, estereotipados, poco novedosos.


-"A ti te quería encontrar": Pese al intento de Eréndira Ibarra por querer sacar con decoro su personaje, la trama dirigida por Javier Colinas tiene poca química entre los protagonistas, así como un desenlace cursi, el cual traiciona la personalidad de uno de los roles estelares. 


-"Un exilio: película familiar": Más que un bodrio, se trata de una obra fallida y pretenciosa, en donde el realizador se olvida de hacer disfrutable su historia para el gran público. Además, algunos testimonios son reiterativos, alargan la duración del metraje y poco aportan a la premisa central.


Los filmes más taquilleros del año pasado (hasta el momento de esta publicación) 


1 "Ya veremos" Videocine

2 "La boda de Valentina" Videocine

3 "Una mujer sin filtro" Videocine

4 "La leyenda del charro negro" Videocine

5 "Perfectos desconocidos" Cinépolis

6 "Hasta que la boda nos separe" Corazón films

7 "A ti te quería encontrar" Diamond

8 "Más sabe el diablo por viejo" Fox

9 "Cómplices" Videocine

10 "Loca por el trabajo" Videocine



Primeros pronósticos para el Ariel 2019

Este apartado se basó en los resultados de algunos festivales prestigiados (por ejemplo, Morelia y Guadalajara), así como en la calidad de las producciones o interpretaciones que se han podido atestiguar. Sin embargo, algunos filmes mencionados pueden quedarse fuera de la competencia en caso de que no sean debidamente inscritos por sus creadores.


Mejor película: 
"Roma" 
"Las niñas bien" 
"Museo" 
"La camarista" 
"La Negrada" 
"Bayoneta"
"Restos del viento" 

Mejor ópera prima: 
"La camarista"
"Mente revólver"
"Cría puercos" 
"Hasta los dientes" 

Mejor largometraje documental:
"Hasta los dientes"
"Ayotzinapa, el paso de la tortuga"
"El sembrador"
"Rush hour" 
"Mientras se espera" 
"Resurrección" 
"M"
"Érase una vez"

Mejor director(a): 
Alfonso Cuarón- "Roma"
Alonso Ruizpalacios- "Museo"
Kyzza Terrazas- "Bayoneta" 
Lila Avilés- "La camarista"
Alejandra Márquez- "Las niñas bien"
Jimena Montemayor- "Restos del viento"
Alberto Arnaut- "Hasta los dientes"

Mejor actriz: 
Concepción Márquez- "Cría Puercos" 
Gabriela Cartol- "La camarista"
Ilse Salas- "Las niñas bien"
Yalitza Aparicio- "Roma" 
Naian González Norvind- "Leona"
Dolores Fonzi- "Restos del viento" 
Daniela Schmidt- "Ocho de cada diez"

Mejor actor:
Gael García Bernal- "Museo" 
Juan Manuel Bernal- "La gran promesa"
Raúl Briones- "Asfixia"
Luis Gerardo Méndez- "Bayoneta"
Noé Hernández- "Ocho de cada diez" 

Mejor coactuación masculina: 
Hernán Mendoza- "Sacúdete las penas" 
Leonardo Ortizgris- "Museo" 
Hoze Meléndez- "Mente revólver"
Baltimore Beltrán- "Mente revólver"
Bruno Bichir- "Perfectos desconocidos" 
Franky Martín- "Perfectos desconocidos"

Mejor coactuación femenina: 
Cassandra Ciangherotti- "El club de los insomnes" 
Carmen Maura- "Cuernavaca" 
Concepción Márquez- "A ti te quería encontrar" 
Marina de Tavira- "Roma"
Marianna Burelli- "Loca por el trabajo"
Mariana Treviño- "Perfectos desconocidos"

Mejor animación: 
"Ana y Bruno"
"El ángel en el reloj"
"La leyenda del charro negro" 

Mejor revelación femenina: 
Johana Fragoso- "Asfixia"
Sara Gallardo- "La Negrada"
Magdalena Soriano- "La Negrada"

Mejor cortometraje ficción:
"La chica de dos cabezas"


Las mejores películas del 2018: 

15 “Cría Puercos” Esta cinta tiene como principales virtudes la sencillez de su narrativa, muy accesible para las audiencias neófitas, así como la buena actuación de su protagonista, Concepción Márquez, quien sutilmente dota a su personaje de varios matices, por ejemplo, mentirle a las personas que le rodean como un mecanismo de defensa o auto-ayuda, o sentir compasión por su nueva compañera no humana (una puerquita llamada “Quina”). De hecho, le pronosticamos a dicha intérprete una postulación al Ariel 2019.

La ópera prima de Ehécatl García cuenta la historia de una adulta mayor que intenta sobrellevar la muerte de su esposo y la ausencia de su hijo radicado en Estados Unidos.

14 “Forward” Pese a no ser una propuesta redonda, se agradece el intento del realizador Henry Bedwell por explorar profesionalmente el género de terror, pues la manufactura de su obra (supuestamente filmada en un largo plano secuencia y en clave de videojuego) no se ve acartonada como otras películas similares.

Básicamente, dicha cinta –exhibida de manera especial en el Teatro de la Ciudad- sigue a dos sicarios atrapados en una especie de bucle temporal, quienes deben sobrevivir a una serie de infortunios en una casa embrujada de la Ciudad de México. Entretenida y con una destacada interpretación de Harold Torres.

13 “Resurrección” La última película de Eugenio Polgovsky es un documento duro, vigente y dueño de algunas escenas punzantes, que no descuida su estética, y en donde el prestigiado documentalista mexicano demuestra su oficio para concatenar cuadros antagónicos respecto a una problemática social, en este caso, la contaminación del denominado "Niágara mexicano", situado en Jalisco.

Por otro lado, el filme se distingue por la investigación de archivo hecha por el creador, con el objeto de establecer una relación entre el pasado y presente del afluente.

12 “Tesoros” Con este filme, la nueva titular del IMCINE, María Novaro, se adentra acertadamente en el género familiar y fantástico, pues habla sobre el cuidado de las reservas naturales, la imaginación y el asombro infantil (una especie de extinción para los adultos del siglo XXI) sin barroquismos visuales, ni rebuscamientos en su argumento.

11 “Tiempo compartido” El filme escrito conjuntamente por Julio Chavezmontes y Sebastián Hofmann se pitorrea de uno de los conceptos más promovidos por el cine tricolor de antaño: la familia. Lo hace mediante secuencias kitsch, extraños personajes, atmósferas oníricas absurdas y una estupenda manufactura técnica.

Igualmente, la producción distribuida por Piano ironiza sobre la “esclavitud feliz” y el corporativismo sanguinario, que succiona la chispa de vida de algunos empleados gracias a la difusión de filosofías cuestionables como el conocido “emprendedurismo”.



10 “A morir a los desiertos” Gracias al festival Ambulante, diversos cinéfilos del interior de la república pudieron descubrir la nueva película de Marta Ferrer, misma que recupera la tradición del canto Cardenche, una especie de blues mexicano entonado en la Comarca Lagunera.

Se trata de un documental melancólico, que desentierra una expresión cultural regional olvidada por las nuevas generaciones, dueño de una bella cinefotografía y simpáticos personajes. 

9 “Museo” Con su segundo largometraje, Alonso Ruizpalacios rescata un sorprendente capítulo de la historia mexicana (el robo al Museo Nacional de Antropología) y reinventa el género del heist movie, quizá uno de los menos explorados por la industria de este país.



Con una primera mitad ágil y bastante divertida, "Museo" tiene como principales logros la solvente interpretación secundaria de Leonardo Ortizgris, y una notable habilidad en su narrativa. Asimismo, dicha cinta evidencia cómo el séptimo arte es un constante universo de reinterpretaciones, pues es sabido que varias de las escenas creadas están sustentadas en la imaginación de su realizador, quien ha subrayado la manera en que mezcla la historia con la ficción.

8 “Bayoneta” Pese a tratar una premisa muy manoseada (la historia de un boxeador venido a menos), el tercer largometraje de Kyzza Terrazas parece una producción europea, no solamente por los altos estándares de sus apartados técnicos, sino por el ritmo de su montaje.

Además, el otrora director de “El lenguaje de los machetes” y “Somos lengua” sigue explorando las vicisitudes de las clases populares tricolores, y de paso, erige una pequeña crítica sobre cómo el espíritu deportivo ha pasado a segundo plano en el mundo que vivimos.


7 “Ana y Bruno” ¿La muerte es un tema prohibido para las y los niños? Esta fue una de las principales preguntas –y polémicas- generadas por el nuevo largometraje de Carlos Carrera, quien vio en la novela escrita por Daniel Emil la oportunidad idónea para regresar al género de la animación, ese que le deparó el máximo reconocimiento en Cannes vía el cortometraje “El héroe”.

Pese a tener unas fallas en el render o el diseño de algunos personajes, dicho filme resulta entrañable, poseedor de una historia sensible y madura, y capaz de hablar oportunamente sobre las enfermedades del alma, no solo de la mente.

6 “Ayer maravilla fui” Aunque algunas voces han descrito la realización de Gabriel Mariño como un homenaje al ex Distrito Federal (en parte lo es), la historia del creador de “Un mundo secreto” también puede entenderse –y sentirse- como una analogía sobre lo efímero de las relaciones, el cuerpo y el tiempo.

Aunado a lo anterior, “Ayer maravilla fui” tiene la virtud de experimentar con la ciencia ficción de manera sui generis, sin escenografías estrafalarias, ni espectaculares efectos especiales. Su argumento (pausado y contemplativo) habla sobre lo dinámico o cambiante del espíritu humano en una ciudad igual de voluble. Destacan las actuaciones de Siouzana Melikian, Sonia Franco (“Los insólitos peces gato”) y Hoze Meléndez ("Almacenados").

5 “Tormentero” Se trata de un testimonio de gran valía visual y poca complacencia narrativa, en donde abundan las secuencias oníricas y simbólicas, por lo que los espectadores deben hacer lo necesario para poder separar la realidad de las pesadillas padecidas por el protagonista.

Es decir, la nueva película de Rubén Ímaz no ofrece una línea de tiempo o acciones sujetas a las convenciones del séptimo arte comercial, sino que exige a la audiencia una participación más activa, así como una experiencia más allá de lo estético, una que también se sumerja en la intelectualidad. Asimismo, el experimentado histrión, José Carlos Ruiz, ofrece otra actuación de gran nivel. 

4 “El vigilante” Muy al estilo de “Almacenados” (una producción de Jack Zagha), esta cinta refleja el exasperante clima de miseria y la manera cómo se ha normalizado la violencia en la tierra del águila y el nopal. Lo logra echando mano del thriller y ciertas situaciones absurdas (algo muy habitual en nuestra sociedad), pero dirigidas con notable naturalidad.

Es una comedia entretenida y tensa por partes iguales, en donde el empleado de una construcción (soberbiamente personificado por Leonardo Alonso) se ve involucrado en una investigación criminal.  

3 “Roma” Muchos ríos de tinta o caracteres se han escrito respecto a la nueva creación de Alfonso Cuarón. Si bien es cierto que el desarrollo de su historia no tiene un ritmo “parejo” (aunque esto último depende de la educación cinéfila de cada espectador), se agradece al responsable de “Solo con tu pareja” el haber alejado de la caricaturización o los estereotipos uno de los oficios más comunes en nuestro país: el de las trabajadoras del hogar.

Ahora bien, pocas personas pueden negar que el orquestador de “Niños del hombre” funciona como un reloj suizo, es decir, tiene una gran precisión para los simbolismos y la narrativa, dignos de alabarse. Así, “Roma” es una oda al matriarcado mexicano, pero también una carta de amor a la capital del país, capaz de consentir a sus residentes con su peculiar cotidianidad (destaca esa escena donde un lavadero puede convertirse en un campo para jugar a los pistoleros), pero también de sensibilizarlo gracias a sus enormes contrastes sociales y trágicas memorias.



2 “Sueño en otro idioma” Sin lugar a dudas, se trata de la obra maestra de Ernesto Contreras, en donde cada cuadro o imagen se aleja del folclor con que suelen ser retratadas las comunidades nacionales. Además, esta historia, situada en una realidad rural, goza de magnificas actuaciones, un impecable diseño de arte y guion, así como un personaje protagónico inolvidable, interpretado por el actor Eligio Meléndez.

Por otro lado, su tratamiento del rescate de una lengua indígena es sumamente respetuoso y lleno de amor, algo que se percibe en varias partes del argumento. Mientras que el giro planteado a la mitad de la película resulta refrescante e inesperado. Una propuesta epidérmica, que aborda tópicos como el perdón y la tolerancia.



1 “Hasta los dientes” La ópera prima de Alberto Arnaut es una muestra clara de cómo el cine puede comunicar profunda y dignamente un lamentable suceso, en este caso, el asesinato de Jorge y Javier, dos estudiantes del Tecnológico de Monterrey, que aspiraban a convertirse en exitosos profesionistas, y cuyo mayor pecado fue haber estado en el lugar y momento equivocados.



Asimismo, el documental en cuestión atrapa al espectador desde los primeros minutos y crea una conexión emocional directa con quien lo esté viendo, además de que plantea una reflexión sumamente pertinente para los tiempos actuales: ¿Las fuerzas armadas del país están preparadas para desempeñar funciones de seguridad pública? Punzante y conmovedor.


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