Narrativamente, el director/escritor divide su documental en cinco partes basadas en los nombres de distintos movimientos musicales, que anticipan el ritmo lento o frenético que tendrán sus secuencias.
"Concierto para otras manos", un documental con gran final y sin ninguna condescendencia
La importancia de llamarse Ozzy
Nicolás Salvatierra | Tripulación Sputnik
En el panteón del rock, hay nombres que se pronuncian con respeto reverencial. Luego está Ozzy Osbourne, cuyo nombre no se dice: se grita. Más que un cantante, es una figura mitológica, el tipo de artista que aparece una vez por generación y que termina moldeando a todas las que vienen después.
Nacido en Birmingham, Inglaterra, Ozzy emergió como la voz icónica de Black Sabbath, banda fundacional del heavy metal. Lo que hicieron en los años 70 no fue simplemente música pesada: fue la invención de un lenguaje nuevo. Los riffs ominosos de Tony Iommi, la batería ritual de Bill Ward, el bajo hipnótico de Geezer Butler… y la voz de Ozzy como invocación profana. Sin Sabbath, bandas como Metallica, Slayer, Iron Maiden o incluso Nirvana no existirían tal como las conocemos.
“Black Sabbath lo empezó todo. Ozzy fue nuestra puerta de entrada al infierno… y al metal.”
— James Hetfield, Metallica
Ozzy: El solista visionario
Tras su expulsión de Sabbath en 1979, Ozzy fue dado por muerto (musicalmente). Pero lo que hizo fue resucitar con aún más poder. Su primer disco solista, Blizzard of Ozz (1980), fue un golpe en la mesa: brillante, oscuro, técnico. Con la incorporación del joven guitarrista Randy Rhoads, Ozzy mezcló el metal con arreglos neoclásicos, dotando a sus canciones de una sofisticación inesperada. Canciones como "Mr. Crowley" y "Crazy Train" se convirtieron en himnos de una nueva era.
“Ozzy me enseñó que el metal puede ser teatral sin dejar de ser brutal.”
— Tobias Forge, Ghost
El árbol genealógico de Ozzy
Ozzy no solo hizo historia: es el tronco del que brotan ramas que van desde el doom hasta el metalcore. Su influencia se puede rastrear en:
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Slipknot, cuyo concepto de banda como espectáculo aterrador tiene ecos del Ozzy más performático.
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Ghost, con una estética litúrgica satánica que bien podría ser nieta de Sabbath.
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Avenged Sevenfold, herederos de los solos pirotécnicos y los coros grandilocuentes que Ozzy solía levantar como catedrales del caos.
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Bring Me The Horizon, quienes fusionan metal con electrónica y pop, con la misma libertad creativa que Ozzy abrazó en su carrera.
Incluso Travis Scott ha sampleado a Black Sabbath, y Post Malone ha colaborado con Ozzy. El Príncipe de las Tinieblas no sólo ha influenciado a los que visten de negro: también ha dejado huella en quienes juegan con lo comercial y lo experimental.
“Ozzy es eterno. Estar con él en el estudio fue como grabar con una leyenda viviente, porque eso es.”
— Post Malone
Más que un personaje
Es fácil ver a Ozzy como el loco adorable de los reality shows, el tipo que mordió la cabeza de un murciélago, que hablaba entre dientes en MTV. Pero detrás de eso hay un músico que entendió algo esencial: el rock no es solo sonido, también es atmósfera, identidad, legado.
Por eso, para quienes hoy escuchan bandas como Sleep Token, Architects o Bad Omens y creen estar oyendo algo nuevo: sí lo es, pero también es un eco. Uno que comenzó hace más de 50 años con un joven tartamudo de Birmingham que encontró en el rock una forma de hablarle al mundo.
Ozzy no es pasado. Es ADN.
"Exterminio: la evolución", la madurez de Boyle-Garland y una reflexión sobre la pérdida de la inocencia
En resumen, la cinta es cumplidora en términos visuales y mantiene la edición frenética que ha caracterizado la filmografía de Boyle, sobre todo, en propuestas como "Trainspotting", "Millions" y "Slumdog millonarie".
Letrinas: Un facial no se le niega a nadie
Ese día regresé de noche a casa, y
como soy un tipo precarizado, cuando me encuentro en la calle, casi nunca tengo
saldo en mi celular. Así que al atravesar el umbral de mi domicilio recibí una
notificación bastante inusual. Una vecina me mandó un mensaje: “Hola, buenas
tardes”.
Respondí con la cortesía habitual, y
pregunté si se le ofrecía algo. La respuesta no tardo en esperar.
“Era para saber si podría hacerte un
facial, es gratuito. Si puedes mañana temprano con gusto”.
Ponderé la situación un momento, pues
nada es gratis en esta vida, de tal modo que consulté con esta amable persona
si era necesario llevar algo en particular y el horario para tal procedimiento.
Me dijo que nada, y me propuso un horario de ocho de la mañana; y además me
cuestionó si quería que lo hiciéramos en su casa o en la mía. Al final
concordamos que en la de ella.
A cierta edad, uno se hace ideas, pues
mi vecina es una mujer divorciada, madre soltera, y a criterio propio, bastante
atractiva. De cualquier forma, frené el poni de la fantasía, y me dije, bueno,
un facial no se le niega nadie.
Al día siguiente me bañé, tomé un poco
de café y comí un plátano. Me mentalice un poco, pues interactuar con otros y
someterse a cualquier tratamiento requiere algo de voluntad. Llegada la hora me
apersone en su residencia con mi rostro atropellado para empezar la labor. Me
invitó a pasar y me condujo a su comedor. Sobre la mesa tenía el material para
trabajar. Cortésmente me pidió sentarme en una silla que se encontraba justo en
el centro de la habitación. Le pregunté si aquello era su nuevo emprendimiento.
Rió un poco y explicó que además de su trabajo esto era algo que también hacía.
Prendió un incienso aromático, tomó un
pequeño envase con atomizador, y comenzó el procedimiento. “Te voy a aplicar un
poco de esto en tu rostro, es hielo seco, cierra bien los ojos y la boca”.
Procedí a seguir las indicaciones. Sentí el líquido y una sensación de ardor,
comenzó a invadir mi cara. “¿Cómo lo sientes?”. A pesar de la ligera molestia
contesté que bien. “Bueno, te voy a poner una crema en tu pelo también”. Se
puso detrás mío y comenzó a frotar el cabello con sus manos, intercalándolo con
un masajeador anti estrés, de esos que parecen tener patas de araña. En
ocasiones también sentía el roce de sus pechos en mi nuca.
Traté de relajarme, pero ella también
se notaba un tanto nerviosa. Comenzó a preguntarme sobre mi vida, el trabajo y
mis relaciones sentimentales. Y pues yo no tengo novia, ni trabajo, y sospecho
que vida tampoco. Tomó el envase del hielo seco de nuevo, y continúo con las
mismas indicaciones. El calor se intensificó. “Si sientes malestar o algo,
grita, no te detengas, es más si quieres miéntame la madre”. Mientras
atravesaba aquel dolor, pensaba, ¡Carajo! ¿es esto parte del proceso?, uno
nunca sabe qué clase de perversiones tienen los residentes con quienes te topas
en los pasillos.
Tomó el atomizador de nuevo. “Te voy a
rociar un poco más”. Al ver que la sustancia empezaba a escurrir sobre mi ropa,
me dijo: “A ver, quítate la camisa, te voy a poner un poco en tu cuerpo”.
Estaba aturdido por el escozor y la
situación; así que obedecí y me quité la camisa. Me pidió quedarme de pie.
Agarró una crema, y comenzó a untarla en mi espalda y mi pecho. ¿Qué está pasando?
¿Estos faciales abarcan más que la cara? me pregunté. En ese momento sacó un
tapete de yoga, lo extendió en el piso y me pidió que me recostará boca abajo,
para hacerme un masaje en la espalda. Bueno la cosa ya se está poniendo
interesante, me dije.
Ahí tumbado comenzó a sobarme desde
los hombros hasta mi espalda baja, en el límite del pantalón. De pronto, gritó el
nombre de su hijo, para que le pasara unas almohadas. Yo no sabía que él se
encontraba en casa. Aquel adolescente, bajó y le dió los objetos para que yo me
acomodara mejor en el piso. Un gato, que supongo que también se encontraba
arriba, también salió. Mi vecina le dijo a su vástago, “¿no quieres ayudarme
también?”. Y ahí estaba yo, con una madre y su retoño amasando mi espalda,
mientras un gato maullaba y se paseaba al rededor. ¿Es esto lo que merezco por
ser un pobre diablo? Probablemente ¡pero qué carajos!
Entonces mi vecina le indicó a su
asistente: “Está muy tenso, truénale la espalda”. Me pidieron incorporarme, y
poner mis brazos detrás de la nuca. Tuve la sensación de reconocerme confundido
y vulnerable, como con la mirada de aquellos perros desconcertados, a quienes
un quiropráctico de mascotas les truena la columna. Después de eso, su hijo se
fue, y mi vecina me regresó a la silla. Me puse la camisa, y de nueva cuenta me
roció con el hielo líquido. “Ya no te arde, ¿verdad?”. Respondí que no.
Antes de iniciar la sesión había
sacado una foto de mi rostro dentro de su casa, ahora quería hacer otra foto
fuera de ella. El juego de luces es un truco viejo. Comparó ambas imágenes, del
antes y después. “Ya ves, te ves más joven”. Claro que no, pensé. Y pregunté por
el precio de la botella. “Ay, no, cómo crees, ésta te la regalo”. Mentira. Más
tarde me la pidió de vuelta, con el pretexto de que ese producto ya lo tenía
comprometido con otra vecina.
Ese día regresé a casa oliendo rico,
sin dolor de espalda, y con el cutis un poco más suave.
Letrinas: Minificciones IV de Franco García

Guerra y paz
Durante
el día mi esposa y yo nos encontramos en guerra, pues desde hace años dejamos
de amarnos. Así que los gritos y las ofensas nunca faltan en nuestro hogar. No
obstante, todas las noches respetamos nuestro pacto marital: hacer el amor para
dormir en paz.
Se busca una mujer
No
hace mucho, en La Vacacional, Acapulco, había un niño de la calle que le daba
por agarrarle la mano a cualquier mujer que pasaba a su lado para no estar
solito.
“Señora,
¿no quiere ser mi mamá?”
“Joven,
¿no quiere ser mi mamá?”
“Amiga,
¿no quiere ser mi mamá?”
Así
estuvo hasta la mayoría de edad y se casó con una muchacha. Tiempo después lo
abandonó su pareja y le dio por buscar una mamá para su hijito.
Secreto marino
El
caracol lleva en su guarida el sonido del mar, y el suplicio de los ahogados.
Alimentos
No
hace mucho, en Acapulco, había cadáveres por doquier, arrojados a plena luz del
día o a mitad de la noche. Nadie los reclamaba porque, al parecer, no tenían
dueños. Como es bien sabido, todos iban a parar a las fosas clandestinas, pues
en la morgue ya no había espacio suficiente para tantos. Y qué gordos y
satisfechos lucían, entonces, los perritos callejeros.
Más vale reír que llorar
Para
ella es más fácil reír que llorar. Desde que nos casamos jamás la he visto
derramar su llanto (es más, creo que nunca me amó). Si mira a un perro
aplastado o un gato electrocutado, ríe; si pierde algo de valor material
(celular, anillos, reloj), ríe; si va a un velorio (familia, amigos, compañeros
del trabajo), ríe; si me encuentra besando a otra mujer o tirado de borracho
en la calle, ríe. Con ella todo es risa; conmigo todo es rabia, vicios, celos y
amargura. Incluso cuando estoy por ingresar al quirófano para que me extraigan
el tumor de la cabeza y los médicos le han confirmado que es poco probable que
vuelva a la vida después de la cirugía, ríe. Así que yo no tengo más opción y
me muero de la risa con ella.
Dios te ama
Hijo
mío: si alguien no te valora, ódiale; si alguien habla mal de ti, pártele la
cara; si alguien no te ofrece trabajo, róbale sus pertenencias. Sólo recuerda
que yo sí te amo, aunque jamás suelte mis manos de tu cuello.
Atención ciudadana
Todos
los días escucho teléfonos en mi cabeza, sin importar la hora. Ring-ring-ring.
Atiendo las llamadas. Hay voces extrañas, gemidos, lamentos, maldiciones.
Alguien
dice: “¡Abajo el capitalismo!”
Otro:
“La muerte sabe a Prozac”.
Luego:
“¿En serio crees en ese comercial llamado fe?”
Más
allá: “Nunca te amó, imbécil”.
Cuelgo.
Letrinas: No es así de simple
No es así de simple
Ricardo Cuan Boone
—…yacasiyacasiyacasiyacasiyacasi…
no debí tomar tanta agua… vamosvamosvamos… allá está el baño… ¡madres… ya no aguanto!...
... ¡¿PERO QUÉ CARAJOS?! …
… Joven… disculpe joven… me podría…
—Señor tengo prisa, ahorita no.
—Yo solo necesito que…. Joven….
Madresssssssss…
…Señorita
disculpe… ¿me podría ayudar a…?
—¿Cómo me llamó?
—¿Señorita?... yo sólo…
—¿Por qué supone usted que soy “señorita”?
—Yo no… discúlpeme usted, señora…
yo sólo quisiera…
—¡Lo ve! ¿Por qué me encasilla entre señorita y
señora?
—… no era mi intención yo sólo
necesito saber…
—¡Es que ese es el problema! Usted de forma natural me categoriza en base
a mi experiencia sexual…
—… nonono… discúlpeme por favor… yo
nada mas quería preguntarle por las…
—… y seguro va a querer escudarse detrás
de su edad como pretexto de su machismo.
Por gente como usted es que más mujeres como yo alzamos la voz para
protestar sobre la opresión histórica a la que hemos estado subyugadas. Eso de ser reducidas a objetos sexuales hasta
en el idioma es resultado de mentes retrogradas como la suya. ¡Tenga usted buen día!
—… seño… pero…
…yanoaguantoyanoaguantoyanoaguanto…
—Disculpe señor, ¿necesita usted
ayuda con algo?
—¡Siii! … por fin… gracias… me urge
ir al baño y no se a cuál de las siete puertas entrar y tampoco entiendo los
símbolos en ellas.
—Ah ya veo, no se preocupe usted,
yo le explico.
—Señor ya no aguanto… por favor si
tan sólo me pudiera decir cual es el baño de hombres…
—Si por supuesto… ¿hombre cis,
trans o fluido?
—… eeh… hombre, hombre…
—Señor, no es así de simple, y debe
tener cuidado con la implicación de sus expresiones. Si gusta nada mas dígame como se identifica
usted.
—¿Cómo me identifico?... pues……
así.
—Señor por favor, no me refiero a
su licencia de conducir, me refiero a…. ¡Señor!
—ch
in
g
a
da..
m
a
d
reeeee………
—Señor creo que mejor lo dejo…
seguro tiene un cambio de ropa a la mano ¿no?... lamento mucho… tenga usted… un
buen día… perdón no quise ser…
— …mmmpphh…….
…
… oye… ¡niño! .... ¡si tú!... ven
por favor…
… dime algo… ¿cómo sabes a que baño entrar?
—¡Ah, pues al que tenga menos fila!
Misión imposible, sentencia final: entretenida, pero le faltó espectacularidad
Respecto al primer conjunto de ideas, "Misión Imposible: Sentencia final" (el título completo de la película) da continuidad al último desafío del agente "Ethan Hunt", interpretado por Tom Cruise, que busca atrapar a una inteligencia artificial, la cual amenaza con destruir el ciberespacio y apropiarse de los sistemas nucleares de los países más poderosos del mundo.
La trama tiene más énfasis en el ámbito político, lo que recuerda propuestas como "El caballero de la noche", en donde se cuestionan ciertas decisiones morales del gobierno estadounidense.
"Mamá reinventada": forzada, con fallas en su edición y con poco corazón
Acerca del guion, se agradecen las buenas intenciones de los creativos por tratar de mostrar las nuevas dinámicas entre las madres e hijas mexicanas, pero la manera en que va transitando la historia es poco orgánica y desangelada.
"Loco por ella", remake mexicano que funciona por su elenco y respeto a la salud mental
A diferencia de la obra original, "Loco por ella" le da mayor protagonismo a la amiga de "Álvaro", una aspirante a actriz interpretada en la versión de 2025 por Cassandra Sánchez Navarro.
"Rescate implacable", una película de acción olvidable y sin identidad
Ello convierte a "Rescate implacable" es una producción poco novedosa, aburrida y que sólo sirve para hacer lucir a Statham, así como para matar el tiempo si es que el público no tiene nada más importante que hacer.












