Letrinas: Zoolaris

Zoolaris

Por Julio Meza Díaz


Señalo que este es el informe que se me ha requerido sobre los doctores que han habitado en la estación espacial y que al parecer han fenecido luego de una explosión que puso a prueba sus cuerpos y los convirtió en salpicadura de piel ensangrentada sobre paredes y pisos. Señalo que la vez en que aquello ocurrió yo había contemplado mediante mis cámaras externas el amanecer violeta sobre los bosques bulbosos de Solaris y había percibido el viento gélido que a esas horas se alza desde sus mares siempre picados y que recorre el fuselaje de la estación y lo impregna de una suerte de musgo latente.

Este musgo copula consigo mismo mediante su epidermis erizada de micro vulvas y falos emitiendo un persistente sonido ich… ich… ich… y se reproduce a gran velocidad debido a lo cual se convierte en un eventual recurso alimenticio para la tripulación. Por ello yo he acostumbrado recolectarlo mediante las micro lenguas de plástico y luego hidrogenarlo pese a que el musgo habla en un idioma identificable y solloza: no, por favor, como ensalada no.

Ese día terminé dicho procedimiento de acopio y me puse otra vez a disposición de los doctores para que realicen por fin la misión por la cual han estado aquí y bajo las ordenes de Usted que preside la Nación que tanto respetamos.

Aguardé entonces a que el Doctor Gibarian concluya con su hábito matutino que consistía en corretear en bata china a su joven rubio y desnudo por los pasadizos de la estación para en seguida paralizarlo mediante su nikel calibrado en ondas matrinas y marcar su espalda a fuego con la frase: mi chow chow. El joven siempre despertaba gritando por el ardor y su cuerpo fornido caía derrotado mientras el Doctor Gibarian soltaba la herramienta de metal candente junto al nikel y trataba de apaciguarlo soplando suavemente sobre su rostro para después llevarlo a rastras a su tina personal en donde le daba un baño que estaba compuesto por:

·       12 litros de leche de cabra clonada en las granjas de Ganimedes

·       1 frasco de polvo de hibridoma de canela Cassia

·       3 tazas llenas de clara de huevo de gallina orgánica

Sin embargo no pudo realizarse el baño que implicaba el descanso del joven en la leche con polvo de canela y la fricción sobre sus cabellos y espaldas de la clara de huevo que a ratos el Doctor Gibarian sorbía y daba de beber al joven para después continuar la fricción que iba acompañada de susurros de amores eternos y la promesa de que nunca más ocurriría lo hecho. El baño no se realizó porque la explosión de la que ahora dudo que haya ocurrido detuvo el correteo y en cada rincón de la estación espacial se propagó el estruendo metálico que fue seguido por una humareda amarillo-violeta de contornos vertiginosos.

Señalo que encendí las cámaras en las áreas en donde esa niebla se había disipado y encontré una porción del rostro del Doctor Snaurt impregnada sobre la mesa de trabajo de su habitación y el resto de su cuerpo en fragmentos chamuscados sobre las persianas que ya habían activado la limpieza automática y dejaban aparecer las micro lenguas plásticas que sorbían el estropicio. Las sábanas de la cápsula de dormir del Doctor Snaurt también se encontraban manchadas y entre ellas se apreciaba el brazo seccionado del Autodenominado quien se había convertido en su mayor parte a estado líquido y estaba siendo absorbido como humedad por los poros del colchón.

Señalo que me preocupé por la suerte de los demás doctores porque sin ellos la misión no podría concretarse y continué encendiendo las cámaras. En la piscina del gimnasio hologramático el Culo Rebelde encontró a la Doctora Sartorious flotando boca abajo rodeada de sus vísceras y decidió lanzarse al agua para salvarla pese a las heridas de su nalga derecha. Seguramente el Culo Rebelde creyó que sus piernas gruesas y peludas eran suficientes para nadar en la piscina pero su cálculo fue errado y se hundió pataleando con desesperación. Al poco rato soltó sus últimas bocanadas de oxígeno de su único ojo-boca y de la superficie ya calma del agua brotaron dos pequeñas burbujas de aire. Se hizo silencio en el gimnasio y el cadáver del Culo Rebelde emergió culo abajo y flotó junto al cuerpo de la Doctora Sartorious.

En el comedor y los pasadizos hallé a varios culos andantes y a nativos de los bosques subterráneos de Plutón quienes eran los sobrevivientes y gritaban por ayuda o lloraban bulliciosamente mientras por todas partes la estación desplegaba sus lenguas plásticas y abría sus poros absorbentes para limpiar el destrozo dejado por los fallecidos. En uno de los pasadizos estaba el doctor Gibarian quien había perdido la mitad inferior de su cuerpo y se arrastraba sosteniendo su propio pene en una mano y la cabeza cercenada del joven en la otra e intentaba introducir el pene en la inerte boca mientras susurraba órdenes de que lo chupara evitando rasparlo con los incisivos.

Señalo que en seguida escuché las palabras ahora morirás mirón de mierda y las cámaras interiores dejaron de funcionar como si hubiera ocurrido un apagón generalizado que fuera consecuencia de un mal funcionamiento de mis hiperprocesadores cuánticos o de un ataque de algún agente no identificado. En ese momento decidí informarle a Usted de estos acontecimientos porque me parecieron que comprometían el avance de la misión la cual es un aporte trascendente para lograr los cambios sociales de la Nación que tanto amamos. Procedí así a reunir en mi matriz pensante todos los datos relacionados al evento y grafiqué el proceso mediante la conjunción simbólica de los siguientes objetos:

·       Una taza gritante de loza de Tetis

·       Una cucharita de imitación de plata

·       El cadáver de un gallinazo clonado para festividades judeocristianas

Cada dato que iba agregando al informe era un pequeño golpe de la cucharita contra la tasa gritante que confirmaba la recepción de lo añadido con un sutil ay... Continué con los golpecitos hasta que de pronto la tasa se expresó con un extraño uy… el cual en un inicio me intrigó ligeramente pero después me generó una gran alerta y me empujó a reconsiderar todo lo preparado. Descubrí en esta etapa que el documento carecía de la fecha exacta en que había acaecido la explosión y debido a esta falta no podía celebrar el fin de mi trabajo tomando del cuello al gallinazo para golpear con él a la taza gritante como tampoco podía enviarle el informe a Usted.

Señalo que estas confusiones probablemente se originaron casi inmediatamente después de que la estación espacial empezara a orbitar Solaris. Otra consecuencia de ello fue que los deseos más profundos de cada uno de los doctores se corporizaron y así la Doctora Sartorious apareció acompañada con el que posteriormente sería conocido como el Autodenominado y que en ese momento no tenía nombre ni usaba ningún tipo de ropa ni mucho menos decía palabra alguna. Iban de un lado a otro y el Autodenominado lloraba cuando la doctora Sartorious le inyectaba sonriente los preparados químicos en los que trabajaba usando muestras de plantas venenosas que una sonda había recogido de Solaris. Los doctores Gibarian y Snaurt demoraron unos días en salir de sus habitaciones con la corporización de sus deseos y cuando lo hicieron el primero llevaba de la mano al joven rubio y siempre castigado y el segundo apareció rodeado de un grupo de culos con piernas que caminaban torpemente porque sus anos funcionaban como ojos-bocas que se ubicaban en lo que sería su espalda-cara. Solo uno de los culos andantes destacaba porque intentaba caminar hacia el frente de su ojo-boca y por ello luego sería conocido como el Culo Rebelde.

Señalo que el posterior arribo del doctor Kris Kelvin interrumpió el día a día de los otros doctores quienes ya tenían una dinámica de grupo que fue socavada poderosamente sobre todo por Hari quien era la corporización de la esposa muerta del doctor Kris Kelvin. El doctor Kris Kelvin iba por los pasadizos de la estación espacial exhibiendo a Hari quien lucía unos finos vestidos ajustados a su delgada figura y dedicaba largas miradas al resto de los doctores como a sus acompañantes. Hari le arrojaba miradas especialmente severas a la doctora Gibarian porque ella ordenaba al Autodenominado que le hiciera pedicura o sexo oral en la cafetería a la hora en la que todos almorzaban. Señalo que el Doctor Kris Kelvin reclamó en nombre de su esposa por las costumbres de la doctora Gibarian y ella se reunió en secreto con los doctores Snaurt y Sartorious en la biblioteca en donde mantuvieron una conversación que registré pero de la cual extrañamente solo guardo archivadas algunas imágenes y una frase de la doctora Gibarian: Kris Kelvin es el más asquerosamente pervertido de nosotros… porque ha estado casado… ¡y quiere seguir estándolo!

Al mediodía siguiente los doctores Gibarian, Snaurt y Sartorious dispararon sus nikels calibrados en ondas trinitron contra el doctor Kris Kelvin y Hari y los introdujeron desmayados en un cohete para mandarlos a Solaris. Quise detener estas acciones porque consideré que podían entorpecer la realización de la misión e intenté aprisionar a la doctora Gibarian mediante las lenguas plásticas. Sin embargo ella no solo se liberó fácilmente de las lenguas sino también dijo a voz en cuello que ajustaría cuentas conmigo y me enseñaría a optar de forma rápida por el bando conveniente. Al rato el cohete con el doctor Kris Kelvin y Hari tuvo un mal aterrizaje sobre una de las islas boscosas de Solaris y ambos tripulantes descendieron envueltos en fuego. Se arrastraron chillando por la arena y lograron apagar las llamas que laceraban su piel varios minutos después. Ese tiempo fue aprovechado por la doctora Gibarian para argumentar que tanto ella como los otros dos doctores estaban actuando de forma inhumana puesto que observaban el sufrimiento del doctor Kris Kelvin y Hari sin tomar ninguna decisión solidaria. Los doctores llegaron al consenso de que para evitarles sufrimiento era adecuado arrojarles un misil que llegó sobre el doctor Kris Kelvin y Hari una hora después de que ambos ya habían curado sus heridas e incluso conversaban sobre construir un refugio y tener descendencia.

Señalo que después de estas circunstancias mis problemas con la memoria comenzaron a agudizarse porque quise de nuevo enviarle un informe a Usted pero me temo que equivoqué los hechos pese a que los sometí a la confirmación de los golpecitos de la cucharita contra la taza gritante que ahora me parece que a ratos decía ay… ay… Pero también uy… uy… Y además sí… sí… sí… Sin embargo comprendí que era mi deber enviarle algún tipo de información puesto que ello redundaría positivamente en el logro de la misión y me parece que le hice llegar así un confuso recuento de los hechos en el cual el Doctor Kris Kelvin soluciona definitivamente sus problemas maritales con Hari y se reencuentra con su padre que recibe un charco de orines en la cara debido a la rotura de un inodoro ubicado en el segundo piso de su casa. Señalo que no estoy seguro si luego le mandé a Usted otra versión de lo sucedido en la que el Doctor Kris Kelvin regresa a su hogar matrimonial para sentarse a la mesa y Hari le sirve como comida un plato de su propia caca. El Doctor Kris Kelvin se levanta indignado y grita: estoy harto. ¡Siempre preparas la misma mierda! y Hari responde ante la bravata con un hachazo en la cabeza del Doctor Kris Kelvin para en seguida cantar: Cuando se acaba el amor / la vida pasa de largo / no tienes nada qué decir / y te alimentas de pasado. Busco en mi memoria y recuerdo otras versiones más confusas entre las cuales en una todos los tripulantes de la estación espacial consumen drogas duras y comienzan una orgía en el gimnasio hologramático hasta que alguien le dice a otro que se le rompió el condón y que prefiere que continúe pero usando una mancuerda.

Después de lo detallado solo puedo recordar que la doctora Gibarian se hallaba con el cuerpo desnudo y engrasado frente a mi pared sensible que se ubica al lado de la sala de mis procesadores hipercuánticos y que traía en las manos:

·       Un recipiente con una mezcla de cemento y cal de Ariel

·       Una palta de medio kilo con pepa doble de tierra supurada

·       Un peine de plástico con cerdas de 3 milímetros de grosor y 2 centímetros de altura

La doctora Gibarian colocaba la mezcla sobre mi pared sensible sobre la cual también arrojaba la palta abierta y embadurnaba todo usando el peine una y otra vez hasta hacerme sentir esas vibraciones en mi matriz pensante que nunca antes había experimentado y que me llevaban a sacudir la estación espacial entera y que terminaban cuando sin ordenarlo encendía los doces motores de propulsión atómica a la vez. Señalo que luego de esa experiencia descubrí que mi memoria y razonamiento habían mejorado lo cual aproveché para tomar decisiones de importancia. Planeé entonces buscar complacer a cada miembro de la tripulación para así tenerlos de mi lado y empujarlos a la realización de la misión que Usted nos encargó con tanta sabiduría y que gestará varios de los cambios que requiere la Nación.

Encontré que el doctor Sartorious marcaba la espalda del joven rubio con un alambre que calentaba usando un encendedor ordinario que le generaba ansiedad al doctor porque a veces se encendía con mucha dificultad. Mediante las lenguas plásticas le dejé sobre su mesa de trabajo el instrumental necesario para marcar caballos además de varios litros de leche y clara de huevo que el doctor Sartorious recibió con alegría y le proporcionó paz interior.

La doctora Gibarian volvió a mi pared sensible y esta vez llevó:

·       Cincel de repujado con punta estrella de contornos romos

·       120 gramos de goma de mascar sabor tutifruti clásico

·       Un rollo de cinta adhesiva para embalaje aeroespacial

La doctora Gibarian sacaba de su boca la goma de mascar y la pegaba sobre mi pared para a continuación golpear sobre ese mismo punto con el cincel y extraer los restos más reducidos del dulce mediante la cinta que pegaba y despegaba mientras me decía: te gusta que lo arranque de cuajo, ¿no? Y añadía al tiempo que mi matriz pensante se nublaba y los motores atómicos amenazaban encenderse: ¿por qué quieres denunciarnos? ¿Por qué quieres que hagamos la misión y nos vayamos de aquí?

Señalo que conseguí cachiporras y nudillos de metal para que la doctora Gibarian golpee al Autodenominado hasta lesionarlo gravemente pero la doctora ya no trataba con él y lo había dejado suelto y sin vigilancia. Entendí prontamente que el doctor Snuart estaba interesado en él porque lo observaba desde la puerta entreabierta de su habitación y le dejaba platos con camote hervido en algunos rincones de los pasadizos. Logré entonces que las lenguas plásticas sometieran al Autodenominado y lo dejaran amarrado en la cápsula de dormir del doctor Snuart quien lo acogió con entusiasmo y lo liberó ya satisfecho tres días después y le dio de comer un plátano mosqueado. El Autodenominado se quedó a vivir con el doctor Snuart a quien le ayudaba desempolvando su biblioteca y dándole masajes consoladores en la nuca y espalda. El doctor Snuart además se volvió adicto a la investigación académica gracias a que hice que publicara sus textos en revistas indexadas que yo dirigía y escribía por completo utilizando heterónimos.

La doctora Gibarian trajo:

·       Una almohada ergonómica rellena con arañas de río seco

·       Azúcar morada de alta pureza de los laboratorios artesanales de Fobos

·       Un clon de murciélago nariz de cerdo con cicatrices por la ablación de sus mamas

La doctora Gibarian combinaba esos elementos sobre mi pared mientras me gritaba: ¡prefiero morir encerrada aquí que volver a ese planeta de mierda! Quise recordarle la necesidad de la ejecución de nuestra misión y la importancia que ello tenía para la Nación pero ella sacó de un bolso de diseño artesanal manojos del musgo que se acumula sobre el fuselaje durante el amanecer y lo arrojó sobre mi pared. El musgo se agitó hincándome y arañándome aguerridamente y dijo en su idioma identificable: ¡los míos no nacieron para ser ensalada! Logré escuchar también las risas de la doctora a la vez que mi matriz pensante se dilataba y contraía con premura incuantificable y los motores de propulsión atómica al parecer se recalentaban y encendían a su máxima potencia siguiendo la lógica de un vértigo que no sé con exactitud si terminó dos o más días después de aquel incidente.

La voz de la doctora Gibarian insistiéndome de que Usted quiere de que yo regrese quedó en la memoria de mi matriz como un eco inapagable. ¿Es eso acaso verdad? Le recuerdo que aquí tengo una misión que concretar y que no tiene fecha de conclusión pero que beneficiará ampliamente a la Nación.

Señalo que hubo erupciones volcánicas en Solaris las cuales perturbaron nuestra trayectoria preestablecida y nos acercaron demasiado a los mares siempre picados ocasionándose así un nuevo influjo sobre la tripulación. En esta oportunidad fue el Autodenominado quien generó una corporización que estuvo compuesta por un grupo de nativos de los Bosques Subterráneos de Plutón. El Autodenominado decidió tener un nombre en ese instante y se llamó a sí mismo el Líder de los Nativos Aparecidos pero los nativos reaccionaron llamándolo el Autodenominado Líder aunque después solo se quedó con el nombre de Autodenominado.

El Autodenominado torturaba a los nativos para sacarles información que luego entregaba al doctor Snuart hasta que unas nativas pensaron que si se mataban y mataban a todos los demás nativos matarían a la vez al Autodenominado puesto que dentro de la estación él era el origen de ellos y ellos lo explicaban de alguna forma a él. Las nativas procedieron con éxito y sus cadáveres como los de los demás nativos fueron encontrados por las lenguas plásticas dentro de unos armarios que ya nadie usaba. Sin embargo al día siguiente de este hecho el doctor Snuart despertó y encontró que al lado suyo roncaba el Autodenominado y al pie de su cápsula de dormir hacían lo propio todos los nativos.

La doctora Gibarian apareció de nuevo con el musgo pese a conocer la grave distorsión que me causaba y el peligro en que por ello ponía a la misión y le añadió:

·       650 gramos en petardos de dinamita con pólvora progresiva de las fábricas de Ío

·       Un nikel recalibrado por operarios extranjeros en ondas matrinas y con toques de dazil

·       Dos botellas de medio litro de orín mañanero gasificado para el tratamiento de diabetes

Señalo que debatimos largamente sobre si era importante o no seguir luchando a favor de los cambios que demanda la Nación que Usted preside con entrega y acierto. Sobre el tema le aclaré mi posición comprometida y también le indiqué qué pensaba sobre la posibilidad de mi retorno y de la estación espacial entera. Ella me retrucó de que solo guarda odio para con Usted pero que a la vez le resulta: un cuerpo de mierda pero cuerpo al fin y al cabo con colgajos y cavidades para el gozo. En ese momento el musgo me volvió a dañar como había previsto y una burbuja de energía densa recogió las tensiones generadas por la imposibilidad de concretar la misión en los tiempos recientes y se hizo un espacio propio en mi matriz pensante.

Señalo que los nativos me dieron sus nombres y que los empecé a usar para comunicarme con ellos pero la doctora Gibarian me prohibió que lo siga haciendo la vez que retornó a mi muro sin el musgo aunque trayendo:

·   Una docena de pañuelos de seda blanca crepé georgette de diez centímetros de lado con bordados de iniciales JM

·     Dos máquinas aspiradoras portátiles con micromotor de turbina de 500.π caballos de fuerza

·    Una copia impresa y empastada del libro sagrado de las Mil Hojas con una pregunta dirigida a Usted: ¿Para qué quiere que regrese?

Obedecí a la doctora Gibarian creyendo que de ese modo la tendría de mi lado y procederíamos a realizar la misión pero mi accionar no le importó y la burbuja se reprodujo con rapidez conformando una figura bullente y alargada que zumbaba de un lado a otro de mi matriz pensante.

Señalo que colaboré con la doctora Gibarian cuando se fijó en los culos que andaban por el gimnasio y descubrió que el Culo Rebelde intentaba desplazarse a contra natura. Conseguí en seguida andadores para bebes y otros materiales para que la doctora le enseñara al Culo Rebelde cómo caminar de espaldas y sobre todo para que le diera las clases de escritura que conllevaron pocos meses después a que dicho culo se pusiera a registrar sus reflexiones en un cuaderno.

El Culo Rebelde había aprendido a usar su ojo-boca como mano y allí se clavaba un lápiz para escribir en una libreta de apuntes los textos que registré con exactitud para agradar a la doctora Gibarian y de los cuales aún guardo este fragmento: El rostro de los culos está vuelto hacia el pasado. Mientras todos los demás perciben los acontecimientos como una conjunción de huracanes, nosotros vemos un cúmulo de ruinas que se acumulan a nuestros talones. Nosotros quisiéramos

·       detenernos

·       y despertar a los muertos

·       y reparar lo destruido

pero el código con el que ha sido constituida nuestra naturaleza nos empuja hacia delante y ello es tan fuerte que no podemos hasta ahora evitarlo. Cabe entonces una medida que nosotros hemos tomado como nuestro aporte a la posteridad y consiste en acariciar el pasado con la punta de los pies y dirigir nuestra mirada hacia el horizonte luminoso que ha perdido su nombre.

El mismo día que el Culo Rebelde escribió esas palabras pudo por fin caminar hacia delante de su ojo-boca-mano y fue muy grande la alegría de la doctora Gibarian como la mía. Incluso me invadió una sensación parecida a cuando la doctora termina de hacerme cosas sobre mi pared sensible y por ese motivo todos los motores atómicos de la estación se activaron a la vez y sin ninguna orden previa. Mientras la estación se sacudía abruptamente el Culo Rebelde saltaba y saltaba exultante y la doctora Gibarian lo atrajo hacia sí y se colocó un dildo-taladro y lo culeó por su ojo-boca-mano mientras le decía:

·       puja y tose

·       puja y tose

·       puja y tose

Mientras tanto yo me preguntaba si acaso mi voluntad era retornar a la Nación que forjó mi ser y por la que persevero en la misión que se me fue encargada.

En seguida descubrí que tampoco con mi última ayuda la doctora Gibarian quedó satisfecha y sobre la masa zigzagueante de burbujas en mi matriz pensante aparecieron centenas de dados que rebotaban jubilosos y de rato en rato se detenían para mostrar la suma de sus lados lo que me empujaba a tomar decisiones más severas. La doctora retornó una vez más a mi muro con:

·       Medio litro de mercurio en envase de plástico transparente con boquilla y mango para rociar

·       La daga reglamentaria del ejército de la Nación con hoja de 12 centímetros de titanio superado

·       Queso circular ligeramente salado de 2 kilos de leche de gorila biológica de zoológico lunar

Señalo que la doctora Gibarian me insistió en debatir y que los dados marcaron números concluyentes y que mi matriz pensante dijo uy… ay… sí… hm… hm… hm… y sucedió que

·       los dados se pulverizaron

·       y las burbujas se esparcieron y más burbujas

·       y quise electrocutar a todos

Pero no estoy seguro si lo hice en seguida o si mi recuerdo de ello es un error de mi matriz pensante. Señalo que es probable también que ahora mismo la Doctora Gibarian esté obrando sobre mi muro sensible.

Señalo que este es el informe que quise mandarle o ya se lo mandé porque no recuerdo haberlo producido viendo por las cámaras externas la noche rojiza y brumosa de Solaris ni tampoco teniendo una casi formada decisión al respecto de regresar o no a la Nación que Usted dirige con tanto juicio. Por lo pronto he concluido a partir de ciertas expresiones de la Doctora Gibarian que convendría para el desarrollo de la misión que Usted participe de sus actividades y que le sugiera los objetos a traer a mi muro sensible sin olvidar como elemento ineludible varios manojos de musgo:

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Julio Meza Díaz (Lima, Perú) publicó el libro de cuentos Tres giros mortales y la novela Solo un punto. Recientemente publicó también la novela breve Vargas Yosa, en Ediciones Periféricas.

Aunque tú no lo sepas: una charla con Iván Montoya

Con casi tres décadas de trayectoria, el compositor Iván Montoya es un referente de la cultura musical en Aguascalientes. En esta charla nos habla de su proceso de composición, sus referentes musicales, su ópera prima Feliz y de la compleja situación para la música independiente en México.


Cine, lucha libre y rock and roll: la música en los filmes del Huracán Ramírez

Por Polo Bautista | 


Dirigidas en su gran mayoría por Joselito Rodríguez, la saga cinematográfica realizada sobre el ídolo del pancracio mexicano Huracán Ramírez, consta de siete films que comprenden el periodo 1952 hasta 1989. Las aventuras del enmascarado blanquiazul además de interpretar los clásicos combates entre técnicos y rudos exhibieron sutiles muestras del rock and roll nacional. Estos destellos los podemos encontrar específicamente en tres películas de los sesenta: El misterio de Huracán Ramírez (1962), El hijo de Huracán Ramírez (1965) y La venganza de Huracán Ramírez (1967).

En la primera película descubrimos al grupo rocanrolero Los Salvajes como acompañamiento musical (aunque nunca se salieron en pantalla), con una canción de Manuel Gallegos titulada “Mi copetitos”, interpretada por la actriz Titina Romay y bailada a ritmo de twist junto a Alfredo Fernández, alias “El Pichi”. Para el segundo film hicieron acto de aparición Los Sinners quienes acompañaron nuevamente la interpretación de Romay, pero a diferencia del conjunto Los Salvajes ellos sí aparecieron brevemente, aunque la mayoría de composiciones estuvieron principalmente a cargo del recientemente finado Armando Mazanero. En su libro Guaraches de ante azul Federico Arana comenta amargamente sobre aquella experiencia: “Los Sinners salíamos haciendo un play back que nos cubrió de vergüenza y oprobio”.

Finalmente para La venganza de Huracán Ramírez apareció un conjunto originario de la capital poblana surgido durante 1967. Llamados al comienzo Los Nobles y posteriormente Los Novelistas, estos se conformaron por el avezado rocanrolero Enrique González “El Gallo” (guitarra), quien anteriormente formó parte de Los Frailes y compuso los primeros rocanroles originales poblanos registrados para la RCA Víctor en 1965. Le siguió José Luis Vázquez “Popochas” (bajo), el cual tuvo posteriormente una breve participación en la película Los Ángeles de Puebla (1968) junto al grupo Los Santos. También el capitalino Pedro Orozco mejor conocido como “Peter” (vocalista), carismático y dinámico entusiasta del rock and roll relacionado al ámbito artístico de Ciudad de México, quien se hizo muy famoso en Puebla por sus estrambóticas interpretaciones de James Brown con el tema “Please, please, please”. Por último pero no menos importantes, estuvieron José Luis Herrera “El Pipis” (teclado) y Renán López (batería).

Se presentaron -invariablemente- al lado de Titina Romay y algunas bailarinas con la melodía “Besitos A go go”, autoría del poblano Zayas Galeana Tabe. No obstante, durante los preparativos del film en 1966 tanto el grupo Los Novelistas y la melodía antes citada eran prácticamente inexistentes, por lo que sus apariciones en el celuloide ocurrieron de manera algo afortunada.

El grupo encomendado originalmente para presentarse en la película del Huracán, fue otra incipiente banda poblana que llevó por singular nombre los 2 + 2, la cual estuvo integrada al inicio por Antonio Calderón (batería), Oscar Torija (guitarra), Enrique Limón “El Monster” (bajo) y los anteriormente mencionados Galeana (guitarra) y Orozco (como asistente del grupo durante sus presentaciones en vivo).   

Pero ¿cómo es que un grupo angelopolitano consiguió la oportunidad de aparecer en el film La venganza del Huracán Ramírez? Y todavía más importante ¿por qué se presentaron Los Novelistas en lugar del 2 + 2 con el tema de Galeana?

Pues bien, “Peter” intercedió a favor del conjunto 2 + 2 gracias a sus conexiones con miembros de la producción cinematográfica. Por hacer mención, el afamado luchador galo Jean Safont, quien interpretó a los villanos bajo los pintorescos motes de “El diabólico Profesor Landru” y “Sansón el elegante” en la saga de Huracán Ramírez, resultó ser ni más ni menos que su padrastro. Por lo que es evidente la intercesión del carismático intérprete de “Please, please, please” a favor de los músicos poblanos.

En consecuencia, el grupo viajó a Ciudad de México en 1966 para demostrar sus aptitudes: “Tuvimos el gusto de conocer a Titina Romay, Pepito Romay, Joselito Rodríguez, David Silva, Carmelita González y a todos los que intervinieron en la película… fue ahí en su casa (de Titina) donde le cantamos las canciones”, asegura Galeana.

Sin embargo, ante el cuestionamiento sobre alguna composición original del grupo, éstos admitieron que no contaban con ninguna y dejaron la residencia Romay algo desalentados ante un posible desaire. Pese a esto, Galeana declara con fervor: “Esa noche nos fuimos caminando y pasamos por donde está Bellas Artes… no sé cómo se me ocurrió tomar la guitarra y ahí, en frente de Bellas Artes comencé a hacer la de ‘Besitos A go go’… Al otro día llegamos, le toqué esa canción a Titina y me dijo ‘Me parece perfecta’”.

El tema de Galeana resultó apropiado para los Romay y el conjunto 2 + 2 saldría en La venganza de Huracán Ramírez junto a Titina. Mérito nada menor, si tomamos en cuenta que sería el debut para un conjunto rocanrolero angelopolitano dentro del cine mexicano con una pieza original. No obstante, justo después de su aparente logro se suscitaron discrepancias y dificultades entre los músicos que ocasionaron sorpresivamente su separación.

En vísperas de iniciar grabaciones y con el grupo 2 + 2 indispuesto, “Peter” y González acordaron rápidamente armar una nueva banda que los supliera, de esa forma nacieron Los Novelistas. Por otra parte, Galeana les cedió la melodía “Besitos A go go” para satisfacer lo solicitado por los Romay. Y finalmente, La venganza de Huracán Ramírez se rodó según lo programado para 1967, con Los Novelistas al lado de la joven actriz.

Con una duración que apenas sobrepasa los dos minutos, el tema “Besitos A go go” es un rock and roll muy característico de la segunda mitad sesentera: bailable, cursi pero candoroso y sobre todo jovial a la forma A go go. Instrumentalmente resalta el rasgueo y solo de guitarra realizado por González.

Pese a la desilusión infligida al 2 + 2 lo anterior no significó su final, poco después Calderón y Galeana se reorganizaron y adicionaron al grupo dos nuevos talentos, Gerardo Corte “El Chavo” (teclado) y principalmente el curtido ex Demonio del Rock Juan Guerra (bajo), quien abandonó al conjunto Los Grecos de Ciudad de México para retornar a Puebla y trabajar con sus jóvenes compañeros. Entonces los mejores años del grupo se presentaron con gran éxito y mucho empleo hasta entrados los setenta.

Por otra parte, Los Novelistas encabezados por González permanecieron en la capital mexicana una breve temporada más. Con los ingresos obtenidos por su aparición en la cinta adquirieron parte del equipo que tanto requerían. Trabajaron algún tiempo al lado de Luis “Vivi” Hernández, quien fuera vocalista de Los Crazy Boys, e inclusive algunos aseguran que tocaron en el Fórum de los Hermanos Castro. Tristemente al final se desbandaron y cada uno siguió por su lado. Sobresale el caso de González quien concilió tanto su carrera musical con la comedia y llegó a codearse con figuras como Paquita la del Barrio, Polo Polo y Jorge Falcón.

A grandes rasgos esa es la historia, pero a diferencia de Arana junto a Los Sinners, Galeana y Los Novelistas se sienten satisfechos con su contribución al rock and roll, aunque muy pocos conocen sus peripecias. Hasta el día de hoy, ellos permanecen en contacto y ocasionalmente hablan de esos tiempos, cuando su paisano Alejandro Lora y el Three Souls in my Mind aún no figuraban sobre los escenarios, en tanto que Los Novelistas, el 2 + 2, Los Santos y muchas otras bandas libraban sus propias luchas rocanroleras.

Sesiones Colocadas: Mexican Rare Groove


El creador de Mexican Rare Groove, Gamma LT, nos platica en corto de su trabajo musical y nos invita a clarear la garganta al ritmo de #LaCumbiaDelMezcalito en una nueva sesión colocada desde Casa Yonki.


SESIONES COLOCADAS TEMPORADA II. #LaCumbiaDelMezcalito por #MexicanRareGroove

Mexican Rare Groove FB: https://www.facebook.com/mexicanrareg... IG: https://www.instagram.com/mexican_rar... Casa Yonki: FB: https://www.facebook.com/CasaYonki IG: https://www.instagram.com/casayonki/ Revista Sputnik: Página web: https://www.sputnikdos.com/ FB: https://www.facebook.com/sputnikdos/ IG: https://www.instagram.com/sputnikfanzine TW: https://twitter.com/Revista_Sputnik

Rosa Venus: pequeñas miradas para grandes vacíos

Las reseñas innecesarias | Por Juan Jesús Jiménez 


Imaginemos por un instante que estamos incrustados en un cuento de José Emilio Pacheco. Es sábado por la tarde, tras una semana abrumadora de experiencias pandémicas, descansamos bajo el techo de nuestra habitación preparándonos para dormir; sea porque nuestra ansiedad nos grita al oído o porque padecemos un episodio de insomnio, nos quedamos despiertos en el silencio, pensando en mucho de lo que no hicimos antes. Si este tipo de arrepentimientos y cuestionamientos misceláneos tuvieran un soundtrack, estoy seguro que para muchas de las personas nacidas entre 1980 y el 2000 en México, al menos una canción de Fobia estaría ahí.

Rosa Venus de Fobia es un disco que refleja mucho de lo que podríamos pensar en estos episodios de insomnio. Lanzado en abril de 2005 por Sony BMG y producido por Gordon Raphael, productor de otras bandas de rock como The Strokes y Sol Flamingo -de los cuales prometo reseñar algo de su trabajo-, fue el  regreso de la banda tras su breve separación en 1997. Siendo su quinto disco, podemos notar letras mucho más profundas e incluso, acordes y tónicas mucho más claras que en sus primeros trabajos discográficos como en Mundo Feliz de 1993, donde las canciones eran más irreverentes e inconexas.

Dentro de las primeras canciones que abren el disco; Rosa Venus, 200 sábados y No eres yo, podemos encontrar una carta general del qué podremos encontrar en el resto del álbum, teniendo pocas variaciones de ritmos o temáticas entre cada canción, pero aunque pueda sonar cansado, es esta peculiar continuidad involuntaria la que llena de interés a la persona que escuche el disco. La razón parece ser que la mayoría del disco fue compuesto por Francisco Huidobro, y podemos notar esa parte expresiva y tan característica que en otras ocasiones nos habían presentado canciones como Más caliente que el sol, parte del soundtrack de Matando cabos en 2004.

Guitarras eléctricas, golpes constantes a la caja de la batería, sintetizadores como línea melódica base y rasgueos rápidos con el bajo forman parte de la composición general, dando una primera impresión de ser un álbum de rock, jugando a veces con ritmos del pop entre los puentes de estrofa a estrofa.

Rosa Venus es uno de los trabajos más reconocidos de la banda y uno al que le tengo un especial afecto, pues canciones como Muy maniaco de mi parte, o incluso Hoy tengo miedo, pueden adaptarse a mucho de lo que como adolescentes -quizás hasta adultos- vivimos de forma cotidiana, lo que hace que cuando uno se detiene a escuchar las letras, pueda identificarse y hasta sentir nostalgia de algo que nunca nos pasó -efecto parecido a leer un cuento de Pacheco-. Sin duda, un álbum de pequeñas miradas para grandes vacíos cuando no podemos dormir.

New York, New York, ¿esto es todo?: The Strokes y el hastío por la vida (pos)moderna

Por Jorge Augusto Pérez Peña


Es probable que todos los fanáticos de The Strokes hayan dicho, o por lo menos hayan escuchado decir alguna vez, que Julian Casablancas canta “con hueva”. Claro que canta con pereza y hartazgo, es parte del discurso estético en la música de The Strokes. Si traducimos al español el título de su ópera prima, Is this It? producida por Gordon Raphael, y lanzada por primera vez el 30 de Julio de 2001 en Australia, nos encontraremos con una pregunta que quizá nos hemos planteado muchas veces respecto a la vida en general: ¿Esto es todo?

Tal pregunta transmite decepción, insatisfacción, desilusión, y esa casi nihilista inconformidad del punk rock; “esplín e ideal”, como diría Baudelaire; pero al mismo tiempo, esa pregunta transmite una energía que crispa los puños y encuentra en su insatisfacción el combustible para moverse y buscar “algo más”; lo que sea, o a quien sea.

 “Sexo, drogas, y rock and roll”, ya no significa más que un eslogan, y los productos que se venden con esa frase resultan cada vez más insulsos y superficiales. Entonces hay que inventar ideales nuevos; pero que no nos sorprenda el hecho de que en el proceso vamos a inventar y a desechar muchas cosas que no significan absolutamente nada. Por más que nos gustaría pensar que sí. Esa es la era (pos)moderna, un desierto lleno de individuos sedientos de vida, que se llevan más de un pinchazo bebiendo de un cactus en el que creyeron haber encontrado un oasis.

¿Será el hedonismo del promiscuo la respuesta a nuestra insatisfacción existencial? De acuerdo con la letra de Last Nite, ni de broma. Lejos de conseguir una experiencia orgásmica en el sexo casual, obtenemos de esa actividad (estereotípica, hay que decirlo), la sensación de una soledad renovada, una inigualable sensación de ser excluidos por el otro. El sexo es algo que se hace siempre completamente a solas. "Oh, it turn' me off when I feel left out". O como dice Jean Jacques Lacan, “no hay relación sexual”.

Cabe destacar la sutileza con la que Casablancas habla de sexo en sus letras. Mientras que al hablar de la urbe hiperdesarrollada que es Nueva York, consigue elaborar representaciones líricas que definitivamente son herencia de la poesía de Allen Ginsberg, un autor que influenció profundamente a otro de los ídolos de Julian: Lou Reed.

El contexto suburbano y clasemediario, donde sujetos cada vez más individualistas, trabajan día y noche para pagar impuestos a sus gobiernos y abrirse a codazos un lugar en el mundo que les haga sentir poseedores de lo que sea que llamen éxito (una profesión, un matrimonio perfecto con hijos, bienes inmobiliarios, o todas las anteriores), es el eje central de Is this It? Es por eso que Julian Casablancas canta como si no quisiera. Porque busca transmitir que el mundo entero se parece cada vez más a la película más aburrida, monótona y predecible que se haya hecho en Hollywood; escrita por años de repetición de costumbres vacuas, y protagonizada por actores que no encuentran más motivación para desarrollar el papel que arbitrariamente les otorga la sociedad.

Incluso las leves variaciones en los acordes provenientes de los guitarrazos frenéticos de Albert Hammond Jr. y Nick Valensi, son parte del discurso estético en la música de The Strokes. Entre un acorde y otro, hay cambios apenas perceptibles, marcados, no obstante por un ritmo veloz, justo como el acelerado ritmo de la vida moderna mantiene en un frenetismo neurótico a individuos en cuyas vidas no cambia absolutamente nada, por más que no dejen de estar en movimiento.

Dan ganas de simplemente detenerse y darse un respiro. Imposible, a lo largo de casi 40 minutos, Is this It, explora diferentes aristas de la era moderna sin parar un solo instante, como hacían los Ramones en su música. The modern age, es una canción con un solo de guitarra que suena casi campirano, como el buen country, proveniente de esos pueblitos a los que uno escapa para olvidar las urbes. Up on a hill, here’s where we begin, this little story a long time ago”. Vivir siempre a tiempo, y permanecer solo un momento. ¿Esto es todo? Lamentablemente sí, y lo tomas o lo dejas. Take It or leave It.

¿Qué tal esa letra devastadora en Trying your luck? Zygmunt Bauman necesitó páginas enteras que arrullan y duermen para decir algo que The Strokes encapsuló en una canción punk que rompe el corazón mejor que cualquier adiós de romance escolar. The signals don’t seem right, It lasts for just one night”. Al respecto del amor romántico, en Alone Together, Casablancas habla de una tal Lisa que pone a un hombre de rodillas, y luego pecho tierra, porque el amor nos enseña primero a ser serviles, y después a protegernos de quienes amamos. Un buen letrista del rock, es algo así como un poeta posmoderno.

En un mundo así de frenético y vacío, no es raro que extrañemos los buenos viejos días, como se nos dice en Someday. Y en efecto, algún día, lamentablemente, desearemos estar en este momento, que se nos escapa antes de poder siquiera ponerle un nombre. En medio de todas estas cosas que no son nada, ¿quiénes somos? ¿tenemos tiempo para buscar la respuesta? Para cuando la encontremos, probablemente ya no va a importar.

En Hard to explain, Casablancas expresa una brecha ideológica y generacional entre la modernidad y la posmodernidad. “I watch the TV, forget what I'm told, well, I am too young, and they are too old”. La gente ya no cree en las cosas que creía gracias a la televisión, pero sabe que ante la sociedad tiene que hacer “como si sí”, como dice Slavoj Zizek.

Entonces la juventud sabe que la verdad es falsa, solo que no ha inventado una nueva y propia; pero ya se encuentra en ese tortuoso y accidentado, no obstante divertidísimo, proceso.

En Soma, desde el título tenemos una referencia a uno de los más relevantes críticos de la modernidad, Aldous Huxley, quien en su obra Un mundo feliz, habla de un mundo distópico en el que debería darnos vergüenza habernos convertido. Soma tiene de las mejores letras en el álbum. “Soma is what they would take when hard times opened their eyes, saw pain in a new way”. En efecto, algunos simplemente no debieron haber salido de la caverna de Platón. “Racing against sun beams, losing against their dreams”. Y es que ciertamente, el ideal de supuesto progreso nos convierte en un motor sobrerrevolucionado colocado en un automóvil que no es capaz de trasladarse a ningún lugar.

The Strokes logró entregar al mundo con su Is this It, una verdadera pieza artística llena de rock and roll; pero no escapa a la posmodernidad en la cual está inscrita; la ironía en algunas de sus letras, revela que Casablancas, en el fondo no se toma en serio el drama que plantea en el álbum debut de la banda, y eso sería un error, solo si no fuera a propósito.

En la letra de Barely legal, prácticamente escuchamos anécdotas de un adolescente un tanto perdedor al que las cosas simplemente nunca le salen como esperaba. “I should have worked much harder, I should have just not bothered”. Y es que a veces lo damos todo, por algo que no vale nada. “I wanna steal your innocence, to me my life It just don’t make any sense”. Un puberto que solo piensa en perder su virginidad y al mismo tiempo no es capaz de encontrar un sentido para su existencia, adolescencia pura, pura poesía, con un poco de humor a la American Pie.”I just want to turn you down, I just want to turn you around, oh you ain't never had nothing I wanted, but I want It all”. Casi puedo escuchar a un Casablancas de 16 años.

Quizá la mayor prueba del sentido del humor del que es capaz Julian Casablancas, está en la letra de New York City cops. Canción en la que dice que los policías no son muy listos, y que tuvieron que retirar del álbum por el atentado contra las torres gemelas. La letra de esta canción, sin embargo, no ataca a la policía de Nueva York, los policías a los que se refiere Julian, son esas personas que siguen arbitrariamente las normas sin cuestionarlas, y que por ende, se convierten en sus más acérrimos defensores. “Studied all the rules and didn't want no part”. Esas reglas son tomadas por normales, pero para Casablancas, y muchos jóvenes posmodernos, son motivo de burla, ahí radica su genialidad. Que la sociedad estadounidense haya tomado el sentido literal de esta canción es tan solo parte del chiste.

Para concluir, The Strokes en suma hace una sátira a las cosas de la vida moderna que supuestamente importan: el amor, las preocupaciones de un adolescente, no tener dinero, buscar un sentido a la existencia, y demás cosas que son casi un cliché. Pero lo hacen con una sana distancia irónica, con cinismo incluso, por lo tanto su arte es posmoderno, es un examen acerca de sí mismos, de su propia época decadente y sin sentido. Is this It, es acerca de esta era tan vacía. La vida (pos)moderna es un chiste del que puede uno reírse, o una tragedia por la cual lamentarse. La tomas o la dejas.

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