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Letrinas: Mano de Dios

Mano de Dios

Por Breña Román

 

“Debería estar llorando, pero no puedo demostrarlo

Debería tener esperanza, pero no dejo de pensar.”

Kate Bush

 

Corría el año de 1958 cuando Nepomuceno García regresó de Estados Unidos. Había trabajado 10 años para los gabachos, había viajado, conocido mujeres, dejado algunos hijos de pelos güeros y afianzado una buena fortuna, así que decidió que era tiempo de volver a Malpaso. Tan pronto puso un pie en el pueblo, visitó una de las tiendas de su padrino, Otilio Luna, para tomarse una cerveza.

Platicaron de la vida en los Estados Unidos, del compadre que ya había muerto, de la diabetes de Otilio y de la ferretería que Nepomuceno pensaba poner en el pueblo hasta que comenzó a oscurecer y junto con la noche llegó su madrina Griselda a la tienda. Ésta iba acompañada por María, la hija mayor, quien a pesar de tener apenas 16 años ya era conocida por todo el rumbo debido a su hermosura. Nepomuceno se percató de la palidez de su rostro, la serenidad de sus ojos verdes y su cabello negro, pero no se atrevió a decir nada por respeto a sus padrinos y a la señorita.

Cerraron la tienda y cada quien se fue a su casa. Nepomuceno comenzó a visitar la tienda de su padrino a diario, además comenzó a ir a la iglesia a las siete de la tarde y al río por las mañanas con la intención de encontrarse a María lavando la ropa de sus hermanos. Sin embargo, nunca le dirigió la palabra a la muchacha, sentía que rompería un encanto. Hasta que un día de marzo su padrino le mandó hablar, le dijo que él ya sabía que estaba enamorado de María y que estaba dispuesto a darle su mano si iban juntos en el negocio de la ferretería. Nepomuceno no lo pensó dos veces y aceptó el trato. Otilio por su parte, cerró la tienda a las cinco de la tarde y se dirigió a su casa, le ordenó a Griselda que bañara y peinara a los niños y que se asegurara de que María y sus hermanas usaran sus mejores vestidos pues iban a tener una visita muy importante. A las ocho de la noche se escuchó un motor apagarse afuera de la casa. Griselda se asomó por la ventana mientras Otilio recibía al invitado.

A María le dio comezón en la nuca cuando vio a Nepomuceno entrar en la casa, el hombre se fijó en ella, pero ella se dedicó a examinar el suelo al lado de sus ocho hermanos. Otilio Luna ordenó a sus hijos que regresaran a jugar y a sus hijas que trajeran un vaso de agua de limón para su ahijado mientras tomaba a María del brazo para sentarla en el sillón.

Nepomuceno y Otilio acordaron que la boda sería en el mes de mayo, pasando la Semana Santa y la Feria de San Marcos, pero antes de la Feria del Señor del Salitre porque a Otilio se le juntaba el trabajo y para ese tiempo Nepomuceno calculaba haber regresado de un viaje que haría a Guadalajara para concretar algunas cosas de la ferretería. María se limitó a escuchar y a asentir. Pasadas las diez de la noche Nepomuceno se despidió de la familia, le dio un beso a su madrina, un apretón de manos a su padrino y una mirada y un “hasta luego, señorita” a su futura esposa que ella no correspondió.

Esa noche María no pudo dormir, sus hermanas Rebeca y Beatriz querían saber todos los detalles de la futura boda. María solo podía pensar en que, si las cuentas no le fallaban, ese hombre era catorce años mayor que ella y nunca había cruzado una palabra con él. Pensaba además que se quedaría amarrada en aquel pueblo olvidado de la mano de Dios, que pariría a sus hijos ahí mismo en la casa de su madre, que el cabello y los zapatos se le seguirían llenando de tierra, que el calor la seguiría sofocando cada verano y que tendría que seguir soportando el penetrante olor a guayaba que tanto detestaba. Por el resto de su vida. Con un completo desconocido.

Al día siguiente ya todo Malpaso estaba enterado del próximo enlace matrimonial, Nepomuceno había bajado a Calvillo durante la noche y en Las Quince Letras hizo participes a todos de la buena nueva, María escuchó los pormenores de la boca de Tere, su amiga. Que su papá había estado en la cantina y le platicó a su mamá y su mamá le contó a Tere y Tere pues le quería preguntar a María que si era cierto o no era cierto porque Nepomuceno era muy guapo y tenía mucho dinero y decían que sabía hablar inglés. María solo escuchaba y asentía. Hasta que Teresa se cansó de platicar y María tuvo el valor de confesarle que ella no se quería casar y que ni siquiera sabía a qué olía Nepomuceno.

Pasaron dos meses y llego la verbena abrileña. Otilio Luna nunca había llevado a la familia a la ciudad de Aguascalientes, porque eran muchos hijos y había siempre mucha gente. Pero ahora que María se iba a casar era una buena oportunidad para ir a conocer la feria y a comprar los atuendos para la boda, así que le rento a un primo su camioneta y emprendieron el viaje de casi tres horas a la capital. Se fueron el sábado en la mañana y regresarían hasta el domingo en la noche. Se hospedarían en la casa de Nina, una amiga de Griselda, a la cual quería como a una hermana, aunque tenían casi una década sin verse porque Nina se había casado con un ganadero y se habían mudado a Aguascalientes donde tenían una cremería muy fructífera.

María se sintió intimidada al llegar a la ciudad, traía los zapatos llenos de tierra y el estómago revuelto, nunca había viajado tanto y la casa de Nina era muy grande. Solamente tuvieron tiempo de estirarse y usar el baño porque rápidamente salieron a las tiendas a buscar los trajes y los vestidos para la boda porque el marido y el hijo de Nina regresaban de San Juan de los Lagos al día siguiente y tendría que atenderlos. Nina y Griselda se encargaron de elegir el vestido de María, se le tenían que hacer unos ajustes, pero estaría listo para el jueves. Considerando que la boda era el domingo se podría decir que tenían tiempo de sobra. Eligieron las arras, los anillos, las velas, el lazo, la biblia, las copas, el crucifijo y todo lo fueron metiendo en una cajita con mucho cuidado. Además, mandaron a hacer unas bolsitas con arroz con unos anillos pintados y un letrerito que decía María y Nepomuceno, recuerdo de nuestra boda y acordaron recogerlos el jueves junto con el vestido.

De regreso a casa de Nina, ésta le sugirió a Griselda que dejara a María unos días con ella en Aguascalientes para que pudiera recoger los recordatorios y el vestido y ella misma la llevaría a Malpaso el jueves a mediodía, creía que era importante que María se fuera acostumbrando a no estar en la casa de sus papás y que conociera más de la ciudad, además sus hermanas se tenían que hacer a la idea de no verla todos los días. Inexplicablemente y sin consultarlo con Otilio, Griselda aceptó.

Llegaron a casa de Nina pasadas las 8 de la noche, la familia simplemente merendó y se fueron a dormir sin cruzar palabra. Por la mañana, María se despertó en medio de un olor a huevos fritos y chilaquiles, escuchaba voces nuevas en la casa, pero esperó a que su madre entrara por ella y sus hermanas.

Griselda apresuró a sus hijas a que se vistieran, Augusto, el esposo de Nina y su hijo habían llegado durante la madrugada y quería presentarlos, María se encontraba inexplicablemente emocionada, no era la boda, no era la feria, era un presentimiento que cobró sentido cuando, en el pasillo que conectaba la cocina con las habitaciones, se cruzó con un joven con olor a cuero, a madera y a flores. Unos minutos más tarde, María se enteró que su nombre era Juan Bernardo.

Juan Bernardo era la mano derecha de su papá, don Augusto, a sus 20 años llevaba la contabilidad de la cremería. Era el mismo rostro de su padre, pero con la simpatía de su madre, por lo que ya era el encargado de hacer tratos con los proveedores. María escuchaba decir todo eso a Nina mientras lo presentaba en la cocina. No se animaba a levantar la vista del suelo, pero le ardía la nuca, donde sentía los ojos cafés de Bernardo clavados. Sabía que si se atrevía a enderezarse sus miradas se cruzarían y no habría vuelta atrás. Era una mujer comprometida, debía comportarse como tal.

Durante el domingo se dedicaron a pasear las dos familias por la feria. Mientras los adultos conversaban sobre las desgracias de sus conocidos, los jóvenes y niños caminaban en silencio, de vez en cuando interrumpido por expresiones de asombro al ver alguna ardilla correr en el Jardín de San marcos o a algún vendedor ambulante ofreciendo todo tipo de juguetes y María ocultaba en la mano derecha una pequeña flor que Bernardo había tenido el atrevimiento de arrancar de una jardinera para ofrecérsela cuando todos estaban distraídos comprando refrescos.

Cuando comenzó a ocultarse el sol detrás del Cerro del Muerto, Otilio Luna encomendó a Nina la tarea de cuidar a María, Griselda le dio su bendición, los hermanos un abrazo y emprendieron el regreso a Malpaso.

María dio vueltas toda la noche para intentar conciliar el sueño. Traía a Bernardo atorado en los ojos y en la mente. Quería pronunciar su nombre en voz alta. Se levantaba de la cama y se arrastraba por las paredes de la habitación imaginándose que él estaba del otro lado. Luego se arrepentía y rezando buscaba el perdón de Dios por ser infiel a su futuro esposo.

Por la mañana, María agradeció por un día más de vida y se dio cuenta de que no volvería a tener la tranquilidad que sentía en ese momento así que se permitió disfrutar de unos minutos acostada en soledad. Tan pronto se levantó y se desperezó se dio cuenta de que había un pañuelo debajo de la puerta. Se permitió tomarlo, volteó alrededor y se lo acercó a la nariz. Olor a madera, cuero y flores. Sonrió y se vistió. Acompañó a Nina a la cremería y estuvieron ahí la mayor parte del día. Mientras Bernardo hacía cuentas de los productos y sacaba números concentrado frente a un libro, María sentía que el corazón se le iba a salir del pecho. Se le nublaba la mirada. Suspiraba, se mordía el labio y recordaba a Nepomuceno.

Por la noche, cuando todos estaban dormidos y María pedía perdón a Dios por pensar en otro hombre, alguien entró a su habitación. No fue necesario prender la luz ni pronunciar palabra alguna. Un dedo largo y delgado le tocó el contorno del rostro. María se enderezó, trató de hablar, pero el dedo se plantó sobre sus labios. Comprendió todo y se aferró a Bernardo, con ayuda de la luz de la luna trató de encontrar en Bernardo a Nepomuceno, en sus ojos, en sus brazos, en su boca. Y se sintió aliviada de no encontrarlo.

El martes y el miércoles transcurrieron sin mayor novedad. Se dedicaba a pasear con Nina, quien siempre había querido una hija. Fueron de compras, pasearon en la feria, acompañaron a los hombres a los toros. María se entristeció por la muerte en la plaza. Don Augusto le explicó que para eso eran criados. Para entretener a alguien y luego morir. María se sintió identificada. Toda su vida la habían mantenido resguardada en su casa, sin libertad, sin ir a la escuela, sin más tareas que aprender a construir un hogar para al final ser entregada a alguien que, en un baile ridículo, la usaría como diversión y luego acabaría con sus ganas de vivir.

Ahí se enteró que hay toreros que andan a caballo, los llamaban rejoneadores, le dijo Bernardo. Don Augusto tenía muchos caballos y Bernardo era buen jinete. María decidió que Nepomuceno era un patético torero y Bernardo un apuesto rejoneador.

El miércoles en la noche, Bernardo la visitó nuevamente en su habitación. Era la última noche de María en esa casa. Bernardo la invitó a escapar con él, le dijo que Nina, su madre, sería su cómplice, si ella quería podría quedarse escondida ahí y luego se irían lejos de Aguascalientes, de Malpaso, de Nepomuceno y de Otilio. María le explicó que estaba atada de manos, que su padre era socio de Nepomuceno y no podía traicionarlo. María lloró y creyó que era injusto. Bernardo se enfureció y también creyó lo mismo. Se atrevió a besarla en la mano y ella hizo lo mismo en la mejilla de él.

El jueves por la mañana, Nina y María fueron a recoger los recordatorios y el vestido de novia. Al mediodía se despidieron de Augusto antes de irse a Malpaso. Bernardo no apareció, estaba muy ocupado en la cremería hablando con unos proveedores. Al menos eso mandó decir con una empleada. Pero le deseaba lo mejor a la señorita María en su matrimonio. Las mujeres tomaron un camión que las dejó en la central de Calvillo y ahí estaba esperándolas Lorenzo, un conocido de Otilio que las llevaría a Malpaso y luego se encargaría de llevar a Nina de regreso a Calvillo antes del anochecer para que alcanzara el último camión de regreso a la ciudad.

Rebeca y Beatriz se abalanzaron sobre María cuando llegó a Malpaso y le hicieron mil preguntas acerca de su estancia en Aguascalientes. Estaban ansiosas porque su hermana les compartiera un poco de la libertad que sintió esos días. Pero María estaba exhausta, su cuerpo estaba muy cansado y más que eso, tenía la mente nublada por el dolor que ocasiona un corazón roto. Quería que su tristeza fuera suya y de nadie más. No quería compartir sus recuerdos con Bernardo con nadie para evitar que se desgastaran y desaparecieran. Así que se limitó a invitarlas al día siguiente a lavar al río y les prometió que ahí les contaría todo.

Pero el viernes Rebeca no se levantó de la cama, tenía dolores de mujer y Beatriz tenía que ayudarle a su mamá a arreglar la casa, así que María fue sola al río. Tenía que lavar toda su ropa para guardarla en el veliz que se llevaría a la casa de Nepomuceno y caminaba sobre la tierra suelta y caliente que le ensuciaba los zapatos mientras pensaba en eso y se imaginaba la casa de Nepomuceno. Se imaginaba la sala, la cocina, el cuarto, la cama y las sábanas; un sabor amargo le llenó la boca. Al llegar al río vio que había mucha gente y no quería ser objeto de miradas y cuchicheos indiscretos, así que caminó cuesta arriba hasta que por fin se encontró sola.

Fue sacando prenda a prenda del canasto y escucho pisadas, pensó que eran los peones que andaban cortando guayabas en las huertas y se despreocupó. Le entró la nostalgia y se puso a pensar en lo mucho que iba a extrañar a sus hermanos y a sus papás. Era claro que los seguiría viendo, pero ya no sería igual, ya no iba a poder pasar navidad con ellos, ni podría ir a paseos con sus tíos, mucho menos bañarse con sus primos en los arroyos. Ya había renunciado a Bernardo, pero iba a ser más difícil renunciar a su familia y a su juventud.

De nuevo escuchó pisadas, esta vez más cerca. Al parecer era un caballo, pero cesaron repentinamente, volvió a pensar en los peones y las guayabas, o tal vez eran hombres que estaban tomando, tal vez eran una mujer y un hombre haciendo cosas prohibidas, tal vez era Nepomuceno cuidándola. Tal vez era alguien que la quería lastimar. Dios, líbrame del mal, pensó María.

Se giró rápidamente y un golpe en la cabeza le hizo perder el conocimiento. María no sintió cuando le vendaron los ojos. Tampoco sintió cuando la amordazaron ni tampoco cuando la amarraron de manos y pies y la aventaron sobre un caballo que comenzó a galopar como si la vida le fuera en ello. Y es que así era. El jinete y el caballo se estaban jugando la vida.

El primer sentido que recuperó María fue el del oído. Intentó moverse y escuchó a alguien decirle que se tranquilizara, que le perdonara pero que era la única manera, que le prometía que todo estaría bien. Luego recuperó el sentido del olfato. El olor a madera, cuero y flores le inundó la nariz.

En corto: entrevista con Yaneli González


Yaneli González aka Nella Canella es una de las seis poetas que conforman la antología de poesía hidrocálida 'Breviario Pandémico' publicada en 2021 por Editorial Agujero de Gusano Conoce un poco de ella, de su forma de pensar la poesía y de su trabajo en este libro.


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Ambulante regresa y visitará Aguascalientes


Con el tema Ecologías del cine, la Gira de Documentales Ambulante regresa para visitar cinco estados del territorio nacional del 3 de noviembre al 5 de diciembre de 2021, y finalizará con una exhibición digital disponible de manera gratuita para todo México, del 6 al 15 de diciembre.

En esta décimo sexta edición, Ambulante recorrerá de manera presencial los estados de Oaxaca, Veracruz, Michoacán, Ciudad de México, y por vez primera la gira estará en Aguascalientes en un esfuerzo de romper con el centralismo cinematográfico y llevar la cultura del cine documental a otras latitudes de nuestro país, haciendo un llamado a la reflexión sobre la justicia climática y la defensa del territorio, sus comunidades y las oportunidades para la acción colectiva.

El recorrido se realizará de acuerdo a las medidas sanitarias del momento en los siguientes estados: Oaxaca (del 3 al 7 de noviembre), Veracruz (del 10 al 14 de noviembre), Aguascalientes (del 17 al 21 de noviembre), Michoacán (del 24 al 28 de noviembre), Ciudad de México (del 1 al 5 de diciembre).

Finalmente y luego del éxito obtenido durante Ambulante en Casa en 2020, la Gira finalizará con una exhibición digital del 6 al 15 de diciembre, disponible de manera gratuita en toda la república mexicana. La inauguración tendrá lugar en Oaxaca con Una película de policías, un documental de Alonso Ruizpalacios que pone el foco sobre las complejidades y contradicciones de la institución policial en México.

La imagen de esta edición estuvo a cargo de Alejandro Magallanes y nace a partir de una vinculación entre el concepto de ecología —entendido como el estudio de las relaciones de los seres vivos y su entorno— con el cine, que en Ambulante lo comprendemos como una herramienta de movilización y una comunidad en la que interactuamos. En la propuesta de Magallanes destacan circuitos, vetas y tramas que se interrelacionan en un espacio dinámico y en constante movimiento.

Ambulante es una organización dedicada a apoyar y difundir el cine documental como una herramienta de transformación cultural y social. Fundada en México en 2005 por Gael García Bernal, Diego Luna y Elena Fortes, y dirigida actualmente por Paulina Suárez, la organización busca movilizar espacios de encuentro y acción colectiva para construir otros mundos a través del documental.

Nébula: Festival de Cine de Aguascalientes 2021

Del 16 al 20 de agosto se llevará a cabo el Festival de Cine de Aguascalientes Nēbula. Las mentes detrás de este increíble proyecto nos cuentan todos los detalles sobre la edición 2021, incluyendo películas, realizadores e invitados especiales.

Consulta toda la programación en la página oficial en facebook de Nēbula. Apoya el cine nacional.


Aunque tú no lo sepas: una charla con Iván Montoya

Con casi tres décadas de trayectoria, el compositor Iván Montoya es un referente de la cultura musical en Aguascalientes. En esta charla nos habla de su proceso de composición, sus referentes musicales, su ópera prima Feliz y de la compleja situación para la música independiente en México.


En corto: entrevista con Eduardo Gálvez


El poeta aguascalentense Eduardo Gálvez nos habla de literatura, de su participación en 'Breviario Pandémico: antología de poesía hidrocálida', (Editorial Agujero de Gusano, 2021) y de la importancia de abordar la crisis desde las letras.



Premio Nacional de Literatura Joven ‘Salvador Gallardo Dávalos’ 2021

El Instituto Cultural de Aguascalientes (ICA) abrió la convocatoria para el Premio Nacional de Literatura Joven Salvador Gallardo Dávalos, cuya edición 2021 reconocerá exclusivamente el género Narrativa, bajo las siguientes bases:


1. Podrán participar escritores y escritoras residentes en la República Mexicana, no mayores de 30 años al cierre de la convocatoria.

2. Los participantes deberán enviar una novela o libro de cuentos, escritos en español, inéditos, con una extensión mínima de 60 cuartillas y máxima de 150, escritas en tipo equivalente a 12 puntos, a doble espacio, tamaño carta y por una sola cara. Los trabajos deberán enviarse por triplicado.

3. Los trabajos deberán presentarse bajo seudónimo y sin ninguna referencia o dedicatoria que implique la identificación del autor o autora.

4. No podrán participar obras premiadas o publicadas anteriormente, ni aquellas que se encuentren bajo dictamen editorial o participando en otro concurso. No podrán participar aquellos autores que hayan ganado este concurso anteriormente ni servidores públicos adscritos al ICA.

5. Los trabajos deberán ser enviados a: XXXIX Premio Nacional de Literatura Joven Salvador Gallardo Dávalos - Centro de Investigación y Estudios Literarios de Aguascalientes CIELA Fraguas. Ignacio Allende 238, Centro Histórico, C.P: 20000, Aguascalientes, Ags. Tel. 449 915 88 19.

*Junto con los trabajos deberá enviarse un sobre cerrado, rotulado con el título de la obra y el seudónimo con el que se concursa y, en su interior, los datos de identificación del autor. Las plicas de identificación serán depositadas en una notaría pública de la ciudad de Aguascalientes.

6. El concurso se declara abierto a partir de la publicación de esta convocatoria y cerrará el viernes 3 de septiembre de 2021 a las 18 h. Para los trabajos enviados por correo postal o mensajería, se recibirán aquéllos cuya fecha de envío no exceda la del cierre de la convocatoria, únicamente durante los siguientes cinco días hábiles posteriores.

7. El jurado estará integrado por tres escritoras o escritores de reconocida trayectoria y sus nombres serán dados a conocer una vez emitido el fallo.

8. La apertura de la plica de identificación del trabajo ganador la realizará un notario público y se notificará enseguida al ganador o ganadora. El fallo será inapelable.

9. Una vez emitido el fallo, el resto de los trabajos será destruido.

10. El comité organizador cubrirá los gastos de traslado y la estancia del ganador o ganadora para que asista a la ceremonia de premiación que se realizará en el marcó de la 53 Feria del Libro de Aguascalientes.

11. Se otrogará un premio único en indivisible de $100,000.00 (Cien mil pesos 00/100 M.N.), reconocimiento y la publicación de la obra. Los derechos de publicación del trabajo serán propiedad del ICA , para la primera edición.

12. Cualquier caso no considerado en la convocatoria será resuelto por el comité organizador.

Nativo: hardcore punk hidrocálido


Nativo es una banda de hardcore melódico con sede en Aguascalientes que trabaja desde 2017 y cuya propuesta musical se caracteriza por ser bastante enérgica a través de ritmos y compases rápidos y teniendo como base una batería agresiva y veloz, breakdowns y voces crudas.

La agrupación hidrocálida, conformada por Antonio Posada (guitarra), Pol Gómez (batería), Omar Montes (voz), Ricardo López (guitarra) y Pedro Sparks (bajo); ya se ha presentado en eventos locales de la talla de La Soberana Convención Motociclista, edición 2020; y han compartido escenario como teloneros de bandas como Billy The Kid (Costa Rica) y Escape The Fate (EUA).

Actualmente cuentan con un disco de estudio titulado "Nativo" que cuenta con 10 canciones de las que se desprenden los singles "Rise Again", "Last Chance" e "Into the Wild". Este último el lanzamiento más reciente cuyo video oficial puedes ver a continuación.

La música de Nativo ya está disponible en todas las plataformas musicales y a través de sus redes sociales oficiales:

FB: https://www.facebook.com/wearenativomx

IG: https://www.instagram.com/wearenativomx/

YouTube: https://www.youtube.com/channel/UCY-oA9JjRAqQbu4ky43qvJQ 

Breviario Pandémico: antología de poesía hidrocálida

El encierro y la pandemia es retratada desde las letras de seis poetas de Aguascalientes.


Entre los versos y alguna prosa de esta antología poética hidrocálida, hemos de ver retratados la ansiedad, el encierro, la zozobra y la incertidumbre que todos hemos sentido durante estos dos años en los que una pandemia ha puesto en tela de juicio el bienestar de la humanidad.

“Breviario Pandémico” es la tercera publicación de la Editorial Agujero de Gusano, y primer volumen de poesía, e intenta retratar en apenas 48 páginas todas estas sensaciones que transcurren en medio de una crisis mundial y en pleno enclaustramiento.

Seis autores hidrocálidos son los encargados de transformar a través de las letras esas emociones con las que seguramente nos encontraremos reflejados. Ángeles Montañez, Alfonso Torres, Eduardo Gálvez, Alejandra Sosa, Yaneli González e Itzamatul Ikal son los autores que se aventuraron a escribir poesía en medio de una crisis sanitaria con la intención de que un fenómeno histórico de tal magnitud no pasara desapercibido en el ámbito literario de nuestro estado.


Al mismo tiempo, la publicación de este libro breve en extensión, pero no en atributos, es un sentido homenaje a todos aquellos que han partido y pretende ser un “brebaje” para los que aquí seguimos, recordándonos que es en los tiempos difíciles cuando hemos de confinar nuestra ceguera, ser solidarios y entender que el encierro mental es más devastador que el encierro físico.

El libro se podrá conseguir a un precio simbólico a través de las redes sociales de Revista Sputnik, en las presentaciones oficiales de Editorial Agujero de Gusano y próximamente en librerías y foros culturales de la ciudad de Aguascalientes.

Ummagumma: 10 años a contracorriente

Por Alejandro Carrillo

@alexiliado


Hay un lugar situado en la plena entraña del país, célebre por su cerveza helada, sus parlantes estridentes y su clientela peculiar; pero reputado principalmente por navegar a contracorriente durante, ya una década, en las ajetreadas noches de la ciudad y sus habitantes. Situado a unos cuantos metros del recinto que en donde se sentaron las bases de la unificación de la patria, el Ummagumma Alt-Rock-Pub (Venustiano Carranza 102-A, Centro) aposenta también y por lo regular a alborotadores, agitadores y activistas; igual de beodos y necios que los villistas y carrancistas de la Soberana Convención de Aguascalientes.

En ese mismo sentido y con toda la intención de hacer bullicio, no resulta inesperado que de la manera más bélica posible el lugar se encuentre puntual y estoicamente ubicado frente a la Casa de la Cultura. Y es que el Ummagumma o Umma, como lo entendemos sus demiurgos más asiduos, bien podría considerarse la Casa de la Contracultura en la ciudad, partiendo del hecho de que durante estos lustros ha abierto sus puertas y micrófonos a la inmensa mayoría de las voces y tendencias del arte y la cultura, dejando a un lado el funcionarismo y los prejuicios de todo tipo. Eso sí, no se sirve banda, reguetón ni cerveza indio porque los principios siempre estarán por encima del negocio.

Su puerta roja casi clandestina, coronada por una brillante "U" eléctrica y centelleante a lo Ziggy Stardust, esconde un largo pasillo repleto de melancólicos carteles y afiches de conciertos legendarios y bandas de culto; sólo para dar entrada a la protagonista del lugar: una barra infinita de madera que muestra orgullosa las cicatrices del vidrio y del tabaco, fruto de las innumerables batallas que se han librado sobre ella a lo largo de estos diez años. Todo cercado por moblaje tapizado con tejido escocés, y por paredes verdes y pistaches, ataviadas con insólitos e irrepetibles cuadros del rock.

El concierto fue especial, por primera vez nos encontrábamos en un sitio donde nuestra música encajaba perfectamente, la pared estaba tapizada de fotos de Morrissey, Siouxsie and The Banshees, Nick Cave y por supuesto The Cure, siempre The Cure como diría el escritor Israel Miranda.

Iván García y Los Yonkis

Es común ver entresemana a poetas y prosistas inéditos leer o escribir las más grandes obras de la literatura anticanónica, chocando los tarros con los que generan la riqueza después de un largo jornal y con gitanos poco entusiastas del calendario gregoriano. Por las noches la tinta, el rímel y los estoperoles desfilan osados por los salones del lugar, mismos que han refugiado por igual a vacas sagradas del rock nacional, gigantes del movimiento rupestre, artistas nacionales y extranjeros de todo tipo, y un sinfín de bandas locales. Alguno de ellos rindió un temerario homenaje en forma de canción al borde del delirium tremens y con el rugido de su Jaguar, otros menos virtuosos inmortalizamos el garito a través de las letras. Lo cierto es que el bar ha trascendido ya su propia existencia en obras que han quedado para la posteridad.

Quizá el encanto radique en su naturaleza anacrónica y camaleónica por igual. A diferencia de otros lugares, en el Ummagumma un sábado nunca será igual a otro sábado, pues cada día es un vórtice irrepetible en donde puedes encontrar y descubrir experiencias de todo tipo: un sabor, una charla enardecida, un disco, una sugar girl. Del soundtrack ni hablamos, por igual te topas un día a Depeche Mode y a New Order, que a Bauhaus y The Smiths, o Bob Dylan y Johnny Cash alternando con The Clash e Iggy Pop. La psicodelia que le dio nombre al pub no puede faltar, mucho menos las letras y acordes de Robert James Smith, santo patrono del lugar.


Hay cierta mitología que envuelve al Ummagumma, algunos cronistas cuentan que en otros tiempos su estructura sirvió para albergar cortejos fúnebres, y si prestas atención entre trago y trago podrás darle sentido a la arquitectura; aquí la recepción, por allá las salas de velación, los corredores y las salas de espera, al fondo la antigua plancha de preparación y embalsamamiento. Incluso si logras aislarte un poco más, podrás escuchar el cuchicheo tétrico de los deudos, y si vuelves la mirada siempre hay un alma taciturna con su ropa más sombría deambulando rumbo al patio. Y es que no hay mejor lugar para olvidar que estamos muertos.

El Ummagumma Alt-Rock-Pub llega a sus primeros diez años en medio de una catástrofe que nos ha obligado a reinventarnos y resistir una y otra vez, tal y como lo ha hecho este monstruo verde de mil cabezas a lo largo del tiempo: entendiendo el mundo de una manera alternativa y a contracorriente. Larga vida al Ummagumma.

Crónica de un peatón: Don Emilio, el contrabajista

Crónica de un peatón | Por Alejandro Carrillo | Foto: Chaneke Correa (Julio 2014)

Don Emilio nos abre las puertas de su casa al tiempo que abre una botella de whisky para celebrar -o quizás no- una noche épica de música de 'etiqueta'. Don Emilo es contrabajista en la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes y ha estado ligado al oficio durante más de veinticinco años; -mi edad- pienso para mis adentros, al tiempo que me pierdo en sus gafas de pasta perfectamente zurcidas con un alambrito y cinta de aislar.

Don Emilio no es diferente a otros músicos; habla como músico, gesticula como músico, alza la voz como músico, se queja de otros músicos como músico, bebe como músico. Busca mi aprobación sobre el concierto de esa noche y yo temo quedarme corto. -¡Poca madre!- es lo único que se me ocurre decir al no encontrar en ese momento un adjetivo más 'a tono' para describir el recital de hace un par de horas. Para mi fortuna, esa respuesta parece complacerle a Don Emilio y revira satisfecho -sí, estuvo chingón-.

Me habla de la vida del hombre que se convirtió en músico. Del día que hizo maletas y se fue a la capital a vivir a una vecindad que tenía un grifo de agua helada que usaba como regadera sólo para llegar y aprender de los maestros más reconocidos de la época. Me cuenta que la vida no se ha tornado muy diferente desde entonces y que los músicos tienen las mismas calamidades de hace treinta años. Sin embargo, puedo notar que la música le ha dado a ese hombre más de lo que cualquier mortal pudiese tener en el mundo. No sé lo que sea, pero hay algo que ahí está y que Don Emilio recuerda al  perder su mirada en los círculos anaranjados pintados en los mosaicos del piso.

Se acaba el agua mineral y Don Emilio se sirve uno en las rocas para hablar de música. Habla de Schubert, de Tchaikovsky, de Brahms, de La Quinta, de La Novena, de las más grandes obras de la música clásica. Habla de los violinistas rusos, de los franceses, de los checos; pero algo lo detiene. -Mira, esos güeyes podrán ejecutar perfectamente y ser rubios, pero no te tocan el Huapango de Moncayo, por eso somos más chingones- dice convencido mientras lleva con su índice el compás ternario de la obra -parapapapapá, parapapapapá-.

Don Emilio rocanrolea. Con todo el conocimiento y las experiencias que un músico de su talante puede tener, no olvida la primera vez que escuchó el 'Dark Side of the Moon' y habla de Roger Waters como si estuviera hablando de Mozart -incluso con más admiración-. Recuerda algunos amigos, algunos lugares, algunas mujeres, algunos excesos y concluye con un -soy muy afortunado-, mientras hace una mueca burlona que lo dice todo.

Me marcho de la casa de Don Emilio pensando en volver pronto por otra historia y quizá otro vaso de whisky. Me repito en voz alta eso último que me dijo -soy muy afortunado-.

En memoria de Emilio Sierra Olguín. Gracias por los whiskys y por la música.

Festival Emergencia 2020 reúne al talento hidrocálido

 

El Festival Emergencia 2020 de Aguascalientes presentará a algunas de las bandas locales emergentes con mayor proyección los días 23 y 24 de octubre en una edición totalmente virtual.

El Auditorio Pedro de Alba de la Universidad Autónoma de Aguascalientes fungirá como foro de este evento en donde participarán las agrupaciones y proyectos Nativo, Hombre Árbol, Char, Amber, Zoltar, Palé, Álamor y Neon Shades. 

La selección corrió a cargo de un comité especializado de músicos, gestores y promotores culturales; con el firme objetivo de organizar un festival diverso e incluyente en cuanto a propuestas, sonidos y géneros musicales. De esta manera podremos escuchar desde el bosa nova, pasando por la psicodelia y la experimentación, hasta los ritmos más eléctricos y estridentes del synth pop.

El evento forma parte de las actividades del programa #ICAalternativo del Instituto Cultural de Aguascalientes, en colaboración con la agencia ArtCo, el Instituto Aguascalentense para la Juventud, la Universidad Autónoma de Aguascalientes y la Oficina en México de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Además cuenta con el apoyo y la difusión de medios nacionales enfocados a la promoción de la cultura como RockZide, Barbarela Records, Ruido Blanco y por supuesto Revista Sputnik.

Podrás disfrutar del Festival Emergencia 2020 desde la comodidad de tu casa a través de las plataformas digitales de Radio UAA y UAA TV, y también desde las redes sociales del Festival.




«RESACA: relatos rescatados»


La Editorial Agujero de Gusano ha lanzado una nueva antología de relatos cuyas historias giran en torno a ese malestar físico y emocional que sentimos después de haber experimentado una jornada de excesos y/o malas decisiones.

Tras la publicación de La ciudad de los ahorcados (2019), el libro «Resaca: relatos rescatados» es el segundo volumen de cuentos del sello editorial, y reúne una docena de extraordinarias narraciones que nos llevan abruptamente de la risa a la congoja, y que navegan entre botellas de licor, música de todo tipo y un sinfín de guiños a la cultura pop.

Ya sea en las inusitadas barras de los bares fronterizos, en algún barrio bonaerense, en la humedad del Pacífico mexicano o en las insufribles pero insustituibles calles del centro de México, los personajes de estas historias libran todo tipo de resacas y situaciones inelegibles entre la realidad y la ficción.

Autores emergentes, plumas seductoras de la nueva ola de la narrativa nacional e incluso músicos convergen en este centenar de páginas en las que seguramente nos veremos reflejados con alguna situación o figura que nos transportará a ese instante que atesoramos en nuestra memoria por muy vergonzoso, placentero, escatológico o inenarrable que este sea.

«Resaca: relatos rescatados» cuenta con las letras de Elma Correa, Federico Bonasso, Juan Mendoza, Karla Michelle Canett, Óscar Alarcón, Luis Chigo, Alejandro Carrillo, Ana Nicholson, Julio Lino, Jorge Yee, Bárbara González y Carlos Iván Carrillo. Las ilustraciones de portada estuvieron a cargo de Ale Librada Torres Salcedo.

La obra fue posible gracias al apoyo de colaboradores, artistas, autores y tripulación de Revista Sputnik y se puede adquirir en línea a través de este link.


Los borrachos en el Centro Histórico recuerdan en mucho a las calaveras del Tzompantli. Figuran elementos del inframundo, pero son almas vivas deseosas de amor. A esa estirpe pertenezco yo -si me permite decirlo-.

Eusebio Ruvalcaba


RESACA: RELATOS RESCATADOS, Editorial Agujero de Gusano. Primera Edición: Octubre 2020

Las 10 grandes películas de Jaime Humberto Hermosillo



La industria cinematográfica nacional se ha vestido de luto tras la enorme pérdida de una de sus leyendas más grandes y revolucionarias del séptimo arte en nuestro país: Jaime Humberto Hermosillo.

Mediante filmes adelantados a su tiempo, el cineasta nacido en Aguascalientes retrató temas considerados como perversos e inmorales dentro de la conservadora e hipócrita sociedad mexicana de la época, e incluso su controversial y polémica obra ha llegado a ser comparada con la del realizador español Pedro Almodóvar.

Con más de 40 producciones cinematográficas en su haber, Hermosillo es considerado uno de los directores más transgresores, originales y necesarios del celuloide nacional. Repasamos algunas de sus películas más representativas, a manera de homenaje.



1. La pasión según Berenice (1976)
Ganadora de tres Premios Ariel: Mejor Película, Mejor Actriz (Martha Navarro), Mejor Director; además del Premio de la Crítica Especializada a Mejor Actriz de Reparto (Emma Roldán).




2. María de mi corazón (1979)
Con Héctor Bonilla y María Rojo, este filme se convirtió en hito del cine nacional al ser una de las primeras películas en realizarse de manera cooperativa con aportes tanto de realizadores, técnicos y actores. Por si fuera poco, el guion es de Gabriel García Márquez.





3. Naufragio (1978)
Con esta película Jaime Humberto Hermosillo ganó los Arieles a Mejor Director y Mejor Película, además de obtener también las estatuillas en las categorías de Mejor Actuación Femenina, Guion y Música. Se grabó con un presupuesto de casi 7 millones de pesos de la época y fue una de las películas del cineasta mejor recibidas por la crítica.





4. Matinée (1976)
También conocida como "Asalto en la Basílica", la película fue grabada en locaciones de Aguascalientes, Valle de Bravo y el Distrito Federal. La única película mexicana de ese año incluida en la VII Muestra Internacional de Cine, refleja muchos aspectos biográficos del realizador y en sus propias palabras es un homenaje para todos aquellos que contribuyeron en su formación como cinéfilo.




5. Las apariencias engañan (1983)
Aunque la película se realizó en 1978, fue censurada y estrenada hasta 1983 debido a su contenido atrevido para la época. Protagonizada por Isela Vega y Gonzalo Vega, fue la primera película mexicana en abordar abiertamente el tema de la transexualidad.

 






6. El corazón de la noche (1984)
Con Pedro Armendáriz Jr. y Jorge Balzaretti cuenta la historia de una obsesión y una relación dentro de un submundo extraño y particular con sujetos cuyas diferencias físicas los convirtieron en seres rechazados por la sociedad. Ganó el Ariel a Mejor Música.

 



7. Doña Herlinda y su hijo (1985)
Filmada en las inmediaciones de Guadalajara, la película está basada en un cuento de Jorge López Páez y cuenta con las actuaciones de Lucha Villa y Guadalupe del Toro (sí, madre de Guillermo del Toro). En 1994 fue considerada una de las mejores 100 películas mexicanas de la historia por la Revista Somos.





8. La tarea (1990)
María Rojo y José Alonso protagonizan una de las películas más controvertidas de inicios de los 90, considerada comedia erótica, obtuvo varias nominaciones y mención especial en el Festival de Cine de Moscú.





9. Intimidades de un cuarto de baño (1989)
Jaime Humberto Hermosillo presenta esta singular y arriesgada obra con una sola toma frontal a lo largo de toda la película. Los personajes entran y salen de cuadro frente al espejo de su cuarto de baño. El filme abre y cierra con un tema del grandísimo Rockdrigo González.





10. La verdadera vocación de Magdalena (1972)
Es el primer largometraje del realizador y la primera película mexicana con banda sonora original, compuesta por la mítica banda de rock psicodélico "La Revolución de Emiliano Zapata". Cuenta con tomas originales del Festival de Avándaro y es protagonizada por Angélica María.





11bonusJuventud, desengaños y anhelos de Hernán Cortés Delgado (1972)
Con una obra autobiográfica explícita, Hermosillo regresa a su natal Aguascalientes para narrar los pormenores de la pasión y los conflictos de ser adolescente a finales de los 50. Emotivo homenaje del cineasta a su ciudad, con un relato lleno de nostalgia y aprendizaje en medio de un contexto popular, donde las clases altas y bajas se cruzan para hacer de la visión estética una compleja experiencia personal.







«La ciudad de los ahorcados», antología de relatos patibularios


Por Sergio Martínez | 


La ciudad de los ahorcados. Antología de relatos patibularios, reúne 17 textos donde la poesía, el verso, el cuento y la narrativa, tocan, navegan, reflexionan y miran la transición de la vida hacia la muerte. No siempre esta última debe ser físicamente, hay muertos por dentro que aún respiran. En estos textos también hay quien muere a manos de otro, o de una enfermedad. Sin decirlo expresa y directamente, los autores nos advierten que todos nos vamos a morir.

En estas historias encontramos: la nostalgia que inspira un motel que se visita sin la persona amada, el soliloquio de un hombre que sabe que la muerte le espera detrás de la ventana, un rocanrolero suicida con una sed insaciable en el alma, el extraño caso de la vampira del Raval, el ladrón de poca monta que entra a una casa antigua y no sale jamás, un enfermo que pide la eutanasia, una enferma de cáncer, el que siente cómo los buitres le van arrancando las entrañas y los invita a que sigan comiendo, una chica enamorada de otra chica, la confesión de quien se asume culpable por la muerte de quien dice amar, el piloto que estrella un avión con pasajeros a bordo, un suicida que habla de las posibilidades de que los demás se suiciden, una ciudad atacada por una epidemia, la enunciación a Zempoaltécatl y el último texto del libro que recuerda un martes, de cualquier mes, de cualquier año. 

Los autores de los textos son: Daniel Bravo, Afonso Brevedades, Iván García, Sergio Martínez, Aldo Correa, Mónica Castro Lara, Hugo Ernesto Hernández, María Santos, Marcela González, Isaías García, Mauricio Caballero, Breña Román, Alejandro Carrillo, René Alejandro López, Denisse Rodríguez y Daniel Bravo. Algunos de estos escritores son integrantes del Colectivo 7NN radicado en Aguascalientes.

El libro lo abre un prólogo de Tuto Flórez, que pregunta: “¿Qué es la muerte? ¿Qué pasa después de la vida?, o más aún; ¿es posible hablar de continuidad de la existencia después de nuestra ineludible y limitada vida terrena”; y lo cierra magistralmente la nota final de Hunter S. Thompson, las últimas líneas son premonitorias: “Relájate, no te va a doler”.

El libro es dedicado al desaparecido músico, compositor y escritor Armando Vega Gil, alias el Cucurrucucú.

Según datos de la Organización Mundial de Salud publicados en 2019, cerca de 800 mil personas se suicidan en el mundo, el suicidio es la segunda causa principal de defunción en el grupo etario de 15 a 29 años. La ingestión de plaguicidas, el ahorcamiento y las armas de fuego son algunos de los métodos más comunes de suicidio en todo el mundo. De acuerdo a estos datos la Ciudad de los suicidas, puede ubicarse en cualquier lugar: Aguascalientes, Puebla, Bogotá, Barcelona, Trípoli, Moscú o Antalya; sin buscar la apología, criticar los porqués o aleccionar a hacerlo, los textos tocan un tema tabú y estigmatizado socialmente. Habría que leerlo, respirar las historias, quizá en algunas nos veamos reflejados, quizá también al terminar de leerlo, nos demos cuenta que seguimos vivos.



Electro-pop y cortometrajes en AGS: BIKA y La Pecera



Este sábado 26 de octubre se presentará en Aguascalientes una de las jornadas alternativas más importantes del año en materia artística.

Como primer parte del acto, los cortometrajes 'D/V' y 'Letargo', el primero de Víctor Góngora y el segundo de Ramón Martínez y Christian Venegas, serán anfitriones de "La Pecera", un proyecto audiovisual de Blanca Pozos que  es una analogía entre la vida de un pez mascota y el humano en el mundo.

Se llevó a cabo de manera completamente independiente, incluyendo una campaña de recaudación de fondos en la plataforma Kickstarter, se grabó en marzo y se estrenó en julio de este año.

Y en la parte musical, el line up lo completa Jardín de Niños junto a las chicas de BIKA, dúo conformado por las gemelas Del Toroque ya se han presentado en festivales de la talla del Coordenada y el Vive Latino con una propuesta electro-pop imperdible.



Sin duda una gran jornada nos espera en Ciudad Lumbre para conocer propuestas emergentes en materia visual y después echar el bailazo toda la noche. La cita es en Ummagumma Pub el sábado 26 de octubre a las 21 horas.



Iván Montoya en directo y “Feliz”

Por Sergio Martínez


Iván Montoya Salazar (Aguascalientes, 1978) inició su carrera musical en la adolescencia, “teníamos que cubrir la materia de Artísticas y gracias a eso, conocí al profesor Fernando Edréhira, creador y fundador de un grupo legendario de música folclórica y rescate cultural llamado Ketzal. Gracias a ello, me inicié en este rollo de la música, logrando incursionar en muchos géneros musicales antes de llegar donde ahora estoy. Anduve en la onda folclórica, andina, sonera, pasé por el rock, hasta que agarré el camino de la música acústica que es donde he estado ya mucho tiempo moviéndome como músico de compañeros, o bien, con proyectos propios o en conjunto con gente del mismo medio. Básicamente el conocer al profe Edréhira fue la puerta hacia la melomanía y el adentrarme en este mundito; cabe decir que, gracias a él, tuve la fortuna de tocar en dos ocasiones en el Palacio de Bellas Artes, así como acudir a un Encuentro Internacional de Música y Danza en Italia. Ha sido maravilloso ser músico, la verdad”. Con más de 27 años de trayectoria musical, Iván Montoya nos presenta su primer disco llamado: Feliz.


Cuéntanos tres momentos que hayan marcado tu trayectoria musical
El primero sería haber tocado en el mayor recinto cultural del país que es el Palacio de Bellas Artes; otro es haber viajado al viejo continente y que la música costeara andar un mes y medio por allá, y la tercera es, sin duda, tener por fin mi material de canciones propias.


¿Cuál ha sido tu mejor momento como músico?
Sin lugar a dudas es ahora. Antes trabajaba de diferentes maneras cuando tocaba para otras personas, ahora tomo las decisiones yo, así que en este barco puedo ser el marino, el polizón, pero también el capitán.

¿Cuál ha sido tu peor experiencia como músico?
No sé si sean malas experiencias o no, simplemente hay tocadas que no son tan certeras como quisieras, pero al día siguiente analizas desde una perspectiva diferente y te das cuenta que cada error son áreas de oportunidades para crecer, encuentras los detalles y tiras pa’lante. Esta es una carrera de tirar mucho la cuerda más nunca de aflojarla.


¿Cuáles son tus influencias musicales?
Me gusta un poco de todo, es necesario saber cómo se compone musicalmente un tango para poder intentar crear uno; así sucede con todos los géneros. Me encanta el bolero, José Alfredo Jiménez, me llama mucho la atención un cantautor español llamado Luis Ramiro, y bueno, también están esos grandes monstruos como Sabina, Serrat, Silvio, Fito, Calamaro y todos esos que ya sabemos quiénes son y de quienes todos mamamos. Me he aferrado también a Chava Flores, Tin-Tán y, últimamente, ando escuchando los proyectos locales, me he encontrado muchas buenas sorpresas.


¿Cómo nace el proyecto de tu disco Feliz?
El proyecto se va gestando desde mucho tiempo atrás, incluso podría decirse desde que estaba en La Ralea, pero un detonante fue el Instituto de Cultura de Guanajuato, que me invitó a participar en Encuentros de Cantautores y para mi sorpresa, me vi tocando en el Teatro Juárez unos meses después de haber sido invitado, todo ese movimiento me alentó a ponerme las pilas y decidirme a hacer Feliz. A la par, mis cercanos, no dejaban de decirme que grabara algo, que ya era momento de dejar un testigo del trabajo propio que muy pocas personas conocían, así es como nace Feliz, después la suma de talentos fueron los que hilaron todo el disco que ahora me cobija.


Varias canciones del disco son de tu autoría, otras las firmas con otros compositores, y un par son de Agustín López Velarde; un corrido, varias baladas, historias de amor, de reproches, estampas urbanas, un homenaje a un cantautor español ¿de dónde viene las historias de tus canciones?
Las canciones nacen de muchas cosas, soy muy voyeur, me gusta observar todo, prácticamente mis canciones vienen cargadas de vivencias más o menos reales, obviamente con sus dosis de inventiva, otras son totalmente invenciones que nacen a partir de una frase, por ejemplo, en Feliz hay una canción que se llama “El ranchero desvielao” y es de las pocas canciones que escribí al hilo cuando ya estaba produciendo el disco, salió de una sentada y es una historia creada de la nada, curiosamente me hacía falta un tema en tono de broma para el disco y al  momento de irla escribiendo se fue dado ese tenor. Las canciones se cargan de historias, reales o no, pero siempre con el sello distintivo de quien las crea. Como dices, hay coautorías y se notarán los lápices de las manos que intervienen.


En estos tiempos tan violentos donde parece que el mundo se derrumba y deshumaniza hay una canción para tus hijas, hay una estrofa que me gusta mucho, dice: “cómo les digo que en sus venas, ahí me llevan a vivir en su futuro”, incluso en esa canción tu voz se escucha completamente diferente a las otras canciones del disco, ¿Qué te supuso escribir y cantar esa canción?
Esta canción no estaba prevista ni creada cuando estaba grabando el disco, pero algo me decía que tenía que dedicarles una canción a mis hijas por el simple hecho de que ellas son mi mejor creación, son mis mejores canciones. La canción la escribí para tratar de legarles algo más allá de educación a mis hijas, es una manera de comprometerme en su futuro a que yo voy a seguir siempre a su lado y es una manera de decirles que las amo. En la canción se toca el tema de la permanencia eterna, de estar con ellas hasta el fin, y metafóricamente la canción hace eso, es simplemente una promesa de que iré con ellas al futuro, aunque ya no estemos su mamá y yo físicamente. También conlleva una bendición diaria por decirles que vivan al 100 y que tengan siempre un gran día. Supongo que es mi manera de serles eterno.




En el horizonte musical en el que has desarrollado tu carrera musical, se te identifica por tu estilo de tocar la guitarra, específicamente tu requinto; las canciones de tu disco imbrican eficazmente letra y música, incluso hay unas segundas voces muy sutiles que se escuchan deliciosas, las cuerdas, las percusiones… ¿por qué tu requinto solo se escucha en la primera canción? y ¿cómo lograste darle este sonido multicolor y brilloso a tu disco?
Se escucha más, solo que muy veladamente. El estilo es algo que se ganan con los años, no lo digo yo por ser bueno o malo, lo dice la gente que te escucha, hay veces que va sonando una canción y la gente dice, ese es tu requinto Iván, y en efecto lo es, supongo que eso se gana con los años y es algo muy bueno, pero para mi disco no quería eso, no quería que sonara todo a Iván, yo quería un universo musical multisonoro, no quería una misma línea y es por eso que me hice un poco a un lado, no de la producción, pero sí de la ejecución y quise que mis amigos le dieran ese otro color que por naturalidad no le podía dar yo, si te fijas en los coros, el color sutil que dices lo hace especial, al igual que los otros requintos, o la armónica de Pel, la trompeta de Fercho o el acordeón mismo, yo quise que el disco funcionara con una gama de colores diferentes a los que yo estoy acostumbrado a darles. Supongo que esa fue la magia de que suene tan bien.


¿Qué fue lo más difícil durante la grabación del disco?
Lo complicado fue juntar a tantos músicos, no por las ganas o fuera de ellas, sino por los tiempos tan apretados de todos. No se si sepas, pero todos son músicos reconocidos de aquí (Aguascalientes) y de la república y, por ende, todos andan con mil actividades. Yo les agradezco su tiempo y su creatividad, la verdad es que hicieron de Feliz un disco que ni siquiera yo lo hubiese soñado.


¿Qué fue lo que más disfrutaste durante la grabación del disco?
Lo mejor fue cuando mezclamos Agustín López Velarde y yo, entre ambos producimos el disco, salvo el tema “Y sí” que lo hizo Luis Miguel Aguilar; pero ir armando y empezar a detallar donde colocar los sonidos fue un deleite, y es que las posibilidades se generaban por los gustos y entonces entre las pláticas con Agus y la manera de resolverlas, ¡uy!, es un agasajo, no me lo vas a creer Sergio, pero me gusta más estar produciendo, grabando, quitándole, poniéndole que estar tocando en un escenario,  estar tras los aparatos y comenzar a sumar o restar ejecuciones es lo que más me agrada.


¿Por qué se llama Feliz?
Se llama así no por algún tema del disco sino por un estado de ánimo. Tengo cuatro años de mi vida viviendo en ese estado, mi vida ha cambiado para bien y es algo que agradezco y supongo que mis cercanos lo hacen también. Antes era más aprensivo en muchas cosas, ahora ando de liviano por la vida, he dejado de desvelarme como antes, ya no me reviento dos días de juerga, vamos, me he guardado para ser feliz, descubrí que perder gloriosamente mis horas de sueño en bares hablando pelotudeces era algo que era necesario hacer en la vida, pero no eternamente. Ahora disfruto a mis hijas, vivo de día, me encanta dormir, vamos, ando en un modo light y andar así es estar Feliz. El disco no lo pude haber sacado antes de abrevar todo lo que te platico, era necesario envenenarme para luego curarme en salud y poder decir con franqueza que vivo Feliz y que mi trabajo musical me acompaña.


¿Cuándo lo presentas en sociedad?
El disco se presentará en Peña El Sur, el próximo 29 de junio de 2019. Estaré acompañado de prácticamente todos los músicos que grabaron, así que será una reunión o comitiva especial para quienes vayan a escucharnos. Trataré de narrarles los porqués de las canciones y haremos una noche entre amigos donde cantaremos las canciones del disco y celebraremos con un par de copas la dicha de estar vivos y de ser felices. En la apertura tendremos a un chavito que anda con todo, se llama Alex Márquez. El costo del boleto por el show es de 60 pesitos y si quieres llevarte aparte el CD, el costo del show más el CD es de 120 pesos, bastante módico para que toda la gente tenga acceso a él.


¿Algo que quieras agregar y no haya preguntado?
Que los invito a que me escuchen por las principales plataformas digitales, ya estamos presentes ahí y que toda la gente trate de apoyarnos a quienes somos autogestivos, hay mucho talento y mucha música hidrocálida que vale la pena, hay que darse un clavado a las propuestas y ver que las cosas se hacen bien, llevan corazón y sobre todo son honestas. Gracias a ti Sergio por esta entrevista, pero sobre todo por contribuir para la cultura, para Aguascalientes y para las letras. Abrazos amigo.

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