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Junior H y sus corridos tumbados llegan a Puebla



Jaime López


El exitoso intérprete de corridos tumbados (subgénero que combina los corridos tradicionales con rap o reguetón), Junior H, estará en tierras poblanas este fin de semana.

Respaldado por millones de reproducciones en plataformas digitales, el artista originario de Guanajuato se presentará en el Auditorio GNP los días 24 y 25 de marzo.

Hay que recordar que el interpreté del tema "Ella" agotó rápidamente las localidades de su primera fecha en Puebla, a tan solo tres horas de que se pusieron en venta.

Derivado de lo anterior, Arta Producciones, una de las compañías organizadoras, abrió un nuevo concierto para el beneplácito de las y los seguidores

Junior H tiene éxitos como El hijo mayor, Fin de semana, El rescate, Vamos para arriba, entre otros y es una de las figuras más populares de la actualidad.

Hay que agregar que el cantante tendrá un invitado en sus dos espectáculos; se trata de Óscar Maydon, con el que ha colaborado en algunos temas.

El costo de los accesos para los conciertos de Junior H iban de los 580 pesos en zona Gradería 3er Nivel, hasta los 3 mil 470 pesos en Vivir Es Increíble, que es el área más cercana al escenario.

En entrevistas, Junior H ha expresado que su música está cambiando el género regional debido no solamente a su juventud, sino a que habla sobre las cosas que le pasan día a día.





Con Clichés Tour, Jesse & Joy regresan a Puebla



Jaime López



Después de un tiempo prolongado sin ofrecer un concierto en la ciudad de Puebla, el prestigiado dúo de pop mexicano, Jesse & Joy, estará en el Auditorio Metropolitano como parte de su tour #Clichés.

Los creadores de "Dueles" y "La de la mala suerte" manifestaron su entusiasmo de retornar a la Angelópolis tras el confinamiento provocado por la contingencia sanitaria.

"Teníamos muchas ganas de ver a Puebla en el calendario, como bien mencionan, en el inter también se cruzó la pandemia, y felices de poder volver", expresó Joy en conferencia de medios.

De acuerdo con lo expresado por el dueto, a partir del año pasado retomaron sus presentaciones en vivo, recorriendo diversos puntos de Estados Unidos y del continente americano.

Agregaron que, en su tour, no podían dejar fuera a Puebla, pues señalaron que los seguidores de dicha entidad se distinguen por su calidez.

Cabe recordar que los músicos nacionales tendrán su concierto en el Auditorio Metropolitano.

"Nos faltaba venir aquí, entonces, nos emociona muchísimo estar en concierto con ustedes y sobre todo en un recinto tan bonito", dijo Jesse.

Acerca del nombre de su gira y nuevo disco, explicaron que es parte de lo que los representa hoy en día y comentaron que hay clichés tanto buenos como malos.



Dentro de los primeros, mencionaron el dar un beso en el cuello de alguien y provocar que se le erice la piel.

Refirieron que "Espacio sideral" es una de las canciones que recuerdan con más cariño a lo largo de sus 17 años de trayectoria.

Destacaron que todos los días debe celebrarse el amor, aunque no precisamente el de pareja, sino el amor a uno mismo.

"Todos los días debe ser el día del amor, pero empezando con un amor propio; cómo vamos a querer o amar a alguien si a veces no nos amamos a nosotros mismos"

Cabe agregar que Joy hizo énfasis en que el concierto en la capital poblana es recomendable para toda la familia; añadió que se harán acompañar de otros tres músicos y dijo que el show dura poco más de 90 minutos, dependiendo la situación y el público, porque ellos buscan que los espectadores de cada estado tengan una experiencia diferente.

Los boletos para #ClichésTour están disponible a través del sistema de #Superboletos, así como en taquillas del recinto; las localidades van de los 600 a los 2 mil 420 pesos, más cargos por servicio.

Café Tacvba invita a poblanos a "seguir el taconazo" en Auditorio GNP



Por Jaime López

La icónica banda de rock mexicano, Café Tacvba, regresará a tierras poblanas el próximo 19 de noviembre, a las 21 horas, con la finalidad de hacer un recorrido por varios de los éxitos musicales que forman parte de su trayectoria.

Cabe recordar que la banda ganadora del Grammy estuvo en abril pasado en el marco de las presentaciones de la Feria de Puebla, conjuntando a miles de fanáticos en la zona de Los Fuertes.

Ahora, Café Tacvba se presentará en el Auditorio GNP, ubicado en la zona del Parque Industrial, bajo el lema de #QueSigaElTaconazo

Lo anterior en virtud de que la agrupación fundada en Ciudad Satélite continúa con sus presentaciones tras 32 años de existencia. Se espera un lleno total en el recinto dado que la banda conjuntó a casi 10 mil espectadores en su última visita a la capital poblana.

En un video difundido a través de redes sociales, Emmanuel del Real, mejor conocido como "Meme", saludó a sus seguidores de Puebla con la finalidad de invitarlos al concierto.

"Ojalá nos podamos saludar y pasarla bien", expresó.

Café Tacvba ha logrado trascender la barreras del tiempo, manteniendo su legado entre diversas generaciones, quienes cantan varias de sus melodías con mucho ahínco.

Con más de tres décadas en el universo sonoro, la agrupación también se caracteriza por sus pronunciamientos a favor de la diversidad, la inclusión y la defensa de la naturaleza.




Casa Yonki: 5 años de producir y difundir la música independiente


Fotos: Gema Moreno / Babe Hernández


Casa Yonki es un espacio dedicado a la producción, distribución y difusión de la música independiente en México. En específico en géneros y propuestas cercanas al rock y a la canción de autor. Desde 2018, la casa productora y estudio de grabación, cuyo centro de operaciones trabaja desde San Pedro Cholula, Puebla; ha realizado un trabajo musical y de difusión que ha impactado directamente en un tercio del territorio nacional y otras latitudes como Estados Unidos, Chile, Argentina, Brasil y Colombia.

Durante estos cinco años se ha trabajado con exponentes nacionales e internacionales de la música independiente, autogestiva y que va siempre a contracorriente; y de la misma manera, desde la trinchera de Casa Yonki se apoya e impulsa el trabajo de los músicos poblanos para la difusión de su obra a través de plataformas y canales tanto físicos como digitales.

En particular, el canal de YouTube de Casa Yonki se ha convertido en una herramienta de suma importancia en donde se publican discos, canciones, sesiones en vivo, entrevistas y contenido musical interesante y atractivo para músicos, seguidores y melómanos. Algunas producciones inéditas que aloja este canal y que se han creado de la mano de artistas, músicos y compositores han tenido un recibimiento especial y se han convertido ya en clásicos que corea el público poblano.



Sabedores de la importancia del trabajo solidario en la autogestión, Casa Yonki ha realizado alianzas con foros, marcas, espacios culturales, medios de comunicación y diversos promotores y gestores artísticos, con la finalidad de llevar la música independiente a más personas

Además, se ha colaborado con exponentes de otras ramas del arte en la elaboración de materiales de difusión de la literatura y la cultura en general.

En gratitud al público y a todos los que han enarbolado en conjunto este proyecto, el próximo 25 de noviembre de 2022, se celebrará el V Aniversario de Casa Yonki con un festival musical que tendrá lugar en el Beat 803, uno de los foros culturales más importantes del estado de Puebla.

El festival contará con músicos invitados de importante presencia y trayectoria en la escena de la música independiente del país, y convergerán con propuestas locales, nacionales e internacionales de la nueva generación. Todos ellos guardan una estrecha relación con el trabajo que Casa Yonki ha realizado durante estos cinco años y que pueden disfrutar y consultar en los medios oficiales y el canal de YouTube del estudio que a la fecha cuenta con más de 50 mil visitas.




Los invitados para esta fiesta son:

● Carlos Arellano: Insignia del rock poblano (CDMX- Puebla)

● Rafael Catana: Músico, poeta y co-fundador del movimiento rupestre. (Veracruz)

● Gerardo Enciso: Cantautor icónico del rock mexicano. (Jalisco)

● Iván García y Los Yonkis: Banda poblana con más de 10 años de trayectoria. (Puebla)

● Fernando Medina “Ictus”: Rolero y cantautor rebelde. (Jalisco)

● Yegua: Banda de rock directo y engreído. (Puebla)

● Chaneqes: Banda de rock electrónico experimental. (Puebla)

● Bluez Marentes: Cantante y compositora regiomontana. (Monterrey)

● Philly Reid: Acid Bluegrass estadounidense. (USA)

● Invitado sorpresa que se publicará en los primeros días de noviembre.

Los boletos ya se encuentran a la venta y se pueden adquirir en la plataforma web BOLETIA.COM, Todo Rock Puebla y Colectivo Records Puebla.




Alista Mon Laferte presentación en Puebla



Por Jaime López | Foto: Alex Carrillo | 
 

Será el próximo 8 de julio cuando la cantante chilena-mexicana, Mon Laferte, vuelva a pisar los escenarios de Puebla vía el concierto que realizará en el Auditorio GNP Seguros, localizado en la Colonia Maravillas, por la zona de los estadios.

Ello como parte de su gira por el país en donde ha tenido exitosas presentaciones en lugares como el Auditorio Nacional, en la Ciudad de México, así como en otras entidades, tales como Nuevo León y Querétaro.

De acuerdo con el calendario de actividades de la compositora, Puebla será su penúltima parada en la República Mexicana antes de que inicie una gira por Sudamérica.

Recientemente, Laferte declaró a medios que se encuentra en un momento pleno de su vida debido al nacimiento de su hijo y porque ya obtuvo la nacionalidad mexicana.

Hasta el momento de esta publicación, no se sabe si la ganadora del Grammy estará acompañada por alguna de sus amistades durante su presentación en Puebla, como ha ocurrido en otras ciudades.

Lo cierto es que la intérprete recordará algunos de sus mayores éxitos como "Tu falta de querer" y también cantará los temas de su más reciente álbum, 1940 Carmen, en el que mezcla sonidos californianos y letras en español e inglés.

Mon Laferte ha vendido más de cinco millones de grabaciones en todo el mundo y ha actuado en emblemáticos escenarios como​ el Madison Square Garden de Nueva York,​ el Movistar Arena de Santiago de Chile y el Auditorio Nacional en la Ciudad de México.

Además, ha participado en festivales de renombre como Viña del Mar, el Vive Latino y​ la Feria Nacional de San Marcos.

Los boletos para ver el concierto de Mon Laferte en Puebla están disponibles a través de la página de Eticket, y los precios oscilan entre los 580 y los 1,620 pesos.

Letrinas: Una camiseta de los Coquette para Gabi


Una camiseta de los Coquette para Gabi
Por Liliana López León

Se nos escapó un gritito. Habíamos acertado las tres preguntas del locutor, y nos sentimos como reyes: ganadores de un boleto doble en Zona Platino 1 para el concierto de los Coquette Seeds. Fue fácil, había que saber el nombre completo del vocalista, la súper modelo que fue su esposa y el origen de la banda. Lo difícil fue marcar y atinar cuando no sonara ocupado. Mi abuelita nos prestó el teléfono y aunque odiaba nuestra música, soltó una sonrisa cómplice al vernos saltar eufóricos.

Gabi y yo no teníamos muchas oportunidades, ni sabíamos de finanzas. De haberlo sabido, hubiéramos revendido los boletos, o no sé. Gracias a nuestra profesora de Biología sí sabíamos un poco de música. Se llamaba Andrea; dejaba que le dijéramos Andie y nos pedía que le habláramos de . Gabi y yo lo intentábamos, pero no nos salía tutearla. Sabe qué vio en nosotros, pero tenía su manera de cuidarnos. Algunos de sus regalos fueron discos que ella misma quemaba de sus álbumes originales. Así conocimos a los Coquettes, a Sweet Violence, Cursed Hotel, P.h. Dildos; en español a Iñaki Fontan, a Doktor Karaño y a la Maja Castell, entre muchos otros. Antes de ella, nadie nos había puesto atención de ese modo. Creo que cada persona debe tener algún mentor como nosotros tuvimos a la profesora Andie.

Recuerdo que Dog Harper, el vocalista de los Coquettes era de Londres e intentaba latinoamericanizarse, así que presentaba sus canciones en un español ingenuo. Su éxito: The Goodbyes lo presentó así: “¡Este cansió es iama Les Buenosadiosos!”. Parecía incomodar a muchos, aunque en el comportamiento colectivo se percibió más bien como ternura. Tampoco es que acá fuéramos políglotas. La canción que tanto amábamos sonaba bien en inglés, pero no así: Verdadero Amor de Extraterrestres. Aunque solo me gustaban algunas bandas chilenas y argentinas, esa noche reflexioné lo difícil que era hacer buen rock en mi idioma. Para esta lengua, o hay que ser muy cursi o ser el más guarro. Es decir, mujer u hombre según los estándares de estos lugares. Por ejemplo, la profe Andie les daba un uso interesante a las palabras, como pausadito, su dicción era muy serena. Desde aquel día estuve explorando bandas mexicanas que no intentaran ser The Police o vocalistas que no copiaran tanto a Jim Morrison. Para triunfar en español hay que inventarse un propio modo de hablar, aunque los demás se burlen al principio.

Con los años, supimos que Dog Harper también habló francés de diccionario en su gira por Canadá. Además, nos enteramos que a pesar de la fama de chico malo que tardó en construir, había sido educado en una familia conservadora, de la cual trató de liberarse en la academia de música. Era vegano y como hobby pintaba cuadros impresionistas. Gracias a su fama, los vendía en millones. No eran cuadros relevantes, ni horribles; ahora veo que eso tampoco era ya un pasatiempo. Le perdimos un poco de amor a Harper cuando hizo declaraciones anti-vacunas. Pero en aquel entonces, era una de mis tantas figuras paternas. El William Harper que recuerdo sigue siendo importante para mí.

Unos años antes de ese concierto, en la prepa; Gabi y yo expusimos cómo funcionaban las vacunas, y recordábamos la foto de un niño al que la viruela lo había dejado como a la Mole, comparado con otro niño vacunado que apenas tenía unas cicatrices. Esa fue la primera vez que la profesora Andie se acercó a nosotros. Nos dijo que al presentar no había que leer, que hay que ver a las personas a los ojos. En nuestra hoja ya nos había apuntado una buena calificación, y en clase se enfocó más en el contenido de la exposición que en nuestra torpeza no verbal. Así sentimos cómo esa recomendación fue genuina, más porque nos lo dijo en privado: “Háganlo real, como cuando quieren explicar algo interesante a un amigo”. Nunca se me olvidó y siempre retomo este consejo con cariño.

Gabi estuvo toda esa semana buscando quién nos prestara ropa para el concierto. Queríamos encajar en la capital, aunque solo fuera un día. No teníamos dinero, y nadie iba a darnos nada. Por eso aprendió en un día a cocinar pays de queso para venderlos, que recuerdo, ese año se pusieron de moda. Le salían bien, les ponía una cereza en el centro. Yo por mi parte, estuve ayudando a mi tío en la tortillería, en ese horrible sitio donde me decían maricón por cualquier cosa. Lo más difícil de soportar fue el calor que echaba la carburadora y las ocho horas de olor del nixtamal. Lo más tonto, era que uno de los que me llamaban maricón, se me insinuaba. Recuerdo mis brazos y también los de Gabi. Recuerdo que esos días se nos pusieron fuertes, como si esos brazos flacos nunca hubieran pasado hambre.

Juntamos setecientos sesenta pesos en cinco días. Mi abuela me preguntó cuánto habíamos juntado y ante mi respuesta me puso en la mano tres billetes de cien muy sudados. La abracé, no dijo nada, pero yo sabía lo que le costaba habernos dado ese dinero. Nos alcanzaba. Aunque hizo falta un poco más para movernos en la ciudad y para comer. Gabi me dijo que echáramos unas latas de atún, pero no dejaban entrar con mochilas al espectáculo. Además, nos hacía falta llegar antes de mediodía a recoger los boletos a la estación. El plan fue desayunar bien con abuelita, almorzar allá y aceptar lo que vendieran en la zona nice del concierto que nos ganamos. Al final no pudimos y tuvimos que movernos a pie. Algún McDonald’s abriría toda la noche, y ahí desayunaríamos al día siguiente. El regreso en el autobús era a las siete de la mañana.

Yo quería comprarle a Gabi una camiseta de los coquets. Me habían dicho que costaban entre quinientos y ochocientos, eran originales y tenían el corte para chica, no esas camisetas para niños que no horman bien, o esas camisetas súper grandes que ella tenía que enrollar o doblar de las mangas. Sabía que le ilusionaba mucho, tanto o más que a mí. Había camisetas negras, blancas y un gris percudido que nunca he entendido. La que me gustó para Gabi era una que tenía las siluetas de los integrantes de la banda y en medio decía Coquette en grande y Seeds en itálicas.

Recuerdo que nos asustamos un poco, pues el espectáculo lo abrieron unos grupos que no conocíamos. No sabíamos lo que era un telonero: quiero suponer que no éramos los únicos. Era nuestro primer concierto, también la primera vez que salíamos solos y tan lejos. En el pueblo se hicieron algunos chismes sobre un aborto, pero mi abuela amenazó con hacerles brujería si seguían con “sus lenguas viperinas”. Cuando me contaron que mi abuelita nos defendió así, me dio mucho gusto, porque les dijo que no tenía nada de malo que cumpliéramos nuestros sueños y más si eran bonitos, como la música. No es cierto, no dijo eso, pero sé que entre sus leperadas eso les quiso decir. Yo antes casi nunca lloraba, pero entonces me sentí muy afortunado y lagrimeé antes de dormir. Me gustaba la idea de que mi abuela fuera una bruja y yo pudiera escribir mil canciones con su ayuda.

En el pueblo no eran mala gente, pero había poco qué hacer. Una vez nos quejamos de eso y la profe Andie nos explicó que teníamos un monolito de millones de años y que eso ya era extraordinario. En el salón, no sabíamos que la peña era el monolito que decía la profe. Para nosotros era una cosa que siempre estuvo ahí. Es bonito y, es verdad, es muy impresionante si se piensa bien. Sin embargo, decíamos “monolito-mongolito” y nos daba risa. Lo que pasa es que era algo de lo que no conversábamos entonces. Es de lo que escribes cuando has romantizado lo suficiente tu tierra.  

Antes de entrar al concierto nos entrevistaron. Íbamos abrazados y queríamos aparentar que teníamos muchos años siendo mayores de edad, y que ir a un concierto era algo frecuente en nuestra relación. Traté de seguir los consejos de la profe Andie sobre mirar a los ojos y ser genuino, creo que lo hice bien, pero el corazón me quería explotar. Gabi se tapaba la boca al reírse. Aunque las bromas del entrevistador eran muy malas, había que seguirle el rollo.

Tengo bien grabado lo que sentí cuando las luces se encendieron y todo el palacio gritó al mismo tiempo. Me pareció fascinante que hubiera una coreografía de luces y material audiovisual producido especialmente para la gira. Caí en cuenta que todos los que estábamos ahí veníamos a lo mismo, y eso me sigue pareciendo maravilloso en cada espectáculo. Había un video de una chica pintada toda de azul eléctrico, hasta el pelo y las pestañas. Al fondo un sampleo que reconocimos y que nos hizo creer a Gabi y a mí que la canción ya iba a empezar; estaba acompañado de un misterioso: is our life a love movie?, que se repetía haciendo eco. Yo pensaba que, aunque el concierto acabara ahí, todos nuestros esfuerzos ya habían valido la pena. No habíamos comido.

Cuando llegamos a nuestros asientos, notamos que además de nuestra zona, había otra más exclusiva llamada oro central. Eso nos alivió: no queríamos estar enfrente y llamar la atención. O que pensaran que teníamos dinero y nos asaltaran al salir. Por otra parte, vimos como en esa zona y en la nuestra, había personas que se veían aburridas, como si no quisieran estar. Para entonces, Dog Harper ya se había quitado todo, menos el pantalón de vinil, y movía la pelvis como perro en celo. Una pareja ya mayor conversaba, y en otra mesa un hombre mayor observaba el escenario como si fuera una película de Bergman. No estoy loco si digo que nuestra emoción iluminaba ese espacio, y que la señora de ceja estirada que antes nos vio para abajo, nos miraba con envidia. Empapado de sudor, Harper preguntó al público cómo estaban y si querían un poco más: ¡No podo escucharlus Métsico! ¡Mes forteee!

Al terminar, no sabíamos si había sucedido o no. Temblábamos un poquito. Salimos sin prisa, con un poco de miedo a la multitud, como retrasando el final de la experiencia. Llamamos a abuelita desde una cabina: estamos bien, sí estuvo muy padre, duérmase por favor, Mamá Rita. Afuera remataban camisetas piratas de los Coquettes y de otros grupos. Gabi me dijo que no estaban tan bonitas, que luego juntáramos para una de las originales. No sé por qué, aunque ella sabía que no teníamos dinero, sentí alivio de que no me pidiera una en ese momento. Vendían muchas camisetas de Dog Harper, y como para recuperarme de la idea de no poder comprarle su camiseta a Gabi, me reí de que él anda siempre sin nada arriba.

Para hacer tiempo, caminamos un poco, pero solo un poco. Un violinista tocaba en la calle, y sentimos la obligación de darle una moneda, aunque eso ponía en riesgo nuestra comida. El hombre no habló, con los ojos hizo una mueca suave de agradecimiento. Qué chido aprender a tocar así ¿verdad, Gabi? Si me dieran la oportunidad, ¡me lanzo! Recuerdo que esa fue la primera vez que sugerí en voz alta estudiar música. En voz baja, me lo repetía en el espejo todos los días.

Entonces, la noche se puso seria y la ciudad parecía que nos iba a comer. Así que nos quedamos varias horas en el McDonald´s de la Avenida del Taller. Compartimos un combo, y rellenamos varias veces el vasito que dan. Antes de irnos, sentí que era educado preguntar si podía ponerle café al vaso de refresco o si había que pagar. El empleado no dijo nada, pero ágilmente estiró su brazo y me regaló un vaso de cartón especial para el café y tres botecitos de leche. Cuidado: el contenido puede estar caliente. Qué suerte sentí. El concierto todavía seguía vivo en nuestra cara, como un video experimental. Quería recordar cada detallito. Abracé a Gabi y le besé la frente, como para firmar una memoria. Mi corazón seguía brincando al ritmo de los Coquettes. Eso, según mi abuelita, es como una guía para nuestro espíritu.

Al salir del local, vimos a dos muchachas sentadas en una banca. Yo me fijé en sus tatuajes y perforaciones, porque siempre quise unas así; Gabi por su parte captó que eran pareja. Era la profe Andie, que recargaba su cara risueña y desvelada en el cuello largo de una chica de cabello rojo fantasía, con una camiseta a rayas de los Coquettes. Nos dio vergüenza saludarla, aunque de haber sabido que iba a ser la última vez que la veíamos, la hubiera interrumpido para contarle del premio. Se sentiría orgullosa y nos hubiera presentado a su novia. O quizá no era su novia, no importa. Ahora que lo pienso, la profe no era mucho mayor que nosotros. Tendría unos veintitrés o veinticinco.

Ya casi amanecía. En el camino nos topamos un cartel de los Coquette Seeds, lo desprendimos con cuidado para que no se rompiera. Lo enrollamos como si fuera el mapa de un tesoro. Con los pies molidos, nos acercamos a la estación; nos subimos al autobús antes de la hora, para poder sentarnos. En cuanto pudo, Gabi se recargó en mí, y roncó bajito. En un anuncio de la pantalla, decían que nuestro pueblo ya era mágico. Entonces no sabía lo que significaba eso, solo me pareció lindo.

***

Hoy, recorremos la misma carretera, pero soy yo el del concierto. Aunque nunca me he quitado la camiseta como William Harper, sí he hablado en otros idiomas que no conozco, por cortesía. Estoy muy nervioso, pongo los dedos sobre mis rodillas como si tocara el piano. Mientras, Gabi ronca. El conductor me pregunta qué se siente regresar a casa después de tantos años y poder cantarle al monolito. Seguro que abuelita me presumió un montón y ya nos hizo brujería para que nos quedemos a vivir en Bernal. Lo que sea, me parece bien. Solo son tres horas de camino.


*Liliana López León nació en Mexicali, en 1984. Es doctora en Medios, Comunicación y Cultura por la Universitat Autònoma de Barcelona. Es maestra en Estudios Socioculturales por el Instituto de Investigaciones Culturales-Museo, UABC y Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la UABC. Ha sido profesora en distintos niveles educativos. Le interesa estudiar la relación humano-tecnología, y las ciudades. Ha publicado varios libros y artículos académicos, aunque busca leer y escribir relatos en su tiempo libre. Le gusta el cine de ciencia ficción y también las bicicletas clásicas.


“Ciudad Soledad” abre sus puertas al público en vivo



En diciembre de 2020 Iván García y Los Yonkis lanzaron su quinto disco de estudio llamado Ciudad Soledad. Trabajo que contiene 13 tracks conformados por letras de Iván García y arreglos musicales de Los Yonkis. Esta nueva placa producida por Carlos Iván Carrillo y grabada en Casa Yonki, condensa referencias estilísticas a Bob Dylan, Johnny Cash, Tom Petty, Neil Young, Bruce Springsteen, y Quique González, rolas repletas de referencias contemporáneas y musicales que nos invitan a desentrañar el ruido de fondo para encontrar una propuesta musical desde Puebla.


Ciudad Soledad es un álbum que se publicó en tiempos de pandemia por lo cual, a lo largo de este año, no pudo presentarse con la ceremonia correspondiente y a como nos tiene acostumbrados la banda poblana. La cita para la esperada presentación oficial del disco será el 21 de enero de 2022 en el foro Beat 803 en la ciudad de Puebla. Los invitados serán la banda poblana Té de Brujas, así como la cantautora Bluez Marentes desde Monterrey, Nuevo León. 


Los Yonkis, banda integrada actualmente por Iván García, Carlos Iván Carrillo, Beto Montes, Héctor Arenas y Rafa Ortíz; apuestan por esta presentación en la que se podrá disfrutar de todas las canciones del álbum en su versión en vivo, así como canciones tradicionales de producciones anteriores que el público poblano conoce bien.

Aunque en la dinámica actual de la industria los álbumes han sido sustituidos por sencillos, Los Yonkis, congruentes con su alma vieja apuestan por una obra completa integrada por 13 tracks. En palabras del escritor hidrocálido Sergio Martínez: “con este disco la banda poblana nos regala en sus canciones una ucronía musical y un coctel de steampunk sonoro que pretende hacernos llevadero un año de mierda. Quizá estas rolas nos ayuden a transitar por una pandemia que nos ha arrebatado a familiares y amigos”.


Los boletos de acceso para la presentación están disponibles ya desde la plataforma Boletia y tienen un costo de preventa de $100 pesos y el día en taquilla $150. Adquierelos aquí: https://cutt.ly/fUv3Yg6




La noche que Bob Dylan tomó Zacatecas


Por Sergio Martínez

Este texto lo escribí el 1 de abril de 2008, hasta hoy era inédito.

La noche cayó sobre nosotros, el viento frío empieza a hacerse sentir, tenemos no menos de tres horas sentados en las gradas esperando que empiece el concierto, se apagan las luces y una voz en off anuncia: señoras y señores, con ustedes, el Sr. Bob Dylan.  A no más de treinta metros, vestido de negro con sombrero blanco, el tipo toca el teclado y la armónica, cuando canta arrastra las letras de tal manera que no sólo se dificulta escucharlo sino también entenderlo en su idioma natal. Pero ese tipo que canta acompañado por su grupo ha compuesto más de 300 canciones, muchas de ellas, las más representativas del rock y ha dejado huella en muchos de sus escuchas.

Se podría pensar que en un país donde se habla castellano un cantautor que habla inglés no tendría convocatoria, pero no es así, Bob Dylan “tomó” la Plaza de Armas de Zacatecas, aquel lugar que tomara Pancho Villa durante la revolución mexicana y que fue bastión principal para que el “Centauro del Norte” se volviera leyenda.

Pero los tiempos cambian… y ahora a la tierra del zacate llega la gente para ver a una leyenda viviente, a un tipo que ha sido candidato al Premio Nobel de Literatura (que nunca se lo darán*, porque él no se asume como literato, sino como cantante, y los escritores son muy celosos y muy rapaces) y ganador de un Oscar, varios Grammys y del Príncipe de Asturias.

Mister Zimmerman nos deleita con las canciones: When the deal goes down, Just like a woman, Highway 61 revisited, Thunder on the mountain, Like a Rolling Stone; The Band no desmerece en la ejecución de cada acorde, son una maquinaria bien aceitada, pareciera que tocan sin moverse, el público se prende con la música, dudo mucho que más de la mitad conozcamos todas las canciones y lo que dicen, pero extrañamente hay una comunión entre el público y el cantante, un “algo” que muchos llaman magia.

Dylan en su papel, ni se inmuta; toca, canta, le sopla a la armónica, pero en cada canción la banda se prende, desde mi lugar observo a los de hasta adelante, corean cada estrofa, Bob al percatarse entra al juego con ellos, el toca, ellos cantan, así lo hará no menos de tres veces en tres diferentes momentos del concierto… sus seguidores lo logran, hacen que Dylan se salga de su papel e interactué con ellos.

Cuando canta Forever young un hombre canoso y de barba descuidada alza las manos y haciendo la “V” de la victoria empieza a cantar a garganta abierta la canción, después desde su lugar junta las manos hace una plegaria agradece a Dylan la canción, cuando el concierto termina la banda junto con el cantante se reúnen en el proscenio del escenario, Dylan sin sonreír sólo levanta los pulgares en señal de satisfacción, hace una reverencia y se pierde detrás del escenario.

Acudimos con la historia, nos encontramos con el poeta, con el cantante, con el referente de una generación en la que no nací, con quien se desmarco de ser un líder o un profeta, pero a él la historia no lo absolvió, a él, y a sus canciones, las hemos adoptado como aquello a lo que aspiramos, sus canciones -aun en estos tiempos- son una referencia de aquellos años sesenta en los que aquellos jóvenes contemporáneos de Dylan soñaban que otro mundo es posible, como en aquellos años hoy, nosotros, los de esta otra generación aspiramos a encontrar la respuesta en el viento, a ser por siempre jóvenes.



*Dylan es el primer compositor en ganar el Premio Nobel de Literatura. El 13 de octubre de 2016, la Academia Sueca le otorgó el premio por «haber creado una nueva expresión poética dentro de la gran tradición de la canción estadounidense». El genio de Duluth aceptó el premio hasta 2017 y concluyó tajante: "Nuestras canciones están vivas en la tierra de los vivos. Pero las canciones no son como la literatura. Están pensadas para ser cantadas, no leídas. Las palabras de las obras de Shakespeare estaban destinadas para ser interpretadas sobre el escenario. Como las letras de las canciones están destinadas a ser cantadas, no leídas sobre el papel. Y espero que algunos de vosotros tengan la oportunidad de escuchar estas letras en el modo en que se pretendía que fueran escuchadas: en concierto o en una grabación, o de la forma en que la gente escuche las canciones ahora. Regreso de nuevo a Homero, que dice, 'Canta en mí, oh Musa, y a través de mí cuenta la historia'."

Crónica de un peatón: Don Emilio, el contrabajista

Crónica de un peatón | Por Alejandro Carrillo | Foto: Chaneke Correa (Julio 2014)

Don Emilio nos abre las puertas de su casa al tiempo que abre una botella de whisky para celebrar -o quizás no- una noche épica de música de 'etiqueta'. Don Emilo es contrabajista en la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes y ha estado ligado al oficio durante más de veinticinco años; -mi edad- pienso para mis adentros, al tiempo que me pierdo en sus gafas de pasta perfectamente zurcidas con un alambrito y cinta de aislar.

Don Emilio no es diferente a otros músicos; habla como músico, gesticula como músico, alza la voz como músico, se queja de otros músicos como músico, bebe como músico. Busca mi aprobación sobre el concierto de esa noche y yo temo quedarme corto. -¡Poca madre!- es lo único que se me ocurre decir al no encontrar en ese momento un adjetivo más 'a tono' para describir el recital de hace un par de horas. Para mi fortuna, esa respuesta parece complacerle a Don Emilio y revira satisfecho -sí, estuvo chingón-.

Me habla de la vida del hombre que se convirtió en músico. Del día que hizo maletas y se fue a la capital a vivir a una vecindad que tenía un grifo de agua helada que usaba como regadera sólo para llegar y aprender de los maestros más reconocidos de la época. Me cuenta que la vida no se ha tornado muy diferente desde entonces y que los músicos tienen las mismas calamidades de hace treinta años. Sin embargo, puedo notar que la música le ha dado a ese hombre más de lo que cualquier mortal pudiese tener en el mundo. No sé lo que sea, pero hay algo que ahí está y que Don Emilio recuerda al  perder su mirada en los círculos anaranjados pintados en los mosaicos del piso.

Se acaba el agua mineral y Don Emilio se sirve uno en las rocas para hablar de música. Habla de Schubert, de Tchaikovsky, de Brahms, de La Quinta, de La Novena, de las más grandes obras de la música clásica. Habla de los violinistas rusos, de los franceses, de los checos; pero algo lo detiene. -Mira, esos güeyes podrán ejecutar perfectamente y ser rubios, pero no te tocan el Huapango de Moncayo, por eso somos más chingones- dice convencido mientras lleva con su índice el compás ternario de la obra -parapapapapá, parapapapapá-.

Don Emilio rocanrolea. Con todo el conocimiento y las experiencias que un músico de su talante puede tener, no olvida la primera vez que escuchó el 'Dark Side of the Moon' y habla de Roger Waters como si estuviera hablando de Mozart -incluso con más admiración-. Recuerda algunos amigos, algunos lugares, algunas mujeres, algunos excesos y concluye con un -soy muy afortunado-, mientras hace una mueca burlona que lo dice todo.

Me marcho de la casa de Don Emilio pensando en volver pronto por otra historia y quizá otro vaso de whisky. Me repito en voz alta eso último que me dijo -soy muy afortunado-.

En memoria de Emilio Sierra Olguín. Gracias por los whiskys y por la música.

Festival Emergencia 2020 reúne al talento hidrocálido

 

El Festival Emergencia 2020 de Aguascalientes presentará a algunas de las bandas locales emergentes con mayor proyección los días 23 y 24 de octubre en una edición totalmente virtual.

El Auditorio Pedro de Alba de la Universidad Autónoma de Aguascalientes fungirá como foro de este evento en donde participarán las agrupaciones y proyectos Nativo, Hombre Árbol, Char, Amber, Zoltar, Palé, Álamor y Neon Shades. 

La selección corrió a cargo de un comité especializado de músicos, gestores y promotores culturales; con el firme objetivo de organizar un festival diverso e incluyente en cuanto a propuestas, sonidos y géneros musicales. De esta manera podremos escuchar desde el bosa nova, pasando por la psicodelia y la experimentación, hasta los ritmos más eléctricos y estridentes del synth pop.

El evento forma parte de las actividades del programa #ICAalternativo del Instituto Cultural de Aguascalientes, en colaboración con la agencia ArtCo, el Instituto Aguascalentense para la Juventud, la Universidad Autónoma de Aguascalientes y la Oficina en México de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Además cuenta con el apoyo y la difusión de medios nacionales enfocados a la promoción de la cultura como RockZide, Barbarela Records, Ruido Blanco y por supuesto Revista Sputnik.

Podrás disfrutar del Festival Emergencia 2020 desde la comodidad de tu casa a través de las plataformas digitales de Radio UAA y UAA TV, y también desde las redes sociales del Festival.




El guitarrista insurgente Varona

Por Sergio Martínez


Play: Eres la reina en cada ocasión y todos bailan a tu alrededor, yo me conformo con llegar a ser tu bufón, no te das cuenta de que estoy aquí, hago mil gracias para conseguir, una sonrisa que me lleve a ser tu bufón…


Nombre: Francisco José López Varona (Madrid, 1957).

Profesión: Músico, compositor, arreglista y productor musical.

Primera guitarra: Se la regaló su madre.

Ha compuesto canciones para: Luz Casal, Ana Belén, Christina Rosenvinge, Ana Torroja, Quique González, Manolo Tena, Martínez Ares y Miguel Ríos entre otros.

Discos:
·       Pancho Varona, editado en 1995.
·    Carabina 30 30, junto a Antonio García de Diego, José Antonio Romero y Jaime Asúa editado en 2011.

Ha producido discos para: Joaquín Sabina, Estopa, Amaral, Pasión Vega, Lucas Masicano, Luis Ramiro y Gabinete Caligari.

Equipo de futbol: Atlético de Madrid, compuso el himno del centenario del club: Motivos de un sentimiento.

Play: Voy gritando tu nombre, por las calles vacías, y toda la ciudad me escucha menos tú, cuando te tengo cerca, doy saltos de alegría, y toda la ciudad sonríe menos tú, y la ciudad entera que es hostil y que es fría, se ha vuelto compañía…

Ha compuesto más de cien canciones, confiesa tenerle un cariño especial a: Ruido, Peces de ciudad, Sin embargo, La del pirata cojo, Contigo, Y no me importa nada, Esta boca es mía.

Libros: Más de cien verdades (2012). Pociones (2019).

Bandas preferidas: Led Zeppelin, King Crimson, Pink Floyd, Police.

Sobre John Lennon: […] Mira, a mí John me parece el personaje más importante de la música de todos los tiempos. Por supuesto que fueron muy importantes Bach o Beethoven, pero la música que más me gusta, la que más me hace llorar, la que me remueve las tripas es la de John.

Se ha definido a sí mismo: Yo sé lo que soy: un músico al que le gusta estar dos metros detrás y dos metros a la izquierda de Joaquín (Sabina). Eso es lo que me gusta, ese es mi lugar en la vida, que bastante bonito es. Lo demás son cosas que me va regalando la vida y, como son regalos, los agradezco mucho.

Pancho ha dicho sobre Joaquín Sabina: […]  porque es mi hermano mayor, porque es mi compadre, mi referencia, porque es todo. Me ha enseñado casi a respirar. A leer, a escribir, a componer canciones, a viajar. Él es un maestro y yo un aprendiz.

Sabina ha dicho sobre Pancho: “Pancho Varona, mi hermano y sin embargo amigo, no es un gran instrumentista que brille por su digitación. Lo que tiene Pancho es que es un extraordinario músico que tiene una cabeza perfectamente diseñada para transmitirle a mis otros músicos el alma de las canciones que yo quiero hacer”. […] es mi andamio, mi todo.

Play: Tú juegas a quererme, yo juego a que te creas que te quiero, buscando una cuartada, me das una pasión que yo no espero. Y no me importa nada. Tu juegas a engañarme, yo juego a que te creas que te creo, escucho tus bobadas, acerca del amor y del deseo…



*Toda la información de este texto fue tomada de diferentes entrevistas realizadas a Pancho Varona, pertenece a sus autores y medios originales, se publica aquí, sin ánimos de lucro.

La noche que Óscar Chávez conquistó el Vive Latino

Redacción | Foto: Raúl Kigra (OCESA)


Esta tarde se dio a conocer la lamentable pérdida de Óscar Chávez, uno de los compositores e intérpretes más combativos y contestatarios del México moderno y uno de los máximos exponentes del canto nuevo y la canción de protesta en nuestro país.

"El Caifán Mayor", como también se le conocía por haber actuado en la cinta de culto "Los Caifanes" (1967) de Juan Ibañez, murió en la Ciudad de México a los 85 años, tras presentar síntomas relacionados al COVID-19.


Para una parte de la comunidad artística y musical, la obra de Óscar Chávez está sólo un escalón por debajo de la obra de compositores de la talla de Juan Gabriel, Armando Manzanero o José Alfredo Jiménez, aunque la carrera de Chávez por la naturaleza de su discurso lírico, rechazó el camino comercial que la época y el statu quo le exigía, llegando incluso a ser censurado por los medios de aquellos años.

Fue precisamente su congruencia y su manera incansable de hacer canciones a contracorriente los factores que hasta este siglo lo catapultarían como uno de los artistas más importantes de la música popular mexicana e incluso en vida fue nombrado Patrimonio Cultural de la Ciudad de México.

¡En un mundo lleno de reguetón tus canciones salvan la nación!

Uno de los reconocimientos más memorables de los últimos años fue sin duda la presentación de Óscar Chávez en la edición 2019 del Vive Latino, uno de los festivales más importantes de Hispanoamérica, en donde pudo interpretar canciones emblemáticas ante jóvenes y no tan jóvenes que junto a monstruos del rock nacional como Caifanes y Panteón Rococó, se rindieron en homenaje ante la figura del Caifán Mayor de la colonia Portales, en un escenario nunca antes visto.

Una presentación emblemática inolvidable para una leyenda de la cultura popular mexicana. ¡Hasta siempre, maestro Óscar Chávez!

Letrinas: Introspectiva de un concierto lejano

Por Christian Sainos


Eran las 7:30 cuando subí al microbús; tuve que soportar durante el largo viaje (vivo bastante alejada de lo que llaman civilización) el delicado perfume de mi vecino de asiento, el cual podría jurar era mecánico, ¿por qué?, no sé, corazonadas… (aunque creo que el ácido hedor que emanaba de sus poros, la playera roída del PRI con manchas de grasa, salsa verde, frijoles y diesel me predispuso). Juro que trataba de no prestarle atención; ni a él, ni al par de señoritas sesentonas que venían comentando muy “disimuladamente” lo puta que me veía… que si “las medias de red” que si “en sus tiempos las muchachitas eran decentes”, que “si mi madre me viera…”

¿Si mi madre me viera?… me pregunto cómo hubiera sido. A veces, en mis fantasías, llego a casa y ella me espera feliz, me mira detenidamente, sugiere retocar mi maquillaje.

- El lipstick negro cuando comienza a desvanecerse ¡se ve fatal!

Y me presume el nuevo corset de vinil que una amigo suyo del Chopo le consiguió ¡baratísimo!

Sí, creo que así hubiera sido mi madre… ¡habría sido la cuarentona mas sexy de la colonia!, habría ido conmigo al concierto de Goethes Erben, y seguramente hubiera gritado como una loca al ver a Sean Brennan destrozar el circo volador con su Sacrifice… Sí, definitivamente doña Alicia está mal, esa anciana no sabe nada de mi madre; mucho menos de mí.

Ya no quiero escuchar tanta incoherencia, me pongo los audífonos y dejo que Indovina haga lo suyo: I bleed for youu… Sí, creo que es lo mínimo que podría hacer por ti.

Súbitamente: impacto con otro microbús.

El efecto resorte que sufren todos los cuerpos de la unidad sesenta y seis me obliga a volver a la realidad. Ahí sigue el presunto mecánico, aún no se bajan doña Alicia y su comadre, el escuincle de la señora de adelante no ha dejado de chillar…

Por salud mental bajo del micro, además el Instituto Cultural Poblano queda a sólo cuatro calles de aquí.

¿Por qué todas las tocadas serán en el ICP? No se, pero de cualquier forma ese lugar me gusta.

Por fin llego a mi destino. Cruzo el lobby.

Algunos contemplan la exposición pictórica de algún desconocido. Miro a mi alrededor, ¿en qué punto de la historia ser dark se convirtió en moda?…

A ese vieja yo la conozco, iba conmigo en la prepa y afortunadamente nunca me habló, obvio porque su “selecto” grupo de amigas fresas no se lo permitirían. Tan sólo la semana pasada la vi en Angelópolis ligando… Pero, por lo que veo ahora es toda una “bruja”.

Es desagradable ver a tanta gente vestida de negro reunida en el edificio que alguna vez fuera penitenciaría del estado… años después estos también son presos, pero de su propia necesidad de aceptación.

- Ahora soy un número, un número “oscuro”, pero finalmente, parte de la maldita estadística -.

Ya no importa, me trago mi complejo de “uniformidad” y concentro mis pensamientos en la banda que tocará; son buenos, a mí realmente me late su concepto aunque digan que es medio fresón, lo más chido es que son una banda local consagrada.

Supongo que mamá se estaría quejando en este momento, diría que en sus tiempos la oscuridad era un compromiso, no una moda, que era una verdadera forma de vida…

Suspiro.

- Mamá siempre fue una aferrada -.

Prendo un cigarro.
- En estos tiempos es más fácil conseguir mota que un cigarro que no sea pirata-.

Alboroto, gritos desaforados. El vocalista de la banda estelar sale al patio a dar autógrafos…

Gran número de brujas y vampiresas de no más de dieciséis años corren hacia él.

Sacan fotos, piden el autógrafo obligado y una de ellas temerariamente propina senda mordida en el nada poco codiciado trasero del ídolo. Su manager (que también es la fotógrafa oficial y esposa) ¡casi mata a la intrépida grupi! Seguridad interviene y la audaz caníbal es expulsada del concierto. Sus amigas protestan por la agresiva reacción de la “manager”.
– Si yo fuera ella supongo que habría hecho lo mismo –.

A pesar de los cuarenta y tantos que se carga ese güey aun levanta pasiones…

¿Cómo habrá estado hace veinte años?

Mi madre estaría divertidísima con la situación; ella los conoció en ese entonces, de hecho creo que hasta la fecha les debe un cartón de chelas… Sólo espero que las deudas no sean hereditarias.

Por fin comienza el concierto, la banda telonera: Endless Grief, creo que son de Monterrey.

Sí, aún recuerdo que mamá vestía de negro; se ve chida en esa foto que le sacaron con Pilar, la vocalista de Endless…

Cuarenta y cinco minutos después el escenario se llena con la elegancia y fuerza de Excecror Vecordia, ¡esa banda me encanta! Suenan pocamadre en vivo; mejor que en el demo que tenía mamá.

Dicen los que saben que yo fui procreada después de un concierto de Excecror. Papá no quería ir, el prefería el ska…

Toca el turno a Erzebeth.

Canceló.

El intento de ser humano parado en el escenario argumenta que fue por causas de fuerza mayor. Rechiflas y botellazos al escenario.

Algunos comentan molestos: seguramente uno de los clásicos aires de diva de la vocalista. Aunque de buena fuente sé que se le atoró una espina de pescado en la garganta y fue llevada de urgencia al hospital.

Quizá muera.

Cuando mi padre decidió volverse “oscuro” se volvió fan también de Erzebeth. Mamá los detestaba eso explica porqué nunca escuche nada de ellos...

La cancelada actuación da paso a la banda estelar.

Los ánimos se encienden, la gente grita cuando el bajista con su aire peculiar, como escapado de alguna película de Tim Burton, saluda al público que impaciente espera.

Mamá era especial, amaba el arte, tocaba el violín, gustaba de la literatura, los hombres y el buen whisky…

El reflector ilumina el demacrado semblante de la tecladista.

Chiflidos y vulgares piropos masculinos llenan el patio poligonal, a los que ella contesta sin mayor emoción con una seña obscena. Esto prende aún más al público que ansioso clama que comience el show.

Mi primer concierto fue en noviembre del dos mil dos, Ataraxia vino a Puebla, mamá estaba embarazada de mí…

Una larga cabellera negra es el marco perfecto para pálido rostro que hace acto de presencia en el escenario, sus delgadas blancas y largas manos aprisionan el micrófono, su belleza etérea hechiza el lugar.

La gente enloquece…

Mamá tenía una linda sonrisa de foto, un día ella se durmió. Yo quería jugar…

Las miradas ahora se concentran en una andrógina y esbelta silueta. Los gritos femeninos recuerdan el último concierto de aquel famoso cantante pop…

A mami le gustaba el cine gore, vimos la serie completa de Trauma juntas… no sé por qué pero, creí que sería divertido…

¡Es “L4 Pet1t M0rt3” y están de vuelta en el lugar que los vio debutar hace tantos años atrás! Un orgasmo masivo se siente en el aire. Los cuerpos se mecen al compás del synth-pop-goth-glam hecho en Puebla.

No cabe duda que por algo son una de las mejores bandas a nivel internacional.

Cuando corté su cuello la sangre brotó a chorros ¡como en las películas!

Era muy roja... ¡ y caliente!
Pero mamá no reía…

La música envuelve los centenares de almas reunidas en ese viejo edificio cultural. Luces de colores bañan la silueta femenina que con etéreos sonidos hechiza a la multitud…

El concierto terminó.

Todos se dispersan.

Ataraxia los reunió en el marco del Festival Internacional de Puebla, emisión dos mil dos.

Seres oscuros ahora deambulan por la Puebla de noche; instantes atrás comulgaban con esas delirantes notas, ahora vuelven a sus rutinas mortales.

Ella camina pensativa. Se sabe parte de una escena incipiente; quizá inexistente.

Viste en terciopelo negro. Está embarazada y no sospecha lo que el futuro traerá…


Chrys Sainos *2004


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