Letrinas: Los años perdidos en el tiempo




Los años perdidos en el tiempo
Por Gustavo Andrés Leyton Herrera


Andrei Preda quería viajar a Hoia-Baciu, un bosque en las proximidades de los Cárpatos, famoso por la abundancia de luciérnagas. Preda sabía que la fuga radiactiva de un reactor nuclear –instalado en aquella área– contaminó Hoia-Baciu con arsénico. Por otro lado, leyó diversos estudios que recalcaban la extinción de la fauna en aquel bosque. Aun así, Preda tenía la intención de explorar ese paraje boscoso, pero la Universidad Lucian Blaga –institución en la que trabajaba– sufría una crisis económica. Eso trajo como consecuencia la reducción drástica del presupuesto para el Departamento de Entomología, donde ejercía como profesor titular. Lo situación provocó que Preda, de 63 años, adelantase su jubilación. Pronto se refugió en su domicilio céntrico de Sibiu.

El encierro autoimpuesto de Andrei duró una semana, hasta que, sentado en el sillón del refectorio, prendió el televisor. Un noticiario matutino informó de la aparición repentina de luciérnagas en Hoia-Baciu. El entrevistado era un campesino septuagenario. Con voz temblorosa, el campesino relató sobre lo descubierto. Preda se despegó del sillón. De inmediato, comenzó a preparar el viaje al bosque de Hoia-Baciu. En una caja de cartón, Andrei guardó todo lo necesario: una linterna, un cedazo, un GPS, un traje anti-radiación de polipropileno. Fuera de casa, abrió el maletero de su sedán platinado. Acomodó la caja, con prudencia. Cuando comprobó que había echado todos los elementos requeridos, se ubicó al volante. sorteó el tráfico vehicular de Sibiu. Rumbo al este, tomó una ruta de pavimento agrietado.

En aquella ruta, Preda cruzó villorrios abandonados, iglesias ortodoxas, castillos medievales. En el horizonte, después de una hora de viaje, observó la dispersión de las nubes oscuras sobre los Cárpatos. En las proximidades del cauce seco de un arroyo, se alzaba el bosque de Hoia-Baciu, definido por sus abetos oscuros. Andrei estacionó el sedán en un descampado. Abrió el maletero. Respiró profundo, mientras sacaba los pertrechos de la caja. Andrei se puso el traje anti-radiación. Tomó la linterna en la mano derecha. Agarró el cedazo con la izquierda. En el bolsillo frontal del traje, guardó el GPS. Se dijo a si mismo que no podía extraviarse.  A paso rápido, se lanzó por un sendero del bosque. En el borde de aquel sendero, un letrero contaba sobre la leyenda de Hoia-Baciu.

Preda leyó que Hoia-Baciu era un sitio en el que energías positivas-negativas convergían en un portal al interior del bosque, donde el tiempo afluía de modo distinto al habitual. Con una sonrisa, Andrei dejó de leer el letrero. Prosiguió su excursión. Metros delante, contempló los abetos. Los árboles eran grises, retorcidos. Observó que los abetos tenían signos de quemaduras parciales. El suelo era irregular, por lo que Andrei tuvo precaución al pisar. Una ráfaga súbita de viento hizo crujir los ramajes. Llegó a una laguna estancada. En el borde, avistó el esqueleto de un oso pardo. Se aproximó a los restos. De súbito, algo pareció chasquear en la osamenta. Boquiabierto, contempló que cientos de luciérnagas brotaron del esqueleto, dispersándose en el aire.

Las luciérnagas echaron a volar en todas las direcciones, entre parpadeos fosforescentes. Maravillado, Andrei descubrió que los insectos se posaban en las ramas de los abetos. Los coleópteros revolotearon hacia el interior del bosque, organizados en una cadena imprecisa de puntos luminosos.  Siguió a las luciérnagas durante horas, rumbo a lo más profundo del bosque, hasta que el resplandor de los insectos desapareció. En el albor de la mañana, Preda intentó regresar al sedán. Consultó su GPS, pero el aparato no funcionó. Después de una caminata infructuosa, emergió del bosque de Hoia-Baciu. Llegó a un paraje cubierto de salgueros. Avizoró un camino de gravilla.

Andrei decidió marchar por el borde del camino. A lejos, observó que una fila de tanques soviéticos venía en dirección contraria. Se escondió, detrás de un salguero. Después del paso de los tanques, descubrió, frente suyo, una casa de madera con rejas blancas. Aproximándose al hogar, Preda notó que en el antejardín había un niño. El pequeño examinaba –con una lupa rectangular– un hormiguero. Una mujer joven abrió la puerta principal de la casa. La mujer acompañó al pequeño en su indagación. Desde la reja, Andrei preguntó a la mujer por el nombre de aquella zona. Ambos se giraron hacia Preda, escrutándolo. Con rostro espantado, Andrei se dio cuenta de que la mujer se parecían mucho a su madre. El niño era una copia de él, un plagio que le hacía recordar los años perdidos en el tiempo.



El autor: Gustavo Andrés Leyton Herrera (Chillán, Chile. 3 de mayo de 1986) posee estudios de Licenciatura en Historia y Periodismo en la Universidad de Concepción. Algunos de sus reconocimientos son: Primer lugar, Concurso “Andalucía en el siglo XXII” del Centro Cultural Andaluz (Viña del Mar, Chile. Abril de 2015); Finalista, I Certamen Mundial Excelencia Literaria MP Literary Edition (Seattle, Estados Unidos. Junio de 2015); Tercer Lugar, Concurso Literario “Una región con cuento”, Cámara Chilena de la Construcción (CCHC) (Rancagua, Noviembre de 2015); Mención Honrosa, “IV Concurso Microcuentos “Lebu en pocas palabras” (Lebu, Febrero de 2016); Mención Honrosa, Concurso “Relatos Populares II” (Santiago, Marzo de 2016); Tercer lugar, Región de O’Higgins, Concurso “Historias de Nuestra Tierra”, Ministerio de Agricultura. (Santiago, Diciembre de 2016). En el primer semestre de 2016, asistió al taller de creación literaria impartido por la Pontificia Universidad Católica de Chile. En Mayo de 2017 publicó su primera obra, “Relatos de un artista recóndito” (Editorial de Los Cuatro Vientos), presentada en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.

The Disaster Artist, la "peor" película mostrada "trascámara"



Por Francesc X. Beneyto Ibáñez


No hay nada peor que la mediocridad cuando creas un objeto artístico. Este pasa sin pena ni gloria y queda condenado al olvido y al polvo. Es por este motivo, que al margen de quiénes y por qué fuera denominada The Room (2003) una de las peores películas de la historia, esta película, que por su baja calidad pasó algo desapercibida en su momento, hoy sigue acaparando la atención de los espectadores. 

Tras la publicación de las memorias del rodaje de Greg Sestero, amigo del director y actor en esta película, James Franco (director, actor y productor) se propone traernos la hilarante historia tras las cámaras de esta producción que costó en su día alrededor de 6 millones de dólares (poco menos que las grandes producciones de aquel año).

Esta peculiar crónica nos presenta dos estudiantes de interpretación que se conocen recibiendo clases. Tommy Wiseau, un excéntrico y misterioso ser de edad y origen desconocido, a mitad de camino entre el vampiro y el pirata; y Greg, un joven con mucho que aprender todavía. Tommy y él estrecharán una amistad y compartirán el sueño de triunfar en el cine. Su idealismo les llevará a mudarse a Hollywood e intentar todo hasta conseguirlo, como había hecho en su día James Dean. Este referente y su amistad será el soporte de todos los fracasos que irán encadenando hasta decidir hacer su propia película.



Utilizando un dinero de dudosa procedencia de Wiseau, y bajo las directrices creativas del mismo, se enfrascarán en la filmación de esta tormentosa y desquiciada película.

Paradójicamente, las altas aspiraciones hollywoodienses y el deseo de trascender de Tommy Wiseu no han alcanzado todavía su techo. The Disaster Artist ganó la Concha de Oro del Festival Internacional de Cine de San Sebastián de 2017 y fue nominada a dos Globos de Oro: a mejor película y a mejor actor, ganando este último gracias a la genial interpretación de James Franco, que hace que el espectador conecte con el personaje desde el primer momento y se divierta durante todo el metraje. Además, pese al carácter aparentemente burlesco de la película de Franco, Wiseu no ha dudado en acompañarle en cada plató de televisión en el que sea entrevistado, disfrutando de esa gloria con la que siempre había soñado y declarando que un 99.9% de lo que refleja la cinta es cierto.

Letrinas: A lo que no vuelve



Por Amado Ademar

A lo que no vuelve

A Cristian Aguilar Galindo
            I
Recuerdo que los veranos te gustaban azules
e ibas a los fines de la tierra
y olvidabas el color de la lluvia
para ver si encontrabas una brasa de agua.

Y sacabas todo de ese color de niño
que empezaba en tus venas y terminaba
en mi garganta de ave sola.

Fue ayer, para no decir muchos años, lo que pasó
en el ancla de baja marea, una orfandad
que no quedó, de otra, hacerla beber,
llenándome, extendiéndome lo que fue, lo sucedido.

No me permitió mi propia cárcel enseñarte
lo que puede ser lo que siento en ti,
que más sincera y verdadera pudo
ser mi propia carencia de hombría.

El otro, el otro amor, yo soy el otro amor,
el lado oscuro de la siembra de tus
ímpetus sueños, el que siempre recibió
el aire transformado de algo que no tenía
nombre y queríamos los dos.

Se te olvidó que este sentimiento nació
               m u y   g r a n d e
y mi pecho se me inflaba de tranquilidad
al oír el murmullo de la hierba
que habías trabajado
–yo sabía de su felicidad danzante–
igual que un perro ve el atardecer
y siente que su hermano puede
aparecer en cualquier momento,
diciendo: escucha, he visto crecer
las gotas de la noche en la punta
de la espiga, la luz tenía un rostro,
uno que parecía un viento manso,
ahí hallé la serenidad de llevarme,
de volverte a ver.

La estación de a su lado
se encontraba a varias leguas
igual que un viaje que se repite,
igual que una primera memoria
sumergida y emergida.

Mi bien restante, azul era tu color
y no quisiste que dejara de ser pedestre.
Yo quería decirte
que estas ataduras nunca iban a pesar
y te llevarían a los lugares
donde nunca hubieras podido ir
solo.
Ahora que las estaciones pasan,
cuando uno no quiere que cambien,
se va perdiendo lo que un cielo
lleno de estrellas prometió ser un día.

           
          II
No tengo secretos, he dicho la verdad,
pocos sabrán lo que digo,
soy el único que sé
que a ti te gustaban que los veranos fueran azules
y este hombre cansado estuvo
dispuesto a ofrecer una vista en adamar.
Porque recuerda esta persona tuya,
que nunca fue azul en ninguna de sus partes,
que te agradaba su lírica voz
en aquellos fuegos bajos
llegando a ser otra nieve en el manto
                   oscuro
y estiraba su cuerpo, lo que más podía,
mientras lo besabas
y el mañana llegaba y venías con él.

            III
¿Qué puente lleva a ti?
Quiero descansar de la distancia
impuesta que no quedó de otra
dejarla en la entrada.

            IV
Se amontonó la caída de las hojas
en mi camino de saberme sin ti.
Entre luces solas está el verano,
que azul era su color,
uno que tomaba su forma en la silueta
de los altos bienes
como tres pulsaciones en respuesta
de este instrumento.
Pequeño albor mío, azul era una condena
porque el mar lo hallabas muy lejos
a pesar de estar en la orilla
de los recuerdos que brotan
en las rocas saladas, tus compañeras
de juego.

Pero el azulado verano no pudo andar
más de lo que debía y en el puerto,
con las gaviotas y pelícanos,
con la pesca de vez en cuando,
se sienta a embarbecer 
y me abraza en sus dos formas.
Dice adiós a esos pueblos,
aquellos encuentros con uno mismo
y con otro mismo,
se despide de las alturas de los árboles
sembradas en los corazones de los pequeños,
un retintín de pelota
en las tardes de quejumbrosos
rincones;
me echará de menos, yo igual,
solsticio de marcado azul.
Yo sé que tú le gustabas,
más en la distancia que hay del viento
al mar.




Amado Ademar. Lic. en Literatura Hispanoamericana por la Universidad Autónoma de Tlaxcala. Fue becario de “Los signos en Rotación” Festival Interfaz–issste, Acapulco 2014, colaborador del suplemento cultural “Arteria” del periódico El sol de Tlaxcala, del fanzine La culpa. Un poema suyo está incluido en el mediometraje Retrato a nosotras mismas, Tlaxcala, México, 2014. Ha tomado talleres de creación poética. Ha participado en varios encuentros y lecturas de poesía. Tiene publicada la plaquette de poesía Hombre con complejo de soledad, El puente, 2015.

Falcon Heavy: Inicia la verdadera conquista del espacio


Misiones tripuladas o pruebas de su nave espacial Mars: el presidente ejecutivo de SpaceX da algunos detalles sorprendentes durante la victoria obtenida en el lanzamiento del Falcon Heavy.

POR
ERIC MACK,
CÉSAR SALZA




Tras el exitoso lanzamiento del Falcon Heavy de SpaceX desde el Centro Espacial Kennedy en Florida el martes, el fundador (y personaje de cómic de la vida real) Elon Musk respondió a las preguntas de los reporteros sobre el logro y sus planes para el futuro.

Musk restó importancia a errores en el aterrizaje y resaltó el espectáculo que significó la toma de contacto casi simultánea de los impulsores laterales gemelos. Y después de esto, decidió revelar una serie de detalles importantes sobre la misión y lo que sigue con Space X.


¿Cuánto costó el Falcón Heavy?

La inversión total de la compañía en Falcon Heavy fue "mucho más de lo que me gustaría admitir", dijo Musk, y agregó que SpaceX consideró cancelar el programa tres veces porque era muy difícil y planteó importantes desafíos de diseño.

Musk supuso que más de medio billón de dólares o "probablemente más" se habían gastado en Falcon Heavy, lo cual es una locura tanto porque es mucho dinero como porque es mucho menos que el costo de la NASA para desarrollar el Saturn V, que fue de más de US$6,000 millones en los 70.





¿Qué tan lejos puede ir el Falcon Heavy?


La misión de demostración de Falcon Heavy terminó esencialmente después de que el refuerzo de la segunda etapa dio al Tesla Roadster de Musk conducido por "Starman" un último empujón hacia Marte, el martes por la noche.

Pero Musk dijo a los periodistas que Falcon Heavy puede ir mucho más lejos. Dijo que el cohete podría "lanzar cosas directamente a Plutón y más allá, no necesita detenerse. Ni siquiera necesita una asistencia de gravedad".


Sobre el Tesla Roadster

Cuando las preguntas se dirigieron a su Tesla Roadster y su controlador ficticio, Musk descubrió un pequeño huevo de pascua escondido en el auto.

"Si te fijas en el tablero, hay un pequeño Roadster con un pequeño hombre espacial", dijo Musk, refiriéndose a una pequeña versión de Hot Wheels del Roadster montado en el tablero. "Es un poco tonto y divertido, pero creo que las cosas tontas y divertidas son importantes ... Creo que las imágenes son algo que hará que la gente se entusiasme en todo el mundo. Aún así me estoy volviendo loco".

Al cierre de esta edición el Tesla Roadster lanzado por el Falcon Heavy se alejaba de nuestro sistema solar más de lo planificado. La idea original era acercarlo a la órbita de Marte, sin embargo el cohete que lleva al vehículo se aleja de su trayectoria y ha colocado al auto en el margen del cinturón de esteroides entre Marte y Júpiter.


Y sobre el conductor "Starman"

Musk dijo que Starman no es un simple piloto ficticio. Tiene un traje espacial real y funcional. "Ese es el verdadero negocio", dijo Musk. "Nos tomó tres años diseñar ese traje espacial ... puedes simplemente saltar en una cámara de vacío con él y estarás bien".


La segunda SpaceX Dragon está casi lista

Elon Musk no se quiso guardar ningún detalle sobre planes futuros. Así que aseguró que la segunda versión de la nave espacial reutilizable SpaceX Dragon que puede llevar tripulación humana al espacio está casi lista. "Estamos aspirando poner a volar a un equipo para que orbite a finales de este año", dijo Musk. Conocido por dar fechas imprecisas que luego no se cumplen.





Un bote espacial salvavidas para la SpaceX Dragon

Musk, lució durante el lanzamiento una camiseta negra con una especie de dron, que resultó ser una embarcación en la que está trabajando SpaceX para poder recuperar a Dragon y el cono de la nariz que cubre la carga de los vuelos no tripulados.

"Tenemos un bote especial para atrapar el cono de la nariz ... es como el guante de un catcher gigante en forma de bote ... Creo que podría hacer lo mismo con Dragon", aseguró.


SpaceX Mars: la nave avanza

La nave Mars, también conocida como "BFR", avanza a buen ritmo, según Musk. Las pruebas podrían comenzar a finales de año en las instalaciones de la compañía en Texas, con vuelos cortos que le permitan viajar varias millas dentro de la atmósfera y volver de nuevo a su posición inicial.

Musk no detalló ninguna línea de tiempo para posibles misiones a la Luna o a Marte, pero dijo que una prueba en órbita terrestre de BFR puede durar de tres a cuatro años.

My Back Pages: La vida puede ser una canción de Bob Dylan

Círculo de Lectura | Por Sergio Martínez |


Adiós a Dylan
Alejandro Carrillo
Premio Mauricio Achar-Literatura Random House 2016


Para Omar, Bob Dylan es el iluminado que todo lo sabe, un ejemplo a seguir. Las incertidumbres y preguntas que le plantea la vida tienen una respuesta: el norte son las canciones de Bob, en ellas encuentra su verdad, el sentido de todo su mundo. Adolescente lleno de dudas y pérdidas, se tropieza con el amor, la desventura, el dolor, el desamor y el desasosiego. Invariablemente estará Dylan a un play de distancia para apaciguar todos sus miedos, todas sus dudas.

Parece en un primer momento que el hilo conductor de la novela son las canciones del nacido en Duluth, cada capítulo inicia con la referencia a una rola del Premio Nobel, las mismas solo son pretexto, el verdadero escenario e hilo conductor es lo que siente Omar, cómo estallan sus sentimientos a cada momento, ya sea por Sara, por Julieta, por Nacho, por su hermano, por sus padres, por la ciudad donde vive, cómo todo ese cumulo de emociones lo tiene confundido y su único refugio es la música de Bob, aunque nadie lo entienda, aunque su madre  no sepa que esa canción que tararea como bálsamo en misa fue el himno de una generación.

El protagonista vive intensamente, no importa si una vez más sale decepcionado del amor, de la amistad, del sexo. Nos invita con sus reflexiones y diálogos a ver su interior, sus conflictos, dudas, dolores, su yo íntimo, se busca a sí mismo en el reflejo de su ídolo, lo irá a buscar, pensando que al encontrarlo, tendrá todas las respuestas.


Hastiado de todo y de todos, empezará su desahogo escribiendo, intentando transitar un camino lejos de todo aquello que le duele y no alcanza a comprender.


Letrinas: 2009




2009

Sentí la necesidad de marcarte hoy, pero advertí que ya no contestarías el teléfono nunca más.

Sentí la necesidad de ir contigo a una cafetería; cual sería mi sorpresa que aquél café lo tomaría siempre de aquí en adelante… sola.

Quería escuchar tu voz y sólo conservo una grabación, esto para que no se me olvidé lo dulce o dura que llegaba a ser cuando te disgustabas.

Te vas y no te fuiste hace mucho y te traigo a veces pues me estremece el hecho de que me abandones, no obstante me hago tonta yo sola.

¿Cómo se revive a un muerto con recuerdos cuando se anhela en carne y hueso? ¿Cómo se trae a ese alguien en sueños para que su espectro no te atraviese la piel?


Hoy telefoneé de nuevo, nadie contestó del otro lado del conmutador - ¿Hola? sólo esperaba decirte, te extraño y no puedo dejarte ir.

Festival Sayulita 2018: música, arte, playa, comida y trago




La quinta edición del Festival Sayulita se llevará a cabo del 31 de enero al 4 de febrero de 2018 en las paradisíacas costas nayaritas del pacífico mexicano. Se trata de uno de los festivales emergentes con mayor reconocimiento nacional e internacional gracias a que reúne en un mismo espacio diferentes expresiones de la música, el cine y el arte en un ambiente de fiesta, playa y carnaval.


A diferencia de otros grandes eventos, el Festival Sayulita no tiene fines de lucro, ya que desde su creación fue pensado como un medio que abonara a la construcción del Centro Comunitario; un espacio público realizado por y para la comunidad de Sayulita en donde se llevan a cabo actividades artísticas, culturales y de protección al medio ambiente. Todos los recursos recaudados por el festival por concepto de entradas son destinados al "Centro", mismo que puedes visitar durante tu estancia en la aldea.




El festival es apto para todas las edades ya que hay un sinfín de actividades: muestras de cine, eventos deportivos, paseos, muestras culinarias, bebidas, camping y mucha música. 

El 90% de las actividades del Festival Sayulita son abiertas al público sin costo alguno. 



En 2017 el Festival Sayulita reunió a más de 10 mil personas y este año es muy probable que se supere ese número de visitantes, por lo que la comunidad ha redoblado esfuerzos para recibir a tantos turistas durante 4 o 5 días frenéticos. Las opciones para hospedarse son variadas y para todo tipo de bolsillos. Desde los clásicos hoteles que incluyen todos los servicios, hasta hostales pequeños, renta de departamentos y hasta zona de camping. La organización del festival tiene la capacidad de recibir a 3 mil campistas con servicio de regaderas. 






No podemos dejar de lado el Concierto Jungle Live! que reunirá a grandes propuestas musicales el sábado 3 de febrero como parte de las actividades del festival: Dirty Heads (California), Nortec Collective, Quiero Club, RTRXN, Mexican Juligans, Da Macchine, Rap and Wave Collective y Super Sonic Soul Pimps.





Agradecemos a los organizadores Gabriel Villarrubia y Alonso Arechiga las facilidades proporcionadas a Revista Sputnik para la cobertura del Festival Sayulita 2018, así como a todos los voluntarios por su esfuerzo. 

Más información en www.festivalsayulita.com

Gerardo Bloomerfield: Una vida entre las tumbas


Entrevista | Por Jorge Espinosa


Entre los tranquilos sonidos de la tarde, aflorando los recuerdos de toda una vida, de cuando alumbraba las tumbas, con la tenue luz  su linterna. Aquel hombre que ha caminado por los camposantos de su natal Montevideo, se prepara para una inusual entrevista que jamás hubiera esperado tener.

Atardecía en Montevideo y con ello daba inicio a las preguntas que traerían a la vida historias que muy pocos han de conocer. De tono tranquilo y paciente se dispuso a contestar las preguntas que le habrían  de recordar su pasado.


Los pasos de su padre

La primera pregunta estaba cargada de nostálgicos recuerdos sobre su padre, del que heredó la profesión de sepulturero.  Recordó, cómo desde temprana edad se encontraba al lado de su padre jugando, entre la tierra del cementerio, para años después  terminar ayudándole a ganarse la vida entre los muertos, habló sobre el primer cementerio que recuerda, siendo  de la cooperativa de Salud Pública, por lo que a su viejo se le conocía como “Salud Pública”.

Las siguientes preguntas le recordaron aquellos tiempos, en que buscó seguir los pasos de su padre, yendo al cementerio diariamente después de la escuela. Señaló que al llegar la adolescencia, lo que comenzó como simple ayuda se transformó en un trabajo.

Este oficio lo encontraba interesante, porque en los cementerios siempre se encontraba algo que hacer; ya sea limpiando las tumbas y los nichos o en los talleres de grabado de placas, relacionado con lo anterior, comentó que su primer trabajo formal fue en el panteón de la Corte Electoral de Uruguay, al que recuerda cariñosamente por su excelente ambiente laboral y las amistades que llego a cultivar durante ese periodo.

Al preguntarle sobre su primera vez como sepulturero, respondió que venía a su mente su estancia en el inconcluso panteón de Previsión, en el que nadie se animaba a quedarse  de sereno por las noches, debido a la carencia de servicios. A lo que su padre muy animado les comento a los arquitectos de la obra.

-¡Mira, mi botija se anima!

Recuerda aquella noche en la que  acompañado de mates se encontraba componiendo y escribiendo en el cementerio, siéndole aquella noche lo más natural del mundo, ya que se había jugado y criado entre las tumbas.


Los deberes del sepulturero

Al abordar la pregunta sobre en qué consiste la profesión de sepulturero, comenzó a explicar  lo mal entendido que está, ya que es muy común que esta palabra se interprete como “aquel individuo que toma una pala, cava un agujero y entierra a la gente”.  Comenzó a explicar que no sólo tiene que ver con enterrar los cuerpos, sino con limpiar las tumbas; revisar los trámites funerarios; registrar los cuerpos que salen y entran en un “libro de los muertos”; reducir los cuerpos que llevan cierto tiempo para colocarlos en una urna.  Adicionalmente, comentó que otro de los deberes de un sepulturero en ocasiones es hacer de psicólogo, en todos estos años que desempeño la profesión, es un  hecho que ante el dolor de la gente uno va aprendiendo a escucharlos para poder aliviar un poco su dolor; pero hay que ser muy cuidadosos con lo que se le dice a la gente, no puedes llegar y decirles -Mira, está en un lugar mejor-. Porque si llegas a decir algo mal, en vez de animar puedes causar mucho más dolor del que ya tienen.

Prosiguiendo sobre los deberes de un sepulturero,  se tocó el tema sobre lo más escabroso que llegue a ocurrir al tratar con los cuerpos, siendo la primera cosa de estas, el olor que expiden. Ya que al trabajar entre los muertos uno termina acostumbrándose a su aroma. Para explicarlo, nos explica que es como los que trabajan con gas, se acostumbran al olor al punto de no molestarles, el sepulturero se acostumbra a la fetidez de la carne humana podrida; ya que en los panteones este hedor se encuentra  impregnado. Bloomerfield, afirma que este aroma puede definirse como dulce y nauseabundo; siendo   lo más cercano que uno pudiera experimentar la fetidez es el comer un pedazo de carne podrida con azúcar; describiendo más a detalle que el aroma dulce es lo que vuelve más vomitivo este olor.  A lo que comenta en su experiencia personal, que antes de entrar a su casa tenía que quitarse el uniforme de trabajo y meterlo en una bolsa de plástico, al meterse a bañar recuerda aquella fuerte pestilencia que provenía del uniforme.

A lo que añadió, que existen situaciones con las que resulta difícil tratar con un cuerpo, entre las que destaco los casos en que los cuerpos se momifican, si bien nadie tiene una explicación certera de porque ocurre esto, se han llegado a señalar como posibles responsables la humedad, la medicación, la quimioterapia,  a lo que afirmo que después de tantos casos que vio nadie tiene una explicación real de porque ocurre esto.  Continuó contando que, el caso verdaderamente difícil de tratar son los llamados “súper tamaños” estos son cuerpos de personas de 200 kilos o más, así como personas demasiado altas. 

En estos casos, se debía de realizar procedimientos que no le resultarían muy agradables a los familiares del occiso. Puntualizó que uno de los trabajos más duros que pudo enfrentar, es fungir de carnicero al cortar alguna extremidad para ajustar los cuerpos a los nichos o mutilar los cuerpos para poderlos colocarlos  en las urnas.




Experiencias extrañas en el cementerio

Una de las preguntas que le pareció más interesante a Bloomerfield, fue la referente a los fenómenos paranormales que han sido reportados en los cementerios, a lo que sostuvo que realmente, es raro que pasen ahí. Argumentó que es más común que los fantasmas, espíritus u otro tipo de entidades se manifiestan en lugares donde han ocurrido muchos asesinatos, ya que en realidad muy poca gente a muerto en los cementerios, esto les ha ganado la consideración de “tierra santa” llegando a mencionar este detalle en el cuento “Suicidarse en el cementerio”.  En su experiencia personal comenta que las experiencias aterradoras que han vivido en los cementerios están relacionados a seres vivos tales como ratas, comadrejas, cucarachas, delincuentes y saqueadores de tumbas.

Comenzó a relatar sobre el aullido de los perros en viernes santo, fenómeno en el cual los perros aullaban como poseídos en la madrugada del jueves previa a viernes santo, nos explica que según una leyenda que cuentan los coraceros y funcionarios de cementerio estos perros le dan la bienvenida al diablo, el día previo a que matara a Cristo. Prosiguió con la segunda experiencia en la que narra cómo es que una noche en la que disfrutaba de la película “De origen desconocido”, en la que un hombre se encuentra atrapado junto a una aterradora rata gigante. Pasando la película salió junto con su perra ovejera alemana a recorrer el cementerio, confiesa que se encontraba muy sugestionado y que temía que la rata pudiera aparecer. Repentinamente, notó que su fiel macota comenzó a ladrarle a una enorme figura gris que se encontraba posada sobre los límites con el panteón Graf Spee. En esos instantes encadenó a la perra y se acercó a aquella cosa pensado que se trataba de un gato, al acariciar esa cosa, esta se dio la vuelta y vio que se trataba de una comadreja, la cual soltó un grito furioso y enseño su afilada dentadura, a lo que resaltó que de por sí es aterradora la dentadura de una comadreja, uno debe de temerles porque te pueden arrancar un dedo con una facilidad asombrosa.

Su última historia fue acerca de cuándo le tocó participar en un fuego cruzado con delincuentes, que merodeaban los alrededores, llegando a ser herido en una pierna. Explicó, que a los alrededores de los cementerios uruguayos se encuentran los barrios muy conflictivos tales como son el “Cuarenta semanas” y “El palomares”.


Un legado a seguir

Para concluir la entrevista se abordó cómo es que estas vivencias en el cementerio influenciaron en su carrera de escritor, Bloomerfield afirmo que desde antes de trabajar ahí, ya escribía, por lo que realmente no fue la influencia para escribir este generó. Señalo que quiso escribir horror porque era un género que le producía una catarsis al terminar de leer libros de terror, así como leer autores como Edgar Alan Poe, Robert Bloch y Horacio Quiroga; señalando a este último como la mayor influencia, al tratarse de un autor proveniente de Uruguay y el único del género de horror durante su adolescencia . Destaca que en 1997 cuando salió su primer libro “Dormirás con las luces encendidas”, le dedicó el libro a Quiroga,  por lo que define que el escribir horror es una manera de rescatar un género muy importante, del que Uruguay le dio al mundo a uno de sus más grandes genios.

Bloomerfield concluye que su intención era rescatar el legado de Quiroga y más allá de que haya gente que no le guste lo que escriba, su verdadera intención era provocar y motivar a la gente a escribir. Aclarando, que nunca le ha molestado que hubiera autores que escribieran mejor que él, porque su propósito era revivir el género del horror;  señalando que es un placer entrar a  las librerías uruguayas y encontrarlas  repletas de libros de autores latinos, mirar un ciclo de televisión dedicado al misterio y al horror dirigido por su colega Guillermo Lockhart, reconocer el trabajo de un escritor venezolano que publica libros de humor negro y fantasía como en el caso de Dross; así como admirar el regreso del horror latinoamericano, por lo que considera que el horror ha regresado no solamente en los libros, sino en cine y la televisión.


Como comentario final, afirmó que la mayor influencia del cementerio fue la calma y el silencio que se puede experimentar, señalando que un silencio tal, que es posible escuchar cuando una mosca se posa sobre los vidrios de una oficina.



Letrinas: Un buen día

Un buen día 

Por Andrés Cornejo
@ndrescornejo


Romelino despertaba toda las mañanas con el sonido del mar. Encendía un cigarro sin filtro, preparaba el almuerzo y salía con su vieja red. Por desgracia una mañana fue diferente, Romelino tenía la convicción de haber perdido un recuerdo. 

Casi no gustaba recordar, creía en la vida como cosa del presente. Pero esa mañana revolvió sus cabellos y su memoria en busca de lo perdido. Para recordar precisaba sentarse a la mesa. 

Sacó muchos recuerdos; la primera vez que se embarcó, el pez más grande que había sacado del mar y una o dos noches en la playa con alguna mujer perdida. 

Suspiró profundamente, ninguno servía. Alzó los hombros y se levantó de prisa, al hacerlo una taza cayó al suelo. Un par de ojos le vinieron a la memoria. Gritó, injurió, llenó de puta madres y maldita seas el cuarto, pero no pudo ir más allá de ese par de ojos. 

Igual que un incendio prendió la idea. Abrió sus gavetas, tomó el resto de sus tazas y las estrelló contra el suelo. Una sonrisa acompañó a los ojos, unas pecas se perfilaron entre los dos. Una nariz pequeña y fina apareció, hinchándose de un aire salado. Por desgracia ya no había más tazas y sí huecos en ese rostro. 

Salió corriendo. Tocó puertas, sonrió mucho y al cabo de poco volvió con los brazos cargados de tazas. Acomodó una lona sobre la tierra de su patio y allí fue rompiendo una por una. Un gato tuerto, un gorrión gordo y el ladrido de los perros lo acompañaron. 

Cuando terminó un reguero de cerámica y barro cubría su patio. Romelino respiraba con dificultad, ya tenía todas las partes que hacen un rostro. Solo faltaba ponerlo junto. Intentó cientos de combinaciones, pero no consiguió nada. 

Romelino cedió. Hirvió un poco de café y entretuvo la frustración mirándolo bullir. Cuando estuvo listo recordó que ya no tenía donde servirlo. 

No había ido a pescar, no había visto el atardecer, todo por seguir un recuerdo. Dejó caer su viejo cuerpo sobre un baúl que usaba como banco. El movimiento hizo que se ladeara un poco el baúl, haciendo sonar lo que había dentro. Lo abrió y descubrió que dentro había dos tazas. Eran casi iguales, blancas, labeladas de dorado. A una le faltaba el asa. 

Las tomó con cuidado, llenándolas con café. Planchó su mejor camisa, puso la mesa y tomando un sorbo de aquel café ya tibio dijo: - a tu salud.

Letrinas: Juan el Pescador

Juan el Pescador

Por Aníbal Salazar Méndez
@termapolitano


José Antonio Barba Macías “El Chícharo”, quien corta el cabello desde el año de 1983 y que aprendió su oficio de su padre Regino Barba Cüeto, recibió una llamada telefónica de parte de su rentera, la señora Josefina Matute Olivares, que durante 10 años le alquiló un local en Avenida Zaragoza casi esquina Juan de Montoro, en el centro del municipio de la capital.

La señora de 68 años, amablemente le solicitó que desalojara su local en un periodo no mayor de un mes. Que por las molestias que esta petición le ocasionaría, ofreció devolverle el depósito de 750 pesos, siempre y cuando el baño del local se encontrara en buenas condiciones. El aceptó.

Lo anterior, debido a que Josefina se encuentra preocupada por la situación de su hijo Cristopher Ramos Matute, que no ha podido encontrar trabajo en el estado a cuatro años de haber regresado de Inglaterra, porque, o los salarios son -muy mexicanos- o -el que sería su jefe no cuenta con el perfil indicado-, alegaba el joven de 36 años después de acudir a cualquier entrevista de empleo.

Don Elizeo Ramos Madrazo, papá de Cristopher, todos los sábados en punto del mediodía se cortó el cabello con Regino Barba, y tras su fallecimiento, lo siguió haciendo con el Chícharo, siempre dijo –Los Barba ya conocen el corte exacto para no verse tan pelón-. Tiempo después, el exitoso empresario, le ofreció en renta uno de los locales que había adquirido en el camino rumbo a la Purísima, y que había puesto a nombre de su esposa.

Acordaron un precio y se instaló la peluquería Guadalajara.

El empresario y dueño de varios locales en el centro del municipio murió de un infarto diez años después de la fundación de la peluquería, la familia Barba asistió al velorio a la Funeraria Hernández, sobre la calle Barragán.

Una vez que el Chícharo entregue el local, y con una inversión de la mamá, el joven Ramos comenzará a construir en la propiedad de siete por siete metros, una chocolatería con un concepto similar al de Chocolatería San Ginés, un clásico de la cultura madrileña abierto desde 1894. Así se lo comentó el joven a su madre. Y la mamá, animada por el entusiasmo del hijo, aceptó sin cuestionarlo.

A la inauguración, pensaba, invitaría a las figuras del toreo Joselito Adame y Fabián Barba. También a los principales actores del arte y cultura en Aguascalientes y Zacatecas, así darían un concepto distinto al de otras chocolaterías ya instaladas en la calle Nieto, Galerías; o incluso de El Bosque Country Club en León, Guanajuato; o la Condesa y Polanco, en la Ciudad de México.

La pareja de Cristopher, un joven de francés, de 24 años que conoció al hidrocálido cuando ambos estudiaban el postgrado de International Business, en Londres, y que se trajo a vivir con él, dijo al enterarse de que su suegra les financiaría el proyecto, que lo que haría Chris en el local, al que llamó resort, sería algo inigualable, jamás visto en el estado.

Lo dicho, además fue un post bastante popular en sus redes sociales. Amigos de la joven pareja comenzaron a compartir la noticia bajo el hashtag #LaSanGinesDeChris indicando el punto en el que estaría su negocio. La noticia llegó a los muros de más jóvenes, y así se viralizó la noticia de tal forma, que al final la noticia para las redes sociales terminó siendo “Españoles pondrán una franquicia de chocolate francés en el centro de Aguascalientes”. Entre los jóvenes ya había mucha expectativa.

Antes de la entrega de las llaves y el local, el Chícharo ya se había llevado sus tesoros: los trofeos del béisbol; los pósters autografiados de las Chivas Rayadas del Guadalajara, las fotos enmarcadas con su papá, de Cristopher de niño y sus hijos en la lucha libre; y de Don Elizeo en los torneos de dominó.

Su hijo, Gerardo Barba “El Chicharito”, que también era peluquero, consiguió una camioneta para llevarse las sillas de trabajo y las herramientas de corte, también el sillón color rojo carmesí. Lo recibiría en su local que tiene en Jesús María, en la Barbería El Vato Loko.

Al local, ya vacío y a un día de ser entregado, llegó Don Gustavo aprovechando que el Chícharo fue a revisar el baño, que el fontanero lo hubiera arreglado.

¿A dónde te vas Chícharo? Preguntó el abarrotero.

Con el Chicharito, tiene su peluquería por Maravillas, pasa a visitarme y te encargo a Simón.

Ese Simón te va a extrañar Chícharo, ahora no lo voy a sacar de la tienda ¿Pero nos tomamos el último roncito? ¿o qué te tomas Don Pedro?

Pues nos lo echamos.

Don Gustavo cruzó la tienda, tomó el vino, un par de vasos y el dominó. Cerró la reja de su local.

Regresó a lo que fue la peluquería de su amigo, rieron. El Chícharo tenía dos cubetas y un tablón que habían olvidado los pintores, los usaron como sillas y base para el juego.

Mira Chícharo, nomás esta de nuestros tiempos, puso en su celular la canción Juan el Pescador de Junior Klan, el sonido no era muy elevado en el celular Samsung viejo que le regaló su hija.

¿Salud?

¡Salud! Por Elizeo, todos los que se nos han ido, y nuestros hijos. 



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