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Moonage Daydream: alunizaje frenético digno de David Bowie


Cinema Coyote | Alejandro Carrillo |


¿Podremos ser como David Bowie? Suena bastante improbable. Hay carreras a las que simplemente los seres humanos no podemos seguirles el paso. Extraterrestres, seres de otros mundos o simplemente, hombres y mujeres fueras de serie que por alguna razón cayeron a la Tierra para maravillarnos con su genio y talento.

David Robert Jones es uno de los ejemplos más notables de ello, no uno de los íconos de la cultura pop, sino probablemente EL ícono de la cultura pop. El camaleón que se hizo humano, la definición de artista en el diccionario.

La vida parece corta al repasar su carrera. Cientos de canciones, decenas discos, innumerables giras, películas, todos sus alter ego, obras de teatro, poemas, pinturas, esculturas, programas de TV, especiales de navidad, cortometrajes, ilustraciones, exposiciones, pasarelas. ¿Qué hacía Bowie a tu edad? Incluso hay una página que te lo dice (www.supbowie.com).

Es increíble todo lo que el Duque Blanco pudo hacer en los 69 años que fue habitante de este planeta y al final su principal legado es la influencia que nos marcó en algún punto de nuestra vida y nos empuja a crear y multiplicar el arte.

 


El híbrido cinematográfico 'Moonage Daydream' (2022) da fe de todo ello y es un material valioso tanto para los fans más recalcitrantes como para el melómano de ocasión, no solo para remarcar la vasta huella de David Bowie, sino para conocer pasajes inéditos y nunca antes vistos de la vida pública y personal del genio de Brixton.

¿Es un documental? ¿una biopic? ¿un musical? No se sabe. Al igual que su protagonista, el film toma formas, colores y narrativas diversas en un homenaje digno y a la altura de la leyenda. El realizador Brett Morgen, que no es un improvisado en este tipo de obras (dirigió los documentales 'Kurt Cobain: Montage of Heck' y 'Crossfire Hurricane' sobre los Rolling Stones), nos regala una película casi artesanal y audiovisualmente espectacular, que seguramente se volverá un material de culto.

Con ayuda de la familia de Bowie, la producción tuvo acceso a gran parte de sus archivos personales, incluyendo imágenes desconocidas de giras y conciertos, para regalarnos en 135 minutos un viaje caleidoscópico y espiritual, más que lineal y biográfico, en donde nadie habla de Bowie, más que él mismo.

Mención aparte merece la increíble banda sonora que acompaña el documento fílmico y nos seduce con remixes siderales, rarezas y versiones inéditas de las canciones más representativas de Bowie, así como monólogos en propia voz. Una joya musical imperdible de 45 tracks que ya pueden disfrutar en Spotify.

 

'Moonage Daydream' se exhibió en pocas salas de cine de nuestro país y no por mucho tiempo, pero ahora está disponible en la plataforma Cinépolis Klic, en renta por 50 pejecoins o bien pagando con puntos del club Cinépolis (esta reseña no fue patrocinada por Cinépolis).

En síntesis la principal virtud de la película no radica en mostrar las grandes obras y la soberbia discografía del Starman, sino su visión de la vida: un tipo que no siguió las modas, que las creó, que no tuvo miedo al ridículo ni al fracaso, que se reinventó las veces que fueron necesarias, que salió de su zona de confort, que fue original, que fue atrevido, que aprendió de sus errores y que se fue de este mundo en sus propios términos. Entonces ¿podremos ser como David Bowie? Sí, just for one day


Argentina, 1985: el encuentro con la memoria histórica


Cinema Coyote | Alejandro Carrillo |


Es difícil narrar sucesos históricos desde la cinematografía. La naturaleza del género requiere que los dramas históricos memorables cuenten con ciertas características que son más virtudes de escritores y realizadores, más allá de las cuestiones técnicas de producción, que también exigen una gran cantidad de recursos, imaginación y espacios para recrear frente a los ojos del espectador momentos, personajes y lugares que no volverán.

Dichas virtudes recaen en la habilidad de contar una historia emotiva sin caer en la cursilería ni el maniqueísmo, y por otro lado, de alejarse lo más posible de la solemnidad de la estructura documental, recurriendo a la ficción primordialmente como una brújula y una llave, más que como un recurso estilístico, para acercarnos a ese ente conocido como memoria histórica, para que las sociedades y en este caso los espectadores se encuentren con su pasado.

Argentina, 1985 reúne todas estas bondades que se magnifican al narrar no solo un suceso histórico de la patria de la primavera, sino uno de los episodios más dolorosos y oscuros de la historia reciente de aquel país hermano, como lo fue el famoso Juicio a las Juntas Militares, contra Jorge Rafael Videla y otros ocho jerarcas de la dictadura militar (1976-1983), acusados de instaurar un régimen de terrorismo de Estados con miles de asesinados, torturados y desaparecidos.

La película dirigida por el joven realizador Santiago Mitre y protagonizada por uno de los histriones fetiches del cine argentino contemporáneo, como lo es Ricardo Darín, recrea el proceso de enjuiciamiento a los jefes de la dictadura argentina, tras el retorno a la democracia de la mano del presidente Raúl Alfonsín, quien a pocos días de asumir el cargo decretó someter a juicio civil y no militar a los responsables de las juntas.


La película se inspira primordialmente en el trabajo de los fiscales Julio Strassera (Ricardo Darín) y Luis Moreno Ocampo (Peter Lanzani), quienes junto a un joven equipo de abogados se encargan de llevar a cabo todo el proceso que revivió a nivel nacional los testimonios de 839 testigos en más de 530 horas de audiencia, abriendo así profundas heridas de la sociedad argentina, a través de inenarrables sucesos contados por quienes tuvieron la fortuna de sobrevivir al horror y a la ignominia durante esos terribles años.

Gran acierto del director fue conocer de primera mano a familiares amigos de las víctimas de la dictadura, con la finalidad de entender de la manera más precisa el sentir de la sociedad y la importancia que tuvo el juicio de 1985, que encendió la esperanza en la justicia de todo un país tras un largo periodo de impunidad, corrupción y muerte, tristemente sellos característicos de los procesos sociales latinoamericanos.

‘Señores jueces: quiero renunciar expresamente a toda pretensión de originalidad para cerrar esta requisitoria. Quiero utilizar una frase que no me pertenece, porque pertenece ya a todo el pueblo argentino. Señores jueces: Nunca más’.
Julio Strassera

Argentina, 1985 sin duda es un film digno de ver para revivir un hecho sin precedentes en América Latina que reivindica la memoria histórica y es ejemplo a nivel universal de la búsqueda de la justicia de todo un pueblo, cuya lucha se mantiene hasta nuestros días.

El filme ha triunfado en el Festival Internacional de Cine de Venecia y también en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, y recientemente fue preseleccionado para competir por el Oscar a mejor película internacional. Argentina, 1985 (disponible en Prime Video) y Bardo, del mexicano Alejandro González Iñárritu, son las únicas representantes latinoamericanas que aún aspiran a competir por estatuilla de la Academia.



Letrinas: Ofrenda



Ofrenda
(este texto es la adaptación de un meme)
Alejandro Carrillo


resulta curioso el día de muertos, el altar de muertos en específico que cada año pone mi madre religiosamente en un rincón de la casa con la mayoría de elementos necesarios para llamar a los difuntos, agua flores sal pan y calaveritas, y ahí en el centro de la ofrenda la foto del abuelo flanqueado todos los años por el tequila siete leguas reposado que casi lo mata en múltiples ocasiones y por muy diversos motivos, y al otro lado la cajetilla de cigarros delicados que eventualmente lo matarían por fin y de una vez por todas, y que mi madre guarda desde hace años con el único y firme objetivo de ofrendarla en el altar, ya que ahora esos cigarros se llaman chesterfield y primero muerto el abuelo que fumarse el inexorable paso del multinacionalismo salvaje, y yo le digo a mi madre, madre tira ya esos cigarros que acabaron con el aire y la vida del abuelo, pues aunque no tengo experiencia alguna cruzando el inframundo no me gustaría emprender ese largo y sinuoso viaje tan bien descrito por los estudios disney pixar para encontrarme con la causa de mi muerte, pero parece que a mi madre no le importa revictimizar al abuelo chovinista y fumador y yo le digo que el tema es serio madre que debe ser tratado a la brevedad por la secretaría de cultura ya que puede lastimar las relaciones familiares interdimensionales del país pues bajo esa lógica habría que poner en el altar también el agua del río bravo que se tragó el tío felipe cuando quiso y no pudo cruzar la frontera o bien en un futuro algo lejano, espero yo, en la ofrenda de la abuela en vez de poner las gardenias que nunca le dio su marido, sería menester acomodar bien las botas de casquillo y el cinturón de cuero de su finado esposo que tras una vida de chingadazos muy probablemente desencadenó en la demencia prematura que tiene postrada a la abuela en una casa de retiro ¿de retiro de qué? de retiro de la vida, o bien en el altar de mi padre habría que poner un tren a toda máquina o una bayoneta o un sismo o un machetazo o una jauría de perros o un nido de ratas, o cualquier cosa que haya matado a ese viejo, porque yo no puedo, ojalá pudiera, ojalá esté muerto ese puto viejo, y la cosa se torna aún peor porque habría que situar, madre, un casquillo en los altares de kurt cobain de hemingway de jaime torres bodet de luis donaldo colosio y cuarenta capsulitas de barbitúricos para marilyn monroe ¿quién mató a marilyn? y otras tantas para elvira mi noviecita de la secundaria, y un montoncito de piedras para virginia woolf y otras tantas piedras más para mis amigos artistas contemporáneos muertos y el hashtag #metoo para mis amigos artistas contemporáneos vivos, y la negligencia del imss para doña amparo la de los jugos y la lista de espera de órganos para efraín, qué joven que era efraín, y mariposas monarcas para el señor activista defensor de las mariposas monarcas y así por todos los altares del país haciendo ofrendas inverosímiles con objetos inconcebibles, tan solo en esta ciudad se venderían kilómetros de soga para las festividades madre, imagínate a las familias viendo tutoriales en youtube para hacer con esa cuerda el nudo del ahorcado que debe llevar como mínimo seis vueltas y el número de vueltas siempre debe ser impar, madre, urge legislar porque por último pero no menos importante, tendría, con todo el dolor que me embarga, en verdad me vería obligado a colocar en el altar ese manjar emponzoñado que la vecina le dio a la gata el mes pasado, y en ese mismo orden de ideas en la casa de la vecina se verían en la penosa necesidad de ofrendar los dulces con vidriecito molido que les di a sus hijos ayer por la noche que vinieron a pedir dulce o truco y elegí truco, madre, elegí truco y siguiendo el curso natural de las cosas y el duro brazo de la ley, para el próximo año habrías de poner junto a mi foto un picahielo o un desarmador o cualquier filerillo en el mejor de los casos y en el peor de ellos la manga de un pantalón ¿sí se le llama así, madre? o un par de calcetines o una sábana hecha trizas o cualquier prenda que sirva para morirse en una cárcel, de momento se me ocurren esas ideas, y es que eso no puede ser madre, porque yo en mi ofrenda quiero molito con pollo y chicharrón en salsa verde. ac

Letrinas del cosmódromo: universo literario rupturista y anticanónico



La Editorial Agujero de Gusano ha publicado un nuevo libro que reúne el talento de veintitrés autores mexicanos y de otras partes del continente, y que tiene la finalidad de seguir difundiendo el trabajo de creadores literarios emergentes a lo largo y ancho del país.

"Letrinas del cosmódromo" es el nombre de la antología que representa el quinto título de la casa editorial, tras la publicación de Laciudad de los ahorcados (2019 y 2022), Resaca: relatos rescatados (2020), Breviario pandémico: antología de poesía hidrocálida (2021) y Banda sonora (2021) del autor Sergio Martínez.

Esta nueva obra literaria compila muy diversos estilos narrativos y poéticos, explora historias que van de lo cotidiano a lo extraordinario, de lo personal a lo comunitario, de lo marginal a lo sublime, pero siempre manteniendo ese espíritu rupturista y anticanónico con el que Agujero de Gusano entiende la literatura.

La publicación de este libro también representa un homenaje y un agradecimiento a todos los autores que han publicado sus letras en la sección literaria ‘Letrinas’ de Revista Sputnik a lo largo de estos ocho años. Por lo que algunos de los textos del libro tienen su versión digital y están disponibles en www.sputnikdos.com y otros son inéditos. Este trabajo es el primer volumen impreso de esta colección que tiene como objetivo ir creciendo año con año con el propósito de seguir impulsando el trabajo de creadores literarios emergentes.

Los autores que participan en este libro son: Liliana López León, Vladimir Galindo, Saulo Aguilar, Mónica Castro Lara, Antonio León, Samanta Galán Villa, Jorge Orlando Correa, Jessica Sevilla, Alejandro Carrillo, Alan Román, Franco García, Priscila Rosas Martínez, Carla Lamoyi, Iván Mata, Arely Jiménez, Víctor Piña, Julio Meza Díaz, Amaranta Castro, Breña Román, Isaac Gasca Mata, Ana Nicholson, Salma Caristo y Conrado Parraguirre. El arte de portada corrió a cargo de la ilustradora mexicana Kathya Echegoyen.

"Letrinas del cosmódromo" se presentará de manera oficial en el marco del encuentro literario Tiempo de Literatura 2022, organizado por la Universidad Autónoma de Baja California, a celebrarse en diversas ciudades del estado fronterizo (Tijuana, Ensenada, Tecate y Mexicali) del 24 al 29 de octubre.

El libro ya se puede adquirir con envío a toda la República Mexicana a través de la tienda enlínea de Revista Sputnik. Y en Aguascalientes ya está disponible en la Librería de los escritores (Casa Terán).


Síndrome de Greta: «est-ética» y «creactividad» en tres actos




Por Alejandro Carrillo | Fotos: Feria del Libro de Aguascalientes / Universidad de las Artes | 


Como parte del programa de la 54 Feria del Libro de Aguascalientes 2022 el gran músico, productor, compositor y multiintrumentista argentino Gonzalo Aloras, llevó a cabo una serie de actividades musicales, pedagógicas y literarias en donde compartió con jóvenes de la Universidad de las Artes su experiencia en materia de composición de canciones.

Gonzalo, quien ha colaborado con referentes musicales de la talla de Litto Nebbia, Charly García, Luis Alberto Spinetta y Fito Páez, por citar solo algunos, brindó también un recital en el escenario del Foro Trece, en donde presentó algunos de los temas más representativos de su carrera y además, en otra jornada literaria se dio también el tiempo para presentar su libro 'Síndrome de Greta' (Spinoza, 2021).

Agradezco a Gonzalo y a la organización de la feria la invitación para comentar este interesantísimo trabajo, junto al maestro Juan Vázquez Gama. Para mí es un gusto y un honor poder charlar con artistas de la talla de Aloras, quien lleva su trabajo al nivel de sus convicciones y viceversa. Figuras firmes de discurso y lejanas de la tibieza son necesarias en tiempos convulsos como los que vivimos. Reproduzco a continuación el texto que preparé para la ocasión.

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Síndrome de Greta es un ensayo, un manifiesto y una declaración de principios conformado por texto, canción y video que se inspira en el activismo y los diferentes movimientos sociales de la última década, y que plantea la necesidad de hacer un cambio radical de paradigma para vivir de otro modo en este mundo.

Síndrome de Greta, el libro, tiene su génesis en “Greta”, la canción. Obra de libre distribución en Internet, que además es acompañada por un trabajo visual excepcional y disruptivo, y que lleva como bandera el activismo de la joven sueca Greta Thunberg, quien además tiene Síndrome de Asperger, ese trastorno del espectro autista que afecta principalmente las interacciones sociales y de comunicación, pero que por otro lado les permite a las personas una gran capacidad de concentración y focalización de intereses que puede crear expertos en sus estudios y campos de trabajo.


Quizá la principal virtud del texto de Gonzalo es resignificar todos los prejuicios entorno al Síndrome de Asperger, enfocándose en las cualidades del mismo síndrome, desde su origen como un modo de resistencia y sublevación a lo establecido. Como una guía, un mapa, una llave que pudiera cambiar el paradigma. Esta sensibilidad ya es manifiesta en jóvenes y ciudadanos del mundo que se han liberado de la alienación y la sujeción individualista. Movimientos en contra del racismo alrededor del orbe, movimientos estudiantiles, manifestaciones contra la violencia y a favor de la igualdad de género, son algunos ejemplos de lo que plantea Gonzalo y que rebasan cualquier sentido nacionalista. Estas batallas ya no las libran las naciones, sino las comunidades y los movimientos contra el gran capital. Son luchas heterogéneas con sentido plenamente social.

De acuerdo con Gonzalo, la principal asignatura pendiente es hacer frente a la crisis medioambiental, social y mental para cambiar el paradigma en una carrera a contrarreloj que actualmente se libra entre la represión y las violaciones a los derechos humanos. Adquirir el Síndrome de Greta es algo impostergable y urgente. Modificar los sistemas de producción, reinventar la finalidad del trabajo en función de propósitos no ligados al consumo, crear desde nuestras trincheras contra la norma, y en favor de la diferencia.

Implicar la ética inherentemente a toda creación, impulsar la contracultura y concebirnos como parte de un cuerpo común es necesario para para cambiar los sistemas de producción a escala planetaria, porque el capitalismo requiere individualizar para poder controlar y cada vez lo hace de maneras más sofisticadas, ahora vivimos en una esclavitud digital.

En síntesis, Síndrome de Greta nos invita a no abandonar la utopía y plantea ejes y acciones concretas, comunitarias e individuales para intentar frenar el colapso socioambiental.

Es un documento que en estos tiempos convulsos se agradece, más aún cuando viene de un artista consciente de su rol social dentro y fuera de los escenarios, las giras y las salas de grabación. Un gran honor para los que estamos aquí poder escuchar a Gonzalo en recitales musicales y ahora literarios, con este libro entre las manos, tan estridente y poderoso como su propia guitarra.



Huracán 'Elma' sacude la Feria del Libro de Aguascalientes 2022



Por Alejandro Carrillo | Foto: Miguel Gámez


Desde hace mucho tiempo queríamos traer las letras y el vigor de Elma Correa a tierras hidrocálidas y fue el pasado fin de semana cuando por fin llegó el huracán de risas, anécdotas e historias increíbles para deleitar y contagiar a los lectores de la 54 Feria del Libro de Aguascalientes 2022.

Agradezco a la querida Elma, todos sus esfuerzos para compartir con nosotros su magnífica obra, ganadora del Premio Nacional de Cuento Juan José Arreola 2021: Mentirás que no te conté, agradezco también sus esfuerzos para volver en una pieza a Mexicali (larga historia), y también agradezco profundamente a la organización de este magno evento literario, en especial a Paco Camacho y a todos los que abarrotaron la sala y agotaron los libros.  

Quienes seguimos a Elma como autora y más aún como promotora literaria, conocemos todas las actividades que realiza en favor de la literatura desde la frontera norte y más allá. Los que nos ufanamos de ser sus amigos a veces no dimensionamos el trabajo que hace y el talento que tiene para escribir historias, actividad que realiza prácticamente en sus ratos libres, que no son muchos.

La mayor parte de su tiempo se va en seguir aprendiendo y también en enseñar, da talleres a un sinfín de escritores emergentes de diversas latitudes, hace presentaciones a lo largo y ancho del país, y también fuera de México. Está inmersa en una gran cantidad de proyectos editoriales con diversas editoriales y universidades. Cada año compila varias antologías increíbles y disruptivas. Hace comunidad con otras artistas de todo el mundo a través de su proyecto Habitaciones Propias en Instagram. Y por si fuera poco coordina uno de los encuentros literarios más plurales e incluyentes del país, y con el que siempre estaremos agradecidos, que es Tiempo de Literatura desde la ciudad de Mexicali.

Se da tiempo de atender a sus seres queridos y a sus gatos, por supuesto, y es entonces, después de todo esto, que Elma se da tiempo de escribir y ganar premios nacionales. Como dice el poeta Antonio León: me gusta esta nueva tradición de los veranos que es la de anunciar un premio para tu escritura.

‘Mentiras que no te conté’, es el premio que recibió el año pasado, porque el de este año, que es el Premio Bellas Artes de Cuento Amparo Dávila, apenas se está cocinando y el libro está próximo a salir. 

Los ocho cuentos que conforman ‘Mentiras que no te conté’, hablan esencialmente de morras, de amigas, de mujeres inmersas en historias en torno a la realidad fronteriza contemporánea. Si bien es cierto que el libro tiene esa multiculturalidad, no deja de ser un libro universal para cualquier lector, como debiera ser un ganador nacional de narrativa, sin más pretensión que contar historias y contarlas bien. Y esto es manifiesto desde los primeros renglones que te enganchan a situaciones trágicas y divertidas, pero nunca distantes a la realidad del ciudadano promedio. No se logra distinguir si son personas comunes en lugares equivocados o si los lugares equivocados alojan a personas comunes.

Retratos de personas que se niegan a morir pero hacen todo por lograrlo, jóvenes inmersas en vórtices de romance y violencia que horrorizan y enternecen por igual, enredos amorosos entre tijuanenes y santeros michoacanos. Romances entre levantones y narcos. A lo Ibargüengoitia, Elma nos narra la tragedia con esa misma sorna y humor que solo las plumas finas logran sin llegar a caer lugares ridículos. Todo aderezado, como es costumbre, entre un sinfín de referencias de la cultura pop de cierta generación, que también hace que los más jóvenes corran a guglear quien fue el guapo de Wolf Ruvinskis, cómo es la nariz de Carmen Campuzano y la carita de Ana Patricia Rojo o Susana Dosamantes.

Elma escribe para sus amigos, sobre sus amigos y sobre la amistad que es un tópico recurrente y fundamental en la vida obra de la autora. Más allá de su talento y prosa dinámica, su generosidad con los demás es la verdadera ganadora de premios. Su generosidad literaria y sus personajes incomprendidos, melancólicos, outsiders, pero al igual que Elma, siempre generosos, siempre buenos amigos.

Se agradece también que las historias de Elma no tienen que trasladarse a las grandes urbes literarias y lugares comunes que tantos autores utilizan. Sus personajes no van, ni quieren ir a Barcelona, Madrid, Buenos Aires, Praga o París, ni siquiera a la Ciudad de México. Las historias ocurren en la realidad que ve la autora todos los días, y para los que añoramos acabar con el centralismo literario y cultural, agradecemos que Elma nos hable de la frontera, del muro que separa Mexicali de Caléxico, de cómo bajar La Rumorosa en punto muerto, de las montañas de Tecate, de los bares de Tijuana y las fiestas hasta el amanecer en las playas de Ensenada. Se celebra que se premie la literatura con otros acentos, otras latitudes y otros usos horarios y costumbres. Ya que esto en verdad democratiza y abre las puertas a un universo de creadores de todo el país.

Elma es vanguardia, farol de la calle y luz estroboscópica de su casa.

Para terminar me gustaría citar algunas enseñanzas que textualmente nos regala el libro y que seguramente nos servirán en alguna conversación y en la vida diaria:


- Los bares de los hoteles nunca cierran.

- Los zombis vienen de Haití.

- En silencio es más sencillo sobrellevar el hambre.

- Siempre hay cosas que los hombres prefieren no saber.

- A partir de billetes y cocaína se puede ser feliz.

- Procesión giroscópica es el fenómeno que hace volver a los búmerans.

- Los astronautas vuelven más altos a la Tierra.

- A veces los pelícanos se desploman en el desierto.

- Al banco HSBC y a los de Nortec no les va a gustar este libro.

De la tierra de la gente triste a «La ciudad de los ahorcados»




Por Alejandro Carrillo | Editorial | 



Cuando emprendimos esta casa editorial con el anhelo de colaborar desde nuestra humilde trinchera —eso sí, una trinchera independiente y autogestiva— en la producción literaria nacional, lo hicimos con el único afán de formar una comunidad en donde nuestros colaboradores y autores emanados desde la plataforma de Revista Sputnik pudieran llevar a la tinta y el papel su talento, más allá del inmenso, turbulento y gregario mar de la Internet.

En ese entonces no sabíamos mucho de “la industria” y hasta ahora, por fortuna, nuestras aspiraciones siguen siendo más románticas que pecuniarias y así lo entienden nuestros creadores a quienes les agradecemos de sobremanera su confianza, pero principalmente su trabajo y voluntad para seguir tirando puertas y mantener en movimiento este agujero de gusano creado en 2018 con la energía y el impulso de todxs.

“La ciudad de los ahorcados” fue el nombre de aquella antología que engendraron en conjunto una veintena de personas y que sería la ópera prima de nuestra incipiente editorial en donde la narrativa, la poesía, la crónica, la prosa prosaica, la antipoesía y algunos textos experimentales convergieron y dieron como resultado al moderno Prometeo que logró trascender su propia existencia y traspasar las barreras de la imprenta, la geografía y el prejuicio; más allá de las imprecisiones de emergencia y las erratas del primer retoño, este libro fue un parteaguas que nos abrió las puertas de un mundo maravilloso cuya fauna rabiosa y solidaria a la vez, nos supo acoger como uno de los suyos.

Cuando nos planteamos por primera vez la posibilidad de hacer un libro, las únicas certezas que teníamos eran: 1) debía ser un crisol de voces y 2) guardaría alguna relación con la ciudad de Aguascalientes, en homenaje a todo lo que nos ha brindado desde el ámbito cultural. No es poca cosa que durante casi una década un medio hidrocálido como lo es Revista Sputnik ha sido el tablado de cientos de autores emergentes y colaboradores de todo el país y algunos otros sitios de Latinoamérica, España y Estados Unidos.

No fue difícil llegar a una conclusión temática: la muerte que tanto nos atrae como mexicanos y que particularmente en Aguascalientes guarda un sincretismo único y extraordinario. “La Calavera Garbancera” mundialmente conocida como “La Catrina” es la obra que encumbra el trabajo mortuorio de José Guadalupe Posada —el mejor de la clase— y la encargada de recibir a todas las visitas del sur; el ya icónico desfile de calaveras que forma parte del mismo festival de otoño es una verbena popular multitudinaria para honrar a los muertos como política pública, y qué decir del macizo montañoso que recibe el nombre de “Cerro del Muerto”, aquel gigante enano postrado en el horizonte de nuestra ciudad y de los forros de este libro, del cual estamos seguros todos los hidrocálidos, algún día despertará.

Por estos lares la muerte causa todo tipo de emociones, todos los días. “Buena tierra, buena gente, agua clara, cielo claro” reza el escudo heráldico de la ciudad debajo de un yelmo de hierro con lambrequines pero sin cuerpo. Y es que más allá de toda la cosmogonía alrededor de la huesuda, hay otro fenómeno social que impacta a diario en la tierra de la gente buena, que es la misma tierra de la gente triste, de la gente deprimida. En este lugar es común tener un conocido o dos que han muerto de esa manera. Tan solo el primer día de este 2022 seis persona decidieron quitarse la vida, al término de esta edición ya eran más de 80 casos en los registros. Hombres y mujeres, jóvenes y ancianos, incluso niños, de todos los estratos sociales y de cualquier parte del estado. Los datos son pobres y aparentemente no llevan a ningún lado, solo a gente deprimida tomando “la puerta fácil” como dicen los que no son capaces de intentarlo. La única constante es el ahorcamiento. La ciudad de los ahorcados.

A este paso es probable que alcancemos los registros de 2019, cuando se publicó la primera edición de esta antología. Durante los primeros dos años de la pandemia se superaron los 350 suicidios. Si es inaudito leerlo en cifras, ahora imagínate con nombres y apellidos. Aguascalientes tiene una de las tasas más altas de suicidio a nivel nacional sin ser una entidad con grandes crisis de seguridad, desapariciones, problemas ligados al narcotráfico, ni altos índices delincuenciales. ¿Qué está pasando? ¿Por qué se deprime la gente?

Nuestra finalidad no es alimentar el morbo, ninguna de estas historias tiene un fin aleccionador ni pretende abrir juicio alguno sobre los motivos de las personas que han decidido quitarse la vida. Simple y llanamente consideramos que una de las bondades de la literatura y del arte en general, principalmente cuando se hace de manera conjunta como es el caso, es entablar una conversación sobre los problemas que nos aquejan como individuos y como colectividad. El suicidio lo materializan unos pero lo sufrimos todos, porque el cuidado de la salud mental es una asignatura pendiente que tenemos como sociedad en todos los niveles y más allá de las ocurrencias políticas de algunos desalmados.

Sin más preámbulo te damos la bienvenida a esta segunda edición de La ciudad de los ahorcados. Población: todos. Pues como dice el músico y compositor Iván García, no hay mejor lugar para olvidar que estamos muertos.



Los autores que participan en esta edición son: Mónica Castro, Daniel Bravo, María Santos, Alfonso Brevedades, Marcela González, Iván García, Brenda Román, Sergio Martínez, Denisse Rodríguez, Aldo Correa, Samanta Galán, Hugo Ernesto Hernández, Christian Sainos, Isaías García, Alejandra Flores, Mauricio Caballero, Alejandro Carrillo, Nabor Rachowski, Julieta González y René Alejandro López.

*No olvides escuchar en Spotify el podcast de La ciudad de los ahorcados, en voz de sus propios autores, producido por Casa Yonki. Puedes comprar el libro desde cualquier parte de México en este link. Apoya la literatura nacional independiente.

Banda sonora, de la imprenta al recital


Por Alejandro Carrillo |


Hace unas semanas tuvimos la fortuna de hacer una breve gira de presentación del libro 'Banda sonora' del escritor Sergio Martínez, que fue publicado en 2021 por nuestra Editorial Agujero de Gusano y que además es la primera publicación escrita por un autor en solitario para nuestro incipiente sello.

Antes de entrar en detalles literarios, agradezco profundamente el espacio que nos brindaron la Casa Universitaria del Libro de la UNAM (CASUL) y Zumaya Librería y Centro Cultural, en CDMX y Puebla respectivamente, para llevar a cabo estas singulares presentaciones literarias. Es muy significativo para Sputnik y Editorial Agujero de Gusano mostrar nuestro trabajo en la máxima casa de estudios en primera instancia, así como volver al terruño donde dimos nuestros primeros pasos como medio de comunicación antes de ser arropados por La ciudad de los ahorcados.

Agradezco de igual manera al maestro Carlos Arellano, Iván García e Iván Carrillo por darle vida a los textos del libro mediante la música y convertir ambas presentaciones en extraordinarios recitales literarios. Sin duda fue una experiencia única para los lectores que se dieron cita en ambos recintos.

Conozco a Sergio, más como lector que como editor y puedo afirmar que 'Banda sonora', más allá de ser una obra audaz y arriesgada, llena de dinamismo y sensible para quien la lee, es también un libro extremadamente personal en donde el autor nos muestra por igual su colección de discos y su repertorio de cicatrices.

Es un híbrido literario y un documento de gratitud hacia las bellas artes que cambiaron la vida del autor, como lo son la literatura y la música; pero también es una elegía con el joven Sergio que quiso cambiar el mundo y con el niño Sergio que perseguía dragones.

El libro es un viaje que navega entre el amor y la ciudad como tópicos principales, entre el lado A y B cual disco de vinilo, como la vida misma, pero también es una odisea histórica y geográfica que nos lleva desde la poesía a la vieja Tenochtitlán y desde la narrativa a la vieja ciudad de hierro que visitamos; desde el malecón de La Habana a un merendero en Aguascalientes por igual. Quizá la principal virtud de la pluma del autor es saber situar al lector de manera universal en un viaje que también es plenamente abordado desde la autoficción.

Una travesía literaria entre tragos y canciones llena de personajes subterráneos y situaciones propias de la realidad contemporánea mexicana: el migrante, el suicida, el genio olvidado, el militante, el ladrón, e incluso el que dice hablar con Dios, son protagonistas de la primera mitad del libro. La ciudad es habitada por la guerra sucia, el abuso de autoridad y las desapariciones, mientras que el amor está plagado de fantasmas y apariciones de todo tipo. Espectros que nos sugieren que nos urge un trago de ron, y que al final de los finales, incluso al final de la literatura, como dice otro protagonista del libro, llamado Luis Eduardo Aute, queda la música.

Por último, agradezco la consideración por parte de Sergio Martínez para presentar 'Banda sonora' en estos increíbles recitales, más honrado aún me siento por haber colaborado en la edición de este magnífico libro que ya está rolando por los rincones y las rocolas de Hispanoamérica. 


La máquina del orgasmo infinito: narrativa entre fluidos y elucubraciones escatológicas


Por Alejandro Carrillo |  


Autómatas en busca de la trascendencia administrativa y sibaritas posmodernos en un mundo distópico, neoliberal, tecnócrata, no apto para el consumo humano. Así se podrían definir la mayoría de los personajes de "La máquina del orgasmo infinito", el libro más reciente del escritor Julio Meza Díaz (Lima, Perú, 1981), publicada en nuestro país por Ediciones Periféricas (2021), y que se desenvuelve en cuatro cuentos o noveletas -aún no lo descifro- que en simultáneo regalan un sinfín de escenas propias de un filme serie B, en donde todo transcurre tan apresuradamente que no sabes si estás en una protesta globalifóbica, una pintura del Bosco que ha cobrado vida, la cantina de Star Wars, un episodio de Futurama, o bien, en un sempiterno infomercial de supositorios.

Irreverencia, fluidos y elucubraciones de todo tipo son el sello de una obra de difícil digestión para el lector purista, pero que no deja de ser arriesgada y acertada. Escribir ciencia-ficción es bastante complejo, más aun cuando el autor condimenta la historia con situaciones concretas y propias de la idiosincrasia tercermundista. En ese sentido y más a allá de su terminología futurista a lo Rick & Morty, hablamos de una obra realista que de manera cínica pero elegante hace sorna del sistema económico, del sistema de salud, del sistema educativo, del sistema reproductivo y hasta del sistema solar, del ecosistema.


La ciencia lo consiguió. En el futuro comemos por el culo.


Como en toda distopía latinoamericana no puede faltar la malévola corporación que controla todo, siempre en vanguardia en tecnologías para el día al día que cubre las necesidades básicas de personajes deleznables inmersos en numerosas situaciones escatológicas, apariciones celestiales, robots-afeitadoras y abuso de autoridad. En pocas palabras se podría decir que "La máquina del orgasmo infinito" (no confundir con "La máquina de follar") es un hospicio posmoderno para monstruos contemporáneos.

Justicia divina bajo la toga de Dios. Dios era santidad y pureza, tal vez no importaba donde se le besara.

 

"Como un mono", "Fredo", "La máquina del orgasmo infinito" son las tres primeras partes que conforman el libro del autor peruano, y mención aparte merece la última historia del libro: "Vargas Yosa", que habla de un personaje pretencioso cuya superioridad moral busca adoctrinar al hombre común, al hombre de a pie, sin dejar de ser un fenómeno del conservadurismo. El hecho de que de un día para otro le nazcan manos y piernas a Vargas Yosa sería equivalente a que al fenómeno Vargas Llosa del mundo real le naciera consciencia de clase. Simplemente perdería su razón de ser y perdería su encanto ante el mundo neoliberal que lo ha engendrado. Con todo y todo, uno empatiza más con el Vargas Yosa de Meza Díaz que son su símil de esta realidad.


Vargas Yosa quiso vestirse, descubrió que ya no podía usar su ropa, sus pantalones, sus camisas, todas sus prendas habían sido diseñadas para alguien sin extremidades.

 

"La máquina del orgasmo infinito" es un lectura anticanónica que confronta al autor y al mundillo literario con la manera de narrar historias y que también confronta al lector desde diversos frentes, desde el ideológico hasta el escatológico.


«A través del vaso»: charla íntima con la música mexicana


Por Alejandro Carrillo | 


"A través del vaso. En vivo con 26 músicas y músicos de México" es un exhaustivo trabajo de entrevistas de casi dos años realizado por la escritora y periodista Mariana H, con personajes de la cultura musical en nuestro país. Tuve la fortuna de presentar este libro junto a su autora en la Feria del Libro de Aguascalientes 2021 y al igual que en dicha ocasión lo desmenuzaré desde el punto de vista del lector final con la finalidad de acercar a más lectores potenciales a este extraordinario trabajo periodístico.

Ximena Sariñana, Sabo Romo, Sergio Arau, Silverio, Pepe Mogt, Chema Arreola, Daniel Gutiérrez, Jessy Bulbo, Joselo Rangel, Natalia Lafourcade, Pato Machete, Clemente Castillo, Tito Fuentes, Tammy Tamerlane, Jaime López, Paco Huidobro, Denise Gutiérrez, Jay de la Cueva, José Manuel Aguilera, Ely Guerra, Dr. Shenka, Cecilia Toussaint, Fernando Rivera Calderón, Lino Nava, Abulón y Amandititita son los 26 personajes que componen las entrevistas de "A través del vaso", editado por Penguin Random Hpuse.


LIBRO PARA MELÓMANOS

En primera instancia y por obvias razones, se trata de un libro dedicado a los melómanos de todo tipo y generaciones, desde los más clavados que conocen vida, obra y árboles genealógicos de sus artistas favoritos, hasta los que simplemente disfrutamos de escuchar música en cualquier espacio y momento. 

Aunque la autora hace especial hincapié en mencionar que no se trata de un libro sobre rock, los amantes de este género encontrarán un sinfín de referencias, anécdotas e historias sobre las bandas más emblemáticas del rock nacional como Caifanes, Fobia, Panteón Rococó, Molotov, Las Víctimas del Dr. Cerebro o Café Tacuba; cómo se fueron forjando y pasaron de tocar en míticos foros de la capital como el Lucc, Rockotitlán, La Panadería, El Chopo y otros lugares under sofocantes y sudorosos, hasta llegar a los escenarios de festivales y conciertos masivos igual de sofocantes y sudorosos.

"A través del vaso" también contiene infinidad de datos curiosos y sobre la doble vida de los entrevistados, uno jamás se imaginaría que una de las músicas también la rola embalsamando cuerpos en su propia funeraria, o que alguna vaca sagrada grabó casi en secreto un disco con una banda sinfónica de esta ciudad hidrocálida.

Por lo anterior, es más que recomendable, aunque quizá la recomendación venga sobrando por la propia dinámica de la lectura que te invita a tener abierto el YouTube por si a Lino Nava de La Lupita se le ocurre hablar de la guitarra Les Paul blanca con la que grabó hace más de una década Gavilán o paloma para el disco tributo a José José; o bien, si Ely Guerra nos habla de todo lo que implicó grabar su último disco, es plausible tener a la mano el Spotify para descubrir una verdadera obra de arte vocal de la compositora regiomontana. En este sentido, el libro es bastante lúdico y en la literatura siempre se agradece que el autor traspase las barreras del papel e invite al lector a querer saber más sobre lo que está escribiendo. Mariana H lo logra con virtud.




LIBRO PARA MÚSICOS

Gran parte de las entrevistas de "A través del vaso" incluyen todo tipo de experiencias de sus protagonistas, por lo cual es un libro que los músicos sabrán apreciar bastante, principalmente los músicos emergentes que, indirectamente, encontrarán lecciones pedagógicas muy valiosas sobre todo lo que representa la industria musical en estos niveles.

Como es el caso del maestro José Manuel Aguilera o Chema Arreola de La Barranca, que en diferentes momentos del libro nos brindan análisis bastante serios y rescatables sobre la situación actual de la escena musical del país, en especial sobre el estancamiento del rock y la falta de redes para trascender en conjunto como ellos lo hacían antes junto a otras agrupaciones.

Especial atención hay que prestar a la masterclass de Dr. Shenka, líder de Panteón Rococó y uno de los mejores frontmans del país, sobre cómo manejar una banda de ese calibre, sin pensarla únicamente como una simple agrupación musical, sino como una empresa en toda forma; y sobre su preparación profesional no sólo como músico y compositor para realizar un concierto, sino su formación pedagógica para saber manejar a las masas y llevar a cabo un espectáculo: cómo moverse, cómo prender a la gente, qué rolas tocar o no tocar en determinados momentos. En síntesis que nada de lo que hace Panteón Rococó arriba del escenario es obra de la casualidad, por el contrario, todo está perfectamente medido y estudiado. Quizá gran parte del éxito de la banda se deba a esta forma meticulosa de montar cada show.



LIBRO PARA PERIODISTAS CULTURALES

Por último, es importante es mencionar que el trabajo de entrevistas que reúne Mariana H en "A través del vaso" resulta un excelente material de consulta para los que intentamos hacer periodismo cultural, de entrada porque es un libro que muchos de los que laboramos en estos espacios desearíamos haber escrito por el simple hecho de tener frente a la grabadora a estos personajes icónicos de la cultura musical.

Gracias a su amplia trayectoria, experiencia en medios y por otros azares del destino, la autora es bastante cercana a algunos de los personajes entrevistados y por ende nos da un contexto muy amplio de su vida y obra en cada entrega. Por igual nos cuenta anécdotas divertidísimas y pasajes muy crudos. Si bien la mayoría de las charlas se perciben en un ambiente desenfadado y ligero, Mariana H sabe dónde y cuándo colocar los ganchos al hígado y nos regala momentos duros e íntimos de las músicas y músicos.

Sin querer hacer spoilers literarios, mencionaré solo algunos pasajes de dominio popular que encuentro amargos y no tienen desperdicio en la obra: el proceso de Lino Nava para vencer un tumor en la cabeza, Amandititita contando sobre los momentos con su padre, el gran Rockdrigo González, antes de que muriera en el terremoto de 1985; o bien, Sergio Arau hablando del desaparecido Armando Vega Gil y de Botellita de Jeréz.

Sin duda alguna, una de las principales virtudes del libro de Mariana H es llevar junto a estos monstruos de la industria a personajes con otro tipo de perfil, pero igual de valiosos para la historia musical de nuestro país. Más alejados de los reflectores y quizá más subterráneos por decisión propia, como es el caso de Fernando Rivera Calderón o Jaime López, que han hecho aportes medulares y de culto a la música, como el disco "Sesiones con Emilia", considerado la piedra angular del rock mexicano grabado junto a Roberto González y Emilia Almazán, o bien La chilanga banda, que todavía en estos días mucha gente le atribuye su composición a Café Tacuba. Si tú eres una de esas personas, te urge este libro.

Banda sonora: travesía literaria entre rones y canciones

La Editorial Agujero de Gusano ha lanzado un nuevo título que representa el cuarto libro de esta casa editora independiente y segundo del año 2021, tras la publicación de la antología de poesía hidrocálida "Breviario pandémico".

"Banda sonora" es el primer título escrito por un autor en solitario para Editorial Agujero de Gusano y se suma a la colección de narrativa junto a "La ciudad de los ahorcados" (2019) y Resaca: relatos rescatados (2020).

Una veintena de ficciones aderezadas por algunos versos componen la segunda obra literaria de Sergio Martínez, tras la publicación de "Rayos y relámpagos" en 2016. El autor nacido en Puebla en 1973 y avecindado en Aguascalientes ha sido merecedor de diversos premios y menciones honoríficas en concursos literarios locales y nacionales, y además ha publicado en La Jornada Aguascalientes, Revista Sputnik, Punto de Partida (UNAM) y Luvina (UDG).

Los relatos de este libro tienen como hilo conductor la música, cierta música en específico, que se reproduce y navega entre el amor y la ciudad, entre el lado A y el B, cual disco de vinilo, como la vida misma.

En el principio fue el verbo, después la nota musical. Esa combinación implosionaría en mi cabeza; muchos años después nacería Banda sonora. Dividido en dos lados cual disco de vinilo, la ciudad y el amor son los escenarios donde se desarrollan las historias que proponen al lector observar y escuchar la vida pasar.
Sergio Martínez
El lector es un voyerista por naturaleza y cuando el autor añade el elemento universal de la música a sus historias nos invita a situarnos plenamente en el espacio-tiempo narrativo para advertir y tentar a sus personajes, ciudades, deidades y fantasmas.

Puede ser un adagio, un allegro o un presto, un dios que no quiere ser dios, un imperio en el ombligo de la luna, un torero que nadie conoce, un matricida, el amor que nace en una escuela, o se escapa en un motel, un suicidio para convertirse en fantasma y bailar un vals, un migrante que nunca termina de irse o de llegar, una declaración de amor, un rompecabezas que se construye pieza a pieza caminando por las calles del Distrito Federal, un hombre lobo, un diálogo con Dios o con el diablo, un filicidio, o unos versos que pretenden llegar a dos cantautores que quiero y admiro.
El libro que también es un homenaje y agradecimiento a referentes musicales del autor como Joaquín Sabina y el Movimiento Rupestre, nos adentra en historias y pasillos intimísimos del autor, muchos de ellos crudos y oscuros, pero también nos regala guiños de pasajes y personajes de la historia y la cultura popular mexicana. Vale la pena mencionar que cada texto lleva un botón de play que invita a reproducir la canción que sirve como marco contextual del relato, y de hecho la playlist del libro ya está disponible en Spotify. El arte de portada estuvo a cargo del ilustrador Israel Díaz Campos, corrección de Isaura de Lira y cuidado editorial de Alejandro Carrillo.

Banda sonora lo escuché durante más de 30 años y lo escribí en los últimos dos. Entre tragos de ron y vermut las historias fueron naciendo al ritmo de las canciones, sufrí, gocé, dudé, escribí, y borré cuando las letras sobre el papel no estaban a la altura de las canciones. Algunas veces me guió la imaginación, la observación, el corazón, otras los personajes tomaron su propio camino, fue emocionante ir materializando, a través de las historias, el corpus que hoy se presenta como libro.
Así pues, las historias del autor navegan en conjunto con obras de la cultura musical en español y van desde referentes de la talla de Ismael Serrano, Luis Eduardo Aute y el ya citado Sabina; hasta compositores importantísimos para la contracultura en nuestro país como Rockdrigo González, Carlos Arellano, Roberto Ponce, Roberto González, Gerardo Enciso, José Cruz, Cecilia Toussaint, Jaime López y Armando Rosas, sin dejar pasar bandas del rock-pop hispanoamericano y amigos entrañables del autor; mismos que serán parte de la presentación oficial del libro.

Banda sonora tiene una doble aspiración; por un lado, le propone al lector realizar un viaje literario y musical; para hacerlo, puede acceder a la moderna rocola que viene en el forro posterior del libro y escuchar para descubrir la simbiosis entre los textos y la música. Por otro, es un homenaje a la música con la que crecí y estoy en deuda, en la que, de alguna forma, me he visto reflejado y he disfrutado por horas, solo o acompañado, en los mejores y en los peores momentos, porque la música es también un bálsamo.
El libro de Sergio Martínez será presentado oficialmente el 16 de octubre de 2021, en la Peña El Sur de la ciudad de Aguascalientes, con una velada literaria que además estará acompañada por la música de Agustín López Velarde, Iván García, Adrián Villagómez, Iván Montoya y Carlos Iván Carrillo. Puedes adquirirlo desde cualquier estado de la república mexicana en este link. Apoya la literatura independiente nacional.

De la épica al celuloide: filmes sobre el olimpismo

Cinema Coyote | Por Alejandro Carrillo

@alexiliado


"Más rápido, más alto, más fuerte" es el llamado oficial a los atletas del mundo, impulsado desde hace más de un siglo por el movimiento olímpico. Cada cuatro años el mundo se detiene para celebrar la justa deportiva más importante del orbe, quizá uno de los pocos símbolos de paz y fraternidad que aún nos quedan. Es inevitable no emocionarse al ver los colores nacionales desfilando por las diferentes competencias olímpicas que edición tras edición nos regalan historias llenas de épica y dramatismo.

Hazañas deportivas y gestos heroicos de increíbles seres humanos han sido inmortalizados por el celuloide a lo largo del tiempo, pero también episodios trágicos e ignominiosos forman parte de la historia del olimpismo. Repasamos algunos filmes que vale la pena considerar en medio de la fiebre de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 (en 2021).


7. Jamaica bajo cero (Cool Runnings, 1993)
Un clásico de los filmes olímpicos que seguramente todos vimos en televisión abierta en algún punto de nuestras vidas. Esta comedia está basada en la historia real del equipo jamaiquino de trineo que en 1988, ante la sorpresa de todos, logró calificarse a los Juegos Olímpicos de Invierno en Calgary.



6. Inquebrantable (Unbroken, 2014)
Dirigida por Angelina Jolie y escrita por los hermanos Coen (basado en el libro homónimo de Laura Hillenbrand), la película narra la historia de Louis Zamperini, atleta estadounidense de origen italiano que participó en los Juegos Olímpicos de Berlín 1936, registrando una de las vueltas más rápidas de la época en los 5.000 metros. Su destino estaría marcado por la tragedia de la Segunda Guerra Mundial, ya que tras estrellarse el avión en el que viajaba, sería tomado como prisionero y torturado por los japoneses hasta el fin del conflicto.



5. Volando alto (Eddie the Eagle, 2016)
El versátil Taron Egerton protagoniza este film de Dexter Fletcher que narra la historia del esquiador británico Eddie Edwards, un cuasi aficionado que ante un sinfín de obstáculos y vicisitudes se logra calificar a los Juegos Olímpicos de Invierno de Calgary 1988, estableciendo varios récords para la Gran Bretaña en salto de esquí.



4. El triunfo del espíritu (Race, 2016)
Biopic sobre el extraordinario atleta afroamericano Jesse Owens (Stephan James) que en los Juegos Olímpicos de Berlín 1936 llevó a cabo de unas hazañas más grandes de la historia olímpica al conseguir cuatro medallas de oro en las disciplinas de 100m, 200m, carreras de relevos 4x100m y salto de longitud; todo esto frente a los ojos del mismísimo Führer y la supuesta supremacía aria.



3. Yo soy Tonya (I, Tonya, 2017)
Margot Robbie encarna a la polémica patinadora artística Tonya Harding, primera estadounidense en completar un salto triple axel, que en 1994 se vio envuelta en un escándalo al ser relacionada con el ataque a Nancy Kerrigan, una de sus principales adversarias deportivas. El filme, contado a manera de falso documental, va narrando partes de la compleja vida de la patinadora y su insufrible relación familiar.



2. Carrozas de Fuego (Chariots of Fire, 1981)
Un hito en la historia del cine deportivo que logró hacerse de cuatro estatuillas de la Academia, incluyendo Mejor película y Mejor guion. Dirigida por Hugh Hudson, la historia narra la improbable hazaña de dos desconocidos corredores británicos y su camino al Olimpo en la justa veraniega de París en 1924.



1. Múnich (Munich, 2005)
Steven Spielberg inmortaliza los ignominiosos hechos ocurridos tras los Juegos Olímpicos de Múnich 1972 en el que murieron once atletas de la delegación israelí a manos del grupo terrorista Septiembre Negro, y las represalias tomadas por el Mossad e Israel al ordenar el asesinato de once palestinos, supuestamente miembros de dicha organización terrorista. El film fue severamente criticado por la comunidad judía y por ende castigado en los festivales cinematográficos. Aun así, logró obtener cuatro nominaciones al Oscar.



Bonus: Ícaro (Icarus, 2017)
Bryan Fogel obtuvo el Oscar en 2018 por este documental en donde un ciclista amateur (que es el mismo realizador) se enfrasca en un caso mundial de dopaje junto a Grigori Rodchenkov, exdirector del Centro Antidopaje de Moscú. Sin duda un material sumamente recomendable para entender a detalle el estrepitoso escándalo de dopaje de Estado por el cual Rusia mantiene al día de hoy diversas sanciones impuestas por el Comité Olímpico Internacional. Está en Netflix.

Época de Cerezos: matrioshka de la tragedia

Por Alejandro Carrillo | Foto: Paraíso Perdido

Es difícil el oficio de narrar en México. Además del reto y la incertidumbre de plantarse frente a la hoja en blanco, nuestros narradores tienen la sinuosa encomienda de escribir en un país en donde el mar se incendia, los trenes se caen del cielo y la tierra se abre de la noche a la mañana para tragarse casas, niños y perros; un país cuya realidad es más aguda que cualquier ficción.

Laura Baeza (Campeche, 1988), ganadora del Premio Nacional de Narrativa Gerardo Cornejo 2017, nos recuerda en Época de Cerezos (Editorial Paraíso Perdido) que de este lado del mundo la desgracia vive en todas partes y que a veces solo es necesario el más mínimo esfuerzo para desatarla.

Tomando como hilo conductor un desastre nuclear atómico en el olvidado sureste mexicano, la autora nos narra lo largo de una decena de historias entrelazadas que las tragedias más brutales son las más íntimas, con las que cargamos diariamente y que nos desploman y abaten por completo; más allá de los edificios colapsados, las nubes de polvo y el cielo quemado.

El vapor se condensaba en gotas a la hora del baño caliente: veía disolver su paso líquido por la ceniza pegada en el espejo en algo semejante a lágrimas oscuras mientras me afeitaba. Catalina me hablaba poco, como si en silencio nos pusiéramos de acuerdo para convivir con toda esa mugre decorando el fastidio de nuestro matrimonio.

Con una narrativa ágil, capaz de dibujar en pocos renglones una escena situada entre el polvo conyugal y el catastrófico, la escritora campechana muestra personajes propios de la idiosincrasia mexicana en todos sus estratos y la obra puede navegar tranquilamente entre el realismo mágico y la crítica mordaz al sistema político-social e incluso de salud. Difícil no asociar algunos pasajes de Época de Cerezos con la crisis sanitaria que estamos viviendo:

Íbamos de una clínica a otra transportando heridos para que se reencontraran con sus familiares, el personal no se daba abasto a la hora de acomodar enfermos porque ya no había camillas para los recién ingresados por algún choque o pleito callejero. El servicio médico debía continuar como fuese (…)

En lo personal, destaco el relato “La Carretera”, cuyo personaje principal me atrapó por completo, y me recordó en todo momento a la Leonora de Edgar Allan Poe, “la reina muerta que murió tan joven”; y también el último cuento que la da nombre y sentido al libro, haciéndonos saber que la tragedia también es cambio, que todo cabe en una maleta de ruedas y que seguramente hoy pertenecemos a otros lugares, historias y fantasmas.

Una semana fue suficiente para darme cuenta de que ya no pertenecía a casa de mis padres, ni a la ciudad, ya no tenía amigos ahí a quienes visitar ni nada más productivo por hacer en ese infierno bochornoso.

En síntesis, se puede decir que el libro de Laura Baeza es una matrioshka de la tragedia que irónicamente tiene como punto de partida una explosión como boom narrativo para conocer historias y personajes que en apariencia todos conocemos en el contexto mexicano, pero que solo son la punta de lanza de una obra cuya mayor virtud es adentrarnos en la psique de una sociedad enferma y contaminada por una catástrofe transexenal.

Solía preguntarme en silencio, si acaso los genes transmitían la locura.

 


*Consigue Época de Cerezos de Laura Baeza en Editoral Paraíso Perdido, en ESTE LINK.

Los ladrones viejos: leyendas del artegio mexicano

Cinema Coyote | Por Alejandro Carrillo

@alexiliado


En las entrañas de Netflix hay un documental bastante entretenido para los que nos regocijamos con las leyendas del artegio y las proezas de los antihéroes. Los ladrones viejos (2007) narra las historias de algunos de los rufianes más famosos de la Ciudad de México durante los años sesenta y setenta.

El realizador Everardo González logró reunir los testimonios de “El Fantomas”, “El Carrizos”, “El Burrero”, “El Xochi” y “El Chacón”; directamente desde las cárceles en donde cumplen sus condenas, algunos de ellos no las alcanzarán a cumplir.

“Me gustaba la buena vida. Me gustaba mucho vestir bien y siempre me ha gustado.”

Durante 97 minutos, los viejos ladrones cuentan con nostalgia y orgullo las hazañas y tragedias que los llevaron a convertirse en los criminales más buscados de la época, así como los principios, códigos y bondades del oficio de robar discretamente y sin violencia. Algunos exagentes de la judicial también intervienen en el filme, narrando los cochupos, tejes y manejes que había entre policías y hampones por aquellos años.

Los retratos extraordinarios de una sociedad lejana y una ciudad extinta, son quizá el mayor atributo del largometraje que incluso llegó a obtener un par de arieles y un sinfín de nominaciones entre festivales y muestras cinematográficas a lo largo del país.

El perfil del criminal cambió porque la sociedad también lo hizo. Somos otros respecto de aquellos años. Nada tiene que ver, por supuesto, el robo con el tráfico de drogas, ni los vínculos que hay en el poder entre un ladrón y un policía de la secreta, y un capo de la mafia con un funcionario del gobierno federal.

-Everardo González

Destaca por completo la historia de Efraín Alcaraz Montes de Oca, alias “El Carrizos”, el más sibarita y elegante de los zorreros, famoso por llegar a ser el criminal más buscado de la ciudad y por librar la justicia infinidad de veces. Narra con cierta vanidad y con una invariable mueca burlona aquellas veces que hábilmente se internó en las residencias de los expresidentes Luis Echeverría y José López Portillo para birlarles infinidad de joyas, pieles y dinero; no sin antes soltar la mordaz e inconclusa frase: “Ladrón que roba a ladrón…”, pero sin los cien años de perdón, ya que en este caso la cárcel es el riesgo del oficio.

Sin duda, Los ladrones viejos de Everardo González es un excelente documento que entretiene y rememora la vida de la sociedad mexicana a través de personajes marginales que nos recuerdan que todo tiempo pasado fue mejor.

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